Description:Una ligera neblina difuminaba los contornos de los objetos y abrillantaba el asfalto con su humedad. De cuando en cuando, un soplo de viento aclaraba el ambiente, pero a poco, la neblina, con insidiosa lentitud acababa por enseñorearse de la noche y las casas y las pocas personas que circulaban en aquellos momentos por la calle volvían a adquirir de nuevo su aspecto irreal y fantasmagórico. El rumor de un coche que se acercaba al extremo de la calle rompió de pronto el opaco silencio. Se oyó claramente el siseo de las gomas al rodar por encima del reluciente asfalto y sus faros apuñalaron la neblina, semejando las pupilas de un animal monstruoso que salía de su cubil por las noches para buscar sus piezas de caza. El automóvil se detuvo al fin frente a un edificio aislado, rodeado por un pequeño jardín enmarcado por una valla baja de madera pintada de blanco. Junto a la puerta se hallaba el poste que sostenía el buzón para el correo del dueño de la mansión, en uno de cuyos lados se veía el nombre y el número de la calle.