Después de vencer a Nihledra y regresar al pueblo de Hellwelm, Kaelin se enfrenta a una prueba mucho más dura. Para tomar el lugar que le pertenece por derecho, antes tiene que ganar la lealtad de su pueblo al demostrar que ella es realmente la hija del emperador Artús. Sin embargo, el Maestro Oscuro está dispuesto a defender el trono que ha usurpado. Tras dar una última oportunidad a Nihledra y Zadyrr, el Maestro Oscuro se convierte en el siniestro titiritero que mueve los hilos para conseguir que la princesa Kaelin caiga en la trama y entre a la Tierra Santa de Kavystei. La luz de Nashira sólo iluminará a aquellos que hayan encontrado dentro de sí mismos el verdadero significado de la fe. Pero cuando el Maestro Oscuro arranque del corazón de Kaelin la única esperanza a la que ella puede aferrarse, ¿quedará alguna manera de encontrar la luz en la oscuridad?