Description:—Ahí tienes la razón por la que han ladrado los perros en el rancho de los Mac Donald. ¡Mira a tu derecha, Prunella! ¿No es ése el hijo de Gillian Mac Donald? —Sí… ¡Es él! —¡Cuidado…! —exclamó Emma la dueña del local—. Viene hacia aquí. Prunella entró en el local. Emma permaneció bajo el porche de entrada. Jeff Mac Donald pasó junto a ella con la mayor indiferencia, soltando un «indiferente»: «¡Hola…!», y fue directamente al mostrador.