LA VOLUNTAD ENCARCELADA LAS 'LUMINOSAS TRINCHERAS DE COMBATE' DE SENDERO LUMINOSO DEL PERÚ La voluntad encarcelada LAS 'LUMINOSAS TRINCHERAS DE COMBATE' DE SENDERO LUMINOSO DEL PERÚ José Luis Rénique IEP Instituto de Estudios Peruanos Serie: Ideología y Política 18 IEP EDICIONES Horacio Urteaga 694, Lima 11 Telf. 332-6194 / 424-4856 Fax (51 1) 332-6173 E-mail: [email protected] ISBN: 9972-51-087-5 Impreso en el Perú julio, 2003 1,000 ejemplares Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 1501052003-3121 Prohibida la reproducción total o parcial de las caracteristícas gráficas de este documento por cualquier medio sin permiso de los editores. RÉNIQUE, JOSÉ LUIS La voluntad encarcelada: las 'luminosas trincheras de combate' de Sendero Luminoso del Perú. Lima: IEP, 2003.- (Ideología y Política. 18) SENDERO LUMINOSO/IDEOLOGÍAS POLÍTICAS/TERRORlSMO/ PRISIONES/INSTITUCIONES PENALES/MAOÍSMO/PROBLEMAS SOCIALES/PERÚ W/ 04.04.02/I/18 A Blanca Rosa e Inés Gracias Contenido Agradecimientos 11 l. Introducción 13 2. Tradición radical y voluntad senderista 20 La «patria criolla» en cuestión 22 En busca del partido 27 La hora de los amautas 29 La «nación aprista» y la tradición sumergida 33 De la ciudad al campo: Mariátegui el Ché y Mao Tse-Tung 40 Ayacucho: un Yenán andino 45 Tiempo de utopía 56 3. El Frontón: de «la cuota» a la «heroicidad» 58 La voluntad encarcelada 58 Abimael versus Alan 64 Poder civil. Solución militar 67 4. Canto Grande: vitrina de la revolución triunfante 72 El poder a la vuelta de la esquina 72 Comuna roja carcelaria 75 ¡Masacre! 87 5. Yanamayo: la nueva gran decisión 92 Osmán Morote 92 Del «equilibrio estratégico» a la caída de la jefatura 97 «Acuerdistas» versus «felicianistas»: ¿guerra prolongada o etema? 108 Gonzalo cabalga de nuevo, o el topo sigue hozando 127 La batalla por la memoria: ¿una o varias verdades? 130 Post-Scriptum 140 6. Epílogo 143 7. Bibliografía citada 151 Agradecimientos Este trabajo deriva de una ponencia presentada en el panel .Prisión política en América Latina» del Congreso Internacional de la Latín American Studies Association, llevado a cabo en Dalias, Texas, en marzo del 2003. A Carlos Aguirre de la Universidad de Oregon, organizador de dicho panel y sin cuyo estímulo este trabajo jamás hubiese visto la luz, mi agradeci- miento. A mi hermano Arnaldo Rénique, igualmente, por alentarme a acompañarlo a visitar a los internos del pabellón 4B del penal de Miguel Castro Castro, Canto Grande, en una época de gran tensión. Ese es el origen remoto de este texto. En junio del 2002, Eduardo Ballón Echegaray y Gino Costa Santolalla me proporcionaron ayuda crucial para la realización de este trabajo, que también agradezco encarecidamente. En la realización de esta investigación he hecho uso de fondos provenientes del National Endowrnent for the Humanities .Extending the Reach» y del George N. Shuster Fellowship (Lehman College). A Andrés Blondet, José Gonzáles Manrique, Gustavo Gorriti, Carlos Indacochea Espinoza, Ricardo Melgar Bao, Luis Pásara y Alberto Portugal, debo aliento, sugerencias y preguntas acuciosas que no siempre he podido responder a cabalidad. A Julio Cotler, cuyos comentarios y entusiasmo explican que este trabajo haya sido acogido por el Instituto de Estudios Pe- ruanos, gracias igualmente. 12 Aunque no leyeron este manuscrito, agradezco a Forrest Collbum y Nelson Manrique enseñanzas importantes sobre el tema general del radicalismo latinoamericano y peruano. A Elizabeth Acha y Carlos Iván Degregori de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación debo, la satisfacción de haber participado como consultor en el trabajo de dicho organismo en el altiplano. En esa condición acompañé a miembros del equipo regional del sur andino de la Comisión - Edgardo Rodríguez, Luz Herquinio, Percy Tapia. Raúl Salamanca. Ricardo Portocarrero e Iscra Chavez- en sus visitas al penal de máxima seguridad de Yanamayo, en junio del 2002. A todos ellos mi gratitud. A mi madre -doña Juana Caycho de Rénique- en Lima, y a mi esposa e hija -Blanca Rosa Vílchez e Inés Rénique Vílchez- en Weehawken, les debo el calor de hogar vital para pensar y escribir. A Blanca Rosa, muy en particular, por la paciencia y el apoyo generoso de siempre. 1 Introducción Virtualmente,la única manera de hablar directamente con Sendero es en prisión. Robin Kirk (1991)1 Dos DE MARZO DE 1982. Caía la noche en Huamanga cuando los pelotones guerrilleros comenzaron el ataque. No les tomó mucho tiempo controlar la ciudad. La cárcel departamental era su objetivo. Al final de la jornada 78, «camaradas» habían sido liberados y 168 presos comunes habían aprovechado la oportunidad para huir. No muy lejos de ahí en el cuartel Los Cabitos, las fuerzas del Ejército se limitaban a reforzar la vigilancia. esperando que en Lima, el alto mando decidiera si debían o no intervenir.2 Desdeñada por un presidente de la República de talante aristocrático. Enigmática o indefinible para sus primos hermanos izquierdistas, la insurgencia había avanzado con insospechada fuerza a largo de las serranías ayacuchanas. Se había iniciado el 18 de mayo de 1980 -con la ya célebre quema de ánforas electorales en el pueblo de Chuschi- el día en que se celebraban comicios presidenciales luego de 17 años de gobierno militar. El asalto a la cárcel de Ayacucho la pre 1. Robin Kirk, Grabado en piedra. Las mujeres de Sendero Luminoso, Lima, IEP, 1993, p. 54. 2. Para una reconstrucción del ataque a la cárcel de Ayacucho, véase Gustavo Gorriti, Sendero. Historia de la guerra milenaria en el Perú, Lima, Editorial Apoyo, 199°, pp. 253- 266.