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La primera imprenta en Filipinas: reseña histórica bio-bibliográfica PDF

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BIBLIOTECA NACIONAL FILIPINA Volumen VI de la Colección La Primera Imprenta en Filipinas Reseña Histórica Bio-Bibl iográflca Con tres apéndice*. Uno bibliográfico <le las obras citadas en el texto; otro c >11 la bio­ grafía del I’. Blancas, y el iiltimo, con una resena de los actos llevados ¡i cabo para celebrar por primera vea el Cente­ nario dk la Imprenta en Filipinas. Colócase además un trabajo sobre Pinpin, con el fa­ moso libro de este filipino. por Manuel Artigas y Cuerva Medalla <1<- plata por sus libros en la Exposición Regional Filipina de 18'IS: Antiguo funcionario de Administración Civil por oposición; Miembro de la Junta de Publicidad del extinguido Ministerio de UltramaV. de España; Ex-director de varias publicaciones; Encargado de la Sección Filipina de la Biblioteca Americana afecta al Buró de Editación; Director-propietario cu la actualidad, de la Revista Histórica Biblioteca Nacional Filipina; Miembro del Comité Ejecutivo del Tercer Cente­ nario de la Imprenta eu Filipinas, y, Presidente del Comité de Velada del mismo. <Copyright 1910.) Manila, 1910 T i p i » H E R M A N IA Trabajos del autor EDITADOS Manual «leí Empicado—Manila, 1891.......................................\g<'i El Faro Administrativo, Revista Quincenal -Manila, 1892-97. » Apéndice al Manual dol Empleado—Manila, 18911................. Cartilla del Recaudador do contribuciones Manila, 1893 . . El enjuiciamiento do cuentas—Manila, 1894................................> El Municipio Filipino. Historia municipal do Filipinas desde ios primeros tiempos de la dominación española hasta nuestros días - Manila, 1894 ................................................ El Procedimiento administrativo y la Jurisdicción eonten- cioso-Administrativa en Filipinas—Manila, 1894................. Vademécum de Beneficencia y Sanidad -Manila, 1894. . . Diccionario Técnico-Histórico do la Administración de Fi­ lipinas-Manila, 1894............................................................ El Consultor do los Municipios, Revista—Manila, 1894-97 . El Servicio de Aduanas- (Con una reseña histórica del ramo)—Manila, 1895 .............................................................-> La Voz de Ultramar—Periódico en Madrid, 1897-98 .................... El Filipino—Periódico en Itarcelona, 1899 ................................- Folleto-Maniliesto á los filipinos de Barcelona—París, 1900. Historia de las revoluciones Filipinas, Antiguas costumbres del país, origen, juicios formados, y fin ipte persiguieron los levantamientos—Barcelona, 1899 .......................... Biblioteca Nacional Filipina, Revista Histórica Manila, 1908. Instituciones Filipinas—Manila, 1908...................................... El Parlamento Filipino—Manila, 1908 .................................. La Lengua Tagala—Manila, 1908 ........................................... Los Periódicos Filipinos Manila, 1909.................................. Revoluciones Filipinas—Manila, 1909...................................... La Primera Imprenta en Filipinas-Manila, 1910................. EN PRENSA La Instrucción en Filipinas................. El Profesor Blumontritt y sus obras. . ¿Quién es Retana? Su antaño y ogaño . EN PREPARACION Resumen Bibliográfico de Filipinas 'L■. ¿ <- 6 i <J. ,íii£ e/.ui lc, í"ttlI«* <lcl !><><•<■ ile l-Vlirero N." 40, tfANTi m¡<> i>k Ciiii.k. Mi distinguido amigo:— Sus trabajos por cosas filipinas, Venas de la más purísima, sinceridad, hánme obligado á contarle como uno de los elementos gue interesándose, por nuestra Bibliografía con verdadero altruismo, debe ser apre­ ciado por los gue amamos el progreso de nuestra tie­ rra. En este sentido, pues, g conociendo sus aficiones por llegar á robustecer la historia de la primera Im­ prenta en estas Islas, permita F. gue se honre en dedicarle esta modestísima monografía, su más ferviente admirador. rSllítmoel Qtflrtigas y 0uerva . 2 Enero, WLO. INDICE CRONOLOGO. PÁGINA. Dedicatoria..................................................... P Prólogo..........................................................III-XII Estudios que se han practicado para cono­ cer datos................................................ i ¿Fué importada ó no la primera Imprenta?— ¿Á quien se debe su establecimiento? — Autores qne se han ocapado de ella . 3 Vicisitudes porque atravesó la primera Imprenta ................................................. 12 Resúmen:—¿Se estableció antes de 1602 la la primera Imprenta?—El P. Tomás Mayor, compañero del P. Blancas — Tiempo que estuvo en Abucay el P. Blancas Es incuestionable que el libro primero aalido de la imprenta con tipos movibles, fué el de 1(502 escrito por el P. Blancas—La primera Imprenta fué siempre de I03 PP. Dominicos. . 19 Apéndice bibliográfico . . . . . . . . 22 Biografía del V. P. Fr. Francisco Blancas . 94 El Centenario de la Imprenta........... 106 Pinpin y sus obras.......................................... 123 Prólogo del editor ............................................. 125 Librong pag-aaralan.............................. 128 Necesidad de honrar á nuestros hombres célebres ........................................................... 129 PRÓLOGO Llamará seguramente la atención de los lectores, cómo se publica este libro con anticipación á la fecha citada para celebrar un concurso con motivo del Ter­ cer Centenario de la Imprenta en Filipinas, que habrá de realizarse en el méB de Septiembre del corriente año, y se preguntarán algunos porque no se reserva el trabajo para presentarlo á dicho concurso. No sería extraño que aconteciera así, teniendo en cuenta que ya varios de mis amigos han exteriorizado igual pensar. Sin embargo, el acudir á los concursos que en épocas pasadas casi teníase como de moda, hoy ha decaído bastante, por la experiencia recogida en los muchos casos que se han presentado de fallos apa­ sionados, en los cuales juegan papel principalísimo, las desafecciones políticas, las rivalidades profesiona­ les, y aún si se quiere, las enemistades personali- sinias. A nadie, pues, se ocultará, la necesidad de evi­ tar peligros de esa naturaleza, pues que todos so­ mos humanos, y á veces nos dejamos arrastrar de nuestras debilidades, y de ahí mi firme convicción de no aoudir á concurso alguno, obedeciendo á esto mismo, mi propósito de publicar extra—concurso esta VI monografía, modesta al fin, como todo lo que produce mi honrada labor, pero pletórica en cambio, de de­ seos de ayudar con mis escasas fuerzas, al esclareci­ miento de la verdad histórica. lie procurado con el mayor interés, investigar cuantos archivos y bibliotecas juzgué importantes para adquirir informes, y si no he conseguido dár mayor número de noticias para completar la historia de la primera Imprenta en Filipinas, cúlpese á la carencia de datos, pero jamás á quien estas lineas escribe. Con todo, la presente monografía aporta nuevos materiales, que con los ya meritisimos, dados á co­ nocer por plumas de mayor fuste, podrán servir para formar una más concreta idea de la cuestión que ahora tenemos empeño en ventilar. Expuestas las razones que tenía para dar á la es­ tampa este trabajo, anticipándome á la época en que habrá de celebrarse por primera vez en Filipinas el Centenario de la Imprenta (*), al par que hago men­ ción de mis investigaciones para adquirir la mayor suma posible de noticias, voy á referir aquí, á ma­ nera de exordio, lo ocurrido con la primera labor verificada, y sobre la cual, tanto se ha cuestionado por el afán de bibliógrafos eminentes, que deseaban deducir de esos datos, la época en que se estableció la Imprenta principe. Los puntos principalmente discutidos, han sido la determinación del primer libro publicado en Fili­ pinas y quién lo dió á la estampa, cuyas noticias vie­ nen á coincidir con la duda de si fué el P. nacen­ cia el primero que lo publicó, y, por tanto, como de la mano Uevannos á averiguar, si hubo Imprenta an­ tes de 1602, y en caso de ser así, queda sentado que de haberse empleado algún sistema para la impresión de libros, fué el xilográfico que desde mucho antes del maravilloso invento de Guttemberg, se usaba en China desde donde debió importarse á estas Islas. ( *) Por cierto r|uo (falliera halarse celebrado en JÍIO‘2. VII En cuauto al primer extremo, los términos de la cuestión han aparecido confusos, no habiendo hasta la fecha quien haya descifrado aquella nebulosa. Incuestionablemente, la base de toda esa duda, estriba en la aseveración del culto bibliógrafo, señor Beristain, y en los resultados de la carta del Obispo Sr. Salazar. El primero en su Biblioteca Hispano-Amekicaxa; México 1817 (T. II. p. 52) dice: (*) «en efecto, el Arte y Vocabulario de la Lengua Tagala, de fray Juan de Quiñones, se imprimió en Manila en 1581» y, por su parte, la carta del primer Prelado de Fili­ pinas, dió origen á que se dictara la siguiente reso­ lución: «Presidente é oidores de la mi Audiencia Real que reside en la Ciudad de Manila de las Islas Fili­ pinas.—Por parte de don fray Domingo de Salazar, Obispo dellas se me ha hecho relación que convernia que ningún religioso pueda hacer arte de la lengua ni vocabulario, y que si hiciese no se publique hasta ser examinado y aprobado por el dicho Obispo, pues de lo contrario se seguirá mucha variedad y división en la doctrina; y habiéndose visto por los del mi Consejo de las Indias fué acordado que debía mandar dar esta mi oédula, por la cual os mando que proveáis que cuando así se hiciere algún arte ó vocabulario no se publique ni use dél, sin que primero esté exa­ minado por el dicho Obispo y visto por esa Audien­ cia.—Fecha en Hanober á 8 de Mayo de 1584 años. — YO EL REY. -Refrendada de Antonio de Eraso y señalada del Consejo.» «Pudo haberse impreso en 1581 y hasta en 1589? ¿Fué acaso el P. Quiñones como asevera el Sr. Beris- tain, quien esoribió ese Arte? Todas las pruebas que hasta nosotros llegan, in- (*) Así lo vemos escrito en «La Imprenta en Manila-, del señor Medina. No liemos logrado encontrar la obra del Sr. Beristain de Sntisa. VIII dueen á poder asegurar que se ha partido de un verdadero error, pero ¿cuál ha sido la base de esa equivocación? Sin duda de ninguna clase, lo aseverado por el Sr. Beristain dió margen á esa confusión, hija de al­ guna ligereza cometida de buena fé, pues no otra cosa se puede suponer de escritores tan respetables como los que incurrieron en ese pequeño lapsus para aquellos tiempos, pero de trascendental importancia en una época como la presente, en que todo se alam­ bica y se requiere la mayor precisión cuando se trata de situar un hecho histórico. Se vé que el maestro Grijalva en la Crónica de la Orden de San Agustín de Nueva España (fol. 199 vto.) se limita á expresar que Pr. Juan de Quiñones «Fue lengua Tagala, hizo vocabulario, y Arte della.» luego tenemos que Fr. Gaspar de San Águstin en sus Conquistas de las Filipinas (págs. 952, 449 y 444) alude á Grijalva y al P. Herrera (V. Alphabetmn Au- ijustinianuvi T. I. p. 408), pero quien escribe dando más exactitud, es Fr. Juan de Medina, en los Suce­ sos de los Agustinos de Filipinas (p. 150), al decir: «El P. Quiñones hizo Arte y Vocabulario de la len­ gua tagala, que fué el primero que comenzó á mos­ trar reglas de su modo de hablar, para que ha­ blándose la lengua con perfección se pudiera mejor deolarar á los naturales los misterios de nuestra Re­ dención». La aseveración del P. Medina, ha sido la que más ha dado lugar á las dudas, pero con todo, seguimos creyendo que hay en ello un error, del cual dima­ nan los distintos criterios que se han expuesto al tratar esta cuestión, de la que nos proporcionan no­ ticias bien explfcitas, las Chronicas de la Apostólic/ Provincia de San Gregorio de Religioso« Descal­ zos de N. S. P. S. Francisco En las Islas Piiilipi ñas, China, Japón &c. (1738) Vamos por partes. Primeramente tenemos las Chronicas (Part. I. Lib. II. Cap. II. p. 533) que bajo el núm. 24 nos dicen: «............Fr. Juan de Plafencía IX quedó encargado de la formado del Vocabulario de la Lengua Tagala, y de fu Arte, defempeñando la con­ fianza del encargo tan cabalmente, que eftas tan in- accefibles obras, y la traducción de la Doctrina Chrif- tiana á las Tagalas voces, y Fraffes no han perdido hafta aora las antiguas comunes Aprobaciones». Tenemos pues, que el P. Placencia quedó desig­ nado en esa ocasión, ó sea en el Si/nodo de 1580, se­ gún lo vemos en el número 102 del mismo libro, pero además, en esas Ciironicas y refiriéndose al mismo Synodo. después de expresarse que se trató de ense­ ñar á los indios en lengua nativa, se agrega (Part. I. Lib III. Cap. VII. p. 564 núm. 99) «... y para fu cumplimiento, fobrefalió entre todos nueftro Fray Juan de Plaffencia, dado que fueffe igual con los de­ más para determinarla. Fué tanto lo que efte Siervo de Dios fe empeñó en penetrar los genios, condicio­ nes y coftumbres de los naturales de eftas Islas, que compufo vn Tratado copiofo de todos fus Vfos, Ritos y Ceremonias, que en la antigüedad de fu Gentilidad tenían afsi en fus Sacrificios, y Cafamientos, como en otras acciones aún las más ordinarias, para que firvieffe de luz á las que avian de entender en el Gobierno Efpiritual, y Temporal de eftas Islas, para el acierto de fu regimen, y enfeñanza. Cuya Obra (q no llegó á eftamparfe, como mereciá, por falta de Imprenta) llegó á eftar tan calificada que mereció de la Magostad Catholica efpeoial Cédula de Aproba­ ción.............(*) Hay más aún que nos sirve de argumento para reforzar nuestra opinión del error sostenido por Be- ( * ) Conviene tener en cuenta para reforxar más el argumento de que aún no ee imprimía en Filipinas, que en el estante 68 Cajún I.o legajo 42 <M Archivo de indias, figura una «arta au­ tógrafa del P. Placencia, en que dirigiéndose al rey, dice aquel religioso en 18 de Junio de 1585, que tenía escritos en la lengua más general de Filipinas, el Arte y Declaración de toda la Doctrina y añade: «agora voy haciendo el Vocabulario», después de lo cual, ruega al soberano que expida cédulas mandando im­ primir dichas ohras en México, á costa de la Real Hacienda.

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ang picar ay 1 omoca; ang pilar, ay habgui, at ang pe lar ay homimolmol; ang logro doble; gañid, cazador de prisa; ganit. duro, miserable; gantí
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