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Las ideas de Alfred Adler y su asimilación en Paraguay por Guillermo Enciso PDF

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Las ideas de Alfred Adler y su asimilación en Paraguay por Guillermo Enciso José E. García Universidad Católica Asunción, Paraguay Recibido: 11 de julio del 2016 / Aceptado: 20 de enero del 2017 doi: https://doi.org/10.26439/persona2017.n20.1738 Alfred Adler fue el primer disidente en abandonar el núcleo original del psicoanálisis para fundar la psicología del individuo a mediados de la década de 1910. Su enfoque se expandió paulatinamente en muchos países, incluyendo algunos de América Latina, donde los estudios de recepción de las ideas adlerianas han sido poco abundantes, comparados con la tradición freudiana. Los comentarios iniciales sobre Adler en Paraguay datan de 1941 en un artículo de la Revista del Ateneo Paraguayo, escrito por Guillermo Enciso, un abogado y filósofo dedicado a la política y la educación. Enciso incorporó varios principios de la psicología individual que resultaban congruentes con sus intereses en la psicología social y el análisis de la vida colectiva. Este artículo examina la asimilación de las ideas de Adler por parte de Enciso, destacando los conceptos centrales y comparándolos con los posicionamientos del autor paraguayo. Alfred Adler / Guillermo Enciso / psicología del individuo / historia de la psicología-Paraguay Alfred Adler’s Ideas and their Assimilation in Paraguay by Guillermo Enciso Alfred Adler was the first dissident who left the original nucleus of psychoanalysis to establish the psychology of the individual in the mid-1910. This approach expanded gradually in many countries, including some of Latin America, where the studies of reception of the Adlerian ideas are little abundant, compared to those on the Freudian tradition. The initial comments on Adler in Paraguay date back to 1941 in an article of the Journal of Paraguayan Athenaeum, written by Guillermo Enciso, a lawyer and philosopher devoted to politics and education. Enciso used several principles of individual psychology that were consistent with their interests in social psychology and the analysis of the collective life. This article examines the assimilation of Adler’s theories by Enciso, highlighting the central concepts and comparing them with the points of view of the Paraguayan author. Alfred Adler / Guillermo Enciso / individual psychology / history of psychology-Paraguay Correo electrónico: [email protected] Persona 20, enero-diciembre del 2017, ISSN 1560-6139, pp. 29-53 José E. García El psiquiatra austriaco Alfred Adler la crítica. Decía Freud, en su historia del (1870-1937) ocupa un lugar destacado y, al psicoanálisis, que nada puede impedir mismo tiempo, controversial en la historia marcharse a quienes anhelan deambular del psicoanálisis, iniciada por Sigmund por la vida con plena independencia en sus Freud (1856-1939), también psiquiatra pasos. Pero concluía después con lo que austriaco, y fundador histórico del movi- posiblemente expresaba su verdadero sen- miento. Como muchos líderes de escuela, timiento: que vivir bajo un mismo techo Freud había desarrollado su trabajo en una junto a personas con las que no es via- situación de relativo aislamiento, por lo ble llegar a un entendimiento y a las que que una de sus preocupaciones esenciales simplemente no logramos aguantar, en ab- en los comienzos era conseguir una per- soluto resulta un hecho agradable (Freud, sona lo suficientemente calificada para 1981 [1914]). Igualmente, Freud (1981 asumir el liderazgo de la orientación, espe- [1924]) opinaba que la defección de Adler, cialmente tomando en cuenta su creciente y más tarde la de Jung, no debía la fuerza proyección internacional a comienzos de de su impulso al contenido propio de las la década de 1910. Dos personas habían doctrinas, sino al deseo de emanciparse de centrado la expectativa de Freud en este ciertos resultados del psicoanálisis, inclu- sentido. Además del propio Adler, el otro so aceptando implícitamente los datos en candidato era el psiquiatra Carl Gustav que se basaban, aunque discordando en la Jung (1875-1961). Ambos, sin embargo, interpretación. La partida de Adler desde así como otros más en épocas posteriores, el círculo más cercano y estrecho del crea- contrariaron las esperanzas de Freud al dor del psicoanálisis, y convertido luego en dejar la casa paterna y carpa ideológica, alguien con criterio propio e independien- y lanzarse de lleno en una búsqueda per- te, no parecía haber sido lamentada por sonal de nuevos senderos en la psicología Freud, sino incluso bienvenida. El primer y la psiquiatría. Las reacciones de Freud disidente, a partir de entonces, comenzaría no fueron suaves ni cordiales ante lo que, a hacer sus propias armas. en la peculiar terminología psicoanalítica, Sin embargo, describir a Adler como podría verse como una auténtica herida un simple alumno o pupilo no refleja narcisista, que denotaba manifiestamente cabalmente la naturaleza exacta de la su frustración. Los epítetos en contra de relación que ambos mantuvieron. Él Adler, publicados tanto en la Historia del fue uno de los fundadores en 1902 de la movimiento psicoanalítico (Freud, 1981 Sociedad Psicológica de los Miércoles, [1914]) como en la Autobiografía (Freud, que posteriormente, en 1908, se trans- 1981 [1924]), trasuntaban la intolerancia formaría en la Asociación Psicoanalítica hacia todos aquellos que pudieran con- Vienesa. Cordón (2012) lo considera un siderarse desviados, desleales, infieles, pensador original y arguye que la invi- traidores o conspiradores de sus linea- tación a participar en las discusiones de mientos teóricos (Sued, 2004), los cuales estos grupos fue en carácter de colega de casi siempre parecían impermeables a Freud, no de mero discípulo. El abandono 30 Las ideas de Alfred Adler y su asimilación en Paraguay por Guillermo Enciso de Adler del entorno freudiano lo puso de ordinario con cualquier referente his- ante la gran responsabilidad de cami- tórico. Bien sabida es la tendencia de nar apoyado en sus propias fuerzas y encasillar a los autores en categorías teo- recursos. Y lo más importante: ante el réticas compactas o “escuelas”, a veces compromiso de enmendar en una teo- con un simplismo desmedido, y con ría nueva lo que había percibido como el único objetivo de evaluar su mayor los errores, exageraciones, desaciertos y o menor congruencia en virtud de los sinsentidos del psicoanálisis originario. supuestos de las mismas. Con Adler, esto Ciertamente, lo hizo con satisfactorio no puede realizarse con facilidad. Por lo éxito. Además, la salida de Adler no fue tanto, incluso esta dimensión de su tra- un hecho individual, sino que se llevó bajo le confiere un atractivo adicional. consigo a nueve miembros de la asocia- Adler cosechó numerosos seguido- ción, incluyendo a la única mujer que res en distintos países, pero en otros su la integraba (Buschiazzo, 2012). En los impacto fue considerablemente menor o, años que siguieron, desarrolló una pro- en todo caso, relativamente tangencial. puesta teórica distinta y novedosa que En nuestro continente, su influencia se ganó un lugar propio en la psicología. ha visto muy opacada por la inserción Más adelante, también afrontaría sus arrolladora que experimentó el psicoa- propias fugas, como la del psiquiatra vie- nálisis freudiano, sobre todo en países nés Rudolf Allers (1883-1963), un agudo como Argentina y Uruguay. Igual suerte crítico del psicoanálisis en su modalidad corrieron otras líneas emparentadas o freudiana (Allers, 1940), que en 1927 derivadas de él. En 1920, el psiquiatra partió de las filas adlerianas para instituir peruano Honorio Delgado (1892-1969) su propia orientación en el humanismo comentó una obra central de Adler, El psicológico (García-Alandete, 2015). carácter neurótico, en la Revista de La aproximación de Adler ha llegado a Psiquiatría y Disciplinas Conexas, y conocerse como la psicología del indivi- aludió a otros trabajos en escritos dife- duo o psicología individual, y constituye rentes (León y Zambrano Mora, 1992). un recuento de todo cuanto concierne a la En Argentina, el médico Jorge Thénon persona y la sociedad, así como sus rela- (1901-1985) escribió en 1928 sobre el ciones mutuas (Ganz, 2001 [1953]). No valor de la psicoterapia para la medicina obstante, hay otros aspectos en su enfo- práctica y estableció entre sus principa- que que podrían no ser evidentes, aunque les aproximaciones al psicoanálisis y sí muy relevantes. El conjunto de ideas y algunos de sus derivados, como la psico- teorías que planteó fue lo suficientemente logía del individuo (Falcone, 2007). Otro dúctil y elástico para que se lo reconozca, referente importante es Jaime Bernstein en ocasiones, como un neopsicoanalista y (1917-1988), quien publicó algunos volú- en otras, inclusive, como un autor cercano menes introductorios al pensamiento de a los parámetros de una psicología de Adler, así como estudios muy detalla- corte más existencial. Algo así no ocurre dos a las primeras traducciones que se 31 José E. García hicieron a la lengua castellana (Bernstein, con la difusión de la psicología antes que 1965). En otras partes del continente, esta fuera establecida en cuanto opción como Guatemala, hubo psiquiatras como universitaria formal (García, 2005b), Carlos Mora Portillo (1889-1972) que como en la fase que arranca en la década tuvieron la oportunidad de asistir a semi- de 1960 con la fundación de los primeros narios dictados por Adler en Europa, así departamentos académicos. Todavía hoy, como por Freud y Jung (Von Ahn, 1996), muchos de los que egresan de las carre- y acusan una perceptible influencia. Pero, ras de psicología saben muy poco o casi en general, la información concerniente nada sobre él. Con la obra de Freud, en a la asimilación del autor vienés es lla- contraste, no sucedió lo mismo. El pri- mativamente escasa, o muy dispersa e mer ensayo que difundió los conceptos incidental. En un sentido relacionado, freudianos, aunque no haya conducido los intereses de psicólogos europeos con hacia nada semejante a una práctica simpatías adlerianas respecto a la pro- incipiente de la terapia psicodinámica, ducción psicológica latinoamericana, sino únicamente a una divulgación teó- concebida en forma amplia, se constatan rica, se registró en 1927 por parte de en la publicación de reseñas de libros y un educador, Ramón Indalecio Cardozo revistas, pero muy escasamente como (1876-1943) (García, 2003b), en un artí- instancias colaborativas, que pudieran culo publicado en una revista pedagógica haber llevado a una propagación de los nacional (Cardozo, 1927). Para media- conceptos de Adler con la misma inten- dos de la década de 1940, no obstante, sidad y penetración que se dio para los algunos psiquiatras habían comenzado constructos freudianos. En este sentido, sus estudios con la finalidad de iniciar León (2000) estudió la presencia de psi- la práctica de la terapia psicoanalítica cólogos de nuestro continente en las con una dirección profesional (García, páginas de la Internationale Zeitschrift 2011). Una vez instituidas las primeras fuer Individualpsychologie (Revista carreras universitarias en la década de Internacional de Psicología Individual), 1960, la llamada psicología profunda encontrando que la mayor parte de las se convirtió en una de las orientaciones menciones se deben a autores como Max teóricas más importantes, y la dominante Cresta y Lydia Sicher. Ellos comenta- si hemos de atenernos específicamente a ron, particularmente esta última, las los decenios de 1960 y 1970. Pero no es obras de exponentes de la psicología lati- sencillo encontrar referencias escritas noamericana a lo largo de varios años que discutan o popularicen los construc- consecutivos, desde una perspectiva afín tos de Adler, y más improbable aún es a la psicología del individuo. hallar exponentes de aplicaciones clíni- Sin embargo, Adler es una figura muy cas alineadas con esa perspectiva. En este poco mencionada y peor conocida en artículo, queremos hacer referencia a una Paraguay, tanto en el periodo preuniver- de esas excepciones que revisten el carác- sitario, es decir, la etapa que se identifica ter de antecedente histórico fundamental: 32 Las ideas de Alfred Adler y su asimilación en Paraguay por Guillermo Enciso la de un autor nacional, Guillermo Enciso, Viena en 1895, su vocación se dirigió hacia que realizó una exposición crítica de la oftalmología. Pero más tarde sería uno Adler por primera vez en el contexto de la de los primeros en acercarse y demostrar psicología paraguaya. En relación con ese interés en las teorías de Freud, con quien tema, los objetivos que guían este trabajo mantuvo colaboraciones personales du- son los siguientes: (a) estudiar la repre- rante algunos años, aunque demostrando sentación del enfoque de Alfred Adler a una respetable independencia de criterio. partir de los escritos del autor paraguayo Su primer contacto con el psicoanálisis Guillermo Enciso; (b) indagar sobre la fue a través de una lectura de La inter- asimilación de las teorías adlerianas, en pretación de los sueños (Hergenhahn y especial la interpretación y trasposición Henley, 2013), obra que Freud puso en cir- que de ellas produjo Enciso; (c) anali- culación a comienzos del siglo xx (Freud, zar las críticas que dirigió Enciso hacia 1981 [1900]). A partir de ese momento, otros autores colaterales, como Sigmund y particularmente desde su encuentro Freud y Gustave Le Bon, surgidas en su personal en 1902 hasta el cisma de 1911, discusión de Adler; y (d) evaluar la sig- las relaciones entre ambos fueron de nificación de este trabajo en el panorama cooperación mutua. Como antes mencio- histórico amplio que corresponde a la psi- náramos, Adler fue no solo un miembro cología paraguaya. Para acometer estos destacado, sino incluso presidente de la propósitos, haremos uso de las fuentes Sociedad Psicoanalítica de Viena en 1910. primarias de Enciso y algunas de Adler, Poco a poco, las discrepancias comenza- estableciendo la interdependencia que ron a surgir, lo que finalmente condujo a hila al escritor paraguayo con el autor la inevitable ruptura. No obstante, cuando austriaco. Como marco general, presenta- los vínculos con el padre del psicoanálisis remos a continuación el contexto general aún eran armónicos, Adler ya daba mues- de las ideas de Adler y lo que tienen de tras de sus iniciativas teóricas autónomas. singular para su psicología. En 1907, elaboró su explicación de la infe- rioridad orgánica, partiendo de un análisis de las patologías renales. Creía que los se- La psicoLogía individuaL res humanos padecemos del sentimiento Alfred Adler, de ascendencia húngara, de inferioridad originado en el mal fun- nació en un hogar suburbano de Viena. cionamiento de un órgano o grupo de Su padre era un acaudalado comerciante órganos, lo cual tratamos de compensar en judío de granos. En su niñez, sufrió de va- formas psicológicamente efectivas (Adler, rios trastornos de salud, como raquitismo 1917a). Muchas personas tienden a utili- y neumonía, lo cual influyó muy fuerte- zar sus problemas físicos para resolver mente en su autoestima, pero también en dificultades que se generan en otros ám- su firme determinación de estudiar me- bitos de la vida. Estas suposiciones fueron dicina (Lawson, Graham y Baker, 2016). el germen de la posterior teoría sobre los Tras la graduación en la Universidad de complejos de superioridad e inferioridad 33 José E. García (Weckowicz y Liebel-Weckowicz, 1990). concepción más positivista de la medicina Stepansky (2012) considera, además, muy (Lück, 2004). Con tan adverso panorama, importante este trabajo por otro detalle Adler quedó definitivamente excluido de adicional: constituyó la transición real de la docencia terciaria, y perdió la inigua- Adler desde el ámbito general de la medi- lable oportunidad de irradiar su mensaje cina al más delimitado de la psiquiatría. entre los muros de la academia. Las ideas de Adler provenían de un El supuesto de que los seres humanos conjunto muy variado de fuentes, inclu- se hallan motivados a buscar la igual- yendo sus intereses tempranos por la dad o la superioridad sobre otros, con el justicia social, su cruce temporal por el fin de compensar lo que en su infancia marxismo, la práctica de la medicina y pudo haberse vivido como un signo de las relaciones con Freud, así como la lec- debilidad, se mantuvo en los años subsi- tura y discusión de los filósofos Immanuel guientes. Una forma es el deseo del adulto Kant (1724-1804), Friedrich Nietzsche por volverse poderoso, subsanando la (1844-1900) y Arthur Schopenhauer sensación de inferioridad en su etapa de (1788-1860) (Angioli y Kruger, 2015). Lo niño. Esta clase de sobrecompensación esencial de esta construcción psicológica se denomina protesta masculina y puede se produjo entre 1902 y 1916, periodo en darse también en las mujeres, aunque es el que se habían conformado ya las líneas particularmente frecuente en los hom- de su pensamiento básico, una parte del bres, sobre todo en los de menor edad. cual coincidió con su adscripción origina- Algunos individuos del sexo masculino, ria al freudismo. Esa vinculación con el en su juventud, desarrollan este anhelo movimiento psicoanalítico, sin embargo, particular por demostrar su control, también encontró consecuencias nega- supremacía, autoridad y masculinidad. tivas. Por ejemplo, en 1912, cuando la Tal condición precisa exteriorizarse a ruptura con Freud ya era un hecho con- través de acciones concretas que evi- sumado, Adler intentó ganar una posición dencien el dominio sobre los demás, y como profesor en la Universidad de Viena no ser percibidas simplemente como una y cursó la solicitud correspondiente a las experiencia subjetiva. Por estos motivos, autoridades académicas, pero fue recha- la protesta masculina es una consecuen- zada en 1915 después que una comisión cia de los sentimientos arraigados de conformada para su estudio emitiera inferioridad (Funder, 2013). Cuanto más un dictamen negativo, basada en el agudo sea el convencimiento, mayor será supuesto, ya erróneo en ese momento, de la necesidad de compensarlo de mane- que Adler compartía los postulados del ras que, a la larga, producirán trastornos psicoanálisis. Sus evaluadores cuestiona- emocionales y una conducta autodes- ron enfáticamente la suposición sobre la tructiva. Dumont (2010) observa que esta vigencia ilimitada de la sexualidad, punto suerte de voluntad de poder nietzscheana de vista muy discordante con el de los no desemboca en su búsqueda como un profesores vieneses, que se adherían a una fin en sí mismo, sino en la necesidad de 34 Las ideas de Alfred Adler y su asimilación en Paraguay por Guillermo Enciso mantener la integridad personal en un por demostrar la superioridad. La perma- contexto social específico, donde no se nente retracción de las actividades vitales excluye la competencia. Se expresa en conduce a un pobre desarrollo de los inte- conglomerados de comportamientos que reses sociales, y habitualmente se conecta Adler llamó estilos de vida. Con ellos se con una historia de sobreprotección infan- conectan directamente los complejos de til. Para resguardarse a sí mismos, quienes superioridad e inferioridad. soportan el asedio de la neurosis deben crear toda suerte de excusas o síntomas. En sus comienzos, la psicología indi- vidual se denominó psicoanálisis libre, al Por lo tanto, cada persona, cada des- menos por un breve periodo. Los puntos de tino singular, solo puede ser cabalmente divergencia con el psicoanálisis oficial se comprendida si se toman en cuenta las hicieron muy patentes en torno a asuntos condiciones irrepetibles que son propias críticos, como los fundamentos sexuales de cada quien (Adler, 1948). Esta es la de las neurosis. Adler (1917b) mencionó forma, igualmente, en que una psicología que dicha cuestión le parecía tan errónea del individuo habrá de conducir hacia una que amenazaba incluso con obstaculizar ciencia del vivir. El modelo concebía las la verdadera comprensión de los procesos. existencias particulares en su totalidad y La primera y más importante objeción era estimaba que cada reacción simple, cada que la libido constituye la fuerza motiva- movimiento e impulso constituían una dora que subyace a la producción de los parte articulada con la actitud individual eventos neuróticos; la segunda, que estas hacia los eventos circundantes de la vida. obedecían a una etiología sexual; y la ter- Adler (1930) remarcaba que su enfoque cera, la suposición de que el sujeto que había crecido a partir de los esfuerzos por las padece se halla bajo la influencia de comprender ese impulso creativo que se algunos deseos infantiles, que vuelven a expresa en el deseo por desarrollarse, de la vida en el sigilo de la nocturnidad, así luchar y de compensar las derrotas sufri- como en conexión con ciertos aconteci- das en una esfera determinada de la vida, mientos de la vida. Queda claro que uno consiguiendo el éxito en otras. Este poder de los aspectos más evidentes en el aleja- se reconoce en el empeño por acceder a miento de Adler de la ortodoxia freudiana las metas apetecidas. En esencia, Adler fue la interpretación divergente sobre estos se alejó de una concepción esencialmente fenómenos. En la conceptualización adle- patológica de las experiencias humanas riana, la persona que sufre esos males se para acercarse a un punto de vista más va alejando gradualmente de la realización concordante con el predominio de la nor- de sus tareas cotidianas, y con ello evita malidad. Así debe comprendérselo, por la pérdida de su autoestima, que resulta ejemplo, cuando afirma: de las interpretaciones personales de fra- caso (Abramson, 2015). Esta situación se En nuestras investigaciones hubimos fundamenta en una combinación de los pronto de reconocer que aquellas anoma- lías, complicaciones y errores anímicos, sentimientos de inferioridad y el esfuerzo 35 José E. García que tan frecuentemente se echan de ver su adhesión a las exigencias reales que en casos de enfermedad, no contenían en impone la vida colectiva. El individuo, el fondo por su estructura nada que fue- por consiguiente, surge de la peculiar ra ajeno a la vida del alma del llamado mezcla de los sentimientos de sus coetá- hombre normal. (Adler, 1947, p. 13) neos y la tendencia hacia el logro de su posición de superioridad. Para la psicología individual, los seres humanos están orientados hacia la Estas formulaciones teóricas ayudan consecución de metas vitales. A esto se a comprender por qué Adler, mientras refería Mira y López (1963), en su punto es conceptuado como integrante de una de vista clásico, al sostener que una de orientación psicodinámica de segunda las diferencias esenciales con el enfoque generación, también es visto como un psicoanalítico tradicional es que Adler se antecesor de los modelos humanistas proyectó más hacia el porvenir individual (Obuchowski, 1988), donde resaltan Carl que Freud, interesándose por saber hacia Rogers (1902-1987), Rollo May (1909- dónde se dirigía la persona en lugar del 1994), Abraham Maslow (1908-1970) y origen remoto para sus problemas. En Viktor Frankl (1905-1997). A este respecto, clara oposición, la psicología adleriana Chávez (2009) apunta que las diferencias sostuvo que el individuo se encamina ideológicas entre Adler y Frankl, si bien hacia sus objetos de interés y los fines que indudablemente existen, son menores de le atraen en una forma propositiva. Ellos lo que habitualmente se supone, e incluso son puestos por el propio sujeto, muchas podrían ser complementarios. Alarco von veces incluso sin su deliberación cons- Perfall (2015) indica que el verdadero ori- ciente. Las personas no son vistas como gen de la psicología humanista radica en entes movidos por las fuerzas ciegas y la psicología individual de Adler, y que deterministas de su pasado, sino atraídas sus influencias se extienden incluso hasta por el futuro, en gran medida creado por la moderna psicología positiva. Las con- ellas mismas (Brett, 1997 [1927]). Resulta vergencias parecen por demás evidentes evidente que las discordancias con el psi- cuando Adler afirma que son tres los prin- coanálisis clásico desbordaron el ámbito cipales problemas que puede plantearse estricto de la psicología, para convertirse todo ser humano: (a) la actitud frente al en agudos contrapuntos metapsicológicos prójimo, (b) la profesión y (c) el amor, y (Mora Mérida y Laza, 1986). La aspira- que ellos, además, se hallan lejos de resul- ción por conseguir objetivos también tar causales, pues se encuentran insertos demuestra por qué esta psicología es emi- de manera inexorable en el destino del nentemente social. Adler (1953) afirmaba hombre. Por tales motivos, la psicología que el conocimiento del hombre solo individual es un modelo muy elusivo a puede lograrse en la medida en que se las clasificaciones definitivas, y con una comprenda su posición ante los deberes cierta ductilidad para fusionarse a otros que emergen de la comunidad. La activi- puntos de vista no enteramente coinci- dad social que cada uno libra demuestra dentes. Esta es la razón principal por la 36 Las ideas de Alfred Adler y su asimilación en Paraguay por Guillermo Enciso que personas con intereses diversos han última fundada por Enciso y que fuera el podido identificarse productivamente con diario oficial del Partido Colorado (Prieto algunos de sus postulados. Un ejemplo Yegros, 1985). Guarania no era solo una re- lo brinda la asimilación inicial de Adler vista cultural; su director también utilizó los en Paraguay, que se produce a través de editoriales para reivindicar la disidencia de un escritor con vinculaciones a la vida la revista, y la suya por añadidura, respecto práctica y la política, como Guillermo a las ideas políticas del líder fascista italiano Enciso. En las páginas que siguen, ana- Benito Mussolini (1883-1945) en la déca- lizaremos la circunstancia histórica y el da de 1930. Reafirmó que la doctrina del perfil de figura pública que corresponde Partido Colorado, en el que militaba Enciso, a este autor y el modo como él representó difería de aquel en cuestiones tan esenciales la posición de Adler. como la concepción del Estado (Seiferheld, 1985). En un plano más afín a nuestros in- tereses, su vinculación con la psicología se pinceLadas biográficas produjo a través de la actividad docente en de guiLLermo enciso colegios públicos, donde impartía clases de Ypané es una pequeña localidad que tuvo psicología infantil en el cuarto curso de la su origen como reducción franciscana enseñanza media (República del Paraguay, en 1538 y se encuentra a 27 kilómetros 1945). También a través de sus escritos, de la ciudad de Asunción. Allí nació como pronto veremos. Guillermo Enciso el 6 de septiembre de La trayectoria de Enciso en la instruc- 1899. Fue un alumno muy aplicado y se ción pública le valió el nombramiento destacó obteniendo una medalla de oro como ministro de Educación en 1946 por sus logros académicos. Terminados (López, 2014), durante la presidencia del sus estudios secundarios, viajó a España general Higinio Morínigo (1897-1983). para desarrollar su entrenamiento uni- Este había promovido ese mismo año un versitario en las áreas de derecho y experimento de apertura política, poco filosofía, en la Universidad de Madrid, habitual en lo tumultuoso de la historia en 1926 (Centurión, 1961). Recibió sus paraguaya, caracterizada por los regíme- diplomas de manos del rey Alfonso XIII nes autoritarios. El ensayo fue conocido y retornó al país en 1929. Desde enton- como la primavera democrática y tuvo ces, ocupó cargos públicos de relevancia vigencia durante los meses previos al en el área educativa, como el de director estallido de la revolución de 1947, pero general de Escuelas. Combatió en la gue- solo se mantuvo por el breve lapso de rra del Chaco, que enfrentó militarmente seis meses. En aquel gobierno partici- a Paraguay con Bolivia entre 1932 y 1935. paron referentes del Partido Colorado, Ejerció el periodismo durante muchos años el Partido Revolucionario Febrerista y y tuvo participación como articulista o di- representantes de la cúpula castrense. rector en varias revistas y periódicos como En los hechos, era una formación cívico- Guarania, Cultura, El País y Patria, esta militar. Las condiciones del país en enero 37 José E. García de 1947 y el presumible riesgo de un del gabinete nacional hacia las Potencias golpe de Estado a causa de la inestabili- del Eje y sus aliados. Fruto de esos con- dad predominante llevaron al presidente tactos con los políticos de Washington, Morínigo a discutir con los altos mandos devino su nombramiento como embaja- del Ejército la posibilidad de establecer dor ante el Gobierno de Estados Unidos, una administración exclusivamente mili- la Organización de las Naciones Unidas tar o convocar al Partido Colorado para (ONU) y la Organización de Estados una gestión compartida, con la inconfesa Americanos (OEA), en 1947. A su retorno pretensión de desplazar a los febreris- al país, continuó ejerciendo cargos en los tas de la estructura gubernamental. Se sucesivos regímenes colorados y ocupó la orquestó entonces un complot que acaba- cartera de ministro de Justicia y Trabajo ría entronando al Partido Colorado como con el presidente Federico Chávez (1882- el brazo civil del poder. Entre los actores 1978), quien resultara electo en 1950 principales que urdieron esa suerte de por un periodo de tres años, y obtuviera asalto palaciego, que tuvo lugar el 13 de una reelección en 1953. Él estableció un enero de 1947, se encontraba Guillermo plan de estabilización y fomento para el Enciso. Aunque formalmente los febre- fortalecimiento económico y la recons- ristas se alejaron de forma voluntaria, trucción nacional, como paso previo a el resentimiento que sobrevino tuvo un la restitución completa de las libertades alto costo. Ellos iniciaron las principales civiles, uno de cuyos impulsores funda- acciones políticas que finalmente desen- mentales era Enciso (Scavone Yegros, cadenaron la revolución el 8 de marzo de 2011). Pero habrían de separarlo de su 1947, en la norteña ciudad de Concepción cargo a comienzos de 1954. Como resul- (González Delvalle, 2007). tado de una serie de errores políticos y riesgos mal calculados, Chávez fue El peso de Enciso como un actor polí- depuesto por Alfredo Stroessner (1912- tico influyente se percibe en el hecho 2006) en un golpe de Estado en mayo del de que, en los acercamientos estratégi- mismo año. Ese evento inició una de las cos de Estados Unidos hacia Morínigo, etapas más fatídicas y oscurantistas en la que comenzaron a insinuarse clara- historia paraguaya reciente. mente a partir de 1943, él fue uno de los paraguayos ligados al ámbito de las Para entender mejor los entretelones ciencias sociales que recibió invitaciones que explican la separación de Enciso en financiadas para dictar conferencias en el gabinete de Chávez, hay que recordar universidades norteamericanas e invo- su intervención activa en algunos eventos lucrarse directamente en proyectos de relacionados con la organización obrera investigación, cuando las circunstancias internacional, que alcanzaron un punto lo permitiesen (Mora y Cooney, 2009). La álgido a nivel regional con la celebración administración estadounidense desplegó de la Primera Conferencia Sindical del crecientes esfuerzos por neutralizar las Río de la Plata, albergada en Asunción abiertas simpatías de algunos integrantes en febrero de 1952 por invitación 38

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