ebook img

La obsolescencia del hombre Vol 2 - Sobre la destrucción de la vida en la época de la tercera revolución industrial PDF

215 Pages·2011·6.96 MB·Spanish
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview La obsolescencia del hombre Vol 2 - Sobre la destrucción de la vida en la época de la tercera revolución industrial

:":.>t.', ''•::: •:-: m '" fil] ~ :~ ~ LA OBSOLESCENCIA ·:'.! :-: ' -~ Los dos volúmenes que componen La .obsolescencia del hombre DEL HOMBRE ·~ ·' constituyen, según palabras de su autor, "una antropología filosó 1 fica en la época de la tecnocracia': entendida ésta como '.'el hecho (Vol. II) de que el mundo, en que hoy vivimos y que se encuentra por en cima de nosotros, es un mund~ técnico, hasta ~I punto de que ya ~1 ~ Sobre la destrucción de la.vida . ' ! no nos está permitido decir que, en nuestra situación histórica, se ~ da_ eritre otras cosas también la técnica, sino que más bien tene ~ ~ en la época de la tercera mos que decir qúe, ahora, la historia se juega en la situación del .:-.. .:..¡ ''' mundo denominada 'técnica' y, por tanto, la técnica se ha conver ~~ revolución industrial ~ . tido en la actualidad en el sujeto de la historia, con la que nosotros :;~ ~ (..'.J 1 sólo somos aún 'ca-históricos'. El libro trata, pues, de las transformaciones que tanto los hom i~ bres en cuanto individuos como también la humanidad en con -~ junto han sufrido y siguen sufriendo por este factum. Estas trans ~Li '1·'I ,ce; formaciones afectan a todas nuestras actividades y pasividades, al ·.·: ¡r~ -·1 trabajo como al tiempo libre, a n_uestras relaciones intersubjetivas ~ o . ' ~ e incluso a nuestras categorías. Hoy, quien todavía proclame la Günther Anders ::e ~ 'transformabilidad del hombre' es una figura del ayer, pues noso 1:¡ ,...¡ tros estamos transformados. Ye sta transformación del hombre e~ r.r.i ~-~ tan fundamental que quien hoy aún hable de su 'esencia' es una fi Q ... ",! gura de anteayer''. < .~'. ¡' "Se ha dicho de mi descripción del hombre contemporáneo uH l que es unilateral, pues se limita a situaciones y actos de consumo, z ··~ especialmente a la situación de la radio y la televisión. Este.reproc µ,:¡ u che pasa por alto lo principal de mi teoría, porque mi tesis se re VJ fiere a que casi todas las ocupaciones del hombre se han hecho de µ,:¡ pendientes de las ocupaciones de consumo o se han transformado o~ en tales. Hoy ya no vale que el consumo "interrumpa de vez en cuan =;m=¡¡¡(¡¡'o) VJ do nuestra existencia de no coñsumo, sino al contrario, que raras =(') o¡:Q ¡¡¡¡¡m veces emerjan actos de no consumo dentro de nuestro continuúm < -~· consumista?' ¡¡¡¡¡Ol ~ ~ Es la primera vez que La obsolescencia del hombre ve la luz en !=!!=!!"!"O"l castellano: =co ===rr-o... Ol ;:: 1111 PRE-TEXTOS ·. ,·--··- ····· -------------L ---••' -•·---·------• - __ ·:._ ·-·-------·-·------·-· -·-...:---·------------·----------~------·--_-: :".:..'.::·~:..:~-.:~~:·~-=----------~--------·--·---·--·------·---- ---·~-----'-~-_____ ·_-_-:_-_·'-·-- '-'-"-.. _,_ .... ¡,.: . LA OBSOLESCENCIA DEL HOMBRE (Volumen II) Sobre la destrucción de la vida en la época de la tercera revolución industrial Günther Anders ~ lt Traducción de JOSEP MONTER PÉREZ r 1 ~1 . . r: ¡1 ', r:·: 1 11 1 PRE-TEXTOS ,. r t: r· ¡: .:·. .. f: !"'· ' ·, '. ~.' > • ; .; ' 1' . \ "' ..... ~.\ ~·-: .. -... j ÍNDICE .·i¡I La traducción de esla obra ha contado con la ayuda del Goethe-lnstitut ·'· ~Gllml!·INSlllUJ <:j PRÓLOGO ............................................................. 11 INTRODUCCIÓN: LAS TRES REVOLUCIONES INDUSTRIALES .. : ........... 19 LA OBSOLESCENCIA DE LA APARIENCIA .........•••.••......••.••............•..•.•.•....•.•. 39 DEL MATERIALISMO ••••••.....•.••..•....•.....••••.....•.....•....•...• 43 DE LOS PRODUCTOS ..•.•.•.•••..••.................•....•............... 45 DEL MUNDO HUMANO •..••.•••••..••...•.••..•...•••..........•.....•... 65 DE LA MASA .•.......•.•.•....•..•.••.•••...•.•••.........••.....••.... 85 DEL TRABAJO ...•.••••••••....••••........•....••........•........•.•.. 97 DE LAS MÁQUINAS .•••••......••...••.•......•.•••••.••.........•.••..• 115 DE LA ANTROPOLOGIA FILOSÓFICA •••.......••....••••....•.•..•...••..... 133 Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra DEL INDIVIDUO ••...•.••.••••..•.....••••.••••••.••....•......•....••. 137 sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. DE LAS IDEOLOGIAS •••.•••.•.•.••.•••.•.....•.••••..........••.......•. 191 Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopfor, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra. DEL CONFORMISMO ••••••..••.•....•.........•..•••.....•......••••.•.• 197 DE LA FRONTERA .•••..••..••••.........•...•...••.•................... 211 Primera edición: febrero de 2011 DE LA PRIVACIDAD ...••••.••..••.•..•.•...•.•...••••.•.•......•....•••. 213 DEL MORIR ...••.•.•.••....•...•••....••..••••..•.....•...•.....•••.. 247 Diseño cubierta: Pre-Textos (S. G. E.) DE LA REALIDAD ••.•.••.•..•••...•..•.........••••........•....••..... 249 DE LA LIBERTAD •••....•...••••...........•..•.•..••...........•..•.... 259 Título de la edición original en lengua alemana: Die Antiq11iertheit des Menschen ll DE LA HISTORIA, 1 .•...•••••••..•••..•••••••..•.••.•..•....•....••...•. 271 DE LA HISTORIA, ll ••.•••••••..•••.•.•••••••..•....•••..•............••• 299 De la traducción : © Josep Monter Pérez DE LA HISTORIA, lll •••••..•.•••.••..•.•••..••••••••.•.••...•........... 307 DE LA FANTASIA .•••••••••••••....•.•........•..•.•.......•.•.....••... 315 © Verlag C. H. Beck oHG, München 2002 DE LOS "JUSTOS" .••••.•••••••....••....•..•..•••...•...•.....•••..•.• 331 DEL ESPACIO Y EL TIEMPO •••.•••••..••••••••••••.••••.•••............••• 351 ©de la presente edición: PRE-TEXTOS, 201J DE LO SERIO ••••••••••••••.•••••••....•••••••..••.•.•.......•....•... 351 Luis Santángel, 10 DEL "SENTIDO" •••••••.••••••..•.•..•..•....••...•..••.•.•...•..•.••• 357 46005 Valencia DE LA IITILIZACIÓN •.•••••••••••.••••••.••••••.••••..•...••....•••..••• 387 www.pre-textos.com DELNOPODER •.•.•••••••••••••••.•••••••••••.•••..••.••. ~ ..•••..••.. 391 Derechos exclusivos para Europa DE LA MALDAD ••••••••••••.••..••••..••.••••••..•••••••.•..•....••.•. 393 IMPRESO EN ESPANA / PRINTED IN SPAIN CONCLUSIONES METODOLÓGICAS .................................... 407 ISBN: 978-84-92913-93-0 ISBN ÜllRA COMPLETA: 978-84-92913-94-7 DEPÓSITO LEGAL: V-144-20Il GUADA IMPRESORES· TEL. 961 519 060 -MONTCABRER 26· 46960 ALDAIA (VALENCIA) ii:: No basta con transformar el mundo. Eso lo hacemos sin más. [:· 1t: · Eso sucede ampliamente incluso sin nuestro concurso. También tenemos que interpretar esa transformación. ¡::· Y precisamente para transformarla. r::: Para que el mundo no siga cambiando sin nosotros. ;·-: Y no se transforme al final en un mundo sin nosotros. ' '' ' ;_: .-., '· ~ ' ¡:, :·:: ¡·:; f:.; •" '·:: 1r"•? ¡: ~··: : : ~ ' ' i .>. :· .. :-:: { f:, ,. rf·:··' .· n1<'.~ ,.,:••· .-.-.. ·.:;.,.•,,·: ' ' ·-'~--.--'---· _'_.:.....:...:.._,~_._:.--_,_:_:._ ._· ._. _. -.· ---.·- -·.· --. ' . ·-·-····.-····-.'·- --..- ,- .· ... :·: : : ~ ·: .. ,, ,!•. '..· ¡·::- ?:; Este segundo volumen de La obsolescencia del hombre es, como el primero, una filosofía de la técnica. Más exactamente: una antropología filosófica en la época de la tecnocracia. Por "tecnocracia" entiendo no la primacía de los tec nócratas ( c~mo si fueran un grupo de especialistas, que hoy dominaran la po lítica), sino el hecho de que el mundo, en que hoy vivimos y que se encuentra por encima de nosotros, es un mundo técnico, hasta el punto de que ya no nos está permitido decir que, en nuestra situación histórica, se da entre otras cosas también la técnica, sino que más bien tenemos que decir que, ahora, la histo ria se juega en la situación del mundo denominada "técnica" y, por tanto, la técnica se ha convertido en la actualidad en el sujeto de la historia, con la que nosotros sólo somos aún "co-históricos".1 El libro trata, pues, de las transformaciones que tanto los hombres en cuan to individuos como también la humanidad en conjunto han sufrido y siguen i" sufriendo por este factum. Estas transformaciones afectan a todas nuestras ac tividades y pasividades, al trabajo como al tiempo libre, a nuestras relaciones :: .: intersubjetivas e incluso a nuestras categorías (supuestamente a priori). Hoy, quien todavía proclame la "transformabilidad del hombre" (como hizo Brecht) !·:. es una figura del ayer, pues nosotros estamos transformados. Y esta transfor ;:. :;. mación del hombre es tan fundamental que quien hoy aún hable de su "esen cia" (como todavía hizo Scheler) es una figura de anteayer. ¡: 1 Este "giro copernicano", hasta hoy no entendido por ningún politico, lo formulé en mi tesis más espe 1: cífica de que resulta falso afirmar que en nuestra situación política también se da la bomba atómica; por el l contrario, sólo es cierto que la política tiene lugar dentro de la situación atómica. Véase del autor Endzeit und t'. Zeitenende, págs. 204 ss. 1 1 1. 13 V ¡r ¡,. : ... ... ¡; : ~ ·;:.~ ;~ i}; , ¡: ··:»::·' ' ··I su conexión general no estaba planificada; más bien es una sistemática apres Si yo, a pesar de este hecho, afirmo del retrato que hago del hombre actual coup. Si, como digo, ninguna de las tesis aquí presentadas contradice siquiera que representa no sólo al hombre de hoy, sino también al de mañana y de pa sado mañana, y por tanto es, en cierto sentido, un retrato definitivo, no lo hago una de las muchas otras -no, incluso se sostienen mutuamente-no es porque haya antepuesto una "armonía preestablecida", es decir, que haya concertado por arrogancia -más bien al contrario: soy absolutamente consciente del ca de antemano las tesis·entre sí. Al contrario: he tomado conciencia de esa ar rácter fragmentario de mi obra-, sino sólo porque el estadio que describo, jus monía sólo a posteriori, a saber, tras la necesaria revisión para la publicación to el de la tecnocracia, es definitivo e irrevocable; porque este estadio, en la de los textos, redactados en parte varios decenios antes y a gran distancia en medida en que (hay muchas cosas que hablan a favor de esto) no conducirá un tre ellos. La "sistemática" ha sido para mí mismo una sorpresa (no desagrada día al final de los tiempos, ya no puede ser sustituido por otro, sino que será y ble); y sólo así, descubierta apres coup, me parece legítima. Esto vale no sólo quedará por siempre un tiempo final.1 Y esto significa que nosotros, los hom para las tesis presentadas en los dos volúmenes de La obsolescencia, sino para bres, ahora ya permaneceremos constantes en nuestra "esencia" (recientemen las de todos mis libros, pues por lo general sólo son paráfrasis de la obra prin te adquirida). Digo: "recientemente adquirida", porque por supuesto esta cipal. Probablemente sería fácil construir un "sistema" (en sentido convencio- "constancia" no es propia de nuestra "naturaleza" humana, sino una situación artificial, en la que nos hemos metido nosotros mismos, cosa de la que fuimos . nal) a partir de las tesis de estos libros,1 pero eso no lo considero una tarea mía, :: ~ ·: j capaces sólo porque la capacidad de transformar nuestro mundo -no: no sólo " pues no puedo entender por qué algunas verdades serían "más verdaderas" si nuestro mundo, sino el mundo-y a nosotros mismos pertenece paradójica se presentaran en forma de una "construcción". Es absolutamente suficiente la :>: mente a nuesfra "naturaleza''.2 no contradicción. ::.1 .:::¡ : .•1 Este volumen, digo, es una filosofía de la técnica. Tal vez esto suena como Se me preguntará por qué publico este segundo volumen casi un cuarto de si me refiriera a un sistema. Pero nada de eso, si por "sistema" se entiende un siglo después del primero. Esta pregunta resulta tanto más justificada por cuan :1 marco en el que a posteriori se introducen los hechos empíricos, que se ade to muchos de los ensayos reunidos aquí fueron redactados (muchos, incluso, :.;·: ',.: cuan al mismo de manera más o menos fácil. Los hechos empíricos siempre publicados) antes de 1960 y, por tanto, hace tiempo que habría podido publi "·J han sido un punto de partida. De cada una de las ideas desarrolladas en lo que car la continuación del primer volumen. ..:,] sigue es válido lo que ya dije de las del primer volumen: que son filosofía oca ¿Qué me indujo a abandonar mi tema principal: la destrucción de la hu sional [Gelegenheítsphilosophíe}; o sea, que siempre he partido de experiencias manidad y la posible autodisolución física de la humanidad; a dejar de lado .: determinadas: fueran las del trabajo en cadena, las del trabajo automatizado o mis innumerables carpetas, incluso a olvidarme casi de su existencia? ¿Qué te las de los estadios deportivos. De hecho, este carácter de pleín air de mi teori mas más agradables me llevaron a la deserción? zar, contrario a toda construcción, es lo que caracteriza esa filosofía; a partir La respuesta es que: nunca abandoné el tema principal (a pesar de que a :':·¡ '.ij de ahí me está permitido esperar que se pueda pasar por alto la literatura es menudo me resultó difícil resistirme a la tentación de hacerlo); nunca di pre .:.; .,:, pecializada: ferencia a otro tema; nunca deserté . . :.;:¡; Sin embargo, a pesar del -si se quiere-carácter impresionista de estas in Si algo me llevó al silencio filosófico fue la intuición y el sentimiento de que, vestigaciones; a pesar del hecho de que en ningún momento he tratado de ante el peligro del ocaso real de_la humanidad, era un lujo no sólo preocupar ' ~ ! .·. inventar algo -más bien siempre estuve buscando "descubrir"-y de que en nin se de su "mera deshumanización': sino que tampoco tenía ningún valor preo ·. guna de mis observaciones o tesis particulares he puesto como base un elabo cuparse en exclusiva del peligro de un ocaso efectivo, si eso se limitaba a una rado sistema de construcción (es decir, un esquema de prejuicios); a pesar de preocupación sólo filosófica-teorética. Más bien consideraba ineludible, en la .: . todo eso no afirmaría que mis investigaciones son asistemáticas. Ciertamente, medida en que estaba en mi mano, tomar parte realmente en la lucha de miles ... 1 .'. ~ : 1 Endzeit und Zeitenende, op. cit., págs. 170 ss. ·,, 2 Cfr. Nuestro artículo "Pathologie de la liberté" (1929) en Recherches philosophiques, Boivin, 1936, págs. .:;j 40 SS. 1 Lo ha conseguido de manera excelente el Grover Foley en su volumen Denker des Unterganges. ::¡ ''.! ' 15 14 i·, (·,: de personas contra la amenaza. Si dejé a un lado mi primer volumen fue por (pues no filosofar es una tarea difícil de cumplir), estaban tan estrechamente que no estaba dispuesto a dejar a un lado la cosa representada en ese primer ligadas a su ocasión y momento históricos que no habría sido lícito dejarlas en volumen. el congelador para luego presentarlas a un círculo académico de lectores como Hace ya más de cincuenta años, un filósofo tan mezquino como especula parte del segundo volumen.' tivamente grandioso y que, entretanto, se ha convertido en mundialmente fa Ahora se entiende por qué no puedo reconocer como tal la pregunta sobre moso, con su particular gusto por el desprecio me advirtió sobre no desertar por qué deserté de las reflexiones filosóficas de La obsolescencia del hombre para cayendo en la praxis. No he podido olvidar esas palabras; ya entonces conside dedicarme a la praxis· y, por tanto, no puedo responderla. La pregunta adecua ré esta advertencia moralizante de una honestidad profunda. A pesar de todo, da sería justo la cont;aria: por qué he desertado hacia atrás, hacia la teoría filo lo hice. Y por qué lo hice no necesita ninguna justificación; pues, como dice el sófica, como hago en este volumen. La respuesta a esta pregunta es banal: soy rumor, "lo moral se entiende por sí mismo''. demasiado viejo para la praxis. En cualquier caso, durante esa etapa de mi vida, dedicada sobre todo a la Por supuesto, semejante deserción hacia atrás no es un placer. Cuando uno, praxis, aparecieron también escritos no del todo no teoréticos que guardaban como quien escribe estas líneas, desde hace aproximadamente cincuenta años una estrecha conexión con las reflexiones del primer volumen.' Sin embargo, ha sido un escritor "comprometido", el imperativo de quedarse de brazos cru como esperaba conseguir con estos escritos un efecto inmediato y muy amplio zados o, en el mejor de los casos, de emplear su tiempo escribiendo teorías re de alarma, no habría tenido sentido aplazar unos años su publicación para in sulta difícilmente soportable ante los viejos peligros, aún no zanjados -no: aún tegrarlos, sólo más tarde, como partes del segundo volumen de La obsolescen no comprendidos por la mayoría-y ante las nuevas amenazas, de las que la hu cia del hombre. Las advertencias tardías son estúpidas. Por eso, los escritos de manidad todavía no ha tomado nota. La inactividad es incomparablemente ,. '. alarma tenían un estilo que no estaba pensado para los filósofos profesionales, más penosa que la más penosa actividad. Tener que abandonar tareas es una ¡:_:.. ni habría sido el adecuado en un libro puramente filosófico. tarea casi demasiado difícil. Resistir a las tentaciones para cumplir deberes es incomparablemente más fácil de aprender que oponer resistencia a las tenta Sin embargo, también tras haber referido lo que creía que podía referir so ciones mediante los deberes. No es sorprendente que ahora, cuando vuelvo ¡: bre el peligro atómico, se me impidió la "repatriación" a la filosofía. Por se como teórico puro sobre el segundo volumen de La obsolescencia del hombre y !:. gunda vez fui "desviado" (si se puede decir que la llamada del deber desvía), tengo que dejar a los más jóvenes la necesaria lucha contra los reactores nu ¡;· pues en los años sesenta me llegó otra exigencia, que de igual modo tenía que cleares, las plantas de enriquecimiento de uranio y la producción de bombas ver con las preocupaciones principales de La obsolescencia del hombre, a saber, la exigencia de tomar parte en la lucha contra el genocidio de Vietnam, que, en cuanto se ejecutaba mediante máquinas, era un ejemplo horrible de mis tesis Ciertamente no puedo afirmar que, durante la redacción de estas reflexiones, me atreviera a esperar un final filosóficas sobre las máquinas. Ciertamente, tampoco aquí se puede trazar una victorioso de la guerra. Más bien consideraba esa lucha y mi contribución, muy modesta, a la misma como i: uno de los deberes de la época, ineludible a pesar de no tener probabilidades de éxito. Incluso hoy sigo sien línea divisoria clara entre teoría y praxis; a partir de esa actividad surgió tam do desconfiado e incrédulo respecto a la victoria de Vietnam del Norte y del Vietcong, pues contradice mi \ ;, bién un libro, que representaba un fragmento de la "crítica de la técnica": tra convicción deque la victoria de la tecnocracia ya ha tenido lugar. Mientras tanto, esta victoria también se ha revelado ya realmente com~ algo dialéctico, pues el supuesto vencido, gracias a su superioridad tecnocráti taba del idioma, que desarrollaba la tecnocracia homicida de los Estados Unidos ca, ha podido mirar con indiferencia su derrota: la victoria de los vietnamitas no ha tocado ni lo más míni y lo utilizaba, en parte, para enmascarar y, en parte, para justificar sus actos de mo su supremacía; en cambio, los vencedores no han podido soportar su victoria: todavía hoy ( 1978) no se devastación y genocidio.2 También de estos textos es válido lo que valía de las han repuesto de la misma y bien pronto podrían volver a caer en la mayor o menor dependencia de su ad i versario, supuestamente vencido. Ya se ve que también este libro representa, en cuanto crítica de la técnica, publicaciones "antiatómicas": a pesar de no ser absolutamente no filosóficas r:· una paráfrasis complementaria de La obsolescencia del hombre, al igual que mi condena de los vuelos espa 1 Der Mann auf der Brücke, Múnich, 1959; Offlimits für das Gewissen, Hamburgo, 1961; Endzeit und Zei ciales expuesta en Blick vom Mond, Munich, 1970, a los que les volví la espalda no porque podían fracasar, tenende, Múnich, 1972. sino, al contrario, porque su éxito sin mácula parecía ser un horroroso presagio, un indicio de que otras em 'Visit beautiful Vietnam, Colonia, 1968. presas colosales, por ejemplo bombardeos nucleares desde el espacio, "podían tener un éxito" inmaculado ,.~.. : ·. . 16 17 ¡¡,; :: ¡;'·: r ~: ". ,. 1~·: r ¡:' !'· : : '"·'.:'' ;~·,:

Description:
Los dos volúmenes que componen La obsolescencia del hombre constituyen, según palabras de su autor, "una antropología filosófica en la época de la tecnocracia': entendida ésta como 'el hecho de que el mundo, en que hoy vivimos y que se encuentra por encima de nosotros, es un mundo técnico, ha
See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.