[2] [3] [4] ADVERTENCIA ESTA ES UNA COPIA PRIVADA PARA FINES EXCLUSIVAMENTE EDUCACIONALES QUEDA PROHIBIDA LA VENTA, DISTRIBUCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN ▪ El objeto de la biblioteca es facilitar y fomentar la educación otorgando préstamos gratuitos de libros a personas de los sectores más desposeídos de la sociedad que por motivos económicos, de situación geográfica o discapacidades físicas no tienen posibilidad para acceder a bibliotecas públicas, universitarias o gubernamentales. En consecuencia, una vez leído este libro se considera vencido el préstamo del mismo y deberá ser destruido. No hacerlo, usted, se hace responsable de los perjuicios que deriven de tal incumplimiento. ▪ Si usted puede financiar el libro, le recomendamos que lo compre en cualquier librería de su país. ▪ Este proyecto no obtiene ningún tipo de beneficio económico ni directa ni indirectamente. ▪ Si las leyes de su país no permiten este tipo de préstamo, absténgase de hacer uso de esta biblioteca virtual. "Quién recibe una idea de mí, recibe instrucción sin disminuir la mía; igual que quién enciende su vela con la mía, recibe luz sin que yo quede a oscuras" , —Thomas Jefferson Para otras publicaciones visite www.lecturasinegoismo.com Facebook: Lectura sin Egoísmo Twitter: @LectSinEgo o en su defecto escríbanos a: [email protected] Referencia: 4914 [5] ÍNDICE LA PRESENCIA DEL SER EN EL PENSAMIENTO ANTIGUO ¿QUÉ ES PRESENCIA? . LA CONFIRMACIÓN DE PRESENCIA EL BRILLO DE LAS SUPERFICIES LA PRESENCIA EN LA PROFUNDIDAD EL HOMBRE Y EL DESTINO EL PENSAMIENTO ANTIGUO EL SER EN LA ÉPOCA DE LOS DIOSES LA ÉPOCA DE LOS DIOSES LAS CULTURAS EGIPCIA Y MESOPOTÁMICA LA GRECIA ANTIGUA LA EXPERIENCIA POÉTICA DEL SER EL MUNDO DE LA ARETÉ SENTIMIENTO VITAL Y SENTIDO TRÁGICO DE LA EXISTENCIA VALOR DIDÁCTICO DE LA POESÍA HOMÉRICA LAS OCASIONES DE PROXIMIDAD LAS HIEROFANÍAS LA UNIDAD PRIMITIVA CON EL SER EL PENSAR CONCEPTUAL Y EL MITO PRESENCIA Y RAZÓN GIAMBATTISTA VICO (1668-1744 LOS TRES LENGUAJES LA POESÍA COMO ORIGEN DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO PRIMACÍA Y SUPERIORIDAD DE LA POESÍA SOBRE EL LENGUAJE FILOSÓFICO JUAN JACOBO ROUSSEAU (1712-1778) [6] FEDERICO NIETZSCHE (1844-1900 LOS TRES LENGUAJES DEL SER EL MITO Y LA CULTURA ACTUAL MITO Y LENGUAJE EL MITO COMO APERTURA LA TRASCENDENCIA ESPACIO-TEMPORAL EN EL MITO MITO: ORIGEN Y COMIENZO LA BÚSQUEDA DEL SER EN LA FILOSOFÍA ACTUAL LA EXPERIENCIA DEL SER EN LA FILOSOFÍA ACTUAL LA FENOMENOLOGÍA FENOMENOLOGÍA Y METAFÍSICA MARTIN HEIDEGGER LAS INSTANCIAS DEL ITINERARIO: DE LA ANTIGÜEDAD AL PRESENTE LA CULTURA ACTUAL: EL ARTE EL DEPORTE [7] Itinerario del ser en la Filosofía de occidente LA PRESENCIA DEL SER EN EL PENSAMIENTO ANTIGUO El problema del Ser ocupa en la filosofía de hoy los primeros planos del pensamiento y de la investigación filosófica y como lo dice Rey Pastor1 la preocupación de la filosofía actual por el problema: “sólo encuentra su igual en los mejores tiempos del aristotelismo”. La crítica kantiana, que con su escepticismo metafísico promovió la ocultación del Ser, fue continuamente desvirtuada por las nuevas experiencias de la filosofía contemporánea. Los progresos del pensamiento metafísico, que comenzaron a manifestarse ya en el último tercio del siglo XIX, son muy importantes en nuestra época actual y en el Arte, en la Acción, en la Filosofía y aún en la propia Ciencia, el Ser vuelve a estar presente para el hombre de Occidente. Para Luis Lavelle, filósofo de nuestro tiempo, no hay nada tan evidente como la rotunda presencia del Ser, tanto en el nivel de la experiencia como en el pensamiento: “Lejos de temer el no poder dar con el Ser, hay que estar seguro por el contrario, no poder evadirse de él” .2 Toda existencia es comprendida por Lavelle como una actualización del Ser: “Respecto a toda existencia puede definirse al Ser como un infinito de posibilidades en el que participa aquella según la capacidad de su naturaleza o el grado de su libertad3”. 1 Rey Pastor – “Diccionario filosófico”. 2 Luis Lavelle – “Introducción a la Ontología”. 3 Luis Lavelle – “Introducción a la Ontología”. [8] ¿QUÉ ES PRESENCIA? Empleamos el término Presencia con un sentido estricto, que se refiere al acontecimiento metafísico, por el cual el hombre establece su vinculación con el Ser. Esta vinculación se entiende, sea como una relación que reúne, o bien, como un quedar involucrado en el Ser. En general, las definiciones del término “Presencia” toman la palabra en un sentido mucho más amplio, que comprende no sólo el hecho real y fundamental de la presencia del Ser, sino además otras circunstancias relativas al acontecimiento, como son: el conocimiento que eventualmente pueda alcanzarse del Ser en su presencia, o la acción que en virtud del mismo pueda ejercitarse, o las facultades espirituales y aún las funciones psíquicas por medio de las cuales la experiencia se hace posible. Lalande propone el empleo del término “presente” como adjetivo, para expresar: “aprehendido por un acto consciente del Espíritu”, y cita como ejemplo a Descartes: “Llamo claro al conocimiento que está presente y manifiesto en un espíritu atento”. En realidad, la Presencia en su conformación puede situarse antes o más allá del conocimiento. En el primer caso, cuando es anterior al conocimiento, puede darse como un “estar ahí” o un “estar adelante” o “lo que existe en el momento mismo”. También cabría incluir dentro de las formas de darse la Presencia, que son ajenas al conocimiento propiamente dicho, el “sentimiento de presencia” del que habla William James4 y también aquello que Lalande define como “pronto para ejercerse, disponible”5. Es decir que los modos de acceder a la Presencia, que se alcanzan, no recurriendo a la inteligencia racional, sino a las facultades afectivas y a la voluntad, no podrían ser considerados propiamente como conocimientos, sin perjuicio de admitir que dichos recursos espirituales son adecuados y hacen posible la experiencia del Ser. La Presencia puede también considerarse como un acceso del hombre al Ser, que es superior al que puede proporcionar el 4 William James – “La Experiencia Religiosa”. 5 A. Lalande – “Voc. Téc. y Crít. de la Filosofía”. [9] conocimiento y así lo hemos de ver en Plotino. Presencia implica cercanía y proximidad, tanto en el espacio como en el tiempo. Pero no implica necesariamente la Presencia, un conocimiento propiamente dicho. Puede tratarse de una Presencia oculta que se insinúa sin mostrarse. Sería el caso de una Presencia que implique “presentación”.6 Precisamente Bergson propone: “Introducir el uso del vocablo ‘presentación’ para designar de un modo general todo lo que es pura y simplemente presentado a la inteligencia”. Cuando la Presencia se da en el sentido de: objeto que aparece ante el sujeto, como uno de los extremos de una relación, la presencia representa un “estar ahí” o un “estar delante” (en ambos sentidos: espacial y temporal). Esto es lo que llamaría Lavelle: la manifestación pasiva de la Presencia. Pero también constituye la Presencia el acto por el cual la conciencia hace presente al ente, como poniendo al descubierto y a la luz las diferentes manifestaciones del Ser que han de poblar el mundo. Implica entonces la Presencia un potencial del cual dispongo actualmente, en el momento en que efectivamente la Presencia se pone de manifiesto. La Presencia se da, en el momento en que se produce, la desocultación del Ser, cuando brilla el relámpago de luz, que pone en descubierto al ente, destacándolo sobre el fondo en sombras de la Presencia originaria, y dejando, al mismo tiempo, la certidumbre del Ser que se repliega en su ocultamiento. En este último caso la Presencia se da en un sentido activo. Es muy otro el modo de darse la Presencia cuando ésta involucra a la propia conciencia y más ampliamente aún, al ser humano que la comprueba al sentirse comprendido en ella. Es a este modo de darse la Presencia, que se refiere Cuvillier7 citando a Lavelle: “Presencia es, según este filósofo, la experiencia originaria y fundamental; en ella se pone de manifiesto el yo y el Ser total en el cual está implicado: la Presencia total del Ser está ya implicada en la simple experiencia que el yo hace de su propia existencia”. 6 A. Lalande – “Voc. Téc. y Crít. de la Filosofía” 7 A. Cuvillier – “Vocabulaire Philosophique”. [10]