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la pintura religiosa en los expresionistas alemanes PDF

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[Publicado previamente en: Goya. Revista de arte nº 289-290, julio-octubre 2002, 254-266. Editado aquí en versión digital por cortesía del autor y del editor, con la paginación original]. LA PINTURA RELIGIOSA EN LOS EXPRESIONISTAS ALEMANES Por JOSÉ MARÍA BLÁZQUEZ Emil Nolde: El escarnio de Cristo, óleo sobre lienzo, 1909. El expresionismo es la gran revolución artística cimiento del expresionismo son Dresde y Munich. alemana del siglo XX. Este arte fue marginado por el Marc, en Der Blaue Reiter, señaló muy claramente los nazismo en 1937 por considerarlo decadente. Se agru- objetivos del nuevo arte, que no contemplaban una pan bajo el término expresionismo a artistas alemanes evolución formal sino una reinterpretación del impre- de muy diferentes corrientes y técnicas. Algunos, como sionismo. Cuatro artistas expresionistas formaron, al Kandinsky, fueron expresionistas sólo en una etapa de principio, el grupo llamado Die Brücke (El Puente), su producción, hasta el año 1914, evolucionando luego una de cuyas características es la ausencia de pintura hacia formas artísticas por completo diferentes, con- de asunto religioso. cretamente hacia la pintura abstracta. En este trabajo sólo se entresacan algunos pintores No hay consenso respecto a la fecha de la apari- expresionistas para seguir, a través de variados ejem- ción del término expresionismo. A partir del año 1911, plos, la presencia de la temática religiosa en la más im- en diferentes exposiciones de pintura se emplea la pa- portante corriente artística alemana del siglo XX. labra «expresionismo», como en la celebrada con mo- tivo de la Secesión de Berlín en 1911, en la que expu- EMIL NOLDE sieron sus obras artistas como Picasso, Braque, Dufy y otros; o en la galería Sturm de Berlín, al año si- guiente, en la que a Franz Flaum y a Oskar Kokosch- El principal pintor expresionista alemán que trató ka se les llama expresionistas, o en la exposición del aspectos religiosos fue Emil Nolde, nacido en 1867 en año 1912. La palabra expresionista tuvo un carácter Scheswig y muerto en 1958. De 1908 data una colec- muy ambiguo. En 1916, Paul Fechler intentó definir el ción de cabezas de Cristo y de los apóstoles, que se ca- término por primera vez. Para este autor, el expresio- racterizan por el realismo de la expresión de los ros- nismo es un movimiento típicamente alemán, paralelo tros, que son muy enjutos. En 1918 volvió al mismo al cubismo en Francia, y al futurismo de Italia, nacido tema con un estilo diferente. El rostro es ahora carnoso para hacer frente al impresionismo. Los lugares de na- y la expresión totalmente distinta. 254 Emil Nolde: Pentecostés, óleo sobre lienzo, 1909. Nolde había sido educado en una profunda pie- de la vida nocturna de la ciudad, tema al que volvería dad. Esta educación influyó mucho en la temática de años después. Este grupo de obras presenta una cierta su obra, que a partir de 1909 se hace marcadamente re- unidad en su producción. ligiosa. Entre los años 1909 y 1951 pinta 52 cuadros La pintura religiosa de este artista se caracteriza por de tema religioso. De la primera de las fechas datan: un colorido muy vivo logrado a base de manchas. Ultima cena, Cristo escarnecido, Pentecostés y Cruci- Desde el primer momento los cuadros de tema religioso fixión, y de 1910: Las vírgenes sabias y las vírgenes de Nolde suscitaron estupor y rechazo. Max Lie- necias, la Danza en torno al becerro de oro, Jesús y bermann, presidente de la Secesión de Berlín, se opu- los niños, La hija del faraón encuentra a Moisés y El so terminantemente a que se expusiera el cuadro sueño del faraón. titulado Pentecostés y amenazó con dimitir si tal hecho Desde el primer momento aparece una de las ca- se producía. En 1912, la Königliche Gesellschaft der racterísticas del arte religioso de Nolde. Elige como te- Schönen Künste de Bruselas organizó una exposición ma de inspiración no sólo episodios del Nuevo Testa- de arte sacro, y Karl Ernst Osthaus, que fue el mayor mento sino también del Antiguo. De 1911 datan Los patrocinador de la obra de Nolde, recibió el encargo de Reyes Magos, Cristo entre los doctores, Vida de Cris- seleccionar las pinturas. Eligió la Vida de Cristo, en to, Cristo y Judas, Descenso de Cristo a los Infiernos. nueve escenas, que no pudo ser exhibida por presiones El número relativamente elevado de cuadros de tema eclesiásticas. Este hecho motivó que Nolde participara religioso que realiza cada año indica su gran interés muy pocas veces en exposiciones. El artista no sos- por el mismo, y será una constante en su producción pechaba que sus cuadros de tema religioso fueran a ser a lo largo del tiempo. La obra pictórica de los años rechazados de esa forma tan frontal. No había consul- 1909-1911 coincide en su temática con una estancia tado a nadie acerca de las características que debían de del pintor en el puerto de Hamburgo, cuya vida ajetrea- tener los temas religiosos, siguiendo, en sus propias da y tumultuosa supo captar magistralmente en dibu- palabras, el instinto personal que le llevaba a caracte- jos realizados a pincel y a tinta china, en xilografías y rizar como judíos a Cristo, a los Apóstoles, que por otra en aguafuertes. Durante estos años, Nolde tomó igual- parte eran simples campesinos o pescadores, cuyas mente como motivo de inspiración otros aspectos de la fisonomías representaba con gran vigor, ya que de vida cotidiana muy alejados de la religión, como esce- hecho eran los débiles los que se reconocían en la nueva nas de cabaret, de cafés y de restaurantes, sobre los y revolucionaria doctrina de Cristo. Los cuadros de que realizó dibujos que reflejan agudamente escenas tema religioso tuvieron en Nolde una gran fuerza ex- 255 encuentra a María en el templo, El pago de tributos, El entierro de Cristo. En 1919, Cari Georg Heise, di- rector de los Museos de Lübeck, era un defensor del expresionismo y mecenas de artistas como Nolde y Karl Schmidt-Rottluff. Tenía en su colección privada el Cristo de Betania, pintado por Nolde en 1910. En 1919 Heise publicó en la revista de arte Ge- nius un ensayo sobre la pintura religiosa de Nolde, y preparaba una exposición de sus cuadros religiosos que produciría una fuerte polémica. Algunos la reci- bieron con estupor y duros ataques «por el abuso sin escrúpulos de la casa de Dios». Faltaba todavía en ese año un estudio serio y profundo de la pintura de Nol- de, que pusiera en claro su valor artístico, su origina- lidad, y el puesto que ocupaba en la tradición religio- sa y teológica. Nolde no fue un caso aislado. Otros expresionistas habían tratado el tema religioso, como Morgner, Kokoschka, Beckmann, Rohlfs. Wolfgang Rothe, en su trabajo sobre Expresionismo y teología, de 1969, habla de un «sincretismo de la religiosidad expresionista». Ningún cuadro de Nolde se expuso en una iglesia cristiana, ni fue encargado por la iglesia; sólo a finales de 1950 la jerarquía cristiana aceptó el arte religioso de Nolde. La falta de sintonía entre el pintor y la jerarquía eclesiástica se debe, al menos en parte, al rechazo del Max Beckmaon: El descendimiento de la cruz, óleo sobre lienzo, protestantismo hacia a las imágenes. El teólogo Paul Ti- 1917. llich siempre fue contrario al expresionismo. Los cuadros religiosos de Nolde, como se ha se- presiva y originalidad. Las figuras humanas muestran ñalado, fueron muy criticados. Tuvieron furibundos su vigor mediante el contraste del colorido. detractores y defensores acérrimos. En un mundo se- A pesar de todo, el rechazo hacia su pintura no desanimó a Nolde. De 1912 datan los siguientes cua- dros: Crucifixión, Las santas mujeres en el sepulcro, Max Beckmann: Cristo y la adúltera, óleo sobre lienzo, 1917. La incredulidad de Tomás, Natividad, La Asunción, María Egipcíaca, La leyenda de María Egipcíaca, En el puerto de Alejandría, La conversión, La muerte en el desierto. El artista amplió la temática bíblica a las vidas de santos cristianos. En el año 1913, la exposi- ción de La Última Cena, obra adquirida para el Museo Municipal de Halle, provocó un fuerte escándalo que saltó a los periódicos. Pero Nolde encontró también defensores de su ar- te religioso revolucionario, como N. Hans Fehr, que había adquirido el cuadro Pentecostés; G. Schiefler, presidente del tribunal regional de Hamburgo; B. Graef, profesor de arqueología en Jena; G. F. Hartlamb, di- rector de la Kunsthalle de Mannheim. quien escribió en 1919 que las pinturas y dibujos realizados por Nol- de entre los años 1909-1911, y los de 1915, no son un hecho pasajero sino el punto central y supremo de su copiosa y rica producción, la síntesis de su energía ex- presiva. Nolde no se contentó con recrear mitos, esti- mulado por un cierto impulso de naturaleza religioso- filosófica... su arte está enraizado en lo luminoso. En 1915 se fechan los cuadros: El marinero y el diablo, La leyenda de San Simeón y de las mujeres, La entrada en Jerusalén, El entierro de Cristo, Moisés y Aarón, Navidad, El paraíso perdido, La tentación de José. En 1919: La resurrección de los muertos, Simeón 256 Max Beckmann: El hijo pródigo, óleo sobre lienzo, 1949. cularizado ya la simple elección del tema religioso zado, enmarcada por un arco de flores- y Karl Schmidt- era objeto de disputas encarnizadas, más aún cuando Rottluff, autor en 1912 de unos Fariseos de rostros pi- Nietzche había proclamado la muerte del Dios de la cudos y duros, de color oscuro, que expresaban magní- Iglesia y del filisteísmo burgués. El verdadero deba- ficamente el carácter inquisitivo que se atribuía a estos te de la pintura expresionista religiosa y de cualquiera personajes. El mismo artista, siguiendo el estilo peculiar otra pintura religiosa moderna consistía en saber si en de su arte, representó en 1918 una cabeza de Cristo con un mundo secularizado se podía aún hablar de la el título ¿A ti no se te ha aparecido Cristo?. De este doctrina cristiana y representarla. Los grandes artis- mismo año son los rostros de los cuatro evangelistas, tas, aunque no fueran creyentes, podían captar y ex- caracterizados por una gran fuerza de expresión. presar el sentimiento religioso. Incluso los temas re- Heinrich Ñauen, nacido en 1880, mantuvo vivo el ligiosos pueden simbolizar los problemas del mundo contacto con Die Brücke. En 1914 representó El buen moderno. samaritano, utilizando dos colores fundamentalmente: Nolde escribió que estaba asediado por una irre- el tono oscuro para el caballo y para el samaritano, y sistible necesidad de representar una profunda espiri- el claro para el paisaje y el herido. El artista es un buen tualidad, religiosidad e intensidad, sin gran interven- ejemplo de la combinación de influjos franceses y ale- ción de la voluntad, del conocimiento o de la reflexión. manes. Se trata de un arte religioso al margen de la iglesia, li- bre de dogmas. Nolde escribe que estaba convencido de MAX BECKMANN que ciñéndose a la letra bíblica o a la rigidez del dogma, jamás habría podido pintar figuras tan profun- damente sentidas como las de La Última Cena y Pen- Este artista es otro de los grandes pintores expre- tecostés. Nolde continuó pintando escenas religiosas. sionistas en los que el tema religioso ocupa un lugar Así, en 1933 se fecha La Adoración de los Magos, y en significativo. Había nacido en 1884 en Leipzig, y mu- 1951 Jesús entre los Doctores. rió en 1950 en Nueva York. A los treinta años era un Toda la pintura de Nolde fue condenada por los pintor bien conocido en Alemania. Pronto se fijó en los nazis en 1937, por considerarla un arte degenerado. temas religiosos. En 1906 pintó una crucifixión con el Al mismo grupo de Die Brücke pertenecen Heckel título de Drama. En 1909 realizó una Crucifixión de -que en 1915 pintó, en una tienda de campaña, una fa- Cristo, obra en la que la disposición de los crucifica- mosa Madonna con el niño en brazos, de cuerpo estili- dos es de gran originalidad, pues están colocados en 257 se ha sugerido que la escena está influenciada por la obra literaria de Tolstoi, que se refiere al individuo que llega a Dios a lo largo de su vida. En 1917 Beckmann pintó tres cuadros de conte- nido religioso: El descendimiento de Cristo, Cristo y la mujer adúltera y Adán y Eva. El artista participó du- rante la Primera Guerra Mundial como soldado en un hospital y recibió un choque profundo en contacto con escenas horripilantes de muerte y de dolor. Tiempo después estuvo interesado en composiciones de tema religioso. El descendimiento de Cristo está ocupado por un Cristo de rostro cadavérico con los brazos ex- tendidos en forma de cruz. Las tonalidades amarillen- tas encajan bien con la escena mortuoria. Se supone que está inspirado en el Altar de Togernisce, de Mu- nich, que el artista admiraba en su juventud. En este año Beckmann tuvo una fuerte inclinación hacia el misticismo de los pintores del primitivo Renacimiento nórdico, con su realismo duro y al mismo tiempo sen- cillo. En 1917, con motivo de la exposición de nuevos dibujantes en la Galería J. B. Newmann de Berlín, ex- presó al editor del catálogo su programa: naturalismo hacia su propio ego, y objetividad hacia la visión inte- rior. Admira a los cuatro grandes pintores del misti- cismo varonil: Mäleszkircher, Grünewald, Brüegel, y van Gogh. El cuerpo de Cristo es digno de La Crucifi- xión de Matthias Grünewald en el altar de Issenheim, Christian Rohlfs: El regreso del hijo pródigo, 1914-1915. obra de 1515, o de la Pequeña Crucifixión, que el mis- mo pintor realizó en 1530. Sobre este cuadro, Beck- mann manifestó que parecía salir de una mística falsa círculo. El color amarillo de los tres cuerpos destaca y sentimental para llegar a una realidad transcendente sobre los tonos oscuros de la gente. De este mismo año que brota de un profundo amor a la naturaleza y a la data La resurrección de los muertos, que por la forma humanidad, como existe en Mäleszkircher, Grünewald, en que están colocadas las figuras recuerda El Juicio Fi- Cézanne y van Gogh. nal, de Rubens, obra datada entre los años 1614/1615, En la pintura Cristo y la mujer adúltera, la distri- hoy conservada en la Alte Pinakothek de Munich. El bución de las figuras es de una gran originalidad. Se ha cuadro de Beckmann suscitó muy opuestas opiniones. señalado en este cuadro la variedad y expresividad de Es una mezcla atrevida de la sociedad moderna y una los gestos y el movimiento de las manos. La mano de- recha de Cristo está curvada, como una cueva, para visión del cielo trascendente y real. Los participantes acoger el alma de la pecadora, mientras que con la otra de la zona inferior, al parecer, están sorprendidos por mano, abierta, rechaza a los acusadores. El contrapun- el suceso. El tema de su conversación debía ser el cie- to son las manos de la adúltera tocando el manto de Je- lo iluminado. Una masa incalculable de cuerpos des- sús. Las actitudes de Cristo y de la mujer, arrodillada nudos asciende al cielo, saliendo del grupo de la so- junto a él, contrastan con el gesto burlón del varón co- ciedad bien vestida, que se encuentra en la parte locado a espaldas de Jesús. Se expresa magníficamen- inferior. Entre ellos puede reconocerse, en el lado iz- te el odio de la gente que acusa a la pecadora con el quierdo, al propio Beckmann, su esposa y su suegra. puño en alto. El juego de las manos desempeña un pa- En el lado opuesto hay un grupo de amigos, unos con pel importante en la caracterización de los personajes. gestos de admiración y otros con expresión trágica e La gente se apelotona alrededor de los protagonistas. indiferente. Los cuerpos, en la parte superior, se di- Los colores -el gris, el marrón y el amarillo- son suelven en la luz. Se ha comparado este cuadro con el transparentes, estilizan las figuras y confieren a la dra- famoso fresco del Juicio Final de Miguel Ángel, obra mática escena una ligereza extraña. Recuerdan a las to- de 1536, y también con algún cuadro de El Greco. Al- nalidades de Grünewald. La mirada de Cristo no se di- gunas figuras no parecen subir al cielo sino caer de él. rige a la pecadora, sino a los acusadores que vociferan, Se trataría de los condenados. No está presente Cristo con gesto duro. como Juez del mundo, pero Beckmann piensa en un Jui- Beckmann pintó otros cuadros de tema religioso, cio Final con la separación de buenos y malos. El pin- como El advenimiento del Espíritu Santo, Cristo lle- tor da a la escena un sentido más secular y una proxi- vando la cruz, y otros con temas bíblicos, como Adán y midad a la vida. Se ha pensado también en un influjo de Eva o Sansón y Dalila, El tema de Adán y Eva se ins- las obras de Nietzche y de la filosofía vitalista, en la que cribe en la tradición clásica del arte del Renacimiento, la luz simboliza el principio divino superior y el pro- inmortalizado por Hugo van der Goes, en torno a ducto de la voluntad y del espíritu humano. Igualmente 1468-1470, por Jan van Eyck en 1432, y posterior- 258 mente en las obras de Durero y de Cranach. Pero Beckmann interpreta la escena de modo diferente. El árbol queda reducido a un tronco sin hojas y sin frutos, y en él se enrosca una serpiente de cabeza afilada, casi perruna. Adán y Eva están desnudos. Eva ofrece su pecho en vez de una manzana. Quizás sea una alusión a que el pecado de Adán y Eva, como defendió San Agustín, era un pecado sexual. Los modelos de la pa- reja están copiados del lumpen de las grandes ciuda- des. El modelado de los padres del género humano es tenue. El paisaje queda reducido a unos gladiolos de pétalos amarillos, que son símbolos sexuales. Para el modelado de los cuerpos Beckmann se inspiró en las figuras abstraídas de los grandes maestros renacentis- tas, pero no en la composición de la escena ni en su significado, que revela cierto escepticismo propio del momento de la Gran Guerra. Ese mismo año, Beckmann dibujó un aguafuerte con la Expulsión del Paraíso des- pués de la caída. Entre 1916 y 1928 pintó Resurrección de los muertos, que quedó inacabada, obra de tonalidades os- curas. Esta composición es muy rara en el arte religio- so moderno. Dalí fue uno de los pocos que pintó este tema. El cuadro de Beckmann está influido por la ex- periencia de sus servicios en el hospital de sangre du- rante la Primera Guerra Mundial. Todo el cuadro pare- ce representar un paisaje en ruinas después de un terremoto. Se representan cuerpos en todas las postu- ras y en diferentes momentos de la resurrección de los Lovis Corinth: El gran martirio, óleo sobre lienzo, 1907. muertos. En el cuadro hay un eco del arte medieval. El mismo Beckmann indicó que esta obra quería repre- sentar sin tapujos los horrores y propiciar una cierta catarsis religiosa. En 1941-1942 ilustró el Apocalipsis de San Juan, produce un efecto tranquilizador. Las escenas más es- cuyas escenas encajaban muy bien con los horrores de pantosas del texto sagrado, como los martirios y las la Segunda Guerra Mundial. En los años difíciles de su guerras, están representadas por grabados que produ- exilio en Amsterdam cambió las tonalidades de sus cen un efecto neutro. No se alude en ellas a la des- pinturas, que se hicieron más fuertes. Su vida en estos trucción del mundo. Las imágenes llevan, más bien, a años fue caótica, encontrando refugio en la pintura, a la idea de salvación. Las últimas ilustraciones se re- la que se dedicó intensamente. En diez años realizó fieren a la llegada de Cristo asociada a una actitud in- 280 cuadros. Este clima espiritual queda bien refleja- terior. En el Apocalipsis de Beckmann la salvación es do en las ilustraciones del Apocalipsis, trabajo que le individual. En la escena del Juicio Final intercaló alu- fue encomendado por un editor de Frankfurt. Esta obra siones eróticas. Beckmann está presente con frecuen- apareció dos años después de su trabajo como ilustra- cia en los grabados, pues colocó en ellos su retrato, sin dor para el Fausto de Goethe. Estas obras son la cum- relación con los acontecimientos históricos de las dos bre de la ilustración gráfica de libros en la Alemania Guerras Mundiales vividas por él. Tampoco los vincu- del siglo XX. Tanto el Apocalipsis como el Doctor ló con sucesos de su propia vida. Interpretó el Apoca- Fausto de Thomas Mann son el símbolo del hundi- lipsis en sentido contrario al que Picasso daría a su miento de Alemania. En la primera ilustración se re- Guernica, como un hecho sagrado de carácter univer- presentó Beckmann a sí mismo como sacerdote en la sal. No se identificó al nazismo con el mal, como ca- cella del templo, al tiempo que una serpiente, símbolo bría esperar, ni con la bestia del Apocalipsis a la que del reconocimiento de la culpa, rodea su cuerpo. El era necesario destruir. animal se enrosca también en un bastón de Asclepio, Beckmann conoce bien los manuscritos medieva- dios de la medicina. La imagen autorretratada de les antes de comenzar su obra. Aunque seguramente Beckmann, con los ojos cerrados, simboliza el sueño desconocía los Beatos españoles, sí había visto el Apo- premonitorio que se hacía en el templo del dios a la es- calipsis de la Biblia Pauperum, del siglo XIV, guarda- pera de obtener un remedio para la enfermedad. El re- da en Weimar, adquirida en 1905 al pintor de Frankfurt conocimiento de la caída en el pecado y el proceso de E. J. Esteinler (1816-1886), y las tablas italianas del salvación están presentes en esta composición, magní- Conde Adalbert Erbach-Fürstenau (1862-1944). Se ha ficamente expresados. Beckmann, en lugar de detener- pensado que posiblemente conociera el fresco del Apo- se en los episodios del Apocalipsis referentes al fin del calipsis de Santa María Donna Regina de Nápoles. mundo, se fija en los aspectos más esperanzadores, y Los historiadores del arte ponen de manifiesto 259 Lovis Corinth: Salomé II, óleo sobre lienzo, 1900. que la obra de Beckmann participa del fauvismo y del tante unas de otras. La muchacha de la derecha tiene expresionismo, y que es paralela a la de Ernst Ludwig un perfil egipcio, típico de la hija de un faraón del si- Kirchner o a la de Georges Rouault por su aplicación glo XIV a.C. La piel oscura de la joven de la izquier- del color sin modelado, por la deformación de las fi- da contrasta con la piel clara de la muchacha nórdica guras, por el recurso a los payasos, por el deseo de za- que parece indicar que el joven es de su propiedad. farse de la ilusión de la perspectiva, por el empleo del Beckmann representa magníficamente una escena de negro para contornear las figuras y por el interés por la burdel, tema que estuvo muy de moda entre los expre- técnica del grabado. sionistas franceses, principalmente Toulousse-Lautrec El Apocalipsis siembre ha sido motivo de inspi- y algunos expresionistas alemanes como Nolde y el ración. Baste recordar, por citar a un artista español de propio Beckmann. Soberbiamente supieron expresar última hora, la espléndida, original, y de gran fuerza en sus lienzos el ambiente de los bajos fondos, de- expresiva obra de Fernando Jesús, presentada en la ex- mostrando una aguda observación. posición medallística celebrada en 1999 en el Museo de la Casa de la Moneda, en Madrid. Beckmann continuó hasta su muerte pintando cua- DER BLAUE REITER dros de tema religioso. De 1948 data su Cristo en el lim- bo, tema no tratado por los artistas modernos, de tona- El grupo opuesto a Die Brücke de Dresde, que se lidades oscuras, con los personajes amontonados en trasladó años más tarde a Berlín, fue el denominado torno a Cristo, que se representa desnudo, de perfil y Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), que se asentó en con la mano derecha levantada en claro contraste de Munich. Los artistas de este grupo defendían puntos de gestos con el resto de los presentes. Alonso Cano pintó vista totalmente diferentes. Los de Der Blaue Reiter no un Descenso de Cristo al limbo totalmente diferente. hicieron manifestaciones artísticas de una línea común En 1949, un año antes de morir, pintó El hijo pró- ni desarrollaron un estilo colectivo. Cada uno marcha- digo. El hijo se halla en un burdel sentado a la mesa, ba por libre. Wassily Kandinsky y Franz Marc colabo- con las manos tapándose las orejas para no oír las pro- raron juntos al comienzo. posiciones que le hacen las rameras; se muestra triste y Algunos artistas del grupo tomaron lo religioso en actitud pensativa. Por el lado derecho asoma la como motivo de inspiración, como Marianne von We- dueña del prostíbulo, que indica claramente que la vi- refkin, que en 1909 pintó un Calvario, un crucifijo con sita del cliente es un negocio. Beckmann no utiliza el una devota arrodillada delante de él, en un campo de tema para criticar la vida disoluta de las muchachas. Si diferentes tonalidades verdosas, con montes azulados el artista representa una escena de este tipo, siempre al fondo. Esta composición recuerda la de Era Angéli- refleja su propia alma. Las mujeres se diferencian bas- co, fechada en 1442. 260 Lovis Corinth: Tentación de San Antonio, óleo sobre lienzo, 1908. En 1910, Edwin Scharff pintó un San Sebastián vivos colores que chocan entre sí, y el Diluvio I, igual- caracterizado como un joven pensativo, desnudo y de mente de estilo impresionista pero de tonalidades más color blanquecino atado a una columna sobre un fon- suaves. Hay en esta obra una tendencia al uso de colo- do azulado y sobre suelo marrón. res más neutros, como el amarillo y el blanco. En 1912 Wassilij Denisoff pintó en 1904 un cuadro titula- pintó Kandinsky un Juicio Final, que es una serie de do Dolor, que representa a Cristo aureolado, de perfil, líneas retorcidas con un colorido amarillento, y un Di- con la cabeza inclinada delante de una cruz. Al fondo luvio al año siguiente, 1913, con colores azules y ro- hay una ciudad. Los colores muestran una gama de jos dominando el cuadro. azules. A Albert Bloch se debe, en 1911, la realización de GABRIELLE MÜNSTER una Procesión con la cruz, de fuertes colores contras- tados, en los que predominan los rojos. Nació en Berlín en 1877 y murió en Murnau en 1962. A partir de 1904, y durante cuatro año, viajó en WASSILY KANDINSKY compañía de Kandinsky por Venecia, Holanda, Francia, Rusia y Túnez. De regreso a Munich entró en contacto Nació en Moscú en 1866 y murió en 1934 en con El Jinete Azul. Su pintura de carácter religioso es- Neully-sur-Siene. En 1896 se trasladó a Munich, don- taba ya bien afianzada en el año 1909, en el que repre- de estudió arte. En 1911 fundó El Jinete Azul con sentó un Calvario en colores azul, verde y blanco, y un Marc. En 1933 se estableció en París. Kandinsky dife- Camposanto con cruces de diferentes formas, en los renciaba lo figurativo y lo puramente abstracto. Dos mismos colores que había empleado profusamente los pinturas de carácter religioso de su primera época, años anteriores, es decir, el amarillo y el marrón. Una 1911, son Fiesta de Todos los Santos, I y II. En la pri- novedad del arte pictórico religioso de Gabrielle Müns- mera de las obras el estilo abstracto dificulta la identi- ter es pintar interiores, en los que se encuentran cuadros ficación de las figuras. Los colores son muy vivos. En y figurillas sagradas. Sólo en 1910 pintó tres de estos la segunda, todas las figuras están perfectamente re- cuadros. El primero de ellos es un bodegón en el que presentadas con cierto aire infantil que las hace muy coloca figuritas religiosas de arte popular, como atrayentes. Este mismo año 1911 pintó también San imágenes de santos, y jarrones de vidrio con flores. Los Jorge II, que es un cuadro de estilo impresionista de tres cuadros representados en los bodegones fueron 261 Las composiciones religiosas de Münster son muy uniformes. Una pintura, aunque se diferencia cla- ramente de los anteriores bodegones, tiene el mismo carácter místico de los grandes bodegones menciona- dos realizados en 1910 y 1911. En ella se representan dos Madonnas de madera y un cuadro con la cabeza de Santa Dorotea, junto a varios objetos profanos. Todos los cuadros se distinguen por su sencillez popular y por sus tonalidades oscuras. De colores más claros son tres imágenes de Madonnas con capas azules, con el vestido rojo y el niño en brazos. Este cuadro es el úl- timo de figuras religiosas populares que pintó la artis- ta. Su arte quedó magníficamente plasmado en el cua- dro titulado Transververación de Santa Teresa, de 1912, inspirado en el arte popular, que podría ser muy bien una estampita de pueblo. ALEXEJ VON JAWLENSKY Nació en 1864 en Torschik (Rusia) y murió en 1964 en Wiesbaden. Perteneció igualmente al grupo Die Blaue Reiter. En 1918 representó Resplandor di- vino, que representa una cabeza reducida a unas cuan- tas líneas de un rostro arqueado y de cejas y nariz li- gerísimas. CHRISTIAN ROHLFS Este artista, nacido en 1849 en Niendorf (Hols- Otto Dix: Ecce Homo, óleo sobre tabla, 1949. tein) y muerto en Hagen en 1938, llegó al expresionis- mo ya mayor, a los cincuenta años de edad. Es el autor de una obra, realizada entre 1914 y 1918, que lleva por título El regreso del hijo pródigo, donde los dos pro- propiedad de la artista. El segundo bodegón es pareci- tagonistas principales, padre e hijo, se abrazan, colo- do al primero, aunque de mayor calidad. Incorporó un cados de perfil. Los cuerpos están realizados con tonos grupo de cinco vírgenes de diferentes tamaños. Entre el marrón oscuro. Magníficamente expresó el artista en grupo de figurillas y el vaso de flores se encuentra una las posturas la alegría del padre y la vergüenza del hi- Mater Dolorosa. Los contrastes de los colores rojos y jo arrepentido. De un estilo diametralmente opuesto es azules producen una cierta sensación de inquietud. El el cuadro titulado La muerte con juglar, obra realiza- azul prusia estabiliza las escenas. Se repite en los ves- da entre los años 1918/1919. Una figura cadavérica, tidos de los santos de los cuadros colgados en la pared. con largos vestidos, danza echando al aire tres objetos En el tercer bodegón se copia el arte popular religioso. que representan los estamentos religiosos, militar y El fondo es de color verde oscuro, y de la mesa, igual- real, ante tres asustadas damas. mente verde, destacan las flores de tonalidades verdes, amarillas y blancas. En la pared cuelga un cuadro con Cristo crucificado, María Magdalena y San Florián, EGON SCHIELE realizado en colores azules, rojos claros y verdes refor- zados con blanco que producen un fuerte impacto vi- Este artista, nacido en Tulln (Austria) y muerto sual. Un cuarto bodegón con figuras religiosas es de es- en 1918 en Viena, es un excelente representante del tilo totalmente diferente, más abstracto. Por delante de expresionismo austríaco. Participó en la exposición El los diferentes tonos grises del fondo la artista situó un Jinete Azul en 1912. La temática de sus cuadros se cuadro con la Crucifixión y en primer plano colocó una centra en la vida y la muerte, la decadencia y el creci- figurillas de Santa Isabel y una Virgen en actitud triste. miento. De 1912 data Agonía, de tonos oscuros, como Otras figurillas son de tonos oscuros. El sexto bodegón, requiere el tema del cuadro, en el que un religioso con San Jorge, es la imagen de un incunable, realizado ayuda a morir a un moribundo. El cuadro expresa un en el estilo artístico del Der Blaue Reiter. La habitación gran realismo. A esta misma escena dedicó Beckmann está en penumbra. Las figurillas aparecen en plano pre- un cuadro de un impresionante realismo, que produce ferente. En la parte izquierda destaca un cuadro de San un choque emocional en el espectador. Esta última es Jorge sobre un caballo blanco, que es símbolo de la sal- una obra de 1912, inspirada en la muerte de la madre vación en el Die Blaue Reiter. del artista. 262 Otto Dix: Gran crucifixión, pintura al óleo, 1948. El tema de la muerte es uno de los preferidos por inspiración en otros artistas españoles de nuestros días, los pintores del siglo XX. A modo de ejemplo hemos como lo demuestra la exposición titulada Postrimerías. tratado en un trabajo reciente la pintura religiosa de Alegorías de la muerte en el arte español contempo- Gutiérrez Solana. El interés por la representación de la ráneo, Madrid 1996. muerte sigue vigente entre los artistas más nuevos, de El interés por la representación de la muerte España y foráneos, como Juan Soriano (1998), Bitniks arranca en el arte de la Alta Edad Media, y se reafir- (2001), Yannick Vu y Ben Jacober (2001), por recor- ma en el Renacimiento. Obras punteras son El Caba- dar algunos pintores de última hora. llero, la muerte y el diablo, 1513, de Durero, o Las También en el caso del pintor noruego Munch, tres edades de la mujer, con la muerte y el reloj de que se relacionó con los expresionistas alemanes, la arena, de Hans Baldung Grien, hacia 1509-1511; o muerte fue objeto de su inspiración: La madre muerta varias obras de Valdés Leal, todos ellos ejemplos de y el niño, 1893; Alegoría de la muerte, 1889-1890; La excelente arte. joven y la muerte, hacia 1893; La muerte junto al bar- co: La madre muerta, 1893; La muerte en el cuarto de la enferma, 1893-1894. WILHELM MORGNER Otro artista expresionista alemán, del que se ha- blará luego, Lovis Corinth, se retrató al menos tres ve- Este artista nacido en 1891 en Soert y muerto en ces, en 1872, 1836 y en 1920, junto a una calavera. 1917 en las proximidades de Langemark, durante la vi- También la muerte ocupa una parte importante de la sita de una exposición de El Jinete Azul, en 1911, con obra de uno de los mayores pintores actuales de Espa- obras de Delaunay y de van Gogh, cambió su estilo de ña, Álvaro Delgado, y la muerte es tema constante de pintura, que era una simple representación del natural 263

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Lovis Corinth: Salomé II, óleo sobre lienzo, 1900. que la obra de Beckmann participa del fauvismo y del expresionismo, y que es paralela a la de
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