Abby ha pasado por mucho y sobrevivió una de las más brutales imaginables infancias... apenas.
Para el mundo exterior, ella es solo una solitaria con actitud. Cuando su abuela muere en una trágica explosión, Abby es dejada con preguntas, y nada más.
Sin hogar, duerme en un depósito de chatarra, y al huir del sistema que la ha fallado una y otra vez, se encuentra con Jake, un motociclista tatuado de ojos azules, con secretos que rivalizarán los suyos propios. Dos almas rotas que no pueden ser sanadas. Ellos no pueden ser sanados.
Abby y Jake deben revelar sus más profundos secretos y descubrir si pueden abrazar la oscuridad que esos secretos contienen, y la oscuridad de ellos mismos.
Si pueden aceptarse el uno al otro por ser quienes son, podrán ser capaces de aprender que el amor no siempre se encuentra en la luz.