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Libro del esforzado caballero don Tristán de Leonís y de sus grandes hechos en armas PDF

119 Pages·2012·14.88 MB·Spanish
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Preview Libro del esforzado caballero don Tristán de Leonís y de sus grandes hechos en armas

L IO DEL ESFORZADO CABALLERO DOS TRISTAN DE L E Ol Y DE SOS GRANDES HECHOS EN ARMAS EL PBOHEMIO Juan de Cerey, señor de Chumay, el qual, desseoso del bien común, la mando boluer en Por quanto la memoria es poca y muy común vulgar francés, por que las infinitas caediza, y la natura humana por su fragili virtudes del dicho cauallero Tristan de Leo- dad es muy mudable, fue assi ordenado que nis fuessen a todos manifiestas e conoci las razones en que se concluyen los dichos das. E la traslado el honrrado varón Phelipe y autoridades de los santos e sabios nues Camus, licenciado en vtroque. E, como vi- tros predecessores, e no menos las historias niesse a noticia de algunos castellanos dis y exenplos dignos de memoria, fuessen as- cretos y desseosos de oyr las grandes caua- sentados por escriptura, por que fuessen los Uerias y cosas hazañosas deste cauallero por venir sabidores de aquellos, y les fues susodicho, preguntaron y trabajaron con sen las tales obras exemplo para bien biuir, mucha diligencia por ella. A cuyo ruego, y e, finalmente, camino real para la saluacion por el passatierapo, fue trasladada de fran de sus almas. Otrosí, como sea cosa conosci- cés en romance castellano y emprimida con da que muchas e diuersas escripturas, las mucha diligencia, e puesta de capitulo en quales nos eran ocultas y muy caras ele al- capitulo su hystoria por que fuesse mas fru- cancar, sean agora a todo el mundo por la tuosa e aplazible a los lectores e oydores. ingeniosa e muy frutifera arte del emprenta muy patentes y publicas y por pequeño pre cio otorgadas, algunos discretos han traba COMIEWgA LA OBRA jado el boluer de latin en común hablar al gunos libros, assi de theologia e filosofía como de otras sciencias y artes, reuelando y I publicando las virtudes y prouechosas ope raciones de nuestros antecessores. E, por En Cornualla y en Leonis ouo vn rey que consiguiente, las historias de los grandes oiio nonbre Felipe, e ouo tres hijos e dos principes animosos y esforzados señores e hijas, de las quales la presente hystoria no caualleros pregonan sus marauillosas haza fara mención; y el vno de los hijos ouo ñas, dignas de loable memoria, porque pu- nombre Mares, y el otro Meliadux, y el otro diessemos regir y reglar nuestras vidas e Pernan. E quando vino a tienpo que el apartar del vicio, floresciendo en virtudes rey Felipe, por edad de senetud, enfermo, en exemplo de aquellos. Entre las quales hys- quiso repartir sus tierras, e dio a su hijo torias fue hallada vna en las crónicas del Meliadux el reyno de Leonis, que fuesse rey no de Inglaterra, que se dize La historia clencle rey e señor. E dio a Mares su hijo el de, don Tristan de Leonis, hijo del rey Me- reyno de Cornualla, que fuesse otrosi rey e liadux. El qual, por sus grandes virtudes, señor. E a Pernan, .que era menor de los y por ser inclinado mas a honrra que a los hermanos, mando que quedasse con el rey transitorios plazeres, passo grandes y diuer Mares, que era el mayor. E las gentes de sas y marauillosas fortunas, de las quales ambos los reynos fueron contentos de la todas por su fiel amor, caridad y lealtad, partición que el rey Felipe hiziera a sus alcaneo buena salida, dexando señalada me fijos. E assi partidos los reynos, y recebidos moria ele sus grandes hazañas y proezas. cada vno en sus ciudades, villas e castillos E fue la dicha hystoria por excelencia leua- por rey y señor, passaron algún tienpo en da en el reyno de Francia e venida en po paz e sossiego, e mucha justicia, y la va der del generoso y famoso cauallero don riada fortuna, que nunca esta en sossiego, 340 LÍBEOS DE CABALLERÍAS que sienpre haze mudanzas en los cora- II cones humanos, puso en coracon y en su De como el rey Meliadux salió vn clia a eaca determinada voluntad a Morlot de Yrlanda, con sus gentes, y se perdió en la floresta de venir en aquella tierra de Oornualla que peligrosa. el rey Mares a la sazón poseya, e darle cruel guerra o tener forma como algún tributo cada año del pucliesse adquirir. E mando Agora os diremos del rey Meliadux, que luego aparejar muchas naos, e gran armada, fue buen cauallero de armas, e auia en el e armas, e prouisiones, e todas las cosas ne- mas cortesia que en otro rey; y estuuo vn cessarias que para en seguramiento de su tienpo en Leonis, e ouo por muger vna noble viaje le hazián menester. E, con seguro dueña que auia nonbre doña Ysabel. e plugo tienpo, aleadas las ancoras y tendidas las a Dios que la reyna fue preñada de vn in velas, se metió con toda su compaña a los fante, y quando se sintió preñada, dixo al piélagos hondos del mar, e dioles Dios tan rey: «Señor, sabe que soy preñada». E prospero tienpo, que en pocos dias llega quando el rey lo supo, fue alegre, e dixo que ron con su flota al reyno de Oornualla, e por amor de la reyna que era en cinta, que salidos en tierra con mucha animosidad y quería yr a caca; e salió fuera de la cibdad, esfuerco que en su poderoso braco traya. e con el gran conpaña ele caualleros con gran Morlot de Yrlanda embio a dezir aí rey Ma alegría, e fueron a caca a la floresta peligro res que le diesse tributo, si no, que le faria sa, e vna donzella encantadora lo espero en perder toda su tierra. Y el rey, sin mas de el camino, e dixole: «Señor, sí soys buen liberación ni consejo que con sus gentes cauallero, seguime, y lleuarvos he a la mejor ouiesse, como supo la gran flota y esforcada auentura e mas fermosa que jamas vistes, ni gente que venia, el se acordó de dar el tri ningún cauallero vio». Y el rey dixo: «Se buto. E Pernan su hermano fablo, e dixo ñora, ruegoos por cortesia que me lleueys con saña al'rey que no conuenia a ningún alia donde es essa auentura que dezis»: e la rey que con miedo flziesse tributo a otro, que donzella clixo: «Bien meplaze». E caualgoy fuesse rey ni de mayor estado e j)oder. Y el fuesse quanto pudo contra donde la donzella rey fue ayrado destas palabras que su her lo lleuo, y lleuolo a la torre peligrosa, e mano le dezia, e dixo que le daria el tribu tanto que entro dentro, luego lo ouo encan to queriendo el o no. Entonce dixo Pernan tado. Assi que al rey no se le vino mientes de. que si el no quisiesse conbatirse por defen la reyna, ni reyno. ni del mundo, sino tan der su tierra e reyno, que dexasse la coro solamente de la donzella que lo auia encan na del reyno, que bien auria cauallero que tado allí. Y estuuo assi encantado en la torre la defendiesse. Y el rey clixo que no quería, siete meses. E quando la reyna vio que el rey e que haria en esto y en todo su voluntad, su marido no venia de caga, fue muy triste e queriendo el o no. Y Pernan hizo gran amo muycuytacla, e todos los del reyno lo fueron nestación al rey, diziendo quan dura y tra mucho, e fazian por el gran duelo, e la reyna bajosa cosa era los libres hazerse subditos e embio caualleros por tocias partes de la flores sieruos, que menos duro era agora de lo de ta que lo fuessen a buscar, e buscáronlo gran fender e morir por ello, que en ló sofrir des tienpo, e quando vieron ya que no lo podían pués; e nada desto a Pernan no le fue oydo. hallar, tornáronse, e contaron estas nuenas a Assi dio el tributo a Morlot de Yrlanda por lareyna. E quando la reyna entendió que a su siete años, y propuso en si; voluntad el rey señor el rey no lo hallauan, comenco fuerte Mares que el auria venganca de Pernan su mente a llorar e hazer muy gran llanto, e hermano a todo su poder. Y dende a poco todos los de la cibdacl con ella, e touieron tiempo, el rey Mares fue a caca y lleuo con este llanto con ella quinze dias, e tomo en sigo a su hermano Pernan, e fueron a la coracon la reyna de yr a buscar al rey su se fuente del León, e allí mato a su hermano ñor. E quando vino otro dia, ella se adereco Pernan. E assi fue muerto enceladamente, de lo que ouo menester, y lleuo consigo vna que ninguno no lo supo hasta que lo descu donzella e no mas, e dixole: «Amiga, pues brió Merlin. que los caualleros no pudieron hallar al rey, vámoslo a buscar vos e yo». Y luego caualg, Agora clexa la hystoria de contar desto, la reyna en vn palafrén, e la donzella en otro- por dezir de lo que acónteselo al rey Melia- e assi salieron de la corte ascondidamente dux, que fue padre de Tristan, porque haze que ninguno lo supo, y fueronse para la fioo mas a nuestro libro, pues que la hystoria de resta a buscar al rey su señor, e buscáronlo don Tristan ha de ser recitada en el. Y el vn gran tiempo con gran afán e con grandes rey Mares quedara para en su lugar, e con lloros y sospiros. Y anduuieron tanto, hasta tara de lo que a la historia fara. DOÜf TEÍSTAS DE LEOSTIS Ul que llegaron a vn Talle, y encontraron con togelo punto por punto. E ella assi estando, vil lionbre, e la reyna le dixo:- «Hombre los dos caualleros se tornaron a vna parte, e Meno, vos ¿saberme vades dezir de vn ca- dixo el vno al otro: «Matemos a este infante uallero que se llama el rey Meliadux?» En y seremos señores del reyno, ca nos somos tonce hablo el hombre, que auia nombre parientes del rey, e diremos que hallamos a Merlin, e dixole: «Cosa perdida no se puede la reyna muerta» . Y quando la donzella en jamas hallar, y el rey Meliadux no es per- tendió estas palabras, dixo a los caualleros: elido, mas vos nunca lo vereys de vuestros «Señores, non mateys este infante, que yo ojos». Entonce se partió Merlin de la reyna, me yre a tal parte que en ningún tiempo e fuese por su camino, e la reyna no pensó oyays nueuas del ni de mi». A esto se acorda en cosa ninguna de lo que Merlin le dixera, ron los caualleros y ella se fue con el infante. e tomóle luego el dolor del parto, e caualga- E los caualleros pusieron atrauessada a la ron ambas a dos en sus palafrenes por vna reyna en vn palafrén suyo, y leñáronla a la gran montaña entre vnas peñas muy altas, ciudad con mucho trabajo e afán. E quando y el dolor del parto le aquexo tan fuertemen la gente de la ciudad vieron a su señora la te, que no lo pudo mas suffrir, y entonce dixo reyna muerta, luego entendieron que auia a la donzella: «Tanto me aquexa este dolor, parido, que sabían que yua preñada, e dixe que nunca pienso de aqui salir». La donzella ron a los caualleros: «"Varones, ¿que es déla le dixo: «Señora, ¿no podeys andar fasta criatura que parió la reyna nuestra señora?» tanto cjue seamos en alguna villa o castillo, Ellos dixeron que no sabían, que assi la que son muy cerca de aqui?» Y la reyna le aman hallado muerta. Ellos estando hablan clixo: «En ninguna manera puedo ni podría do, llego Merlin, e dixo a los de la ciudad: mas andar». Entonce echóse sobre su manto, «Señores, prended a estos dos caualleros e parió vn hijo varón. E quando ella ouo pa malos e falsos; que ellos hallaron la reyna rido, dixo a la donzella que le pusiesse su muerta e la criatura biua en los bracos de la fijo en los bracos; la donzella hizolo assi. E donzella, e quisieron ser señores del rey no, quando ella le tomo y le YÍO tan apuesto, e la donzella entendióles sus falsos pensa dixo: «¡0 mi fijo!, ¡como tu eres nascido en mientos que ambos a dos pensarían, y pi gran tristeza y en gran dolor! Ca después dióles por merced que no matassen el infante J que tu fueste engendrado, perdí a tu padre, y que ella lo Jleuaria a lugar donde nunca lo agora eres nascido en gran tristeza; yo viessen en el rey no de Leonis. Y ellos, por quiero que ayas nonbre Trislan, e seas esta razón, dixeron y pensaron ser señores bendito de Dios e de mi. E ruego a Dios que del rey no. Y sabed que el infante es biuo, las mis bendiciones delante de Dios se pre sera muy buen cauallero y muy venturoso, senten, e seas assi buen cauallero, que nin y llegaran a fin los sus dias». guna auentura no venga de cauallero, ni de Luego los de la ciudad prendieron los ca dueña, ni de donzella, que tu no la lieves a ualleros, e rogaron a Merlin que les dixesse buen fin. e que sienpre sea la tu lionrra nueuas del rey Meliadux; el dixo: «Sabed adelante, e no te vea dueña ny cauallero que que es biuo, mas esta en la torre peligrosa, no dessee el tu amor e la tu compañía, e que lo tiene en cadenas la donzella peligro ayas loor e ventaja mas que ningún caua sa, en tal guisa, que no se le miembra de llero». Y después besóle tres vezes en la rey no ni del mundo, tanto es puesto su boca, y bendixole, e santiguóle, e diole luego amor con la donzella, por encantamiento que a la donzella. Y la reyna se boluio a la otra le hizo». E dixeron: «Pues que el es biuo, parte, por el gran dolor que sentía e auia por amor del vos rogamos que nos mostreys por su señor que no auia hallado; y passose esta torre peligrosa, y librarlo hemos desta luego deste mundo al otro. E quando la don auentura». Y Merlin dixo: «Bien me plaze. zella vio que su señora la reyna era muerta, Dadme compañía de diez caualleros, que yo comencé muy fuertemente a llorar e a dezir: vos lo fare auer», «¡Ay la mi señora!, ¿e como me dexays assi Y la gente fue muy alegre, e dieronle sola?» Ella estando assi faziendo muy gran diez caualleros. Y Merlin e los diez caua des llantos e ansias, dos caualleros de su lleros partiéronse luego de la ciudad, e fue casa passaron por la floresta, e oyeron dar ron en demanda del rey Meliadux su se grandes bozes a la donzella, e llorar e gritar. ñor, y Ueuolos a la peligrosa torre donde E los caualleros fueron alia donde grita.ua, e el rey su señor estaua. Y quando los caua quando la vieron, conoscieronla-, e dixeron: lleros llegaron en demanda del rey su señor, «Donzella ¿que aueys o por que llorays?» Yr Merlin dixo a los diez caualleros: «Entrad ella les contó todo el fecho, e como les con- todos muy de presto en la torre e matad tesciera a su señora la reyna e a ella, y con- ' la donzella, y el rey vuestro señor sera 342 LIBROS DE CABALLERÍAS librado. T mirad muy bien que si la clexays esta». Entonce fue el rey muy alegre, e di bina, por ventura le encantara otra vez». Y xole: «El mi buen amigo leal, muchas gra los caualleros entraron en la torre con gran cias a vos por tan señalados seruicios como astucia, y ansi mataron la clonzella. E des me hazeys». pués de muerta tomaron al rey con gran Entonces aparejo diez caualleros, e a (jor de alegria, como a aquellos que auian- saca nalan, que le dio por ayo, y despidióse del do a su señor de eaptiuidad. E ansi ya to rey, e fueronse su camino, e yuan hablando mado, sacáronle luego de la torre e torná de la grande traycion que los caualleros ronse a la cibdad muy alegres. E salieron querían fazer, y que muy bien auian meres- de la cibdad a pie e a cauallo a rescebir a cido la cruda muerte que se les auia dado. su señor con gran alegria, y llenáronlo al Quando llegaron a la fuente del León, Mer palacio. E quando el rey fue en el palacio, lin llamo a Grorualan, e dixole que si sabia demando por la reyna. E los caualleros le leer. Grorualan dixo que si. «Pues aqui en dixeron que era muerta en la floresta j>or estas letras dize que aqui mato el rey Mares buscar a el. E como ania llenado consigo a Pernan su hermano. E digovos que después' vna donzella, la qual auia estado a su fina que vino Dios en nuestra Señora, nunca fue miento, y tenia consigo al infante que auia hecha traycion como fue esta, y fue el ma parido. É fue ventura que en aquella sazón yor agrauio que nunca hermano hizo a otro. auian llegado alli do la reyna estaua muer Que si el rey Mares ouiera creydo lo que ta dos caualleros de su casa, e hallaron assi Pernan le dezia, creed que fuera mas su la reyna, e a la donzella, e al infante, y honrra que auer hecho tal traycion, e tiem ellos preguntaron a la donzella como auia • po verna que lo que no quiso creer a Per sido aquella auentura, la qual les contó to nan no le ouiera hecho daño, y le pesara ele das las cosas que le auian acaescido. E los su muerte». Entonces le dixo que tres caua falsos caualleros, como malos y desleales, lleros auian de ser los mejores del mundo. querían matar al infante, por quedar ellos «E sera el vno Tristan, y el otro Lancarote, en el reyno por señores. La donzella conos- y el otro Gralaz., e tu, Grorualan, ternas el ció sus malas intenciones, e rogóles que no vno destos en guarda, e puedeste llamar hiziessen tal cosa, que ella se yria con el clon- bienauenturado». E desde alli fueron a vna de jamas fuesse vista, la qual lo hizo assi. «E cueua donde la donzella estaua con el infan nos no sabemos della, y tenemos, señor, aqui te. E la donzella, quando los vio, ouo gran estos caualleros para liazer de ellos justicia, miedo, y tenia la teta en la boca del infante la qual podeys, señor, vos hazer. E todo lo porque non llorasse, y ella no auia leche. E que auemos dicho lo sabemos por boca de comenco ele huyr quanto pudo, e dixo: «Se Merlin, al qual podeys preguntarlo, que os ñores caualleros, yo demando en merced lo dirá mas por estenso. E creemos que tam que no me mateys este infante, porque es bién sabrá del infante donde esta». de tal linaje, que si lo conociessecl.es le fa- riades toda honrra». Y Merlin le dixo: «Don Quando el rey oyó esto, fue muy ayrado e zella, no ayays miedo». Y ella se fue para triste, e hizo muy grande duelo, y metióse el, e Merlin dixo a los caualleros: «¿Que os en vna cámara, y estuuo alli aquel dia e parece ele los caualleros malos, que tal in aquella noche, que ninguno no lo podia conor- fante como este querían matar?» «Por Dios, tar. E quando vino otro dia, mando que los dixeron ellos, mal seso auian pensado.» E caualleros fuessen justiciados de muchas Merlin tomo el infante, e diole al ama que justicias. E ansi fue hecho. le diesse a mamar, que gran menester lo auia. E dixo a la clonzella: «Sobid en vues III tro palafrén y lleuemos el infante al rey Meliadux su padre, que os clara buen ga De como el sabio Merlin dixo al rey Melia lardón por el seruicio que le aueys fecho». dux que le traería a su hijo don Tristón. La donzella dixo: «¿Do es el rey mi señor?» Merlin dixo: «En la ciudad». Quando oyó Entonce vino el rey Meliadux a llamar a éstas nueuas, fue muy alegre, e comenco ele Merlin, e dixole: «Mi buen amigo, vos me llorar, e clixo: «¡Ay mi señora, que fuerte auedes seruido lealmente, e por esta quiero ventura es la mia!, porque yo torno sin vos, siempre vuestra compañía y que hagays de ¿que me clira el rey mi señor, e con qual ra mi reyno lo que os pluguiere. Ruego vos, mi zón yre ante el rey e ante los ele su corte? E buen amigo, que vos me busqueys al infan pluguiesse a ti, señor, que yo no fuesse biua». te, y que le trayays». E Merlin clixo: «A mi Estas e otras cosas dezia la clonzella, que plaze, dadme ama que le de a mamar, e ca era lastima de oyr. E los caualleros la con- ualleros que le acompañen, que yo se donde DQ2T TRISTAN DE LEOOTS 343 solaron quanto pudieron. Y luego cabalga quando el rey vio esto, fue muy ayraclo e ron todos, e anduuieron tanto que llegaron sañudo, e dixo: «Yo quiero saber quien me a la corte y entraron por el palacio, y Mer- tió este breuaje en este barril». Y fuese lue lin tomo el infante a la donzella, y presen- go a la reyna, la espada sacada por la ma tole al rey. Quando el rey vio al infante tan tar. Y la reyna ouo temor que la mataría, hermoso, ouo gran plazer, e dixo a la don e dixo: «Señor, merced, que yo lo puse ay zella: «MI leal donzella, tomad el infante y por dar muerte a Tristan». Y el rey mando tenecllo en guarda, que. después de Dios, a luego quemar a la reyna. vos lo cleuemos agradescer». E después lle Tristan era entonce de hedad de siete góse el rey a Merlin, y echóle el braco al años, y andana por la corte, e paro mientes cuello, e áixole: «Mi leal amigo, ¿que deue e vio que todos los de la corte anclarían muy ser deste infante?» Y Merlin dixo: «Deste fijo tristes, e llamo a vn caballero, e dixole: vuestro sera todo bien, que tres cananeros «Amigo, dezidme: ¿que ha esta gente?, ¿por serán en el mundo, y sera el vno dellos». que anda tan triste?» E dixo el: «Señor, por Y desto fue el rey muy alegre, e hizole lue que manda vuestro padre quemar a la reyna». go baptizar, e púsole nombre Tristan, assi Tristan dixo: «Por buena fe, mi señor padre como ia donzella dixo que le auia puesto su ha pensado gran crueldad, y desto no hará madre, e hizo a Merlin mucha honrra, e el nada si yo puedo». Y luego sin mas tardar dixo que tomasse lo que quisiesse. fuese para el rey, e hinco los ynojos ante el, Después el rey llamo a Grorualan, e dixo: e dixole: «Señor, pidoos por merced que me «Yo TOS do en encomienda al infante mi hijo, deys vn don». Dixo el rey: «Demandad vos, y que vos seays guarda del, y que le ense- hijo, todo lo que vos quisierdes, que otorga íleys todos buenos enseñamientos y costum do vos sera». E Tristan dixo: «Señor, yo vos bres que pertenecen a hijo de rey». Grorua demando en merced a la reyna, que no mue lan dixo que assi lo faria, con toda la mejor ra». El rey, quando esto oyó, fue muy sañu- guarda que el pudiesse. Y assi estando el rey do e muy marauillado, e dixole: «Hijo, de en su reynado hasta dos años bínelo, al cabo zidme quien vos lo ha consejado»; e dixole: destos dos años tomo por muger a vna dueña «Señor, no ninguno, mas yo se bien que, si de alto linaje. Y estuuo con ella vn tienpo la matassedes, que seria gran mal e gran que no pudo auer hijos en ella, y pensó la desacuerdo». Y el rey dixo: «Hijo, ¡bendito reyna que, si el rey muriesse, que Tristan seas tu de Dios, que das a entender la buena seria rey y señor del rey no, e que ella sal naturaleza donde vienes!» Y la gente e los dría del reyno, pues que no podia auer fijos. caualleros pidieron este don que non mu riesse. El rey, vista la petición de Tristan y Y busco manera como matasse a Tristan, e de los caualleros, que tan ahincadamente la tomo arsénico, y destemplólo con el vino, j pidian, dixo que, avnque le era muy caro metiólo en vn barril de plata muy secreto, e mudar su proposito, pero que lo quería acep púsolo a vna finiestra a la cabecera de Tris- tar. Y cíesele allí adelante tomo el rey a la tan, e dixo entre si mesma: «Quando Tristan reyna, y empreñóla de vn hijo. E quando el ouiere sed, no aura entendimiento, y beuera infante fue nascido e criado, la reyna pensó deste Yino e morirá». E Tristan era assi cas en si mesma que, si Tristan biuia, que su tigado, que no osaua comer ni beuer sino por hij o no heredaría cosa del reyno y que siem- mano de Grorualan. Y estando assi, el rey se jire seria subdito de Tristan, y que nunca fue auer plazer con Tristan. porque el rey temían bien paz ni concordia; y pensó en si auia grande plazer quando le veya assi fer- mesma que seria bien de dar la muerte a moso. E al rey tomóle sed, e paro mientes a Tristan, porque el hijo della quedasse pjor la finiestra, e YÍO el barril a la cabecera ele rey después ele la muerte del rey. Y luego Tristan, e dixo entre si mesmo: «Este YÍIIO tomo del mismo arsénico que de antes, y ha aqui puesto Grorualan para que beiía el in mezclólo con el vino, y metiólo en vn barril fante» ; e dixo: «Hijo, dadme a beuer deste de plata, e púsolo otra vez a la cabecera de Yino». E Tristan se leuanto en pie, y lleno Tristan. Y vino vn dia el ama del infante su vna copa de oro, e hinchóla de aquel vino, e fijo, y entro en la cámara ele Tristan con el di ola al rey. E teniéndola en la mano lleuan- infante, e hazia calura, e demandóle de be ciola a la boca para beuer, violo la reyna, e uer, y el ama vio el barril, e fue a dar a comenco a dar bozes e gritos, e dixo al rey: «¡Non beuays!» Y el re}T, quando lo oyó, beuer al infante, y luego el infante cayo muerto en los bracos del ama. E luego que dixo: «¿Que es esto, reyna?, ¿por que no be- el ama vio que el infante era muerto, co uere deste vino?» Respondió: «Porque no es menco a dar bozes y a llorar fuertemente, y buen breuaje para vos»; e llamo a su can, y en que la reyna oyó estas bozes, vino muy diole a beuer, y el can fue luego muerto. Y 344 LIBROS DE CABALLERÍAS corriendo, e dixo: «jAy traydora, turne has reyna. E quanclo las tablas fueron puestas, muerto mi fijo!» Ella dixo: «Por buena fe tocios los altos hombres e caualleros y escu yo no lo he muerto, antes lo mato aquella deros, se assentaron a las mesas, y los man persona que metió el breuaje en aquel ba jares fueron traydos a cada vno. E la reyna rril»; e llego alli el rey luego, e dixo: «¿Por mando embiar a Tristan, muchos manjares, que me lias muerto a mi fijo?» E dixo ella: ' mas el no quiso comer de ninguno dellos, «Señor, sed cierto que yo no merezco mal, fasta que Grorualan hizo traer su vianda. Y mas aquel o aquella que metió el breuaje en entonces comenco a comer, y de ninguna el barril, aquello mato»; e dixo: «Por buena vianda que la reyna embiasse no quiso comer, fe, esto fizo la rey na, que me pensó hazer por lo'qual era la reyna muy triste. E des mal y que ella no ouiesse parte; ella pensaua pués que fueron contentos, e vieron la inten matar a mi fijo, e tan locamente ha muerto ción que laTeyna tenia del combite, Gorua- al suyo, mas en esto no puedo mas hazer, !, an clixo a Tristan: «Esta vuestra madrastra que tan buena parte ha ella como yo del mal vos quiere gran mal, e no busca sino como que ha hecho». vos pueda matar. Por ende me pareseeria bien que nos partiessemos del reyno de Leo IV nis, pues que el rey es muerto, y que nos vayamos a la corte del rey Feremondo de De como mataron al rey McUachix. e como Gírala, que alli podeys aprender todo aquello Tristan se fue a la corte del rey Feremondo. que a cauallero haze menester. Y esto digo, porque ya querria que fuessedes cauallero».. Dize la historia que después que esto passo, Y Tristan le dixo: «Gorualan, yo soy bien el rey fue vn dia a caca y lleuo en su conpa- presto de hazer tocio aquello que me man- ñia a Tristan, e a Gorualan, e a otros caua- days». Entonces tomo Gorualan aquellos que lleros de su corte. E quanclo ellos fueron a la fueron menester que fuessen con el, e apare fuentedelLeon,hallaron endeocho caualleros jólos muy bien a todos de cauallos e atauios, armados, e fueronsse para vn cauallero que e dio vn cauallo hermoso a Tristan. Y en la • aula nombre Cornualla, e dixeronle: «¿Viene mañana caualgaron, e fueronse encubierta aqui Tristan?» y el dixo que no, que en la mente, que ningunos lo supieron, saluo los corte quedaua. E preguntaron que qual era que yuan con ellos, e anduuieron tanto por el rey, e dixoles: «Aquel que caualgaua en el. sus jornadas, que llegaron a la corte del rey cauallo blanco». Entonce se dexaron yr los Feremondo cíe Gaula. Y ellos, quanclo fueron caualleros contra el rey, e derribáronlo del entrados dentro en la ciudad, fueronse para cauallo.'E matáronlo, que nunca hombres el rey, e Tristan dixo: «Señor, yo soy aqui los conocieron. T quanclo Gorualan vio esto, venido por os seruir e fazer todo aquello que comenco de huyr con Tristan derechamente vuestra merced mandare, e yo recebire mer a la cibdad. E desque los de la ciudad su ced que me reciba por suyo». Y el rey luego pieron que el rey era muerto, comentaron de le recibió muy bien, e hizole mucha honrra. hazer gran llanto, e fueron para alia, e tru- Preguntóle ele que tierra o ele que linaje era, xeronlo muy honrradamente, y enterráronlo e Tristan clixo: «Señor, 3^0 soy de luenga muy honorablemente en vna abadia de mon tierra, e soy de tal linaje, que estoy de gana jes, e Tristan quedo por rey del reyno de de os seruir». Y el rey conoscio que se que Leonis. Y la reyna su madrastra quedo en na encobrir, y no le pregunto mas, saluo que la ciudad en el reyno de Leonis por su vida. le recebia por suyo, y que. faria por el todo T estando assi la reyna, pensó de combidar lo que fuesse su honz-ra. Entonce comenco a Tristan, y que el no se guardarla, y que le Tristan ele servir al rey muy bien e mesura daria poncoíia con que muriesse. Yla reyna damente en todas las cosas, que todos quan- hizo el combitemuy rico e muy honrrado. E tos le veyan se marauillauan de su gran her Grorualan tenia castigado a Tristan en tal mosura. Y deziah que nunca vieran tan manera, que el no comia sino por su mano. apuesta ni tan cortes criatura, ni tan bien E Grorualan dixo a Tristan: «Pues que la acostumbrada en tocias las cosas. Y Tristan reyna vos ha conbidado, quiero, si a vos pía- comencaua a caualgar a cauallo, e jugar de ze, que váys alia, que. si alia no fuessedes lanca, e saltana y echaua barra, e hazia todas seria gran villanía de nuestra parte. Mas las cosas que pertenecían a su hedad, y es- tanto vos mando que no comays ninguna gremia con los otros clonzeles; e tan sotil era vianda que venga a la tabla, sino de aquello e ingenioso, que inuentaua muchas cosas e que yo vos mandare»; o Tristan dixo: «Yo maneras ele juegos, que todos quantos en la haré lo que vos mandardes». E a la mañana corte eran, folgauan de le ver en todas las fueronse Tristan e (jornalan al palacio de la cosas, tanto que tocios hablauan del. Y pas- DOH TRISTAÍ DE LEONIS 345 saudo assi estas cosas, en la corte estañan en cer pudiere, que yo aure en mi poder e a mi mucha alegría. voluntad a Tristan». E vn dia, estando Be Vn día acaescio que vino a-la corte del rey lisenda en el palacio, vio por ay a Grorualan, Feremondo el buen cauallero Morlot ele Yr- e dixole: «Grorualan, quiero descobrir a vos landa, con gran conpaña de caualleros del mi cor agón, e quiero que digays a Tristan reyno de Londres, el qual venia por ver al de mi parte que el sea donzel de mi amor, rey que era de su sangre. T quando el rey porque yo no amo a mi ni a otro tanto como fue cierto que venia Morlot, ouo muy gran a el». E Grorualan le dixo que lo haria muy de plazer de su venida, porque era su pariente, buenamente, y pensó en si mesmo que del tal e salióle a recebir muy honrradamente, e amor non rescibiria Tristan ningún beneficio, holgó en la corte algunos dias. E vn dia, el e no sabia si lo dixesse o no, e al fin no oso rey e Morlot estauan a la tabla, y seruialos estar sin lo dezir, e quísole prouar, y luego Tristan, y Morlot paro mientes a Tristan, e fue Grorualan a Tristan, e dixole: «Bien vos dixo al rey: «Este es el mas íermoso donzel, deueys tener por bien auenturado donzel, e y el mas enseñado que yo nunca vi». Y el rey yo assi lo tengo cierto que Dios e la buena dixo: «Cierto sed que de dos años acá es en dicha nos ha trayelo a esta corte, porque mi corte, y en verdad os juro que no se quien este dia la infanta Belisenda me llamo, e es, ni de donde viene; y creo que, según sus con muy ansiosas querellas me ha recontado mañas y enseñamientos, que de gran linaje la mucha afición e gana de vuestros amores viene, e a gran hecho querrá venir». Enton que tiene, e non supo a quien mejor lo des ces dixo Morlot: «Dios le faga buen honbre, cobrir que a mi, e quiere que le deys el que quanto la apostura, no es en el falle vuestro amor, que ella quiere ser donzella cida» . Y vn enano que entonces era ay, clixo del vuestro, e vos que seays donzel del a Morlot: «La su apostura avn te costara suyo». caro»; e Morlot contengo a reyr e a hazer es E Tristan dixo a Gorualan: «¿Consejarme carnio, y el rey le dixo: «No hagays escarnio vades que yo amasse a la hija del rey mi de lo que dize el enano, que el otro dia llego señor? Cierto, sed que yo no la amaría en tal aquí vn cauallero, y comiendo a la- tabla, manera, porque yo no haga desonrra a dio vna pierna de capón a este enano, e dixo: aquel que me faze honrra». «¿Como?, dixo «Por esto como yo esta pierna de capón, por Grorualan, ¿en tal manera huydes vos el amor que nunca otra darás a otro»; e a la mañana, de la donzella, que no la ameys assi como qnandoel cauallero fue leuantado, estándose hombre deué amar a su señora?» «Si, dixo lauando las manos, vino a el vna donzella, e Tristan, mas no porque la ame por amores». dixole: «Cauallero, dadme un don»; y el dixo: Estas palabras dezia Grorualan a Tristan por «Demandad lo que vos quereys»; e la donzella ver su seso, e fue mucho alegre por las pa le dixo: «Dadme vuestra espada»; y el caualle labras que Tristan auia dicho, e fuese ro se la dio, e la donzella tomo la espada e para la infanta, e dixo: «Señora, sabed que corto la cabeca al cauallero. Y de muchas el donzel vos embia mucho a saludar, y cosas que ha dicho el enano, son ciertas, e tieneos por señora, assi como hija de su por esto os digo que os guardeys del donzel». señor. E dize que os quiere seruir en todas E Morlot comenco a fazer escarnio, e quan cosas assi como a hija de su señor. Mas en do vino la mañana, Morlot partió dende con en esto que vos demandays, dize que no toda su gente. Y el rey salió con el fuera de hará nada por cosa del mundo». Ella, la cibdad, e dixo a Morlot: «Catad no pon- desque esto oyó, fue mucho triste, e dixo gays en burla lo que el enano ha dicho». En entre si misma: «O yo moriré, o lo aure tonce se torno el rey para su palacio, e Mor en mi poder». E acaescio que vn dia Tris- lot se fue por su camino. tan e otros caualleros saltauan y esgrimían, assi que la hija del rey estaua donde lo vía bien, y estaua encendida por su amor, y de zia entre si: «¡Ay Dios, e agora touiesse Tris- Y tan comigo en mi cámara!» E después qxie De como hmieron a don Tristan para cortar Tristan se partió del juego, e Belisenda lo la cabeca, porque no quería amar a Beli- vio yr, fuesse a parar entre dos cámaras a senda, hija del rey Feremondo. vn lugar escuro, e Tristan passaua por allí, e la donzella, quando lo vio, fuese para el, y echóle los bracos al cuello, e comencolo de Dize la hystoria que Belisenda, hija del abracar como muger que estaua salida de rey Feremondo, como vía a Tristan assi seso por su amor. E teníalo en tal manera, apuesto donzel, que era mucho enamorada que non se podia partir della, diziendo: «¡O del, y dezia: «Acaezca de mi lo que acaes- 346 LÍBEOS DE 0. amigo, ruegovos que me deys vuestro amor!» Y el rey dixo: «Si aquesto es verdad, yo lo Tristan dixo: «Donzella, en ninguna manera sabré de mi fija, e yo la prouare en tal ma lo haré, porque me seria mal contado y pues nera, que vos digays que yo mantengo dere to a gran traycion; mas, si quereys, seruiros cho»; e partióse Grorualan del rey e fuese he como a hija de mi señor. Pero, cierto, para su cámara. E fue assi que en aquella otra cosa de mi no se podra auer por cosa del sazón tenia vn primo de Belisenda su hijo mundo». Belisenda respondió, e dixo: «Por preso, el qual auia muerto vn cauallero en Dios e por su clemencia, os ruego que no la corte, por que el auia de ser muerto. E el vseys comigo ele tanta crueldad como debaxo rey tomo a su hija por la mano, e llenóla a de vuestra mano me teneys, porque si assi vna cámara, e dixole: «Hija, vos soys de he- se flziesse, el fin de mis dias seria presto, e dad que vos deuo de hazer plazer e honrra; si vos a mis ruegos y ansias no proueys, yo yo vos quiero dar vn don sin que me le vos liare morir de mala muerte». E fuele pidays. Ya sabeys que este vuestro primo abracarían brauamente, que ayna lo matara, ha de morir por la muerte que ha hecho, y e requiriólo otra vez de amor, y el dixo que este donzel deue morir porque quiso fazer no lo faria. E quanclo ella vido que el no deshonrra de vos; el vno destos querría que quería su amor, fue muy triste; assi, como escapasse, y el otro que muera; esto quiero se vio que estaua fuera de entendimiento, dio que determineys vos». E Belisenda pensó vn vn gran grito, e dixo: «¡ Acorredme, caualle poco, e dixo en su coracon: «Si yo tomo este ros!» Esto hazia como aquella que no estaua donzel, e muere mi primo, todos me teman en su seso. E quanclo los caualleros que esta por falsa, e dirán las gentes que yo lo he llan en la sala oyeron aquella boz que la in hecho matar»; e dixo: «Si muere el donzel, fanta dio, ellos fueron alli muy presto, o vie no podre biuir sin el»; y estando assi en ron como tenia abracado a Tristan muy fuer gran pensamiento, que no sabia que se dezir, temente. E de verguenca que la infanta ouo el rey dixo: «¿Como estays? dezidme qual quando vio a los caualleros, dixo: «Señores, quereys, o qual no»; y ella dixo: «A mi pri este mal donzel me queria liazer vna gran mo» . El rey mando que cortassen la cabe villania». Los caualleros le dixeron: «¿Como, ca al donzel. E luego le fue echado vn paño donzel, - resabiendo vos tanta lionrra y mer por los ojos, para le cortar la cabeca. Ella, ced del rey. vos le andays buscando des- como vio que querían cortarla cabeca, dixo: onrra? Cierto que vos os arrepentireys». E «Ay, padre e señor, por Dios; no muera, ca quando el rey lo supo, mando que fuesse yo me arrepiento mucho de como escogí, metido en prisión, e Gorualan fue muy tris ca este donzel quise yo tomar». El rey dixo: te. E quando andana por la corte, dezianle «El que escogistes de primero, este conuíe- todos: «¿Como? ¿tan bien teniades castigado ne que ayays, e conuiene que corte la cabeca a este vuestro criado, que faziendole el rey a este otro». E dixo Belisenda: «¿Como?, tan gran honrra, queria cometer tal villa señor, ¿no me lo quereys dar?» El rey dixo: nía?» E dixo entre su coracon que si Tris- «No os lo daré en ninguna manera». E pues tan tomasse muerte, que el no seria para bi- dixo ella: «Dadme vn don que os quiero de uir en este mundo. E fuese luego (jornalan mandar» ; y el rey dixo: «Demandad lo que para el rey, e tomólo por la mano y apar- vos quisierdes, que yo os lo daré, en tal que tolo a vna parte, y pidióle por merced que le no sea el donzel». Y ella dixo: «Dadme el escuchase, y que le daria cuenta de la culpa espada con que han de matar el donzel». El que Tristan tenia. «Señor, dixo Grorualan, rey ge la hizo dar. E la infanta tomo la es sabed que Belisenda vuestra hija me llamo pada, e puso la mancana della en tierra, e el otro dia, y dixome que fuesse su mensaje la punta derecho del coracon, e dixo: «Señor ro a mi criado f1), e le dixesse en como ella rey, si no me days el donzel, conuiene que le amana mas que a ssi mesma, y que queria yo muera luego sin mas tardar, que yo mas ser donzella del su amor y que ella queria quiero morir que no ver cortar la cabeca al que fuese del suyo. E yo dixelo a el, por donzel, e assi muririen ambos». Y quando prouar de que seso era. E la respuesta que el rey vio esto, conoscio que el donzel no el me dio, fue esta: que la tenia por su seño tenia culpa, y perdonóle, e hizo cortar la ra y assi como hija de su señor, y que haria cabeca a su primo de Belisenda, e torno por ella todo aquello que honrra le fuesse; Tristan en gracia de todos como de primero. mas de aquella razón, que el no faria nada». Desto fueron todos muy alegres, y seruio al rey con diligencia como solia. Y Belisen da dixo a Grorualan: «Pues vuestro criado no (*) Esta palabra se toma aquí en su sentido literal me quiere dar el su amor, de oy mas guár y propio; es decir, en el de persona criada ó educada dese de mi. que yo haré que muera». Y Gror- por otro, como el ahom-tms latino (de tsío=alimentar). ' DON TRISTAN DE LEONIS 347 tialan. se fue a Tristan, e dixole: «Hijo, ya i fe dio plaxer. E no se como podiste acabar vistes como el otro ¿lia llegastes al punto de contigo de querer que pereseiesse por la cruda la muerte; sabed que la infanta vos tiene muerte aquella que tan sin merecer fue de ti muy mala voluntad, y es menester que to desamparada. E si la muerte sobrettdniera, memos consejo antes que acaezca otro tal ye no fuera razón de te fa%er age.no de mis alfé rro como el otro». Entonces dixo Tristan: rez, desfauorescer ('). Eyo vi tales cosas en ti, «Pues ¿que quereys que yo haga?» Grorualan que no se por de que calidad te jtozgue, quel dixo: «Yo quiero que nos partamos desta cor estado y merecer de Belisenda ¿quando me te e no estemos aqui mas». E fueronse luego reció la pena que le diste? Assi que qual- delante del rey, e Tristan hablo e clixo: «Se quiera -mudo buscara lengua prestada para ñor rey, nosotros hemos estado en vuestra recontar los disfauores que fasta la muerte, corte por sentir a vuestra real excelencia, me diste; y la crueldad que contigo mesma Pero agora queremos tornar a nuestra tie time es tan grande, que ocupara los oydos de rra, e buscar nuestra auentura, e JDÍCIOS |Dor los biuientes. ¡O! ¡quaniopor el mundo bo merced que nos cleys licencia, y recibiremos tara, claro sera de conoscer que tan crescido señalada merced». El rey dixo: «No vos fue tu desconocimiento! E si no pudieras te clare tal mandamiento si no me dezis vuestro nerme verdadero amor, a lo menos cauteloso nombre y de que parte soys». «Señor, dixo lo deuieras mostrar, por no dar ocasión a la Tristan, vos ¿prometeysme como rey que mi tan rauiosa muerte. Y bien se e conozco no nos deterneys aqui?» El rey ge lo otor que entre las gentes no aura otro razonar sino go, e Tristan dixo: «Señor, yo soy llama mi yerro. Consuélame qioe tanta culpa se dará do Tristan de Leonis, hijo del rey Melia- a tu desconoscimiento como a mi yerro. Y si dux». Desto fue el rey muy alegre, porque algún disfauor a los amadores de oy mas les del rey Meliadux auia salido tan hermoso viniere, de ti se podra dezir que les emano. E hijo; e de la otra parte era triste, porque no avnque tu mereseer no sea tal como mi condi le auia hecho mas honrra, e porque se quería ción, no puedo acabar de no te embiar algo yr». E el rey le dixo: «Sabed, Tristan, que que de mi tengas en la muerte, pues en la vida vos soys mi pariente, e por esto no querría no lo quisiste, y embiote esta espada, que en que vos partiéssedes de mi reyno». Tristan virtud íraspassa a todas las que oy son, con dixo: «Señor, conuieneme hazer lo que yo la qual yo mesma me he dado la mtterte; y quiero: tornarme en mi reyno». T luego el embiote este cauallo, que ha tal virtud que rey le dio gran auer e caualleros, e tomaron jamas no cansa, e encomiendole este escudero, su camino contra la corte del rey Mares de que siempre sea en tu conpañia, y que le fagas Cornualla. E quando Belisenda supo como mercedes por que llegue a buen estado.—Aca el rey auia dado licencia a don Tristan y que bada de escreuir la carta, Belisenda hizo ju era ydo, metióse en vna cámara a llorar muy rar al escudero que hiziesse su mandado, y fuertemente, y llamo vn escudero su criado, el escudero lo prometió bien y lealmente, e y dixole: «Amigo, ¿prometesme que faras tomo luego la espada, e púsola derecha con mi mandado?» El dixo que si faria. Dixo tra el coracon, e lamancana en tierra, e cargo ella: «Traeme tinta e papel»; e el truxogelo fuertemente sobre ella, assi que le passo de la luego. Ella comenco de escriuir vna carta otra parte. E luego el escudero fue muy es que dezia: O Tristan desconocido, bien tenia pantado quando vio hazer la crueza a tan creydo que en quitarte la muerte y darla aquel virtuosa señora, y el escudero no quisiera que en generación me tacana, que algim galar auer lo visto, y tomo la espada, e caualgo, e dón meresciera. E por dar yo a ti la vida, dis fue por aquel camino mesmo que yua Tris- te tu a mi agora la mortal ratoia con dolor tan. E quando el rey Peremondo supo que su sin medicina. No se con quales palabras co hija era muerta en tal forma, fue triste, e mience a recontar tus culpas, pues das lugar dixo: «En mal punto vino Tristan a mi cor que muera la fama de tu disposición con obras te para mi»; e luego fizo tomar su fija, e a ella mal conformadas. ¿Quien podría mi fizóla enterrar honrradamente en vna rica rarte, que crea auer en ti tantos males quan- sepultura, e hizo escreuir letras en que dezia: tos Belisenda pregonar puede? Ni se como AQUÍ TAZB BELISEXDA, FIJA DEL BEY PERE podiste ser tan enemigo tuyo, que quien tal MONDO, LA QTJAL SE HATO POR AMORES DE TniS- como a mi tuuiera por suya, de ninguna TAW DE LEOBTS; e todos los del reyno hizie- prosperidad pudiera ser desseoso. Y los que ron muy gran llanto. E después desto, yendo discreto conoscer tienen, fungando la tu crue Tristan por su camino, dixo Gorualan: «Se za, te culparan de no claro conoscimiento, e ñor, vn escudero veo venir detrás de nos a parescerles ha que la perfecion del mundo, es a la tu condición contraria, y lo imperfeto i {') El texto ofrece aquí obscuridad. 348 LÍBEOS DE CABALLERÍAS gran correr»; e Tristan dixo: «Dexalde venir, f dio de hincar al tablado, y de justar; e auia veamos que embaxada trae». T en tanto llego mas honrra que ninguno de los caualleros, e a ellos el escudero, e dixo: «Señor, mensajero era amado de todos, y a poco tienpo se mo- soy de Belisenda, la fija del rey Peremondo» ; uio Morlot de Irlanda con gran flota de naos y Tristan dixo: «Vos seays bien venido»; y y galeas contra el rey Mares de Cornualla. el escudero púsole la carta en la mano, e quando vio que la donzella era muerta por su amor, fue muy triste o no quisiera ser ñas- VII cido para que por el ouiesse acaescido tal des aventura, y rescibio la espada y el cauallo; Gomo Morlot de Trlanda armo gran flota y el escudero dixo: «Señor, ruegoos que sea para contra el rey Mares de Cornualla. vuestro para os seruir, que no osasse tornar a la corte del rey Feremonclo en ninguna ma Acaescio assi que vn dia Morlot fue llega nera»; y Tristan dixo al escudero: «Si tu do al puerto de Tintoyl. E quando la gente quieres yr en ini conpañia, a mi plaze, mas del rey Mares vieron tamaña flota, fueron con vna condición: que has de jurar quel mi muy tristes, e comencaron de dolerse del nonbre no digas en ninguna parte». Y el es mal y daño y escarnio que esperarían auer, cudero dixo que le plazia de buena voluntad y Tristan oyó el roydo, y pregunto que por de lo assi fazer, e assi lo prometió en manos que fazian aquel duelo, y ellos respondieron; de Tristan. Y después desto passado, comen-, «Porque aquella flota viene por destruyr este carón a anclar por el camino de Cornualla reyno», y Tristan dixo: «Bien pareceys ca- quanto podían, e yuan hablando en la muer tiua gente, e ¿como? ¿entre vosotros no ay te de la donzella fija del rey Peremondo, y ningún buen caudillo o cauallero que os de espantauase de la gran crueza que Belisen fienda desta gente por fuerca de armas?»; y da consigo mesma auia tenido; y assi cami ellos dixeron que no. Entonces Morlot des naron fasta que llegaron a la cibclad. Agora cendió a tierra con su gente, y pusieron tien dexemoslos yr por el camino de Cornualla, das riberas de la mar, y desque assentados que siguieron fasta la cibdad. con todo lo que auian menester, Morlot hizo llamar a los caualleros e ricos hombres que venían en su conpañia; e quando fueron jun VI tados, acordaron que se deuiessen embiar al rey Mares dos caualleros, e que si por vía De como Tristan llego a la corte del rey Ma de yguala se pudiesse algo fazer, que esto res de Cornualla, e de lo quel enano dixo ante quel viniesse. era lo mas necesario; y assi se acordó. Morlot luego embio dos caualleros al rey Mares, que le demandassen el tributo de su parte, e los En aquella sazón el rey Mares tenia en su caualleros fueron al rey Mares, e dixeronle: , corte vn enano que se pagaua ríe adeuinar, «Señor, Morlot de Yrlanda vos embia dezir y este enano era hijo de vn rey, y era de que le embieys el tributo de siete años que tan mala figura y tan nescio, que lo ouieron ge lo deueys, e si no, que os aparejeys para de echar fuera de la corte de su padre, y vn la batalla». Y el rey abaxo la cabeca, e esta dia dixo aquel enano al rey Mares: «Señor, ña pensando y no respondía cosa alguna, ni sabed que oy entrara en vuestra corte el mas ningún cauallero de su casa, e Tristan sele- noble cauallero del mundo». Y el rey dixo: uanto, e dixo a los caualleros: «Tornad a Mor «¿Sera cauallero que me fara honrra?» Y el lot, que a la mañana aureys la respuesta de dixo: «Si, quanto a la corona, mas en otras mi señor»; y los caualleros dixeron: «Señor, cosas os fara desonrra y verguenca». «Pues este donzel ¿habla por vos?» Y el dixo: «Si». a la corona me ha de hazer honrra. no me do E los caualleros se tornaron para su señor; e nada, el sea bien venido». después de oydos los mensajeros, Tristan Y luego entro Tristan por el palacio, e dixo al rey: «Señor, yo he estado poco tien omillose delante del rey Mares, e dixole que po en vuestra corte, que avn no me conuie- le quería seruir, e el rey Mares lo recibió. E ne-de demandar ningún don, mas empero preguntóle que de qual tierra era, o como se quiero os lo demandar, con confianca que de llamaua. Tristan respondió: «Señor, de que vuestra virtud tengo, e tanbien porque otor tierra soy e mi nonbre saberlo heys algún gar el don no deshará vuestra honrra». Y el tienpo. que soy de luenga tierra». Y el rey dixo: «Demandad todo aquello que os plu vio que se quería encubrir, e no le pregunto guiere, que no os fallecerá». Y el dixo: «Se mas; y Tristan le comenco a seruir e tratar ñor, yo os pido merced, que vos me fagays se en las armas lo mejor que podía, y apren- cauallero»; y el rey dixo que le plazia de vo-

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principes animosos y esforzados señores e caualleros pregonan sus marauillosas haza- ñas, dignas de loable memoria, porque pu- diessemos regir
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