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las leyes dina micas de la prosperidad, por: catherine ponder. 1962. PDF

202 Pages·2015·1.93 MB·Spanish
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LAS LEYES DINA MICAS DE LA PROSPERIDAD, POR: CATHERINE PONDER. 1962. PRIMERA PARTE: LAS LEYES BÁSICAS DE LA PROSPERIDAD, QUE PUEDEN TRAER RIQUEZA A TU VIDA. INTRODUCCIÓN: HAY POLVO DE ORO EN EL AIRE PARA TI. Este libro es el resultado de experimentar varios y frecuentes recesiones económicas, y de muchos años de sólo sobrevivir. A nadie le gusta las recesiones económicas y ninguno desea vivir en pobreza, verdaderamente nadie quiere vivir ni en lo uno, ni en lo otro. Por quince años traté de encontrar un libro como éste. Durante esos años de búsqueda en las librerías encontré que hay muchos libros que daban ideas de éxito, pero en ninguno de ellos encontré ideas compactas y simples sobre las leyes del éxito que me convencieran. Empecé a buscar el libro deseado cuando quedé viuda con un hijo para criar y educar. Puesto que no estaba entrenada para hacer ningún trabajo. Hubiera dado cualquier cosa por haber conocido en ese entonces la fuerza que tenía el poder que da el pensamiento próspero. Entre tanto, sentí depresión, mala salud, soledad, carecía de dinero y sufría un sentimiento de completo fracaso. Parecía como si todo el mundo estuviera en contra mía y todo lo que hacía me salía mal. Pero con un hijo para sostener, no podía permanecer en la inactividad. Tenía que tener éxito para el bien de él y para el mío propio. Finalmente, cuando estaba en el más bajo grado de decadencia emocional, física y financiera, aprendí acerca del pensamiento como instrumento para el éxito o el fracaso, vine a comprender que el fracaso es básicamente el resultado del pensamiento negativo. Comprender que el buen uso de la mente podría llegar a ser la llave para la salud, la felicidad, la prosperidad y para una vida de completo éxito. Tan pronto como desarrollé en mí este maravilloso secreto para triunfar, ¡la situación de mi vida empezó a cambiar! EL NACIMIENTO DEL PENSAMIENTO PRÓSPERO. Habrás oído mucho en estos años acerca del pensamiento positivo. A cambio de las palabras de recesión y años de escasez, ha nacido otro término: “Pensamiento próspero”. La palabra “Prosperidad” significa: “floreciente, éxito, adelantado, experimentar resultados favorables. Eres próspero en el grado que experimentas paz, salud y abundancia en tu mundo. A la vez que el pensamiento próspero significa muchas cosas para las personas, básicamente éste da poder para que los sueños se hagan realidad a la vez que conlleva a una mejor salud, el aumento en el éxito financiero, a una vida personalmente alegre, a mejor educación viajes y a una mayor espiritualidad. Este libro te muestra como el pensamiento próspero ha ayudado a la gente, a lo largo de la vida, a experimentar resultados exitosos. Más aún, muestra como el pensamiento próspero trabaja para ti. También, mientras lees este libro capítulo por capítulo, desarrollarás el pensamiento próspero y así, fácil y suavemente, comenzarás a cosechar prósperos resultados. EL VENDEDOR CON EL TOQUE DORADO. Hace muchos años, un vendedor usó el poder del pensamiento próspero, aunque no estaba consciente de éste, cuando las personas le preguntaban: “Cómo andan tus negocios” siempre daba la misma respuesta: “Los negocios están maravillosos, porque hay polvo de oro en el aire para mí, ciertamente, parecía ser así. Cada contacto se convertía en una venta. Después de un tiempo, cuando su nombre era mencionado, la gente decía, “Sí, cada cosa que él toca se convierte en polvo de oro”. Durante mi primer año en el ministerio, una de las más severas recesiones en los negocios desde la Segunda Guerra Mundial, llegó a este país. Miembros de mi congregación empezaron a buscar conferencias sobre la manera de sobrevivir en este período de dificultades. Fue entonces, cuando estas leyes dinámicas de prosperidad empezaron a tomar forma. ¡Y, con la rapidez de un suspiro, estas ideas trabajaron para todo tipo de personas! La palabra dinámica, “tiene la misma raíz que la palabra “DINAMITA”. Y lo que es dinámico es poderoso, fuerte, lleno de energía y conduce a un cambio. ¡Lo que es dinámico tiende a sacarte de la rutina! Una “ley” es un principio que trabaja. El señor William Blackstone, famoso escritor sobre las leyes, enseñó hace varios años que una “ley” es una regla establecida en acción. La palabra “ley”, usualmente sugiere un deseo para ordenar. La gente que experimenta limitación necesita precisamente eso orden en sus pensamientos, emociones, cuerpo, asuntos financieros, y en todas las fases de la vida. El brillante científico Isaac Newton, un investigador de las leyes de la naturaleza, una vez dijo que hay una cantidad de leyes naturales para el mundo físico. Pero vayamos más allá, hay también leyes espirituales y mentales más elevadas que las que se usan en el plano físico de la vida. Jesús las conoció y las usó constantemente. Esas leyes espirituales y mentales más elevadas, son tan poderosas que pueden usarse para multiplicar, neutralizar, o aún revertir las leyes naturales. Esto es, que cuando estas elevadas leyes mentales y espirituales son usadas por la mente del hombre comúnmente producen resultados, que parecen milagrosos en el plano físico. CÓMO LAS LEYES HAN TRABAJADO PARA OTROS. Una semana después de las primeras conferencias, dos secretarias habían recibido aumento en el valor de sus salarios, una de ellas con una promoción y nuevo cargo. Un corredor de bolsa reportó que había hecho más negocios de los que esperaba hacer, con rapidez y comparativamente más que sus compañeros de trabajos. Un cliente a quien él no había visto por varios años apareció y le entregó un cheque para invertir por 200,000 dólares, Un mes después de empezar a invocar deliberadamente el pensamiento próspero, sus entradas eran cuatro veces más de la cantidad usual. Un abogado que tenía muchos clientes de las industrias, por entonces en huelga, reportó que la recesión para él había terminado repentinamente. Su entrada subió a 2,000 dólares por mes, lo cual en ese tiempo fue un gran aumento, aunque más tarde, cuando él estableció un patrón de pensamientos próspero, esto parecía apenas normal. Un agente de manufactura de hierro, cuyos negocios estaban afectados por la recesión, reportó que había recibido inesperadamente una orden por 4,500 dólares, que no había solicitado. Una señora que era vendedora en una sección de un almacén que empleaba a más de cien personas. Todas sus compañeras hablaban y pensaban sobre los malos tiempos. Al final del mes después de que esta señora empezó deliberadamente a tener pensamientos de prosperidad, fue la única entre todos los empleados que recibió un cheque por haber sido quien más vendió en el mes. Los otros compañeros habían decretado con sus comentarios tiempos difíciles, y por tanto había conseguido resultados negativos. Al propietario de un negocio de electricidad le estaban debiendo la cantidad de 750 dólares, cuando empezó a tener pensamientos de prosperidad sobre aquellos que le adeudaban, consiguió el pago de sus acreedores, tranquilamente. Un joyero tenía una obligación a su favor, que había tratado de recuperar por todos los medios, incluyendo cartas con términos fuerte, sin conseguir nada. Cuando él también decidió pensar en términos de prosperidad hacia él y hacia quienes le debían, para su sorpresa, los acreedores le pagaron rápidamente. Una familia que deseaba libertarse de sus deudas, súbitamente heredó una buena suma de dinero. Un empleado del gobierno recibió un aumento de pago que había tenido pendiente en el congreso por varios años. Un empleado de una compañía de teléfonos también recibió el aumento que se le había prometido desde tiempo atrás. Un ingeniero constructor recibió un nuevo cargo para un trabajo de construcción por 15,5 millones de dólares, después de haber servido en un trabajo de apenas un millón y medio. Una pareja recibió un viaje al exterior, ¡todo costeado! Estos son sólo unos pocos ejemplos del poder del pensamiento próspero. LA PROSPERIDAD TRAE IMAGEN Y NUEVA SALUD. No sólo en lo monetario aparecen los beneficios. Mientras dicté cada semana conferencias sobre el pensamiento de prosperidad, empecé a observar que las personas que asistían presentaban una “apariencia nueva”, una apariencia de paz interior, compostura, seguridad, y estabilidad de que anteriormente carecían. La mirada de fracaso, de depresión y desaliento fue reemplazada con una mirada hacia el éxito, confianza propia y felicidad interior. Esa apariencia del fracaso se reemplazó con una de dominio, autoridad y victoria. ¡Fue maravilloso el contemplarlo! Nueva salud mental y física se irradió también en gran cantidad de gente. Se le había dicho a un negociante que tenía problemas al corazón, y que debía cuidarse constantemente. Cuando empezó a aplicar el poder del pensamiento próspero en todas las circunstancias de su mundo, se fue relajando más y más en mente y en cuerpo. La tensión consciente subconsciente gradualmente se calmó. Después de un tiempo, su doctor afirmó que las molestias al corazón habían desaparecido. Ahora, muchos años más tarde, permanece con más salud y alegría que antes. Muchas personas con problemas nerviosos encontraron nueva salud, serenidad y paz mental. Un ama de casa de este grupo, que durante años había visitado varios médicos, quienes no pudieron encontrar nada orgánicamente malo en ella. Cuando empezó deliberadamente a practicar el pensamiento próspero, procedió a pensar con más bondad hacia otros ¡incluyendo a su marido! Su nueva actitud de apreciación, le dio al esposo un sentimiento de aprobación que él no había tenido desde hacía muchos años. Esto, le tomó, mayor confianza en sí misma y se reflejó en nuevos éxitos en su trabajo. Sus nuevos éxitos en el trabajo le trajeron la felicidad y satisfacción al matrimonio que por largos años le habían faltado. La salud de esta señora mejoró tanto que pronto comenzó a lucir más joven y sus achaques y dolores desaparecieron, y comenzó a experimentar gozo y alegría en varias áreas de su vida. TU IMAGEN CAMBIA COMPLETAMENTE. Una señora de negocios, que vivía sola y no era feliz, varias veces intentó suicidarse, llegó a estar tan intensamente influenciada por lo benéfico de las leyes de prosperidad, que encontró interesarse por otras cosas fuera de sí misma. Esto la condujo a una vida más feliz y balanceada. La que hablaba de suicidio, dejó de hacerlo. Un ama de casa y también un negociante, quienes bebían en secreto, llegaron a construir un serio problema en sus vidas, pero encontraron nueva esperanza en la práctica del pensamiento próspero. Mientras ganaban esta esperanza de victoria, fueron capaces de resolver y disolver sus hostilidades y conflictos interiores, la bebida en ambos fue disminuyendo gradualmente. Muchos matrimonios desavenidos, después que uno de los esposos empezó a invocar esas leyes de prosperidad, se salvaron y continuaron armoniosamente. Una pareja divorciada se reconcilió, y volvieron a casarse amorosamente. Muchos solteros solos, encontraron pareja y felizmente se casaron, uno de ellos, después de haber quedado viudo y haber permanecido solo durante veinte años. Un negociante que siempre había detestado su trabajo, mientras empezaba a hacer uso de estas ideas, encontró nuevas perspectivas en su trabajo y al poco tiempo experimentó gran gusto por su oficio. Como resultado del éxito en todos esos hechos de prosperidad, algunos individuos vinieron a mí para ayudarme en la edición de este libro: un señor de negocios me ayudó a orar para conseguir la impresora, un corredor de bolsa le puso el título, y una relacionista pública localizó al agente literario y al publicista. El vendedor estaba en lo cierto ¡Hay polvo de oro en el aire para ti, para mí y para todos! Los científicos saben que hay polvo de oro en el aire porque dicen que este universo está compuesto de una sola sustancia radiante, o éter, al cual el hombre tiene acceso ilimitado. Psicólogos y metafísicos saben acerca del polvo de oro; ellos dicen que el hombre forma su mundo de rica e ilimitada sustancia dentro de él y alrededor de él, a través de sus pensamientos emociones, palabras y acciones. Y así nosotros procederemos con más confianza, sabiendo que hay polvo de oro en el aire. ¡Hay polvo de oro en el aire! ¡Hay polvo de oro en todas partes! “Mientras empiezas a leer este libro, no importa cuáles sean las condiciones de tu vida, ten ésta actitud mental: “Hay polvo de oro en el aire para mí. A través de un definido pensamiento de prosperidad, empieza ahora asimilar este polvo de oro y a experimentar resultados del polvo de oro”. Ahora, sigue rápidamente las siguientes páginas, en donde aprenderás el fascinante secreto del polvo de oro usado por innumerables personas. ¡La impactante verdad acerca de la prosperidad es que es asombrosamente buena, en lugar de ser asombrosamente malo para ti que seas próspero! Russell H. Conwell enfatizó esto en su famosa conferencia “Acres de Diamantes”: “Yo te digo; tienes el derecho de ser rico; no tienes porqué ser pobre, para vivir y no ser rico es una mala fortuna y es doblemente mala fortuna porque así cómo pudiste haber sido rico pudiste haber sido pobre. Tenemos que conseguir la riqueza, por métodos que nos conducen rápidamente hacia la meta de la riqueza”. Por favor, nota que la palabra “rico” significa tener abundancia de bien, o vivir una vida más abundante y más satisfactoria. Verdaderamente, eres próspero en el grado de que estás experimentando paz, salud, felicidad y abundancia en tu mundo. Hay métodos honorables que pueden llevarte rápidamente hacia esa meta. Es más fácil de realizarlo de lo que te imaginas ahora. Esta es también, la asombrosa verdad acerca de la prosperidad. Hace algunas décadas un hombre de negocios predijo que en el futuro los líderes religiosos se verían forzados a prestar más atención en ayudar a sus seguidores a resolver sus problemas personales y económicos del presente; y que estarían menos preocupados por el pasado muerto o el futuro por llegar. Estoy de acuerdo con ese señor y deseo ayudarte precisamente a hacer eso - resuelve tus problemas - económicos y personales. Mientras lo haces, tu pasado ido y tu futuro por venir, seguramente por sí solo se cuidaran. DEBES DESEAR LA PROSPERIDAD. Quizás uno de los más grandes impactos que he recibido, fue uno que llegó a ser notable cuando empecé las conferencias sobre prosperidad. Pronto me di cuenta de que muchas de las personas que asistían a las conferencias estaban aún tratando de resolver viejos conflictos sobre si debían desear prosperidad. Por supuesto, ellos querían prosperar, cada persona normal así lo hace. Pero parecían secretamente sorprendidos de sí debían buscarla o no, especialmente desde el punto de vista espiritual. La mayor parte de la gente que asistía a las conferencias parecía sentirse culpable acerca de querer ser próspero, aunque, por supuesto, ellos estaban trabajando fuertemente, todos los días en sus oficios para serlo. La pregunta, obviamente, estaban aún en sus mentes: ¿Es la pobreza una virtud espiritual o un vicio común? Este conflicto en su pensar se refleja en un resultado conflictivo en sus asuntos que neutraliza sus esfuerzos por tener éxito, sin importar lo duro que estuvieran trabajando. Pronto llegó a ser claro que esto se manifestaría como algo atrevido, de impactantes ideas sobre el tema, que explotaría más allá de las limitadas creencias que sujetaban a estas personas de mediocre vivir por tantos años. Dándome cuenta de esto, dediqué mucho tiempo en conferencias explicando como Dios, Hombre y Prosperidad están divinamente relacionados. Después del inicial asombro, estas ideas se abrieron paso favorablemente; estas buenas personas sintieron gran alivio y felicidad por no sentirse culpables nunca más al desear la prosperidad. Fue entonces, cuando empezaron a experimentar resultados prósperos en corto tiempo. Ahora, encuentro que esta misma idea aún persiste. La gente parece perfectamente maravillada y confundida acerca de si la prosperidad debe ser considerada como una bendición espiritual. ¡Qué aliviados se sienten cuando se les muestra que esto definitivamente es así!. LA POBREZA ES UN PECADO. Así, de nuevo digo; es asombrosamente bueno, en lugar de asombrosamente malo para ti, ser próspero. Obviamente, no puedes ser feliz si eres pobre, tú no necesitas ser pobre. Esto es un pecado. La pobreza es una forma de infierno causada por la ceguera del hombre, de la ilimitada bondad de Dios hacía él. La pobreza es una sucia, inconfortable, degradante experiencia. La pobreza es una forma de enfermedad, y en su fase aguda parece ser forma de locura. La pobreza llena las prisiones de ladrones y asesinos. Ella conduce a hombres y mujeres a la bebida, la prostitución, la drogadicción, el suicidio. Conduce a que niños potencialmente buenos de talento, se desvíen hacia la delincuencia y el crimen. Ella hace a la gente practicar cosas que de otra manera nunca hubieran soñado llevar a cabo. El comunismo, que fue uno de los más temerosos movimientos en el mundo de hoy, a menudo consigue plaza fuerte como resultado directo de la pobreza. Los gobiernos que han llegado a tener dominación comunista, usualmente han hecho eso por razones financieras, creyendo que este es un camino de seguridad. Los pecaminosos resultados conocidos a causa de la pobreza, no tienen límites. Esta es una de las razones del porqué como ministro me he sentido tan poderosamente conducida a hacer todo cuanto pueda para ayuda a que la gente aprenda como erradicar el pecado de la pobreza de sus vidas. Un médico que conozco, ha dicho que tendría pocos pacientes si no fuera por los problemas monetarios que causan angustia, tirantez y tensión, todo lo cual conduce a tener mala salud. El afirma que nuestros hospitales mentales están llenos de personas que han encontrado que una estrechez monetaria por períodos largos, menoscaban sus mentes y cuerpos hasta el punto de incapacitarlos. Se estima que nueve de diez enfermedades de la humanidad son causadas por la tensión, la miseria y la infelicidad que da la pobreza. Hemos hecho del pensamiento de la pobreza como una virtud. Esto es un sentir común. Si has vivido carente de dinero, con limitaciones, literalmente has estado viviendo en la limitación. No necesitas continuar con estos bajos niveles económicos. Hay un camino para salir adelante. LA PROSPERIDAD ES TU HERENCIA DIVINA. La Biblia está llena de ricas promesas, considerando tu potencial de prosperidad como un hijo de Dios. Debes ser próspero, bien abastecido, y tener abundancia de bienes porque esa es tu herencia divina. ¡Tú Creador te quiere de ese modo! Esta es una verdad asombrosa acerca de la prosperidad. Además, no puedes hacer mucho bien para ti mismo o para alguien, a menos que tú seas próspero. La persona que no desea prosperidad, es anormal, porque sin prosperidad se vive anormalmente. No puedes vivir plenamente en el plano físico sin alimento apropiado, ropa confortable, abrigo, techo, y sin liberarte de trabajos extenuantes, descanso y recreación también son necesarios en tu vida física. No puedes vivir plenamente en el plano mental sin satisfacer las actividades creativas de la mente, sin libros y sin tiempo para disfrutarlos; sin escuchar música contemplar el arte, y otros intereses culturales; sin oportunidad ni dinero para viajar; y sin asociación intelectual con otros de intereses similares. Para vivir a plenitud en el plano espiritual de vida, necesitas tiempo para aquietarte en la contemplación, el estudio espiritual, asistir a la iglesia, conferencias y asociaciones con otros que te satisfagan en el plano espiritual. Es así, de suprema importancia, que seas próspero para que desarrolles tu bienestar físico, mental y espiritual. No tienes excusas para poner en su lugar la carencia o aceptación de esto como práctica en tu vida. No vayas al otro extremo tampoco y hables de querer ser próspero por el bien que puedas hacer. Eso es secundario. Quieres ser próspero, principalmente, porque es recto que debas serlo. La prosperidad es tu herencia divina como hijo de un Rey, y como hijo de Dios. EL ÉXITO ESTÁ DIVINAMENTE ORDENADO. No hay razón para que pienses de la prosperidad como algo separado de tu vida espiritual o más allá de lo que pueda relacionarse con religión. No tienes que tratar de vivir en dos mundos en donde ejecutar cosas por seis días, y, luego, en el séptimo, das un chance a Dios para mostrarle lo que él puede hacer. Considera a Dios como rico, amoroso, entendido Padre en todos tus asuntos, en cada uno de los días de la semana. Pídele Su divina instrucción y guía acerca de todos tus asuntos financieros, y de este modo estarás agradablemente sorprendido de cuán mejor llegará a ser cada uno de las fases de tu vida. “Todas las cosas son tuyas”, es la promesa divina. 1ra. Corintios 3: 21. Un analista me decía una vez, que encontraba como causa más común de fracaso en la gente, las conflictivas ideas que se tienen acerca de si el éxito está divinamente ordenado, o divinamente condenado. El afirmaba, que muchos le habían asegurado que el fracaso era más aprobado espiritualmente que el éxito, siguiendo las palabras de Jesús “No puedes servir a Dios y a las riquezas”, Mateo 6: 24. Este doctor, más adelante decía que había gastado muchas horas explicándole a la gente que no tiene éxito, que esos seres que si lo tienen, no sirven a mamón, y que ellos, en cambio, deben dejar de usar el nombre de Dios como excusa en sus fracasos. El diccionario describe la palabra mamón, como “riqueza mirada como objeto de adoración, o como un falso Dios”. La gente que sirve a mamón, deja a Dios por fuera de sus asuntos financieros y tratan de manejarlos solos. Cuando tú comprendas que Dios quiere que seas próspero y que como Creador de este rico Universo, en verdad es la fuente de tu prosperidad, entonces no estás adorando a mamón. No estarás haciendo de la prosperidad un Dios falso. Estás simplemente reclamando tu herencia de prosperidad a la fuente de todas tus “bendiciones. Jehová señaló la rectitud espiritual hacia la prosperidad cuando le dijo a Moisés que recordara a los hijos de Israel” “Acuérdate del Señor tu Dios porque Él es quien te da poder para enriquecerte”, Deuteronomio 8: 18. La palabra riqueza significa abundancia de bienes, y eso es hacia lo que un pensador sobre prosperidad debe trabajar, lo cual debe esperar como su derecho espiritual. Quizás estés recordando en este punto una frase que yo también oí cuando niña y que me confundía, acerca de la prosperidad como una bendición espiritual. La gente decía: “Soy pobre porque soy un buen cristiano”. A pesar de que vengo de una familia que ha producido ministros, así siempre me estremecí cuando oí esa declaración. Mi reacción inmediata era: “¿Porque los cristianos o cualquier otro grupo deben ser pobres?” Dios no es pobre y él es nuestro Padre amoroso”. Entonces, también esas declaraciones sonaban como si todas las personas ricas fueran destinadas al infierno. Sin embargo, no podría imaginar por qué la gente rica tenía que ir al infierno precisamente por ser próspera. Me parecía como algo ¡incompatible! LA BIBLIA ES UN TEXTO DE PROSPERIDAD. Al entrar al ministerio decidí estudiar el punto de vista bíblico sobre los versículos de pobreza contra prosperidad, y establecer el resultado para mí. ¡Tuve una agradable sorpresa al descubrir que la Biblia es el texto más grande que se haya escrito sobre prosperidad! La Biblia enseña claramente que no agradas más a Dios al establecer carencia y limitación en tu vida, y ni mucho menos esto te satisface a ti mismo. El primer capítulo describe el rico Universo creado para el hombre. El último libro de la Biblia describe simbólicamente los cielos en términos de riqueza. La mayor parte de los hombres grandes de la Biblia nacieron en prosperidad, llegaron a ser prósperos, o tuvieron acceso a la riqueza cuando tuvieron necesidad de ella. Entre ellos están Abraham, Jacob, José, Moisés, David, Salomón, Isaías, Jeremías, Nehemías, Elías, y Eliseo, del Antiguo Testamento. Jesús y Pablo del Nuevo Testamento. La vida de Jesús y sus enseñanzas conllevan una evidencia clara de asentimiento sobre las leyes de prosperidad. Siendo un niño, le presentaron ricos obsequios los Reyes Magos, Aunque lo han descrito como un ser pobre, sin un lugar donde reposar su cabeza, tenía un hogar con sus padres en Nazaret y fue alegremente bienvenido en los hogares de ricos y pobres en toda Palestina. Su primer milagro llevado a cabo fue un rico obsequio del mejor vino para su anfitrión en una fiesta de matrimonio. Sin vacilar usó las leyes de prosperidad para alimentar a miles en un lugar desierto. Su parábola sobre el hijo Pródigo contiene una fina lección sobre prosperidad. Cuando Jesús declaró: “Bienaventurados sean los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos”, Mateo 5: 3, Él no se refería a esos que viven en pobreza. “Pobre en Espíritu” significa, que es humilde y receptivo, no orgulloso ni egoísta. Cuando el hombre rico vino a Jesús para hablarle acerca de la vida eterna, recordamos que “Jesús, mirándole le amó”, Marcos 10: 21. Le dijo Jesús que vendiera lo que tenía para heredar la vida eterna, porque él vio que el hombre estaba poseído por sus posesiones, en lugar de tener control libre sobre ellas. Más adelante, Jesús comentó compasivamente: “Cuán difícil le es entrar en el Reino de Dios, a los que confían en las riquezas”. Marcos 10: 24. Se interesaba por relacionarse con el mundo financiero, incluyó a uno de sus apóstoles como cobrador de impuestos y a otro lo escogió como tesorero para manejar sus finanzas y pago de impuestos al gobierno Romano. Aún, su túnica sin costuras, se consideró de tanto valor, que los soldados romanos la sortearon. Fue un hombre rico, José de Arimatea, quien pidió a Pilatos el cuerpo de Jesús y lo enterró en su tumba propia. Aún, después de la resurrección, Jesús mostró interés por la prosperidad de sus seguidores al enseñar a los pescadores en dónde pescar con éxito después de que ellos habían fracasado en conseguir algo. PORQUÉ LA POBREZA NO ES ESPIRITUAL. Te sorprenderás por qué ha habido tantas charlas sobre sacrificio, persecución, y tiempos difíciles, como fases necesarias de un camino hacia la vida espiritual. La historia nos cuenta que las inspiradas y aún prácticas enseñanzas de la Biblia se continuaron observando durante los primeros siglos después de Cristo. Pero pronto la religión llegó a ser más secularizada y condujo a variaciones y salidas de las enseñanzas originales de Jesús. Más tarde, el sistema feudal, durante la edad media, aseguraba que la riqueza era solamente para unos pocos privilegiados. Durante este período las enseñanzas de “pobreza y penitencia” se ofrecieron a las masas como único camino de salvación para conseguir que las personas se conservaran en la pobreza y hacer de las privaciones una supuesta “virtud cristiana”. Insospechadamente millones fueron conducidos a creer que era “bueno ser pobre”, una creencia que era útil para impedir una revolución de masas. Algunas de esas ideas feudales acerca de pobreza como virtud espiritual han persistido hasta nuestros días, pero esas ideas son falsas, hechas por los hombres y no son la verdad acerca la riqueza de Dios hecha para ti y para mí. Así, no te condenes, ni condenes a otros por desear prosperidad. Este es un deseo Divino al cual se le debe dar una expresión Divina. Puedes dar las gracias sin temor porque la prosperidad es una Herencia Divina; porque el deseo del Padre para ti es el de un bien ilimitado, y no meramente el significado de una amarga existencia. ACTITUDES CORRECTAS PAGARÁN TUS DEUDAS. Ahora, para ayudarte a establecer la importancia y total actitud de prosperidad de que Dios es la Fuente de abastecimiento para el hombre, como Creador de este rico Universo, la voluntad de Dios para ti es, por consiguiente, la riqueza del Universo, te sugiero parafrasear las palabras de Jehová a Moisés: “Acuérdate del señor tu Dios porque Él es quien te da poder para enriquecerte”. Deuteronomio 8: 18. Quizás estés pensando: “Pero, esta clase de pensamiento es práctica” ¿Pueden tales actitudes ayudar en este momento a poner un par de zapatos al bebé, alimento en la mesa y pagar la vivienda? ¡Sí pueden! Una vez una joven señora, a quien parecía que todo estaba contra ella, atacada con parálisis, su marido que era un tomador, jugador y estaba sin trabajo, la dejó con varios niños para mantener y educar. Aunque tenía todo el techo para vivir, estaba, además, hipotecada. A pesar de que su marido fue requerido en la corte para proveerla de una suma mensual para el sostenimiento de los niños, ésta fue insuficiente para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, cada vez que yo la visitaba, esta mujer que había estado por muchos meses postrada en cama, y luego, confinada a una silla de ruedas, siempre se encontraba alegre sobre los nuevos canales de provisión que se le abrían. En una visita me contaba que le habían dado tantas latas de alimento como para varios meses y que el dinero aparecía tan pronto lo necesitaba para ropa para sus niños de algunos parientes de una distante ciudad, y que sus propios gastos médicos los pagaba un amigo del otro lado del Océano; que verdaderamente cada necesidad era provista. ¡Pintura fresca le habían echado a las paredes de la casa y un vecino le estaba ayudando, pintándola! Cuando le pregunté cuál era su secreto sobre su prosperidad, y como había sido capaz de encontrar dinero oportunamente mientras se encontraba en silla de ruedas, y sin entradas fija ni suficiente, me dijo que la oración había sido la fuente más grande de su fortaleza y provisión. Cuando se acercaba una necesidad monetaria, ella silenciosamente meditaba una y otra vez sobre esta promesa: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Salmo 46: 10. Un día el pago de la hipoteca subía a la suma de 40 dólares. Ella no contaba con un centavo, y, silenciosamente meditó sobre éstas palabras: “AQUIÉTATE Y SABE QUE YO SOY DIOS. AQUIÉTATE, Y SABE QUE YO SOY DIOS, TRABAJANDO EN ESTA SITUACIÓN AHORA”. Alrededor del mediodía sintió cierta paz acerca de esta situación, y completó su período de meditación. Una hora más tarde, mientras un familiar le servía el almuerzo, entró un vecino que colocó cierto dinero sobre la mano. Le dijo; “Nuestra escuela Dominical pensó en usted; hay algún dinero extra en Tesorería y hemos decidido compartirlo con usted”. La suma que le entregó era de 40 dólares. Esta señora, estaba reconociendo a Dios como Fuente Proveedora, ha probado que esta fuente nunca le falla, ni en condiciones extremas de enfermedad, en desacuerdos con el marido y en incertidumbre financieras. Por supuesto, su gran deseo es el de llegar a autoabastecerse y ser económicamente independiente de obsequios de parientes, vecinos y amigos. De seguro que ella realizará su deseo al perseverar en sus pensamientos de prosperidad. Está empezando a caminar nuevamente, por primera vez en muchos años y pronto podrá también trabajar. Entre tanto, ella nos prueba que la riqueza de Dios puede venir de muchas maneras imprevistas, para suplir las necesidades del momento, sin hacer caso de las duras condiciones de la vida. El salmista reconoce a Dios como Fuente de su provisión cuando dice: “El señor es mi pastor, nada me faltará”, Salmo 23: 1. Es una buena oración sobre prosperidad para afirmarla a menudo. Un ama de casa necesitaba 100 dólares para cubrir obligaciones que debía pagar el fin de semana. En los primeros días de esa semana, cuando el temor trataba de insinuarse, sobre la forma como debía pagar las cuentas, ella decía una y otra vez, “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. El viernes en la mañana día del vencimiento, llegó por el correo un cheque de 110 dólares. Era de una compañía en donde su marido había trabajado por varios años anteriormente. Los propietarios escribieron una carta diciendo que habían “encontrado” en la cuenta de su marido esta suma que aún se le debía y que se la enviaban para aclarar las cuentas con ellos. Un negociante con una familia numerosa le pagaban al final del mes y faltaba una semana para que se cumpliera el pago. Los víveres se escaseaban. El viernes, una semana antes del pago, y víspera de ir de compras, él y su esposa estuvieron de acuerdo en orar a Dios sobre su provisión y para pedir su guía. Lo hicieron así, y afirmaban constantemente, “NUESTRA PROVISIÓN PROVIENE DE DIOS”, 2da. Corintios 3: 5. ¡El sábado en la mañana llegó un cheque de devolución de impuesto por la suma de 150 dólares! Esta cantidad cubría sus necesidades muy bien hasta el día del pago. Una señora

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Russell H. Conwell enfatizó esto en su famosa conferencia “Acres de. Diamantes”: “Yo te digo; tienes el derecho de ser rico; no tienes porqué ser pobre, en meditación, con tierno amor y pensamiento de belleza y esplendor. Su piel es ahora radiantemente clara y hermosa. Un conferencista ha
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