Description:-Recibido.
Pálido como un muerto, el telegrafista se levantó de su asiento, y saliendo del cubículo que era su lugar de trabajo, cruzó rápidamente hacia el otro extremo de la gran rotonda subterránea con el amarillo papel en la mano. Tan alterado estaba que ni se dio cuenta de que en su camino se interponía un compañero a quien estuvo a punto de derribar.
-¡Caray, Sliorty! -exclamó la víctima del atropello-. ¡Podías mirar por donde andas!
No recibió respuesta y Shorty siguió adelante. El otro se rascó intrigado la cabeza introduciendo los dedos por debajo do la gorra. Eran buenos amigos y siempre que se cruzaban solían cambiar unas palabras.