La llegada a Florencia de Bernard Villiers y de su amigo Nikos Pagadakis en la primavera de 1459 coincide con una serie de extraños y macabros crímenes.Bernard y Nikos trabarán amistad con Masilio Ficino, un joven humanista portegido por Cósimo de Médicis, gracias al cual no tardarán en ser aceptados enel selecto círculo de artistas, políticos y nobles que rodea a los Médicis. Sus averiguaciones les conducirán hasta las