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LAS ACTITUDES ANTE LA MUERTE: TESTIMONIOS EN LA LITERATURA TESTIMONIAL DE LA PDF

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Revista de Ciencias Sociales (Cr) ISSN: 0482-5276 [email protected] Universidad de Costa Rica Costa Rica Rodríguez López, José Rodrigo LAS ACTITUDES ANTE LA MUERTE: TESTIMONIOS EN LA LITERATURA TESTIMONIAL DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Revista de Ciencias Sociales (Cr), vol. III, núm. 149, 2015, pp. 11-22 Universidad de Costa Rica San José, Costa Rica Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15343488002 Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Rev. Ciencias Sociales 149: 11-22 / 2015 (III) ISSN: 0482-5276 LAS ACTITUDES ANTE LA MUERTE: TESTIMONIOS EN LA LITERATURA TESTIMONIAL DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL THE ATTITUDES IN FRONT OF THE DEAD: TESTIMONIES IN THE NOMINAL LITERATURE OF THE FIRST WORLD WAR José Rodrigo Rodríguez López* Esto es un ataúd, un ataúd móvil. Nos quieren muertos o viviendo en sus mentiras. James Jones. La delgada línea roja. RESUMEN Este texto analiza las actitudes ante la muerte en la literatura testimonial de la Primera Guerra Mundial. La finalidad de esto es mostrar de qué manera la muerte como paso a la eternidad, significó dar la vida en aras de una buena causa, por lo que se consideraba una voluntad nacional, con la cual se alcanzaba el recuerdo indeleble de sus compatriotas y el bien morir. PALABRAS CLAVE: MUERTE * GUERRA * ACTITUDES * LITERATURA * TESTIMONIO ABSTRACT This text analyzes the attitudes before in front of the death in the nominal literature of the First World War. The purpose of this work is to show in which way the death like step to the eternity, meant to give the life in altars of a good reason, in the same way it was considered to be a national cause that will to reach the indelible memory of his compatriots and died by love of his owns convictions. KEYWORDS: DEATH * WAR * ATTITUDES * LITERATURE * TESTIMONY * Coordinación de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, México. [email protected] 12 José Rodrigo Rodríguez López INTRODUCCIÓN desmoronamiento de la monarquía dual austro- húngara, el del vasto imperio Otomano y el del El objetivo de este texto es analizar las inmenso imperio ruso de los Romanoff. Las actitudes ante la muerte en la literatura testi- fuerzas del nacionalismo y del liberalismo que monial de la Primera Guerra Mundial1, para lo se habían extendido por todo el mundo desde la cual se ha dividido en dos apartados principa- segunda mitad del siglo , apenas empezaban xix les. En el primero se realiza un breve estado de a mostrar su influencia en estos conglomera- la cuestión con el objetivo de delimitar teórica dos, pues la legitimidad fundamental de dichos y metodológicamente esta contribución. El Estados dinásticos carecía de nacionalidad y de segundo apartado justifica el corpus literario integración multinacional y multiétnica. elegido, examina las actitudes, los discursos y A pesar de que guerras como la ruso-ja- los ritos antes de la muerte concebidos desde ponesa en 1905 o la guerra ítalo-turca en 1912, la perspectiva de este texto, como una creencia habían captado la atención del mundo, no ha- generalizada entre los miembros de los ejércitos bían pasado de ser conflictos focalizados; solo enfrentados, lo cual se basó en el inevitable el levantamiento bóxer en China a principios sacrificio que tuvieron que aportar para cubrir del siglo xx había suscitado cierta parte de la el inmenso costo de la paz, que constituyó la atención de las grandes naciones imperialistas, victoria para unos y la derrota para otros. ya que este conflicto unificó una fuerza única Algunas de las raíces que dieron forma conocida como la alianza de las ocho nacio- a la Primera Guerra Mundial de acuerdo con nes imperialistas: Japón, Rusia, Gran Bretaña, Benedict Anderson (1993), pueden encontrar- Francia, Italia, Estados Unidos, Alemania y se en las luchas y las políticas expansionistas Austria-Hungría, las cuales en su deseo de res- llevadas a cabo por las grandes potencias im- tablecer por medio de la fuerza el comercio y su perialistas de Francia, Gran Bretaña, Alema- dominio colonial se unieron y derrotaron a las nia, Rusia, Estados Unidos y Japón, los cuales fuerzas chinas. Estas alianzas y amistades sir- habían iniciado, desde finales del siglo , su xix vieron, en parte, para mantener la paz y el equi- expansión colonial y su influencia económica, librio europeo. Pero las rivalidades económicas, en particular en el continente africano y el el deseo de asegurarse los mercados mundiales sudeste asiático, pues al mismo tiempo que se a cualquier precio, la aspiración del predomi- erguían los imperios marítimos y coloniales de nio político nacido de una idea nacionalista, el las potencias occidentales, otros más antiguos crecimiento inmoderado de armamentos mo- imperios continentales dinásticos se abatían dernos, ejércitos y armadas, los conflictos colo- en el este de Europa. El fondo de los problemas niales, todo esto precipitó el advenimiento de la de expansionismo e imperialismo provocó el conflagración mundial. La idea de nacionalismo que reinaba en 1 Hay muchos motivos por los cuales la guerra de esos tiempos contribuyó a un sentimiento co- 1914-1918 no tuvo precedentes y por los cuales, en lectivo de guerra y deseos de anexión por parte la historia humana, fue un suceso completamen- de las principales potencias involucradas: el te novedoso. Guerras anteriores, tales como las resentimiento nacional y el deseo de Francia revoluciones francesas y napoleónicas, habían sido de mayor duración e implicado igual número de de recuperar los territorios de Alsacia y Lorena, pueblos. Fue el primer conflicto general entre los perdidos durante la guerra franco-prusiana; la Estados nacionales altamente organizados del siglo enemistad entre el opulento imperio austro- xx, capaces de aprovechar las energías de todos sus húngaro y el creciente nacionalismo de Serbia, ciudadanos o súbditos, de movilizar la capacidad productiva de las industrias pesadas y de utilizar esta última protegida de Rusia pretendía ane- todos los recursos de la tecnología moderna. Desde xionarse Bosnia-Herzegovina; la unificación su inicio pareció probable que semejante guerra y expansión del imperio alemán y su deseo de resultaría no solo más destructiva de vidas y bienes ampliar sus dominios y colonias a lo cual se que cualquier conflagración pasada, sino de mayor oponían Gran Bretaña y Francia; la aspira- alcance, más incalculable y más incontrolable en sus consecuencias. Véase: Thomson, 1970. ción de Italia de anexar a su territorio Trento y Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 149: 11-22 / 2015 (III). (ISSN: 0482-5276) Las actitudes ante la muerte: Testimonios en la literatura testimonial... 13 Trieste y asegurarse el dominio de las islas de abismo de dolor. Veo cómo se pone a las Asia Menor; el temor de Rusia ante el poderío personas unas contra otras, y en silencio, siempre creciente de Alemania. Viejos rencores, sin saberlo, tontamente, obedientemente odios y ambiciones entraron en juego. Las po- e inocentemente se matan unas a otras tencias mundiales no se atrevieron a declarar (Remarque, 2009: 263). la guerra por cuestiones económicas, aunque de hecho la guerra comercial existía: esperaron De igual forma, a los muertos se les re- un conflicto de fronteras, un incidente político cordaba siempre vivos en el imaginario colec- para iniciar la primera conflagración mundial. tivo, tal como lo describe Siegfried Sassoon El pretexto se encontró en los Balcanes “la es- (2003), en la consigna que se hacían los solda- poleta de la guerra”. dos británicos en el frente occidental: Se puede afirmar que durante la Primera Los muertos en los combates de otoño Guerra Mundial, quienes decidieron enlistarse han sido enterrados someramente en o fueron enlistados para portar el uniforme el parapeto, lejos de nuestra Inglaterra, y el fusil fueron arengados por la idea según pero su presencia nos inspira a luchar y cual, era preferible morir defendiendo su país vengar la sangre derramada (Sassoon, que aceptar las condiciones de la derrota y 2003: 123)2. el sometimiento a las voluntades de poten- cias extranjeras en una guerra de la cual, muy Mientras que Gabriel Chevallier (2009), poco entendían. Esta idea del sacrificio, dio señala las expresiones evocadoras a la muerte lugar al uso de la violencia como la interlocu- empleadas durante el asalto a las trincheras tora entre los largos años de guerra y la paz, enemigas: lo que dio como resultado la consagración de la muerte como una actitud cotidiana. Esto se Los chicos parecen tan impresionados explica porque la movilización para el esfuerzo como yo, y todos pegamos un brinco bélico exigía el compromiso de los ciudadanos cuando la megafonía lanza una imperio- para con su nación y tanto la disidencia como sa arenga “¡preparados para salir, calar la aceptación con dicho patriotismo, en gran bayonetas; vamos!” seguida por el estri- medida fueron recompensadas con la muerte dente sonido de silbatos, y al final se debido a que el aspecto militar de la Primera escucha una voz: “Malditos cobardes”, Guerra Mundial pasó a ser un gran gigante dis- dice el oficial, y el sargento le responde: funcional como cualquier otra gran burocracia, Nada de cobardes, están endemoniada- ya que cuando un oficial trató de dar fe a ese mente muertos (Chevallier, 2009: 120). nacionalismo, causó la muerte de un pelotón o de un batallón completo el cual fue visto Por otra parte, se aceptaba que para al- como solo una cifra o números que debieron canzar esa otra vida que ofrecía la victoria, ser sacrificados en aras de las llamadas “causas había que pagar un alto costo en vidas huma- nacionales”. nas como finalmente ocurrió al terminar las Son ilustrativas de la afirmación prece- hostilidades bélicas. El martirio, el sacrificio y dente, las expresiones y los pensamientos de el dar o quitar la vida llegaron a formar parte los diferentes soldados que vivieron los rigores de la guerra, la muerte y la desesperación. Por 2 Este testimonio se presenta como un detalla- ejemplo, en la novela Sin Novedad en el Frente do relato de la vida durante la Primera Guerra (2009), el personaje principal suscribe: Mundial, especialmente en el frente francés. Su protagonista, George Sherston (álter ego de Soy joven, tengo veinte años, pero aún Sassoon), pasa de ser el soldado patriota y exaltado del principio del libro al furioso antibelicista que no sé nada de la vida, solamente de la arroja su condecoración al río y realiza una pro- desesperación, la muerte, el miedo, y la testa pública contra la continuación de enviar más vana superficialidad impregnada en un soldados a la muerte. Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 149: 11-22 / 2015 (III). (ISSN: 0482-5276) 14 José Rodrigo Rodríguez López de la violencia desatada en los diferentes cam- aquellos que se manifiestan en los ritos fune- pos de batalla en Europa, África y Asia a partir rarios, en los momentos de sensibilidad hacia del año 1914, puesto que como señala Norman la muerte, sus repeticiones han evolucionado a Stone (2008), el primer gran genocidio ocurre través del tiempo (Vovelle, 1985). en las trincheras, pues los soldados estaban Sin embargo, las evidencias documen- predestinados a perder la vida y se arrogaban tadas consideran que en las áreas donde es- el derecho a la violencia, imponían dogmas y tuvieron los principales frentes de guerra: el combatían a quienes eran sus enemigos, pero occidental y el oriental se experimentaron tres ambos bandos compartían un factor común: formas de muerte: la primera, la de aquellos ser hombres europeos (y de las colonias euro- que murieron por defender lo que según ellos peas en África y Asia) aparecían fragmentados era el honor y la defensa de su Nación; otra, la en diversas naciones, las mismas cuyos estados autoestima, pues los victimarios —los propios precipitaron su muerte. soldados de infantería— aunque cumplieron Explorar por qué la muerte, como paso con su deber patriótico, siempre consideraron a la perennidad, significó dar la vida por su a sus enemigos como sus iguales y esto llevó a nación, que a su vez tendría bajo su respon- algunos de ellos a vivir con arrepentimiento el sabilidad recordar para siempre a sus héroes, resto de sus vidas y finalmente, la de estima so- fueron creencias que configuraron una actitud cial, la que llevó a los perdedores a quedar para de inmolación en la cual era bien visto matar siempre señalados por las potencias vencedoras o morir, puesto que el ideal —la defensa de la como asesinos y criminales de guerra. patria y la inmortalidad— iban más allá del de- Se presenta esta distinción fecunda para recho de la vida y al bien morir. pensar los modos en que se produce la asimila- ción de la muerte, como la culminación de un ACERCA DE LA MUERTE ciclo de violencia en el que cualquier persona podía ser víctima o victimario, ante lo cual era En el siguiente apartado se realiza una preferible morir o vivir el martirio de la agonía síntesis bibliográfica cuyas contribuciones teó- en las trincheras. Esta precisión, que media ricas esclarecen las creencias ante la muerte, entre la definición teórica y la evidencia docu- los tipos de discursos y las definiciones para mental, es más delimitada y menos hipotética. comprender, en el ámbito específico del tema Asimismo, es importante el acercamien- propuesto, por qué las personas lucharon por to de Vincent Thomas (1993), quien afirma que una idea de lealtad en una guerra que no en- la muerte puede ser social cuando una persona tendían y durante ese proceso aceptaron la deja de pertenecer a un grupo específico, sea idea de morir. por el límite de edad, por la pérdida de funcio- Estas precisiones conceptuales com- nes mentales y/o físicas, por un acto de destie- prenden las nociones de muerte vivida, muerte sufrida y los discursos sobre la muerte desarro- rro o bien, por el proceso de abolición de un lladas por Michel Vovelle (1985) para referirse a recuerdo. Una muerte social sucede cuando no prácticas rituales y discursivas, las cuales serán trasciende, no deja huella, cuando alguien re- empleadas en el capítulo segundo. Michelle sulta que no es muy importante en la sociedad Vovelle propuso hace ya algunos años que para y pronto se olvida porque no ha sido reconocida abordar las actitudes ante la muerte se deben por su presencia en el mundo terrenal, en caso encadenar tres niveles, la muerte sufrida, la contrario, el reconocimiento y el prestigio de muerte vivida y el discurso sobre la muerte. La alguien trascendental, tiene como premio la muerte sufrida es el hecho en bruto de la mor- remembranza posterior para él y su familia talidad individual y colectiva, cifras y hechos (Thomas, 1993). del peso que tiene la mortandad. La muerte vi- De acuerdo con este autor, es en la escala vida, es la red de gestos y ritos que acompañan de los valores, donde recibe el origen de los dis- el recorrido desde la agonía, hacia la tumba y cursos y prácticas culturales asociadas a la irre- al más allá. Los discursos sobre la muerte son mediable pérdida provocada por el fallecimiento Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 149: 11-22 / 2015 (III). (ISSN: 0482-5276) Las actitudes ante la muerte: Testimonios en la literatura testimonial... 15 de una persona, son las reacciones subjetivas Desde el punto de vista de la bibliografía ante un hecho biológico, lo que explica los ritos revisada, conviene detenerse en las precisiones y los discursos ante la ausencia permanente de conceptuales empleadas por los autores citados. un miembro de la sociedad cuando este es re- Es importante apuntar que ninguno de ellos conocido por el prestigio y tiende a bien morir. define qué es la muerte, sus apreciaciones se Pero, ¿qué sucede cuando los miembros tuvie- dirigen a explorar el significado que esta ad- ron una muerte deshonrosa? ¿Acaso en el más quiere entre los vivos a partir del conjunto de allá se expresan también los valores y perjuicios emociones, actitudes y rituales que acompañan de la sociedad de los vivos? al difunto en su última morada. Esto se explica Thomas (1993) explica que la muerte porque es indudable que la muerte física es re- social, no significa necesariamente, la pérdi- conocida como un suceso inexorable mientras da de la vida para verificar su exclusión en la que los eventos culturales que se organizan alrededor de ella son por su naturaleza, eternos, sociedad. El olvido, la jubilación o la reclusión puesto que se supone que serán realizados para son formas de morir en vida, cuando ya no se siempre por los supervivientes. Esto último es necesario. La muerte socialmente reconocida explica, por qué la muerte adquiere un signifi- es el certificado jurídico que refrenda el falleci- cado cultural entre los vivos, debido a que las miento de una persona. El autor agrega que no prácticas culturales asociadas a ella, dan origen solo mueren individuos o familias completas, a un conjunto de significados que hacen impe- también mueren culturas y sociedades, y esto recedera en la memoria, a aquél o aquélla que se debe a un proceso necesario de cambio que ofrendó su vida, para el caso que se ocupa, en regenera y produce nuevas culturas, perdién- aras de un futuro promisorio repleto de bienes- dose la autenticidad debido a la modernización, tar común (Urrego y Carrillo, 2012). a la ciencia y a la tecnología, es por ello que los La Primera Guerra Mundial fue el pri- hábitos culturales nativos desaparecen y no mer conflicto general entre los Estados nacio- existe preocupación alguna por conservarlos nales altamente organizados del siglo . Se xx por ser considerados obsoletos. trata también, como señala Eric Hobsbawm Para Philippe Ariés (1999), la muerte esta (2007), del primer conflicto bélico que en escala revestida de solemnidad, independientemente suficiente dislocó la economía mundial que del itinerario de la persona, su último encuen- durante el siglo anterior, se había entretejido tro con la vida debe ser decoroso: “la dignidad tan reaciamente. Es la primera de las grandes de la muerte exige ante todo que sea reconocida guerras en la historia del siglo xx en que hubo no solo como un estado real, sino como un tanta disparidad entre sus efectos y logros, así acontecimiento esencial, un acontecimiento como en las intenciones y propósitos confe- que no está permitido escamotear” (1999: 489). sados de los que primero se lanzaron a esta. Philippe Ariés, reconoce la importancia Pues, a pesar de que años antes se habían li- que representa el culto a los seres queridos ya brado algunas guerras tanto en el continente fallecidos, que no solo se limita a mantener su europeo como en el asiático, ninguna había recuerdo vivo en nuestra memoria, se inicia recibido el calificativo de “mundial”. La “Gran con la construcción de una morada digna para Guerra” (como posteriormente se le llamó), fue sus cuerpos o cenizas, un lugar parecido al el primer conflicto armado que marcó a toda la mundo terrenal, porque representa el lugar de población mundial de ese entonces: en sus cam- encuentro entre los vivos y los muertos (1999). pos de batalla miles de seres humanos perdie- No obstante, la afirmación del autor, cuando ron la vida en aras de poner fin a la “guerra que además de perseguir el aniquilamiento físico, se acabaría con todas las guerras”. Se lucho desde persigue borrar de la memoria cualquier vesti- los campos de batalla de Europa hasta lo largo gio de recuerdo en el imaginario de los vivos, la del Atlántico, las costas de África y Asia. Fue tumba colectiva anónima, son los lugares en los una guerra que cambió el sentido y la visión de cuales priva el secreto de muertes mal vividas. la guerra misma. Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 149: 11-22 / 2015 (III). (ISSN: 0482-5276) 16 José Rodrigo Rodríguez López Fue en este contexto de lucha impulsa- los países beligerantes. La muerte y la violen- da por los países de la llamada Triple Entente: cia llegaron a ser parte de la vida cotidiana, a Francia, Gran Bretaña y Rusia, así como de su servir de marco para las relaciones interperso- contraparte, los Imperios Centrales: Alemania, nales, particularmente en aquellas regiones del Austria-Hungría y Turquía, que se dio el entor- mundo en las cuales el enfrentamiento armado no en el cual surgió la violencia generalizada y como se menciona en las líneas anteriores, derivado de ella, un conjunto de actitudes y ri- alcanzó sus más altos índices de exacerbación. tuales alrededor de la muerte que aseguraban la Finalmente, quisiera responder a la inte- vida eterna, en tanto aquella fuese entregada al rrogante ¿por qué reflexionar sobre la muerte? esfuerzo de la guerra (Hobsbawm, 1998), de lo Tal y como afirma Vélez Zapata (2006), quien ha contrario, el olvido y la indiferencia, fueron la muerto no se hará más preguntas mientras que característica de los discursos mortuorios entre las interpelaciones de los supervivientes no se los actores armados. harán esperar. Pensar en la muerte, conduce a En un principio, la guerra de posiciones, reflexionar sobre la vida, a pensarse y a pensar sobre el otro, particularmente cuando se provie- la cual los alemanes consideraban la estrategia ne de sociedades en las que la vida perdió valor más efectiva para vencer a Francia y así mar- como un derecho inherente al ser humano. char sobre Rusia, llegó a un estancamiento Describir los discursos ante la muerte podría a finales de 1915. A medida que la Primera sugerir indicios sobre cómo la cultura forjada en Guerra Mundial se convirtió en una guerra de condiciones de guerra, contribuyó a moldear un trincheras a finales de 1914, se hizo eviden- ideal según el cual, era mejor morir bajo la irra- te que la victoria solo podría alcanzarse con cionalidad de la violencia que vivir en paz. agotar al bando contrario o de hacer tan ele- vado el coste de continuar la guerra que la paz se volvería esencial. Los soldados alemanes y MORIR EN LOS TESTIMONIOS franco-británicos se vieron estancados en un Después de analizar estas precisiones frente de trincheras que se extendía por todo el conceptuales, es necesario exponer cuál es el frente occidental en Francia y Bélgica. A partir corpus literario en el cual se basará el presente de 1915, ambos bandos se enfrentaron en una trabajo. El testimonio de acuerdo a José Domin- masacre que duró hasta el final de la guerra. go Carillo “es un género literario que cumple En esos años se vio el nacimiento de una de las una función ideológica más que estética, que más aterradoras y mortales armas de la guerra: busca denunciar las condiciones de injusticia, el gas letal y las minas explosivas, así como de opresión y violencia que experimentan las cla- una nueva enfermedad: el trauma de guerra, ses bajas” (2013:88). producido por la “experiencia de las trinche- Sin embargo, no todos los testimonios ras”, donde los soldados de infantería se veían consignados y revisados para este trabajo pro- expuestos a saltar de la trinchera y a bayoneta vienen de individuos de las clases bajas, sino de calada, presentar combate frontal en una tierra aquellos que en su momento de retiro o en la de nadie expuestos al fuego de las ametralla- vida civil, abrieron y decidieron plasmar sus ex- doras, así como, al fuego de la artillería ene- periencias vividas en combate como una forma miga. Cientos de miles de soldados murieron de estimular su memoria y así luchar contra el inútilmente en este tipo de combates como olvido. En esta geografía del testimonio, los tex- más tarde lo demostrarían las duras batallas de tos que fueron elegidos para la realización de este Verdún o la batalla del Somme, las cuales recla- trabajo, fueron seleccionados por los diferentes maron un gran derramamiento de sangre por significados de las experiencias vividas por sus ambos bandos. autores y el papel que jugaron en el desarrollo de El estudio de las actitudes ante la los conflictos armados (Rodríguez, 2014). muerte, en la Primera Guerra Mundial, debe Este trabajo se basó en testimonios pu- considerar que la violencia fue la verdadera blicados o inéditos de ex soldados de algunos de característica de la relación que existió entre los ejércitos enfrentados durante la contienda, Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 149: 11-22 / 2015 (III). (ISSN: 0482-5276) Las actitudes ante la muerte: Testimonios en la literatura testimonial... 17 tales como, Tempestades de Acero del alemán La obra de Jünger tiene una estructu- Ernst Jünger, quien fue soldado y oficial ale- ra de naturaleza nacionalista debido a que el mán, luchó en el frente occidental donde fue hecho narrado —su experiencia en la guerra, herido catorce veces y fue uno de los pocos en así como, su alabanza hacia esta— fueron con- ser condecorado con la medalla Pour le Mérite3. siderados un referente para la dignidad nacional Es de utilidad el texto El fuego, diario de una alemana. White (1992), señala que el pasado se escuadra de Henri Barbusse, quien fuera alférez ficcionaliza de acuerdo al lugar que ocupa el evento descrito, es decir, al inicio, en medio o al del ejército francés. Se utiliza también, el texto final de una narrativa histórica. Jünger ordena de Peter Englund, La belleza y el dolor de bata- los hechos de acuerdo a una visión patriótica lla, en donde el autor recopila los testimonios, de la historia, parte del supuesto de un conoci- diarios y cartas de veinte personas que vivieron miento, debido a que la emergencia de la movi- a su manera, los rigores de la guerra, la muerte lización nacional por la guerra son los orígenes y la desesperación. Por último, el libro Com- de un espíritu y valor que solo el yunque de la pany K de William March, quien sirvió con el 5º guerra puede forjar. La forma en la que asume regimiento de la 1ª División de Marines. la trama es romántica, en tanto simboliza la trascendencia del individuo y la acción de este MORIR EN LA GUERRA en la batalla, es un drama de la guerra más pre- ocupado por las acciones lúcidas que por las re- El libro Tempestades de Acero publicado acciones que esta generó: muerte, destrucción y por primera vez de modo privado por su autor violencia4. Ernst Jünger en 1920, es uno de los primeros No obstante, las cualidades que posee el testimonios de la guerra de trincheras, pos- discurso histórico-testimonial, según Hayden teriormente fue modificado varias ocasiones White es que la ficción ocupa un lugar impor- (Jünger, 1998). El libro es, siguiendo a Ha- tante en la interpretación del pasado, no porque yden White (1992), una estructura verbal en se nieguen los hechos sucedidos sino porque forma de discurso de prosa narrativa que com- cada autor los narra desde su propia experiencia bina datos etnográficos de las zonas francesas matizada con el pensamiento que caracterizó donde estuvo movilizado, las cuales fueron el a los bandos enfrentados. La importancia de marco geográfico del frente occidental, hábitos reconstruir algunas de las expresiones cultu- y costumbres de los soldados de primera línea, rales que ofrece la literatura testimonial es que conceptos del arte de la guerra que describen la admite establecer un diálogo entre las distintas organización militar, así como, la vida cotidiana narrativas sobre la guerra y plantearle a esa de los soldados alemanes y de sus enemigos polémica, una agenda de nuevas preguntas que franco-británicos, las marchas, los campamen- acerque a ponderar el peso del testimonio y el tos y las formas de acción directa emprendidas papel desempeñado en los años del conflicto5. en las trincheras para confrontar a los ejércitos Por contraste, el libro El fuego, diario de enemigos e incluye, un conjunto de aconte- una escuadra (Barbusse, 2009), describe a un cimientos ordenados cronológicamente que socialista enemigo acérrimo del militarismo que se alistó como soldado raso. A pesar de su supuestamente ocurrieron puesto que están na- aversión al conflicto, él pensaba que luchaba rrados desde su experiencia y como los recuerda en “una guerra que pondría fin a todas las para contarlos. 4 Esta apreciación y crítica historiográfica de las 3 Esta fue la máxima condecoración alemana duran- obras reseñadas se basa en el texto de White te la Primera Guerra Mundial. Entre los hom- (1992). Véase la introducción. bres que la recibieron se encuentran Manfred Von Richthofen (el Barón Rojo), Erwin Rommel y 5 Una crítica a la postura de Hayden White que Hermann Göring estos dos últimos mariscales del establece las diferencias entre la narrativa histó- Tercer Reich Alemán durante la Segunda Guerra rica y la narrativa literaria se encuentra en Molina Mundial. Jiménez (2006). Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 149: 11-22 / 2015 (III). (ISSN: 0482-5276) 18 José Rodrigo Rodríguez López guerras”. Publicado en plena guerra, el libro La redención de los soldados se obtiene contiene una prosa muy angustiante, en sus después del fusilamiento del disidente, cuando páginas desfila ante nosotros la vida de un se ha cumplido con la condena de muerte re- pelotón de infantería, la lucha feroz de las gulada por los mandos superiores del ejército trincheras, los bombardeos que pulverizan los en cuestión. La evaluación que hace el autor cuerpos y devastan las almas: de quienes abandonaron sus respectivos ejér- citos por heridas o por muerte a diferencia de Los compañeros van cayendo, uno a uno, quienes la traicionaron es benevolente. Ofrecer o varios a la vez, heridos, muertos, des- el testimonio cumple la función del olvido a aparecidos, tragados por el barro de las quienes el autor considera que por su grado de trincheras, convertidos muchas veces en compromiso con la guerra, su historia de vida un espantoso elemento del paisaje. Las debe pasar a la posteridad, aún y cuando para condiciones son infrahumanas, pero los las nuevas generaciones de ciudadanos, los epi- soldados luchan valientemente, a pesar sodios de la Primera Guerra Mundial y los que de todo, con un heroísmo grave, silen- tomaron parte en ella sean desconocidos. La cioso, humilde, pero no menos grande nostalgia que despierta en los que conocieron (Barbusse, 2009). de cerca los acontecimientos narrados, pretende En las páginas del libro se subraya la ser una lección moral para quienes conocen por perseverancia e importancia de la moral fran- referencias los años de la guerra. cesa ante la imponente ofensiva alemana como Es como señala Serena Nanda (1987), la un factor que estimuló el sentimiento de la muerte es la etapa en la cual se intenta sustraer esperanza y resistencia de aquellos hombres al finado del aislamiento producido por la de- encargados de defender su país, en contra de un función y pretende de manera simbólica incor- enemigo que estaba decidido a acabarlos moral porarlo a un nuevo status, el de encontrarse en y físicamente. Después de 18 meses de acción, el más allá con sus camaradas de lucha quienes Henri Barbusse dejó el frente. según la autora, reinan en el imaginario colec- Por otra parte, en la narración del libro tivo, residencia última de aquellos que dieron de Peter Englund, se describe también cuando su vida por su nación. Morir o matar no fue una la muerte se asoma dentro de los propios ejér- práctica ajena para los contendientes que se en- citos, donde el ajusticiamiento de los desertores frentaron a lo largo de cuatro años. era la forma a través de la cual se castigó a los Los Estados Unidos habían entrado a que pretendieron abandonar su conscripción. la guerra el 4 de abril de 1917, a principios del Tal y como lo narra Englund: siguiente año, las tropas americanas en Europa llegaban a los 750 000 hombres movilizados He ahí el primer condenado. Un llanto (Thomson, 1970). La batalla de Belleau Wood sin lágrimas, un estertor de la garganta a principios de 1918, fue uno de los momentos oprimida. Ni una palabra. Ojos que ya más cruciales para las tropas norteamericanas no expresan nada. En el rostro sólo se (Merrow, Starace y Von Hassell, 2014). Esta percibe el vago terror de la bestia que batalla fue el bautismo de fuego de los marines. va al matadero. Llevado hasta un abeto William March estuvo entre los marines que no se tiene en pie, se desploma. Hay que tomaron parte en ella. En su libro Company K atarlo al tronco con un cable telefónico. El capellán, lívido, le abraza. Mientras (1989), los muertos que pueblan sus páginas no tanto el pelotón forma dos filas. Son los lo son como consecuencia de nobles sacrificios; de la primera fila los que van a disparar. sus muertes forman parte de un brutal escena- El edecán del regimiento ya ha dado las rio, marcado por la crueldad y la degradación. explicaciones: “Yo hago una señal con En este sentido, se está ante un libro duro en el la mano. A continuación fuego” (2008: que no se encubre ni se disfraza el horror de la 370-478). guerra. Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 149: 11-22 / 2015 (III). (ISSN: 0482-5276) Las actitudes ante la muerte: Testimonios en la literatura testimonial... 19 En este texto, dividido en estampas in- culpable, compañero— me consoló. — dividuales, las cuales son narradas por cada Cualquiera hubiese creído que iba a lan- uno de los soldados de la compañía a la que el zar una granada (March, 1989: 141). autor del libro perteneció durante los cruentos días de guerra donde se pueden observar los La narración también describe cuando horrores de esta: asesinatos, fusilamientos, eje- la muerte pone en duda las acciones de la gue- cuciones sumarias, bombardeos, así como, el rra, donde el recurso de la violencia adquiere regreso a casa y la posterior vida y reinserción aires de castigo. Los fusilamientos fueron la a la sociedad civil. Cada estampa ocupa poco forma a través de la cual se castigó a los que más de una página y se pasa de un escenario a pretendieron traicionar a su patria, pero en este otro, de una batalla a otra, de un paisaje a otro. caso, March relata la manera inconsciente de No existe un argumento único, el recuerdo de la ejecución a sangre fría de nueve prisioneros la experiencia en la guerra queda grabado en la de guerra alemanes. En ese sentido, el libro de memoria por el esfuerzo que el autor dedicó a la March (1989) describe como los personajes no construcción de las vivencias de toda su com- tratan de demostrar nada. Son las víctimas de pañía. Muchos de los testimonios son narrados las “causas nacionales”, ellos no tienen ninguna por personajes que se encuentran en situacio- opción. Ellos se encuentran en una lucha por nes extremas, cerca de la muerte o después de la supervivencia constantemente embrutecida alguna escaramuza con el enemigo, o en los y brutalizada por la maldición de guerra. Las asaltos a las trincheras enemigas: referencias a los paisajes y el escenario del fra- gor de la batalla describen un bosque repleto de El sargento Tietjen estaba conmigo el día muerte, que fue el marco para la ejecución de que ocupamos el nido de ametralladoras los individuos juzgados por sus propios enemi- en el bosque de Veuilly. Descubrimos que gos quienes contaban —según ellos— con un había muerto toda la banda, salvo un decálogo de conducta que estipulaba la pena de hombre corpulento y barbudo que estaba muerte para aquellos que cayeran en sus manos malherido. Justo cuando nos aproximá- como prisioneros de guerra y que por sus accio- bamos, el hombre metió la mano en el nes pasadas, debían morir. interior de su abrigo y hurgó en el bol- El texto no señala con precisión dónde sillo. Creyendo que iba a lanzarnos una fueron enterrados los cadáveres de los prisio- granada, descargué la pistola contra él. neros puesto que una muerte deshonrosa no Su brazo se deslizó del interior del abrigo ameritaba el recuerdo de su entierro. Es signi- con un movimiento brusco e irregular y ficativo que la muerte derivada de este acto es, la palma de su mano se posó durante un bajo la mirada de March, una forma de morir instante en sus labios. La sangre que le que se aleja del paradigma del deber del soldado llenó la garganta empezaba a asfixiarlo y que debe en todo caso, respetar las vidas de los soltó un suspiro ahogado. Los ojos se le que se consideran “prisioneros de guerra”. En pusieron en blanco y se le abrió la boca. este caso, precisa que los huesos enterrados Me acerqué y le abrí la mano para ver bajo la sombra de grandes robles característicos qué sostenía. Era una foto de una niña de la región encarnan, bajo la mirada del autor, alemana. Tenía la cara redonda y peco- el renacimiento de aquellos que no contaban sa y sus cabellos ensortijados especial- con armas para defenderse y que cayeron por mente para la ocasión le caían sobre los las balas de su fusil y los de sus compañeros. hombros. —Debe de ser su hija— dijo March considera que los fusilados y los caídos el sargento Tietjen. Pasé aquella noche en esta batalla poseen al igual que los vivos, en vela pensando en ese soldado alemán. la característica de expresar emociones como Me revolví en la cama hasta que, hacia la felicidad y la muerte significa, a manera de el amanecer, Tietjen vino a tenderse a ejemplo para los vivos, que existe la posibilidad mi lado. —No sirve de nada sentirse de experimentar el goce en el más allá, que Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 149: 11-22 / 2015 (III). (ISSN: 0482-5276)

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cuando la megafonía lanza una imperio- sa arenga “¡preparados para salir, .. (Merrow, Starace y Von Hassell, 2014). Esta batalla fue el bautismo de
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