El año 1973 supuso un cambio notable en la fórmula de presentación de los relatos de ciencia ficción. Hasta ese año, considerados como un género menor, y con ciertas dificultades para acceder al libro, solían presentarse los relatos en revistas especializadas o publicaciones de difusión restringida. A partir de este año, convertido en algo que tiene más de ciencia que de ficción, y lastrado a menudo con una sobrecarga sociológica, el género se presenta además en forma nueva, en grandes antologías que suelen recoger, bajo la responsabilidad de un experto, lo mejor aparecido a lo largo del año. Esta antología de Terry Carr presenta una selección de obras de este año-clave 1973, varias de ellas convertidas en auténticos clásicos como ocurre con 'Las ruinas de mi cerebro', de P.J. Farmer; 'La muerte del Dr. Isla', de Gene Wolfe, o 'Los que se alejan de Omelas', de Ursula K. Le Guin.