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Las haciendas de los jesuítas en el Nuevo Reino de Granada PDF

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GEIII\IAN COL!tllo; NAIIES - - endas~-f· • • jeSu.,tus nuewo reino 'granada ... r_. .. .-. - UN.'-IIEDSIDAU NAOONAL ltiE COLC)ltiBIA l.,lrre .. l.Ou ol.- Dlwul~&ael.On C:ul-ur•l AGRADECIMIENTOS A la Univeraükd de Chile, por una beca otorgada en 1967 y 1968. Al prof8$or Rolando Mella/e, qulen gentilmence #e prenó a dirigir uce rrabajo. A WB pro/e#OTes Alvaro ]ara y 'Eduardo Miranda, cuyo• cursos y 8eminarios orientaron. la inveuisación. A Mary Karera quien v..Zieracememe ComW<~U, me acompañó en el Archivo Hi#tórico Nacion..Z de Bosotá. A. llerrru.s Tovor e lB~Jbel Sánchez a quienes /acigtd con coda /rase de l<> que aqui .... e%pone. A Carl<>s Thaye.r y a Mariana. IN DICE PA¡. INTRODUCCION J. M euci6n de la.< fuentes. 2. Magnitudes com- para.tivas . . .. .. .. .. . . .. . .. .. .. . .. .. .. . . . . . . . . .. . . . . . . .. . .. . . . 1.1 l . LA EMPRESA ECONOMICA DE LOS .JESUI TAS J. La ambigüedad de la empresa fesuftú:4. 2. Limitaciones del concepto. 3. Jesuitas y ~ tivúlad económica colonial. 4. Aptitud y resis- ttJncla. soclal~s . . . . . . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. . . . 23 u. LA ORGANlZACION ECONOMICA DE LA COMPAI'tiA l. Sistema de ;erarqulas .....•. ••.. .....•... 33 111. LA FUNOACION DE LOS COLEGIOS ....... . 39 . lV. LA ADMlNISTRACION DE LAS HACJBNDAS: ELEMENTOS DE RACIONALIDAD ECONG MlCA J. Acumulación de 14 u:p«riencút. 2. L4 .,.,._ tabilldad. 3. La organluzci6n a trav4s de 14 contabllidJ24. . .. . .. .. . .. . . .. . .. . . .. . .. .. . . .. . . . . . . .. .. . .. . . . .. 45 V. ADQUISICIONES ....... ................. .... . 53 VI. LA TIERRA J. Algunos problema.s de mensura. 2. El valor da la tlt:"d . . .. . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .. . . . .. . . .. . . .. . . . . 69 VII. EL TRABAJ'O J. Mano de obra· indígena. 2, Mano de Obra escla·va .. . . . . . . .. .. . .. .. . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . 81 VIII. LAS HACIENDAS J. Las haciendas de los Jesuftas y la ~14 colonial. 2. Ubicacidn.. 3. Hackndas ganaderas. 97 IX. LOS PRODUCTOS Y EL MERCADO /. E jemplos. 2. El merC<Jdo ...... 113 oo oo . oo. oo. oo X. DESTINO DE LOS BIENES DE LA COMPA- RIA . . . . . . . . .. . . . . . . .. .. . .. . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . 131 ABREVIATURAS UTILIZADAS: ANCH. Jes. Archive> Nacional de Chile, fonde> Jesuitas. Los tomos pertinentes a la Nueva Granada ne> están foliados. Se cita el número del Documento de acuerdo a un índice ela borado previamente y que publicará el Centro de Investí· ,aciones de Historia Americana de la Universidad de Chile. AHNB. Temp. Archivo Histórico Nacional de Bogotá, fondo de Temporalidadcs. ACC. Archivo Central del Cauca. ABA. Archivo Histórico de Antioquia. BHA. Boletín de Historia y Antigüedades. Otras abreviaturas se refieren a citaciones y por lo tanto se remite a la obra consultada. INTRODUCCION l. A partir de agosto de 1767 la compañía de Jesús que daba extinguida en los territorios del lmperio español. Loa he chos son bien conocidos. En cuanto a su interpretación, estos hechos serán siempre un objeto de controversia. El instituto religioso ha despertado siempre adhesiones y repulsas cuyos motivos toe registran en una gama indefinida de intereses. Aun del lado " ilustrado" se conocen defensas ta.n fervorosas como la consagrada por Juan y Ulloa en noticias IICCretas 1 o IIUS juicios favorables de enciclopcdistns franceses sobre las misio· nes en el Paraguay. La discusión tiene implicaciones politieas y reJjgiosas. La ideología liberal decimonónica debatía el asunto iden.tilicán· dose en cierto grado con la decisión borbónica en tanto que las reacciones hiBpanizantcs (los "conservadorea") encontra· ban que esta política había sido desastrosa. Para éstos, con un poco de nostalgia por el antiguo orden, el proceder de la corona había sido por lo menos inconsecuente al echa.r por tierra uno de sus pilares. Los primeros se contentaban con mantener sin mayores modificaciones el punto de vista de la Duetraeión respecto a las cuC3tiones eclesiásticas. Aún hoy es posible encontrar este tipo de afinidades ideo lógicas. Por eso resulta dificil pretender objetividad frente al asunto, o al menos alegar unn ausencia absoluta de moti· vos interesados para achacar falta de objetividad a los juicioa del siglo XIX. Si la discusión de retoma solne las misma• 1 JORGE JUAN y ANTONIO DE ULLOA, Notú:üu aecreu.. de Amúica. 81. AirO>& 19SS. ED el Capitulo 111 proponen confiar el euidodo de loe boapitalce • la Compañia de Jeeú!, baaadoa priD~ palntcnte en au probidad finAnciera. El capilalo V conatituye UDa verdadera apoloala en la que loe jeaaitaa resallan exento• de todoa loe malee que lo1 autorce acbaCJin a lae 6rdes>ce relipoaaa. loa j uicios tenderán a poralizaree en la misma forma. b~, Parece ser una fatalidad de este tipo d e diecuaionea. Pero al margen do una discusión ideológica todavia queda otro tipo do hechos. Hechos mal conocidos hasta ahora. He chos económicos. Poeecn, e videntemc.nte, la virtualidad de situar la discusión en otro terreno. Al menos ahora puede reconocerse que la a ctividad económica do la Compaftla de Josúe no ee diferenciaba radicalmente, a no ser por su cfec. tividad, de la actividad económicct general de la época. Y que la ceeación repentina de e814 actividad debió tener algunas consecuencia•~ Desde el primero de marzo de 1767 eo conocieron las ins· truccion"" preciaDa de lo que deberian ejecutar loe comisiona dos para el extrañamiento y ocupación de los bienes y hacien· das de loe jesuitas 2 A estas 4nstruccioncs '"' añadieron otras • un poco m óa tarde, conaogradae a las Indias y a las islas Filipinos, para proveer acerca de los territorios de misiones. Eatoa instrucciones bu~~enban el control inmediato de lo ad ministración de loa bienes y el cuidado de las personas de loe jcsuilRa. El objetivo parece 'haberse logrodo más o m enos cabalmente, según Jo hobilidad de los fu.ncionarioa que eje cutaron las instrucciones. De esta actividad administrativa quedaron loa inventarios y avalúos de loa bienes, levanlRdos a partir de agosto de 1767, "n los que ae ineluyoron infor maciones Gtilea re8pecto a su manejo por parte de loa regu lares. Este materia.! solo ae conoce fragmentariamente. Una parte de él se conserva, casi por azar, en el A rch ivo Nacional de Chile y el reato anda disperso en numerosos arehivos locales, cuando no perdido de una m11nera definitiva. Existen otras fuente. relativas a loa bienes de In Compoi'Ho concentradas en archivos europeos de dificil acceso " 2 lrutrucci6,. del condo de Azoada de 19 de marao do 1767. S PriaclpahllonlO ol Archivo Romano de la Compa&la do Jeo6o (AR$1), ol Arcbi•o do la provic!ncla da Toledo en Madrid (AI'T) y, naturalmente. el Archivo C caeral do J.ndJae (ACI). Uua de.crlp cf6u de lao faen1ea cm ;\fAGNUS MORNER. The polúlcol and Bco nomlc ..fcdt~úh>• o/ llae ] e...U. in lla• La Plal4 R e•lon. S&okholm. 1953. ( Ac..ba do aparecer u-a d. eq>aóola). Para el presente trabajo ha podido consultarse el iondo de Jesuitas conservado en el ANCH, gracias a las indicaciones del profesor Rolando Mellafe, el Archivo Histórico Naciooal de Bogotá (AHNB) y de una manera casi fugitiva, el Archivo Histórico de Antioquia (AfiA) y el Archivo Central del Cau· ca (ACC). Por eso vale la pena subrayar las deficiencias do cumentales que podrian subsanarse con el estudio del Archivo de la antigua provincia de Quito en .el Colegio de San Gabriel en Quito (·APQuit.), del Archivo Histórico de Tunja (AHT) y acaso archivos históricos locales como el de Pamplona. La limitación de las fuentes que pudieron consultarse in dica las limitaciones de este trabajo. La administración es pañola procedió a inventariar la totalidad de los bienes de la Compañía a partir de agosto de 1767. En una segunda eta pa se avaluaron estos bienes y se introdujeron indicaciones cuantitativ.as bastante precisas. Creadas las juntas provincia les y municipales de temporalidades para entender de las ven tas ele los bienes ocupados, a partir de marzo de 1769, se elaboraron casi siempre "Estados,., que facilitaban, de una simple ojeada, el conocimiento de In calidad y de la cuantia de estos bienes. En tanto que para las provincias de México y el Pc•·ú se conservó intacta la mayoría de estos "Estados", los que elaboró para la Nueva Granada el fiscal de la Au· diencia y defensor de Temporalii:lades Antonio Moreno y Es eandón no se ha.llaron entre los fondos consultados. De otro lado, tampoco se conoce la totalidad de los inventarios y sólo parcialmente los avalúos. 2. Se tropieza pues, por el momento, con deficiencias do cumentales que dificultan una reconstrucción puramente cuan titativa de los bienes que poseía la Contpañía de Jesús en te rritorios del virreinato de la Nueva Granada. La cuantía to tal de estos bienes sólo puede inferirse de una manera apro ximada. Es seguro, sin embargo, que el valor total de las ha· ciendas apenas representaba una fracción d.,l valor calculado para las mismas en el virreinato del Perú •, de 5. 729. 790 4. V. PABLO MACERA, lrutruccione• p<~ra el manejo de lu luJcien<Üz• /eiJUíto• del Perú {oo. XVII • XVIII) Nueva Cróniea, Vol. 11. Univenidacl ele San M.rcoo, Lima. 1966. pesos 5 En cuanto al valor individual de coda hacienda, éste • no llegó a exceder en Nuevo G.r.a·nada o la Audiencia de Q uito a los 100.000. En el Perú había viñas en lea cuyo valor so brepasaba los 200. 000 ps. y en Arcquipa, Pisco, Santa y Na: tea haciendas de caña y trapiches por encima de 150.000 ps. Los grandes latifundios mexicanos superaban inclusive a las propiedades peruanas. La compañia p oaeia allí haciendas avaluadas en más de 500.000 pe. y acaso alguna llegara a °. los 700.000 Compárense por ej emplo los siguientes valores de haciendas peruanas y con los valores aeignados mexi~anne para las haciendas de la Nuevo Granada y Quito: ALGUNAS HACIENDAS PERUANAS • 1767 Nombrtt Pro'd.,cci6n Vbieaci6n JI' u.lor l. El Cercado p._ rr. VUeahunur• ~afta Ba.aa.ra 197.047 Humayo u6a Hu,arn 189.406/5 JI. lJol/,..,l$ta Boe11ncsra caf\a Callao 311.268/S lll. Co·l..,gio d.- le" S. Jerónimo vl&a l ea 199.2"4 Muc.c:onu viño, vidrio le:• 78.81-t/ 6 IV. Colt~gio de Pi.co Sta. Ron do Cm·acoto coñ" Pl•eo (1621) 143.958/ 3 V. Rua.nu~nKa Dol.em y anexo vifiía 192.706/ 5 Nlnobarnbu cai\a 62.570/ 4 VIU. Colegio Grondo d el Cwcco S. JoM. de lu N ...e o y a.uexoa vhla lea 241.129/1 Paebachac:o caí\ a Abanc:ay 227.319/2 e IX. o/ciJ!O d e Ar<>quipa Sacay yJfta Arcqaipa 179.699 S. JcrcSninto panDt~•or Arcqd.lp• 52.226/ S Guasaecehc y Pillo Panllevar Arequipa 92.272 S. Javier de Vfetor viDa Arequipa 1«.803 5 Se trata de peaoe da plotn do a oc.ho rcolee. 6 V. FRANCOIS CBEVALIER, La /ornl4rion <les grnnds domainu au &fmdque t'-rrc t!:l •ocielé au. XJI'Io .. XJ'o :.iccks. Parút~ 1952. p. 303 u. J Ciíra1 toDUidae del Cuadro 1, OD MACERA. ob. cit. entre pága. 8 y 9~ Se <'-han apenaa aquC!Ilo• datos que contribuyen a c:ataLiccer un ot'den· de 01agnitadea y qoo den idea de la importancia relativa de dos econouQ• •· ALGUNAS HACIENDAS PERUANAS - 1767 Nom-bre Producción Ubicación Yafor X. Provinci4 Vill• eo.ña J_,i_ma 392.624/4 Cóndor viña Pitco 160.526 Xl. No'Vici<rdo Lima S. )a('into caña Santa 115.522/2 Motoeaehe vi_ña Santa 174.704 S. José eañ.a Santa 91.191/7 Sta. Beatria caña Lbna 198.678/ 4 Xll. Colegio da S. 'Pablo La Guaca ane.xoa ('aña., panllevar Cbaneay 335.285/S El Ingenio caña Hua ara 249.642/3 S. Juou caña Chincha 237.962/6 S. Javier de Nasea viña Nazca 198.992/1 S. José vtna lea 131.482/3 XV. ll1i&i6n de Mo"os Humay viña Pisco 132.560 XVI. Cokgio de Trujillo Tumán y Chome;oyape eaña L&ll1b.ayeque 86.750 Chota ganado Otu..eo 52.958/S ALGUNAS BACfENDAS MEXICANAS 8 - Post. 1770 Col<Jgio de TepozoÜ<Jn Colegio de S. Pedro r S. Pablo M~ico. Hacienda Palor Cas•blanca 98.286/3 Sto. Lucía O 142.060 Xalpa 9 163.053/6 Chi('avaeeo 91.160 Gavia 1.1.44017 S. Pablo-S. Ignacio 102.93817 Te.moaya 195.431/2 S. Francieco Javier O 479.977/7 Pon.ale. 9 52.180/2 Concepción 279.200/ 7 8 ANCH Jea. México T. 279 y 164. Basta ahora uo hay un índJ. ce para este materiaL Eatos datos fueron proporeiona.doe por Hermea Tovar Plns6a. de la U. N. de ColoDlbia~ 9 &ta• baciendae_ con alp_nae otraa, fueron comprada• por el conde de Regla en un millón veiote mil peso•. la mayor transae;.. ci6n del periodo colonial. •ogún_ Ch. Gibson (Lo.t A.%t.ecas bajo el dominio e11pañol. . Edje. Sislo VeloLiuao~' México. 1967. p. 298). So bre la• morcodea originalea de Xalpa y Santa Locfa, Cibeon eJta a Romero de Ferreroe y el Archi•o General de la Nación de México, Mereedea V. 6 ff. 314r. y v. pác. 297. Según el virrey Guirior la de la Nueva Granada era una 10, de laa provincia8 menos pingües de la Compañia. La cuantía de sus bienes, sin embargo, era incomparable a cualquier otra fortuna priyada. Si se tiene en cuenta que el instituto ee intro dujo a fines del siglo XVI, ocurre preguntarse por el origen y el proceso de formación de tales bienes en el lapso de un siglo y medio. Ahora bien, frente a los inventarios elaborados por la ad ministración española se cuenta apenas con magnitudes está ticas, con una especie de corte arbitra.rio que proporciona un resultado final y que escasamente se.ñala un proceso"· Por esta razón las magnitudes de que puede disponerse so lamente constituyen un orden de referencia, a menudo incom pleto, para esbozar problemas que afectarían el estudio com pleto de la sociedad y de la economía coloniales. Por el mo mento solo es posible una respuesta fragmentaria, centrada en torno a Jos intereses de la Compañia de Jesús. El presente estudio puede verse entonces como el examen de una muestra de economía agrícola colonial, en el que se han tenido en cuenta las caracteristicas peculiares de un instituto religioso como empresario económico. Ante todo ba quer-ido evitarse una respuesta demasiado fácil. Debió descartarse para ello, desde el primer mom~to, el prejuicio que suele atribuir a la "devoción" y a los legados provocados indefinidamente el crecimiento de la fortuna jesui tica. En otros sentidos es pos-ible anudar relaciones entre el contexto social y la acción e<:ooómica de la Compañia, pero tampoco la aptitud del medio social. explica enteramente el éxito de esta actividad. Existían factores puramente económi cos, a la par que características sociales, que se combinaban de maneras inesperadas para dar este resultado. Pero, a ma nera de puente entre estos dos elementos, la organi2:ación misma de la Compañía de Jesús constituia el instrumento más 10 Carla al conde de Ara.nda fechada ea mayo de 1771. ANCH Jeo. T. 213, Doc. S. 11 El invenlario do bieoea funslble.a, por ejemplo. apenae Uu1tra po.ibü.Ula.des en cuanto a producc.ión o lnw combinacionee do cul tivos cm Jea haciC.ndaa. Asréguee.o a cato .la imposibilidad de con trolar lo probidad con que ee llevaron a cabo algunol!l avalúoa.

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