La Mariología Tomística, ó sea la doctrina completa de Santo Tomás de Aquino acerca de la ...

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aeerea de la jílaria,
ESCRITA EN ALEMAN POR
Qanónigo f r a n c i s co 7Vl0PÉ0^
Profesor de teología en el Seminario de Sichst &d
^padacida al francé§,
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y ile af c a ^ t e f f a no p a ra ef
l i C P X i O D U C T - OQ E C D C ^ I A S T I CO
por el Sr. lpbro. 5). (Sabino Cbavej.
mmsim se mm LEÓN
•Miles Yalverfe y Tsiiez
TIP DE "LA MISERICORDIA CRISTIAN
Calle de San Juan del Rio Núm. 3.
1899.
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Una palabra del Traductor.
Quizá en ningún siglo, como en el que toca á su término,
aunque tan descreído, se ha escrito tanto acerca de la San-
tísima Virgen María. No sólo se lian publicado colecciones
inmensas de los mejores escritos antiguos acerca de ella,
como la ¡Sumí»« áurea, edición del célebre abate Migne, (pie
en trece volúmenes en 4 '. equivalentes, por sil menudo tipo
á otros tantos in folio, y que abraza en su enorme extensión
casi cuanto lian escrito los SS. Padres de la Madre de Dios,
cnanto la han alabado las liturgias, cuanto de ella se han
ocupado las Bulas pontificias, y las famosas obras del B.
Canisio, de Tronibelli, Marraccio, Arias, Keynaiul, Pexen—
Telder, Colvenerio, Piciuelli, Costero, Dulken y cien otros;
110 solo se han publicado más de doscientos libros del «Mes
de María,» en todos los estilos, en multitud de lenguas, y
para toda clase de personas; no sólo los escriturarios como el
P. Ventura de Káulica escriben de Ella eruditas obras, ora-
dores como Oombalot predican sus glorias, filósofos como
Augusto Nicolás la estudian científicamente: sabios obis-
pos como el ¡Sr. Malón en Francia, el Sr. Martiuez y Sae'/
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to y piano de nuestro modesto compositor el Maestro Lemus
en la Habana, y en la actualidad el limo. Sr. Portugal
primer organista de la Catedral de Morelia, No es esto sólo,
en México, escriben magnificas obras acerca de la Virgen
decimos, sino que, todo católico que tiene una pluma, y sabe
María; no sólo la apología de sus maravillas produce bellos,
emplearla en la buena causa, se siente á veces como arras-
profundos y concienzudos estudios, como entre nosotros han
trado á escribir algo acerca de la Virgen María, Es el hijo
surgido con la controversia guadalupaua; 110 sólo para cier-
que amando á su madre se, siente feliz al poder engrande-
ta clase de lectores se ha escrito mucho, en estilo romanes-
cerla y alabarla. Y asi Monseñor Segur escribe las «Mara-
co, como los seis enormes volúmenes del Año de María, y
villas de Lourdes,» y las «Tres flores de los escogidos,» y
los dos de sus Dolores, por Payés, la Virgen María por Tíl-
muere dejando comenzada «La Virgen María según las Es-
dela, los tres gruesos volúmenes de la Virgen del Tepeyac
crituras;» el abate Gaume produce «El Angelus en el siglo
por Prieto, etc. etc; 110 sólo se traducen del latín, obras tan
XIX,» y «Judith y Esther, mes de María del siglo XIX;»
importantes como las conferencias del Mickovieuse en sus
Ráulica, sus «Delicias de la Piedad,» bella explicación de
abultados volúmenes; del francés, cuatro menores, de la
las Letani u; Faber, el convertido del protestantismo, asom-
«Triple corona de la Madre de Dios» por el P. Poirée de la
bra con su libro: «Al pie de la Cruz,» y habla de los Dolo-
Compañía de Jesús, las «Conferencias» del capuchino'
res de María, con una profundidad, una devoción, un sen-
D'Argentan; no sólo se publican en Ñapóles los dos in folio
timiento, y un conocimiento de las humanas penalidades,
de la «Theologia Mariana» del P. Cristóbal (le la Vega, y las
que 110 dejan cesar la admiración del lector inteligente; De-
»Homiliae catholicae» del sabio Cartagena, la mitad de las
mauge escribe treinta Conferencias que publica en dos vo-
cuales tratan de la Santísima Virgen; no sólo escriben Vi-
lúmenes con el titulo de «Marie mieux connue»; en Es-
das de la misma Señora, Orsini, Jamar, Maynard, Lafuente
paña la Biblioteca del Apostolado de la prensa traduce y
y otros, y se publican otras tomadas de revelaciones, como
publica la preciosa obra del V. Grignon de Monfort: «La
la Vida de la Bienaventurada Virgen María, según la Ma-
verdadera devoción á la Santísima Virgen», y edita de nue-
dre Sor Catalina Emmerich, publicada en aleman y tradu-
vo el sólido opúsculo de Séñeri« El Devoto de María». Al con-
cida al francés, y nuevas ediciones, extractos de la «Mística
templar este rio crecido de obras en honor de la Madre de
Ciudad de Dios» de la Madre María de Jesús de Agreda; de
Dios, nos vemos tentados á aplicarle aquello del salmo 45:
la Vida de la Virgen María por el Sr. Ollier, etc; 110 sólo
«Fluminis Ímpetus laetificat civitatem 1)ei», ¡U11 rio impetuo-
hay varias publicaciones periódicas acerca del líosario, del
so del humano pensamiento transformado en libros, regoci-
Escapulario del Carmen, y otras instituciones mañanas, en
ja á María, mística ciudad de Dios!
Italia, en Francia en Bélgica, en España; 110 sólo la música
Uno de los libros publica dos no ha mucho, es la «Marialogía
y la poesía producen piezas numerosísimas en honor de la
da Cornelio A Lapide, ó sea un compendio de lo que este
Peina de los Angeles, desde el inmortal Stabat Mater de
docto y piadoso intérprete escribe acerca de la Virgen Ma-
Rosini, hasta los bellísimos Misterios y Meditaciones á can-
ría, en sus copiosos comentarios á la Sagrada Escritura.
¡Ojalá y nuestro modesto trabajo, coopere de algún mo-
|.Y porqué 110 se ha hecho otro tanto con la doctrina de San-
do á hacer más fructuosa nuestra devoción á la Virgen
to Tomás? Apresurémonos á decirlo: la preocupación gene-
María, hacié.idol 1 más sólida, como sentada en tan robus-
ral de los que no estudian á fondo al Santo Doctor, mirán-
tas bases!
dolo como adverso á la doctrina de la Inmaculada Concep-
ción, hace que se taire de reojo cuanto escribió acerca de la
Virgen María, Felizmente un sabio sacerdote alemán ha
Irapuato, día del glorioso Doctor Santo Tomás de Aquino, 1899.
querido disipar esa preocupación, y ha escrito una obra in-
teresante titulada: «La Mariología tomística, ó Doctrina de
Santo Tomás de Aquino acerca de la Virgen María», la que G. OH. PBRO.
después, con su permiso y bajo su inspección ha sido tradu-
cida al francés. Lo más notable en esa-obra, es la discusión
eu el punto de la Inmaculada Concepción de María; el autor
hace ver, hace palpar, por decirlo así, cómo el Santo Doc-
tor nunca fué adverso á la doctrina que hoy es un dogma de
te, é inunda de gozo el alma de los amantes del Santo, y
estudiosos de sus obras, viendo que en ese punto, como en
todos, no se separó un ápice de la verdad, ni incidió en error
ninguno.
Ahora bien, hemos pensado hacer un servicio al respe-
table Clero mexicano, traduciendo esa obra del francés para
que sea publicada en el REPRODUCTOR ECLESIÁSTICO; que
es la primera publicación dá su género, que tomó la inicia-
tiva y abrió el camino á las publicaciones de la misma ín-
dole que han aparecido después.
Como en el original francés, colocaremos el texto de Santo
Tomás al pié de las páginas, correspondiendo con la doctri-
na expuesta eu la obra, y que 110 suele ser sino la paráfrasis
sabia y luminosa, de los textos del Santo Doctor.
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INTRODUCCION
Utoriósu ¡lichi sutil de T<•.
Civiias Dei. (Ps. LXXXV1. 3.1
Estas palabras entusiastas que pronunció el Profeta Rey
sobre la antigua Sión, de la cual debia salir la salvación del
mundo, hanla aplicado los Santos Padres á la Bienaventu-
rada Virgen María, Madre de Dios: Ella, en efecto, es la
viva Ciudad de Dios, en la cual estableció su morada el
Hijo de Dios por la Encarnación, y de donde ha tomado su
origen la iglesia católica que es la nueva Sión, Gloriosa
dicta sunt de Te, Omitas Dei, ¡Maravillas se han dicho de tí,
oh Ciudad de Dios!
Desde el principio de la historia de la humanidad, Dios
la prometió como una prenda de esperanza, como la Liber-
tadora que debía librarnos de la maldición primitiva, como
«la Victoriosa que aplastaría la cabeza de la serpiente».
Los Profetas la han anunciado, la han descrito, en el mo-
mento eu que se extendía la plena luz de sus revelaciones,
«como la maravilla por excelencia»; como «la mujer que
djlín rodear á un varón» (Jeremías, XXXI, 224); como« la
Virgen que concebiría y daría á luz al Emamnuel» (Isa.,
VII, 14), es decir, Dios con nosotros. «Finalmente, en la
plenitud de los tiempos, el Arcángel Gabriel, reasumiendo
en una sola palabra todas las alabauzas pasadas y futuras,
la saluda «llena de gracia:» Ave gratia plena.
Gloriosa dicta sunt de Te, Civitas l)ei; ¡Maravillosas cosas
litcr christkina, diciendo, que toda alma cristiana es natural-
se han dicho de tí, oh Ciudad de Dios!
mente inclinada á Maria, et anima christiana naturaUter ma-
Maravillosas cosas continúan diciéndose de Ella por la riana. El amor de la verdadera ciencia es inseparable del
Iglesia católica, al través de todos los siglos; pues la Igle- amor de aquella que ha dado á la humanidad la Sabiduría
sia celebra á la Virgen María en su culto, en sus oraciones, eterna, y que continúa por su poderosa intercesión ponién-
en sus predicaciones, en sus obras de arte, en sus definiciones dola en rebelón con nosotros. Yerbum caro factum est
dogmáticas, en los escritos de los Padres y de los Doctores pknum gratiae et VERITATÍS.—Maña Sedes SAPIEXTIAE. He
y en los tratados de sus Téologos. aquí por qué los primeros de entre los teólogos, los hombres
Gloriosa dicta sunt de Te, Civitas Dei\ ¡Maravillosas cosas más piadosos y más santos que lian existido jamás, consi-
se han dicho de tí, oh Ciudad de Dios! derando á la San Á si 111 Virg in, como la convidara la mis-
La humilde Virgen de Xazareth que parece no podía ser ma Iglesia, como la personificación concreta de la Sabidu-
mas que el objeto de un sentimiento piadoso, y 110 la ma- ría creada, (Prov., VI.II, 22), la han consagrado todo el
teria de una exposición científica, ha llegado á ser el tema po;ler de su genio, y han escrito y proclamado de Ella co-
preferido en el cual se ha fijado, y sobre- el que se ha ejer- sas maravillosas.
citado particularmente el espíritu cristiano. ¿Quién podría
Gloria dicta sunt de Te, Civitas Dei-, ¡Gloriosas cosas se
contar hoy dia, los escritos compuestos en honor de la Ma-
han dicho de tí, olí ciudad de Dios!
dre de Dios? La nomenclatura de las obras que tratan de
Mas sobre todo, da nadie puede decirse esto con más
la Santísima Virgen es enteramente imposible: solo el Ros-
verdad, como del príncipe de los teólogos, deaquel quesegún
kovany (1) en sus seis volúmenes sobre la Inmaculada
la expresión del pojta de la Suma teológica, Dante, «se
Concepción, menciona más de Veinte mil obras que tienen
cierne como una aguila por encima de todos los demás,»
por objeto á la Santísima Virgen: y esto es muy fácil de
del ángel de la Escuela, Santo Tomás de Aquino.
explicarse, porque si el corazón de todo cristiano se siente
Fácilmente se comprende como el Doctor angélico, que
naturalmente atraído hacia la Madre virginal del Salvador
ha penetrado tan profundamente los misterios de la Encar-
de los hombres, ¿cómo no se había de sentir también el
nación y de la Redención, .haya estudiado atentamente los
pensador cristiano, habituado á remontarse de los efectos
misterios de la santa Madre de Dios, pues estos, están en
á las causas?
efecto estrechamente unidos á los primeros. Ahora bien,
Podernos completar el pensamiento de Tertuliano que lo que Santo Tomás ha enseñado acerca de la Santísima
habla de «el alma naturalmente cristiana,» anima nátura- Virgen es del más alto interés, á causa de la autoridad
t3olj'^Í3a i 13 >:u nr i bis qus is pertenece: y así, lo que ha
1) Beata Virgo Maña in auo Concepta irintaculuta < x mmwmmtii-om-
escrito sobre esta materia, ha llegado á ser un fondo co-
ninm saeculorum demonstratas, Auct Aug. De Roskovany Budapestiui-
\m. mún á todos los teólogos posteriores: pues no hay ninguno
entre Los que tienen alguna importancia, que tratando esta los principales puntos de doctrina están estudiados en la
materia después de Santo Tomás, nr> haya reproducido los Tercera parte de la Suma Teológica y en el Comentario del
principios y la doctrina del Doctor angélico. Y sin em - Tercer libro de las Sentencias de Pedro Lombardo. Hay
bargo, no conocemos ningún escrito en donde se encuen- que consultar además las tósis que corresponden á los tra-
tre reunido en un cuadro determinado y según un plan me- bajos precedentes en la Suma contra los Gentiles, y en el
tódico, toda la doctrina de Santo Tomás de Aqnino acerca Compendium theologiue. Este opúsculo se encuentra en el to-
de la Santísima Virgen: no, ningún autor ha presentado en mo XXVII de la edición Vives. Es menester leer también los
un cuadro completo toda la doctrina tomista, acerca de la pasajes relativos á la Santísima Virgen en los comentarios
augusta Madre de Dios. (1) Hemos pensado pues, que no sobre los Evangelios de San Mateo y de San Juan, sobre las
sería superfina una exposición monográfica de la «Ma- Epístolas de San Pablo sobre los Salmos, sobre el Cántico
riología de Santo Tomás»; y aun estamos persuadidos de de los Cánticos, y más (pie todo la magnifica Exposición so-
que este trabajo, en atención al genio de aquel que será bre la Mluümón angélica, que se encuentra en el volúmen
siempre en tcdos los siglos el sol de los espíritus, no dejará XXVII (le la edición Vivés.
de adquirir cierta importanciaá los ojos de los teólogos con- Nuestro presente opúsculo podrá parecer insuficiente si
temporáneos. se le compara á las obras mucho más extensas que Se han
Santo Tomás no ha reducido en un tratado especial su compuesto acerca de la Santísima Virgen, sea por autores
doctrina acerca de la Santísima Virgen, sino que la ha dise- del tiempo pasado, sea por autores modernos. San Ansel-
minado en sus numerosas obras; sin embargo decimos que mo, San Bernardo, que lian precedido á Santo Tomás, y
cuyas obras ha conocido y utilizado el Doctor angélico, el
(1) No debemos omitir el mencionar aquí el pequeño tratado del pro- bienaventurado Alberto el Grrande que fué su maestro, San
fesor Giustiniani de Ñapóles, compuesto con ocasión del sexto centena-
rio de Santo Tomás de Aquino, en 1874. Este tratado se titula: Omaggio Buenaventura que fué su amigo, y otros también, han cele-
rezo dalle doctrine di .san l'ommasoalla Madre di Dio—per cura del sac
Gior... Giustiniani, profe.ss. di theolngla. etc. Napol. 187o, 48 paginas brado en tratados de alguna extensión, la alta dignidad y
Se publicó en la Revista I Gigli a Maria. Esta excelente Revista, com-
puesta en honor de la Santísima Virgen, dio á conocer al mismo tiempo los gloriosos privilegios de la Madre de Dios. Ciertamente
otros trabajos relativos á la doctrina de Santo Tomás respecto á la Ma-
no habría razón en atribuir la brevedad de Santo Tomás en
dre de Dios- Los recordaremos aquí: *Expositio S Thomae in salutatio-
nem angelicam. nueva edición, coleccionada sobre ocho manuscritos, v
esta materia á una especie de reserva que se hubiera im-
acompañada de notas históricas y criticas, por el Dr Uccelli, sacerdote
de Bergamo, el infatigable indagador y editor de. los autógrafos de San- puesto en su veneración y en su amor para con la Reina de
to Tomás—Un sermón inédito del Santo sobre, la Natividad de la Santí-
sima Virgen, sacado por el mismo Uccelli de un manuscrito de la bibliote- todos los santos: porque ¿cómo habría llegado á ser un án-
ca d<- San Marcos en Venecia.—Edit, Vives, tom. XXXII. Un tratado del
P. Lana bajo este titulo: «Moría como ideal de lo bello, en los escritos de gel de pureza, si no hubiera amado á la Madre de las almas
Santo Tomás de Aquino».—Un escrito publicado con ocasión del mismo
centenario por el profesor Vanden Berg, O 1'., en el colegio de Huis puras, á «aquella que no fué solamente pura para sí mis-
sen. en Holanda, y que considera también en los escritos de Santo To-
más de Aquino, el punto de vista especial señalado en el titulo siguien- ma, sino que ha procurado la pureza á tantos otros (JExposit.
te. «Beatissima Virgo Maria, imago Dei et SS. Triniiatis, juxta mentem
in salut. ángel. Opuse. VI, p. 201).» Encuéntranse en la vi-
S. Tornai Buscoduci (Bois-le Due) 1874.