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Lima. Símbolos de la ciudad de Los Reyes PDF

43 Pages·2015·14.01 MB·Spanish
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1 O R B I L I N U M LIMLIMA A SímSbíomlobso dloes ldae la CCiuiuddaadd d dee l oloss R Reeyyeess FERNFEARNNDAON DFLOO FRLEOSR-ZEÚS-ÑZÚIGÑAIGA Fernando Flores-Zuñiga es consultor, abogado por la Universiad Particular San Martín de Porres y Magíster en historía por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Investigador archivístico de trayectoria en el estudio de Lima, ha publicado entre otras obras, Haciendas y Pueblos de Lima. Historia del valle del Rímac (Fondo Editorial del Congreso del LIMA Perú, 2008, 2009, 2012 y 2015). Símbolos de la Ciudad de los Reyes » ÍNDICE Presentación 7 Introducción: Nuestra Lima prehispánica 9 1 | SIMBOLOGÍA 12 LIMA Símbolos de la Ciudad de los Reyes Colores 12 © Fernando Flores-Zúñiga El estandarte de la Ciudad de los Reyes 13 © Municipalidad Metropolitana de Lima El escudo 19 Gerente de Cultura: Mariella Pinto Las coronas de los Reyes Magos 19 Subgerente de Patrimonio Cultural, Artes Visuales, Museos y Bibliotecas: La estrella de Belén 20 Vannesa Caro Las aves 20 Jefe de Biblioteca y Archivo Histórico: Sandro Covarrubias Las iniciales de los monarcas 22 Responsable de publicaciones: María del Carmen Arata La inscripción en latín 22 2 | LIMA CUADRADA 25 SIN VALOR COMERCIAL Primera edición 3 | TAULICHUSCO Y PIZARRO 25 Tiraje: 3.500 ejemplares 4 | EL DAMERO DE PIZARRO 29 Diseño de portada, diagramación y edición de fotografía: Rocío Castillo Las cuadras y las manzanas 29 y Gerardo Cristóbal Los nombres de las calles 29 Corrección ortográfica y de estilo: Javier Flores Espinoza Casas, casonas y solares 34 Imágenes: Archivo Courret, Colección Juan Günther, David Pino y Blog Lima Los balcones 35 La Única, H. Andrés Herrera Cornejo, Luis Enrique Sifuentes, Pinacoteca de la Municipalidad de Lima Tipos de balcones 36 Foto de portada: Escudo de Lima en acuarela de Pancho Fierro Iglesias 39 Imagen de la presentación: Paseo de los Alcaldes en acuarela de Pancho Fierro Vecinos y moradores 41 Plazas y mercados 42 5 | LA MURALLA 47 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2015-18894 Diámetro 47 Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación, por cualquier medio o procedimiento, extractada o modificada, en castellano Cantidad de baluartes 48 o cualquier otro idioma, sin autorización expresa del autor y de la Municipalidad de Lima. Puertas y portadas 50 Editado por: Historia de la muralla 53 Municipalidad Metropolitana de Lima Significado simbólico 56 Jirón de la Unión 300 Lima Cercado 6 | EL CERRO SAN CRISTÓBAL 57 www.munilima.gob.pe Historia de un accidente geográfico 58 7 | EL RÍO HABLADOR 64 8 | EL PUENTE 67 9 | LA ALAMEDA 69 10 | EL PASEO DE AGUAS 72 11 | ACEQUIAS DE LIMA 73 LIMA Símbolos de la Ciudad de los Reyes » PRESENTACIÓN La Municipalidad de Lima inicia un proyecto editorial dirigi- do a conocer y reconocer nuestra ciudad y su legado histórico y cultural, con la serie MUNILIBRO y su primer número titu- lado LIMA Símbolos de la Ciudad de los Reyes, de Fernando Flores-Zúñiga. La milenaria ciudad de Lima, cuyo centro histórico fue decla- rado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991, es un espacio donde convergen múltiples tradiciones. Cada calle, puente, iglesia y monumento es un hito. Tanto los accidentes geográficos que la enmarcan, como su historia, desde la vida prehispánica hasta la republicana, pasando por la virreinal, la han distinguido de una manera singular y determinante. Es nuestra intención contribuir con la puesta en valor de los símbolos que hacen de Lima uno de los espacios más significa- tivos del Perú. A lo largo del libro sabremos el porqué de sus colores emblemáticos, los significados del estandarte y de la bandera de Lima, y cómo se fue forjando la ciudad que hoy co- nocemos. Igualmente podremos descubrir quiénes fueron los personajes que la fundaron y la condujeron desde sus inicios. Para una ciudad como la nuestra, de larga y compleja histo- ria, es de suma importancia rescatar para la memoria colecti- va los lugares simbólicos, su patrimonio cultural y todo lo que contribuya a consolidar su identidad. Hoy entregamos a los ciudadanos el Munilibro 1. Cada uno de los próximos números de esta colección contará historias di- ferentes que nos mostrarán una ciudad rica en testimonios y en anécdotas, una Lima de la cual podemos sentirnos orgullosos. Luis Castañeda Lossio Alcalde de Lima 7 LIMA Símbolos de la Ciudad de los Reyes » INTRODUCCIÓN Nuestra Lima prehispánica Lima, la ancestral Lima, cuenta con milenios de existencia como un conjunto civilizado. Sus orígenes están en lugares arqueológicos tan destacados como Garagay, en San Martín de Porres, o en las etapas más tempranas de Maranga, de una antigüedad de 2 500 años, aproximadamente. Con el paso de los siglos, la civilización fue ganando terre- no en el gran valle de Lima forjando sociedades agrarias muy comprometidas con la ecología, y cuyos elementos constitu- tivos y fundamentales fueron la tapia y el adobe, las aguas de regadío y el policultivo de plantas alimenticias y utilitarias, junto con la tarea pesquera, médula de la alimentación de quienes forjaron la cultura en la costa central andina. El esce- nario de este progreso fueron los conocidos valles de los ríos Chillón o Carabayllo, Rímac y Lurín o Pachacamac. Hacia mediados del primer milenio después de Cristo sur- ge Pachacamac, gigantesco santuario que congregaba a las » Vista aérea de Pachacamac, 1943. sociedades de todos los puntos de la costa y de la sierra. La adoración del dios Pachacamac fue también adopta- da por los incas, que construyeron Armatambo (en el Mo- rro Solar) y adaptaron lugares de la cultura lima o maranga y de la época Ichsma tales como Pucllana, Limatambo (Mi- raflores, San Isidro, Lince, La Victoria y San Borja), Mateo Salado (Chaya Cala para la arqueología, Cercado, Breña y Pueblo Libre para nuestra realidad actual), Maranga misma y Makatampu (ya desaparecido y que se ubicaba en la avenida 9 LIMA Símbolos de la Ciudad de los Reyes FERNANDO FLORES-ZÚÑIGA Argentina). Y, de oeste a este: Chinchaytampu (los Barrios Altos tradicionales en su punto central de la plaza Italia), Ate-Puruchuco y Cajamarquilla. En suma, debemos tener en cuenta que nuestra capital fue un espacio civilizado cuya existencia giraba en torno a la ac- tividad agrícola, el mar y la armonía que se guardaba con el entorno natural. Tras aquellos milenios transcurridos llegó enero de 1535, cuando los españoles fundaron, en este valle de Lima o Li- maj, la Ciudad de los Reyes del Perú. Desde 1535, la construcción levantada por todas las gene- raciones de nuestros ancestros prehispánicos fue enriqueci- da por el mestizaje, que es nuestra identidad y razón de ser como nación y sociedad. » Huaca Tres Palos en toma aérea de 1965. Restos de la civilización agraria lima o maranga. 10 LIMA Símbolos de la Ciudad de los Reyes FERNANDO FLORES-ZÚÑIGA cubrimiento de América por Cristóbal Colón); y el azul añil 1 | SIMBOLOGÍA para los Habsburgo (familia a la que pertenecía por su lado paterno el emperador Carlos Quinto). Una vez fundada la Ciudad de los Reyes del Perú el 18 de ene- EL ESTANDARTE DE LA CIUDAD DE LOS REYES ro de 1535, el antiguo mundo de nuestros antepasados entró El estandarte es una especie de bandera dispuesta en forma en el universo cultural de Occidente, al que pertenecía Espa- de rombo. Podemos imaginarlo como un escudo de tela sos- ña. De hecho, España formaba parte de un imperio mundial tenido por una asta, en cuya superficie precisamente van im- cuyos soberanos integraban familias muy poderosas, como pregnados los colores y los demás elementos de la simbología la de los apellidados Habsburgo. Por aquella época, el rey y limeña que dentro de poco se describirán. emperador de este gigantesco imperio era Carlos Quinto (o El historiador de Lima Juan Bromley menciona que el es- Carlos V). tandarte de la Ciudad de Lima fue presentado la noche del 12 Los símbolos de su poder tenían que hacerse notar en es- de julio de 1821, cuando el general José de San Martín ingre- cudos y emblemas diversos que demostraban su dominio só a Lima por la portada de Juan Simón (de la que se hablará sobre las ciudades que sus súbditos españoles fundaron en en las siguientes páginas de este libro) de manera discreta el Nuevo Mundo, nuestra América, y Lima, que fue una de y silenciosa, pero en pocas horas se esparció el rumor de su dichas ciudades. Lima llegó a ser la capital o el centro prin- presencia que al final fue confirmado por la incontenible cu- cipal del poderío imperial de los Habsburgo en el continente riosidad limeña. sudamericano hasta comienzos de 1800 o el siglo XIX, tiem- Casi al instante concurrieron muchas personas notables a po de la independencia y del surgimiento del Perú como la darle vivas como bienvenida informal; y, al mismo tiempo, república que ahora es. miembros del gobierno provisional le solicitaban que se hi- Los colores, los emblemas y las distintas figuras que se pre- ciese cargo de la difícil situación en que se hallaba la capital, sentan como la simbología o conjunto de símbolos de la Ciu- amenazada por montoneros y demás elementos peligrosos a dad de los Reyes del Perú serán explicados enseguida, para ojos de los buenos vecinos locales. que conozcamos la importancia que tuvo nuestra ciudad en En adelante, el militar rioplatense se hizo el centro de la la historia del mundo por varios siglos. afectación ceremonial tan típica del carácter limeño. Entre “besamanos”, firmas de actas y proclamas ilustradas trascu- COLORES rrieron los días hasta la solemne proclamación de la indepen- Según ha dicho el genealogista catalán Armand de Fluviá, los dencia del Perú entero, el sábado 28 de julio de 1821. colores dorado y azul añil (que son los colores emblemáticos Todo aquel aparato simbólico no era sino la continuación de nuestra capital) simbolizan a las familias reales de Espa- ineludible de una tradición virreinal, antes consagrada a la ña en la época de la fundación de la Ciudad de los Reyes del corona y sus representantes. Pero estas tierras ya habían Perú: el dorado para la casa de los llamados Trastámara (la de dejado de formar parte del reino de España, aunque esta los Reyes Católicos Fernando e Isabel, que financiaron el des- idea aún no cuajaba en la mentalidad colectiva de los habi- 12 13 LIMA Símbolos de la Ciudad de los Reyes FERNANDO FLORES-ZÚÑIGA tantes de la vieja Ciudad de los Reyes del Perú, la que fue cunstancias. Representaba el poder real y servía de insignia muy pronto renombrada Ciudad de los Libres por el propio para que los pueblos manifestasen su lealtad a la corona. general San Martín. En este sentido, el Estandarte, símbolo del poder real, Todo esto obligó a tener que confeccionar símbolos que de- llegó a ser, en los momentos claves de la independencia, un mostrasen que la emergente nación peruana era precisamente símbolo de la tiranía que había que combatir. eso: libre. Y uno de estos símbolos fue cierto pendón que to- El Estandarte Real de la Ciudad de los Reyes llevaba en una maba el modelo de la bandera y el escudo recientemente crea- de sus caras las armas de Castilla y de León, emblemas de la dos, pero asumía en sus aspectos formales características si- realeza española que incluso se habían usado en los mástiles milares a las del pendón real, usado en los siglos anteriores. La de las carabelas que descubrieron el Nuevo Mundo, y en la presentación de aquel emblema de Lima se hizo en el cabildo otra cara llevaba el escudo de la Ciudad de los Reyes otorgado de la ciudad, en un marco ceremonial fastuoso en los términos por el Emperador Carlos V y su madre, la reina Juana, el 7 de que solo en una capital de reino venida a menos, como lo era la diciembre de 1537. Lima de entonces, podía darse lugar. Según Torres Saldamando, el Estandarte medía “dos varas Luego, los estandartes tanto patrio como cívico (es decir lo quince pulgadas de largo y dos varas dos pulgadas de ancho, relativo a la ciudad que proclamaba su libertad), fueron pa- de color caña y forro amarillo, con un escudo de armas en el seados entre calles y de plaza en plaza, acompasando el men- centro celeste y con bordadura carmesí”. saje sencillo que el militar recién llegado quería transmitir a Esto es, aproximadamente, dos metros de largo y 1 metro las gentes, también sencillas, que lo oyeron y presenciaron. 90 de ancho: una cosa muy respetable, ciertamente. Pero la pompa y la circunstancia de quienes querían real- La ceremonia del paseo del Estandarte fue iniciada posi- zar a su modo este momento histórico opacaban el espíritu blemente por Diego de Almagro, el Mozo, y sus hombres tras democrático que el general San Martín deseaba imprimir a el asesinato de Francisco Pizarro, en junio de 1541. Ello se la ocasión. dio con el objetivo de justificar su asalto al poder y manifes- Como contagiado por tanta solemnidad, San Martín pron- tar con este acto que se sometían y ratificaban su lealtad a la to se mostró muy interesado en obtener el antiguo pendón corona real. Esto comprueba la importancia que entonces se o estandarte llamado por aquel entonces “de la Conquista”. otorgaba a este símbolo. Y, según cuenta él mismo en sus memorias, hizo las más Años después, en 1545, en plenas guerras civiles entre los esforzadas búsquedas para hallarlo, aunque sin éxito en un encomenderos, sucedió un hecho curioso relacionado con el Es- principio. tandarte: Francisco de Carbajal, el Demonio de los Andes, se- Pasado algún tiempo, un informante anónimo le aseguró gún los cronistas Pedro Pizarro y El Palentino, hizo quitar las que dicho Estandarte Real se encontraba en posesión de cierto armas reales del paño del Estandarte para poner en su lugar las marqués que lo había ocultado en su casa hacienda de Pisco. de Gonzalo Pizarro, “que era una corona encima de una P”, y las Sin más demora, San Martín envió a un oficial a recuperar el armas reales fueron echadas en un brasero cercano para exhibir estandarte. El Estandarte Real era un emblema común en los de inmediato un estandarte modificado ante la multitud con- dominios de España, y era paseado y exaltado en diversas cir- gregada en la entonces terrosa y lodosa Plaza de Armas. 14 15 LIMA Símbolos de la Ciudad de los Reyes FERNANDO FLORES-ZÚÑIGA Al ver esto, un paje del citado Gonzalo Pizarro corrió y re- Esta ceremonia fue modificada en 1608 por orden del vi- tiró las armas reales del brasero y, tras apagar el fuego, las rrey Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros. guardó. Al volver Francisco de Carbajal y no hallar las armas En este caso, el alférez del año anterior era conducido a Pa- quemadas en el brasero, se encolerizó y sacó al paje a la plaza lacio o Casas Reales, y quedaba ahí, con el Estandarte, acom- para hacerlo ahorcar, pero este fue salvado por su amo Gon- pañado de dos regidores mientras se iba a traer su sucesor. zalo Pizarro y solo se le condenó a seis años en las galeras. Después era el virrey, rodeado de la Real Audiencia, quien Nuevamente vemos lo importante que era este Estandarte tomaba el respectivo juramento. Terminada la ceremonia, dada su trascendencia moral y política. dicho gobernante, montado a caballo, se dirigía a la catedral Posteriormente, en 1573, el virrey Toledo estableció una con el alférez y todo su séquito. modificación en la insignia, disponiendo que debía tener Llegado el cortejo a la iglesia catedral, un clérigo tomaba “por un lado la imagen de Nuestro Señor Jesucristo Crucifi- el estandarte y lo colocaba sobre el altar mayor, hacia el lado cado, y debajo las armas de Castilla y de León; y del otro lado, del Evangelio, en compañía del flamante alférez, los alcaldes al bienaventurado arcángel San Miguel (declarado protector y algunos regidores. Colocada la insignia, regresaban alcaldes de la Ciudad), y debajo las armas de la Ciudad de los Reyes”. y regidores a los asientos designados para el Cabildo, pero el Esta modificación tuvo corta vigencia, pues en una rela- alférez quedaba arriba, junto al altar mayor, al mismo lado ción de 1602 ya no se habla de sus detalles y vigor legal. del Evangelio, sentado en una silla de terciopelo. Iniciada la En los primeros días de enero de cada año el Cabildo anun- misa, se colocaba el estandarte al centro. ciaba la celebración de la ceremonia del paseo del Estandar- Concluida la liturgia, volvían los alcaldes y los regidores te Real y designaba al regidor que por turno debía sacar la al altar mayor y descendían con el alférez y el estandarte. El insignia. Luego, los días 4 y 5 de enero, por la mañana, el cortejo, saliendo de la catedral, regresaba a las Casas Rea- mismo Cabildo mandaba pregonar el paseo en los principa- les, donde quedaba el virrey, y el alférez era llevado a su les lugares de la ciudad, convocando a los vecinos para que propia casa. acompañaran al pendón. El 6 de enero se repetía la misma ceremonia. Esta se rea- El día 5 por la mañana se reunían en el local del Cabildo lizó, en fiel secuencia tradicional, los días 5 y 6 de enero de los principales vecinos de la Ciudad de los Reyes, y, acompa- cada año hasta el fin de la era virreinal. ñados por músicos y una gran corte, se dirigían a la casa del El Estandarte Real era sacado también en otras oportuni- Alférez Real que el año anterior había sacado el Pendón y se dades festivas o políticamente importantes como las proce- le había encargado custodiarlo. siones del Corpus Christi, la de la Veracruz, el día de Santa De ahí regresaban al Cabildo, donde se rendía un bre- Rosa de Lima, la proclamación de un nuevo soberano, o el ve homenaje al alférez cesante. Enseguida, el alcalde más arribo de un virrey o un arzobispo, por ejemplo. antiguo —o el corregidor— cogía de ambas manos al nue- En dicha ocasión, a diferencia de las anteriores en las que solo vo Alférez Real y le tomaba juramento, por el cual este se paseaba el pendón real, se batía el estandarte ante el cuadro o comprometía hasta su propia vida en defender el Estan- imagen pintada del recién coronado, como quedó registrado en darte Real. un documento relativo a la proclamación de Felipe V. 16 17 LIMA Símbolos de la Ciudad de los Reyes FERNANDO FLORES-ZÚÑIGA Cuando terminaron los tiempos de algarabías barrocas guien que vio en él la prueba con la que se acusaba a Pezet de con el triunfo de los insurgentes comandados por San Mar- entreguista con los españoles. tín, surgió la duda acerca de si el estandarte recuperado por Y así pasaron las décadas, tiempos de desastre, ruina eco- este era genuino o no. nómica, pobreza y silencio, hasta el arribo del siglo XX al des- Y de aquí parte un error histórico relacionado con el fa- tino histórico de Lima. moso Estandarte de la Ciudad de los Reyes del Perú. Las au- En 1924, con ocasión de celebrarse el centenario de la ba- toridades del Cabildo, mediante un documento, certificaron talla de Ayacucho, la entonces Municipalidad Provincial de que este efectivamente era el Estandarte Real, “traído por Lima encargó la confección de una copia del Estandarte de la Pizarro y símbolo de la tiranía y opresión en este pueblo”. Ciudad, basándose en documentos antiguos y en los aportes En aquel momento se dijo que dicho emblema recuperado de varios historiadores. Con algunos ligeros cambios respec- era el “Pendón de la Conquista” o el “Pendón de Pizarro”, un to de la versión original, aquel añejo símbolo de nuestra ciu- elemento completamente diferente en su diseño y significado. dad fue exhibido en ciertas ceremonias públicas de especial Finalmente, el Cabildo decidió en un Acta del 2 de abril de 1822 significación cívica y religiosa. obsequiar a San Martín este estandarte en agradecimiento por Desde esos años del llamado “Oncenio” (es decir, los once liberarnos de la tiranía española. Esta fue una sabia transacción años del segundo gobierno del presidente Augusto Bernardi- dadas las circunstancias y las necesidades reinantes. no Leguía), no ha dejado de exhibirse el estandarte de la ciu- El Estandarte que se llevó el general San Martín, y que él dad, ya consagrado como emblema o bandera de Lima, con creía era el de Pizarro o de la Conquista, regresó a Lima, por sus colores dorado y azul, colores de procedencia real, tanto voluntad expresa incluida en su testamento, en 1861. castellana como austriaca. Una vez traído de París fue depositado en uno de los salo- Así de accidentada y pintoresca resulta ser la trayectoria de nes del Ministerio de Relaciones Exteriores que funcionaba uno de los símbolos más importantes de Lima, ciudad que confi- en Palacio de Gobierno. En este lapso Ricardo Palma tuvo la gura más bien una continuidad terca y entrañable en el tiempo. oportunidad de verlo y dejó en la tradición “El Conde de la Topada”, la descripción del mismo. EL ESCUDO Pocos años después estalló una revolución en Lima contra El elemento central del emblema limeño es el escudo de nues- el presidente Juan Antonio Pezet, quien había suscrito con tra ciudad capital (usado durante todo el periodo virreinal y reprobación general el tratado Vivanco-Pareja, pretexto váli- buena parte del republicano), que está rodeado por, e incluye do de la guerra que se emprendiera contra España en 1865. a su vez, otros elemento secundarios pero muy importantes Tildado de traidor, el debilitado gobierno de Pezet sufrió la en la historia de nuestra ciudad, y en la del Perú por supues- violencia popular desatada el 6 de noviembre de 1865. to. Y son los siguientes: Fue entonces que el pueblo ingresó a Palacio de Gobierno y, tras saquear oficinas y salones, llegó hasta donde se encon- Las coronas de los Reyes Magos traba depositado el Estandarte Real de la Ciudad, que acabó Que son tres para cada uno de ellos: Melchor, Gaspar y Bal- despedazado, según cuenta Palma, muy posiblemente por al- tazar. En realidad, la Ciudad de los Reyes del Perú, “la tres 18 19

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