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Leon Uris Éxodo PDF

763 Pages·2013·5.13 MB·English
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Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo ~ ~11~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo LLEON EON U URIS RIS ÉXODO ÉXODO ~ ~22~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo DEDICO ESTA OBRA A MI HIJA KAREN, A MIS HIJOS MARK Y MICHAEL ...Y A SU MADRE ~ ~33~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo Índice Resumen..............................................................5 Advertencia..........................................................6 Nota de los editores.............................................7 Doy las gracias....................................................9 libro primero........................................................11 libro segundo.....................................................249 libro tercero.......................................................398 libro cuarto........................................................579 libro quinto.........................................................707 ~ ~44~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo R RESUMEN ESUMEN La historia se desarrolla con el protagonista, Ari Ben Canaan, planeando la fuga y posterior transporte de cientos de refugiados judíos, detenidos en un campo de detención británico en Chipre para el Mandato Británico de Palestina. La operación se lleva a cabo bajo los auspicios de la Mossad le'Aliyah bet. El libro narra la historia de los diversos personajes principales y de los lazos de su vida personal con el nacimiento del nuevo estado judío. Una película basada en la novela fue dirigida por Otto Preminger en 1960 con Paul Newman como Ari Ben Canaan. Se centró principalmente en la fuga de Chipre y los acontecimientos posteriores en Israel. ~ ~55~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo A ADVERTENCIA DVERTENCIA La mayoría de los acontecimientos mencionados en ÉXODO pertenecen a la Historia y son conocidos de todo el mundo. Muchas de las escenas que aparecen en esta novela han sido creadas, siguiendo la trama del argumento, como formando parte de hechos reales e históricos. Acaso haya muchas personas, todavía con vida, que tomaron parte en acontecimientos similares a los descritos en este libro. Es posible, por lo tanto, que algunas puedan ser confundidas con personajes de esta novela. Permítanme puntualizar reiteradamente que todos los personajes de ÉXODO son creación del autor y completamente imaginarios. Excepción hecha, claro está, de los hombres públicos mencionados por sus nombres respectivos, tales como Churchill, Truman, Pearson y otros, relacionados con este capítulo particular de la Historia. El Autor ~ ~66~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo N NOTA OTA DE DE LOS LOS EDITORES EDITORES Es para nosotros motivo de gran satisfacción ofrecer al público de habla española esta obra excepcional que reúne los méritos de la creación novelesca más sugestiva y el palpitante interés de un documento periodístico de primer orden. No en vano ÉXODO figura desde hace cerca de año y medio en la cabecera de los best-sellers norteamericanos y ha despertado en todo el mundo un clamor de apasionados comentarios. Es literalmente imposible permanecer indiferente ante el terrible cuadro que León Uris ha trazado con mano maestra, porque su testimonio afecta de cerca o de lejos a todos los hombres, incluso a los que por azares geográficos o políticos más apartados se hallan de la tragedia y la epopeya sangrientas que estas páginas recogen. Aunque debiera ser un hecho harto sabido, es con frecuencia olvidado que la misión del editor consiste en servir de intermediario entre el autor y el lector, dando al primero ocasión de transmitir su mensaje y brindando al segundo los medios de captarlo. En principio, por tanto, la del editor no es una posición de compromiso, de afiliación, sino la de instrumento difusor de ideas ajenas en el movimiento de la opinión pública. Nos referimos, naturalmente, al editor en su sentido más amplio, no al especializado, no al que trabaja en la divulgación y propaganda de una determinada doctrina, en el abastecimiento de un limitado sector del mercado o en la satisfacción de unas necesidades de lectura concretas. Nos permitimos recordar aquí este extremo por cuanto la dolorosa actualidad de ÉXODO es planteada por León Uris en términos de ardiente polémica, desde un punto de vista personal fundamentado en los elementos de su circunstancia, que pueden no ser, y ~ ~77~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo ciertamente no son, los de cuantos se hallan inmersos en el angustioso problema que la presente novela aborda. Vastos intereses financieros, virulentas pasiones políticas y, por supuesto, un complejo de fuerzas irracionales que turban el inconsciente colectivo de la humanidad, hacen de aquel problema el más delicado del mundo en que hoy vivimos, pero a nosotros no corresponde, como editores, tomar posición ante él. Presentamos, pues, esta discutida y maravillosa novela, no diciéndole al lector: "Esto es así", sino simplemente: "Aquí está". Ahora, por favor, léala y juzgue. ~ ~88~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo D DOY OY LAS LAS GRACIAS GRACIAS El espacio recorrido reuniendo materiales para ÉXODO se aproximó a los ochenta mil kilómetros. Los metros de cinta magnetofónica usada, el número de interviús, las toneladas de libros de consulta utilizados, el número de clichés impresionados y el de billetes gastados forman cantidades igualmente impresionantes. En el transcurso de dos años, centenares de personas me sacrificaron su tiempo y sus energías y me honraron con su confianza. En cada palmo de mi camino gocé de la doble bendición de conseguir una cooperación sin par y una confianza sin límites. Es una pena, pero por ser tan grande el número de personas a las que debería dar las gracias, no puedo mentarlas aquí una por una. Semejante lista ocuparía por sí sola un volumen entero. Pero no podría preciarme de agradecido si no reconociera los esfuerzos de los dos hombres que fueron los verdaderos causantes de que ÉXODO se convirtiera en realidad. Confío no sentar un precedente peligroso dando públicamente las gracias a mi agente. ÉXODO tuvo su origen en conversación sostenida durante un almuerzo y se convirtió en un proyecto concreto gracias a la insistencia tenaz de Malcolm Stuart, quien se negó a abandonar el propósito a pesar de una docena de contratiempos. Debo dar las gracias humildemente a Ilan Hartuv, de Jerusalén. El me preparó el terreno y viajó conmigo, sin separarse un momento de mi lado, por todo Israel, en tren, avión, jeep "Vauxhall", jeep "Austin", y a pie. A veces fue un viaje duro de verdad. Pero lo que más ~ ~99~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo debo agradecerle a Ilan es que quisiera compartir conmigo su profundo conocimiento del tema. ~ ~10 10~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo LIBRO PRIMERO LIBRO PRIMERO ~ ~11 11~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo Al otro lado del Jordán Hasta que el Señor haya dado el descanso a tus hermanos, así como a ti, y hasta que, además, ellos posean la tierra que el Señor vuestro Dios les ha dado al otro lado del Jordán, y entonces repondrás a cada uno en sus posesiones, las cuales os he dado Yo. La palabra de Dios según le fue dada a Moisés en el Deuteronomio. ~ ~12 12~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo CAPÍTULO PRIMERO NOVIEMBRE, 1946 BIENVENIDOS A CHIPRE... GUILLERMO SHAKESPEARE El avión se meció por la pista hasta pararse delante del enorme rótulo: BIENVENIDOS A CHIPRE. Mark Parker miró por la ventanilla y vio en la distancia la maravilla del aserrado Pico de los Cinco Dedos, de la cordillera que corría junto a la costa septentrional. Dentro de una hora, aproximadamente, estaría franqueando el paso con su coche, camino de Kyrenia. Mark Parker salió al pasillo, se arregló el nudo de la corbata, bajóse las mangas de la camisa y se puso la chaqueta. «Bienvenidos a Chipre... Bienvenidos a Chipre...» La frase cruzaba una y otra vez por su cerebro. Y él se decía que era de Othello, pero no conseguía recordar la cita entera. —¿Algo que declarar? —le preguntó el inspector de Aduanas. —Dos libras de heroína sin desmenuzar y un manual de arte pornográfico —respondió, buscando con la mirada a Kitty. «Todos los americanos son unos comediantes», pensó el inspector de Aduanas, haciéndole pasar. Una empleada del Gobierno cuya misión consistía en atender a los turistas se le acercó. —¿Es usted míster Parker? —Presente. —Mistress Kitty Fremont ha telefoneado diciendo que le es imposible venir a recibirle al aeropuerto y que vaya usted directamente a Kyrenia, al Hotel Dome. Ha hecho reservar un cuarto para usted. —Gracias, ángel. ¿Dónde encontraré un taxi para Kyrenia? —Yo puedo procurárselo, señor. Será cosa de pocos minutos. —¿Podré tomar una infusión por ahí? —Sí, señor. El bar está al final del pasillo. Mark se apoyó en el mostrador bebiendo a sorbitos el café humeante... «Bienvenidos a Chipre... Bienvenidos a Chipre...» Vaya, ni que le hubiera ido en ello la vida habría sabido recordar el final. ~ ~13 13~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo —¡Caramba! —exclamó una voz estentórea—. En el avión ya creí reconocerle. ¡Usted es Mark Parker! Apuesto a que no me recuerda. «Ha de encajar en uno de los siguientes escenarios —pensó Mark—: Fue en: Roma, París, Londres, Madrid... Y ahora busquemos cuidadosamente el lugar: Bar José, James Pub, Jacques Hideaway, Joe's Joint. Y en aquella ocasión yo escribía crónicas de guerra, de revolución, de insurrecciones... Y aquella noche particular yo estaba con: una rubia, una morena, una pelirroja (o quizá con aquella descarada de las dos cabezas)». Mark Parker tenía ahora al desconocido nariz contra nariz y burbujeando de entusiasmo. —Yo fui aquél que pidió un «Martini» y no tenían limones. ¿Me recuerda ahora? —Mark bebió otro sorbo de café y se dispuso a sufrir un nuevo asalto—. Ya sé que esto se lo dicen a todas horas, pero a mí me gusta de veras leer las crónicas que escribe usted. Vamos, diga, ¿qué hace en Chipre? —El desconocido guiñó el ojo y le dio un codazo en las costillas—. Un trabajo secreto, apostaría cualquier cosa. ¿Por qué no nos vamos los dos a beber unas copas? Yo me hospedo en el «Palace», en Nicosia. —Y le plantó una tarjeta comercial en la mano—. Además, tengo aquí muy buenas relaciones. —Y volvió a guiñar el ojo. —Eh, míster Parker. El coche le espera. Mark dejó la taza sobre el mostrador. —Encantado de volver a verle —le dijo al desconocido. Y se alejó a toda prisa. Al salir echó la tarjeta en una papelera. Mientras el taxi se alejaba del aeropuerto, él se arrellanó en el asiento y cerró unos instantes los ojos. Se alegraba de que Kitty no hubiera podido ir a recibirle. ¡Había pasado tanto tiempo...! ¡Había tantas cosas que decir, tantas cosas que recordar...! Al pensar que volvería a ver a Kitty, un estremecimiento de emoción recorrió su ser. Kitty hermosa; hermosa Kitty. Y cuando el taxi cruzaba las puertas del recinto exterior, Mark estaba ensimismado, sumergido ya en sus pensamientos. Katherine Fremont. Era una de esas grandes tradiciones americanas, tales como el pastel de manzanas de mamá, los hot dogs y los Dodgers de Brooklyn. Porque Kitty Fremont era la proverbial «hija de los vecinos». Era el prototipo de la chica con trencitas, pecas y tirantes correctores en la dentadura; pero, de acuerdo con el modelo, un día los tirantes desaparecieron, el lápiz labial vino a remplazarlos, el suéter se puso turgente, y hete allí que el patito feo quedó convertido en un cisne. Mark sonrió. ¡Qué hermosa era Kitty en aquellos tiempos, siempre tan limpia y lozana! Y Tom Fremont. Tom Fremont era otra de las tradiciones americanas. Era el muchacho típico, de sonrisa infantil, capaz de correr los cien metros en diez segundos, de meter el balón en el cesto desde diez metros de ~ ~14 14~ ~ Leon Uris Leon Uris Éxodo Éxodo distancia, de cortar una alfombra y de montar un «Ford» modelo «A» pieza a pieza con los ojos vendados. Tom Fremont había sido el mejor compañero de Mark Parker desde tan antiguo como a éste le alcanzaba la memoria y por todo el tiempo que le abarcaba el recuerdo. «Nos debieron de destetar juntos», pensó Mark. Tom y Kitty..., pastel de manzana y mantecado..., hot dogs y mostaza. El muchacho americano cien por cien, la muchacha americana cien por cien, y el ambiente, cien por cien americano del Medio Oeste, en Indiana. Sí, Tom y Kitty casaban tan bien el uno al lado de la otra como la lluvia y la primavera. Kitty había sido siempre una chica muy callada, muy profunda, muy pensativa. En sus ojos había una pincelada de tristeza. Una tristeza que quizá no viese nadie sino Mark, porque precisamente Kitty era la alegría misma para todos los que la rodeaban. Kitty había sido una de esas admirables columnas de fortaleza. Siempre estuvo con las dos manos en el timón, siempre tuvo en los labios la palabra precisa, siempre fue buena y considerada. Pero la tristeza estaba ahí... Mark Parker lo veía, si los otros no. Se preguntaba a menudo qué era lo que la hacía tan deseable. Acaso fuera el verla fuera de su alcance. Era como el champaña en hielo... Tenía la mirada y la palabra capaces de hacer añicos de un hombre. De todas formas, Kitty siempre había sido la novia de Tom, y a él no le quedó nunca otro posibilidad que la de envidiar a su amigo. En la Universidad del Estado, Tom y Mark ocupaban la misma habitación. El primer año Tom no podía sobreponerse al pesar de verse separado de Kitty. Mark recordaba las horas interminables pasadas escuchando los tristes lamentos de su amigo y consolándole. Llegado el verano, Kitty se fue a Wisconsin acompañada de sus padres, los cuales, considerando que su hija todavía estaba en la edad de la segunda enseñanza, quisieron mitigar el ardor del amorío con una separación. Tom y Mark emprendieron el camino hacia Oklahoma, a trabajar en los campos petrolíferos. Al reanudar el curso, Tom se había enfriado notablemente. Era imposible vivir en compañía de Mark sin contaminarse de su manera de ser. Las cartas de Tom y de Kitty fueron espaciándose, separadas cada vez por períodos más largos, y las citas de Tom con sus condiscípulas se hicieron más frecuentes, separadas cada vez por intervalos más cortos. Empezó a parecer que entre el héroe estudiante y la muchacha confinada en su casa quedaba rota toda relación. En su último año de estudios, no faltaba sino que de la mente de Tom se borrase hasta el recuerdo de Kitty. Tom se había convertido en el Bello Brummell de la Universidad, papel muy adecuado para el magnífico delantero del equipo de baloncesto. Mark, por su parte, se contentaba ~ ~15 15~ ~

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