LA INTERVENCIÓN DE LOS ACTORES DE LA SOCIEDAD INTERNACIONAL EN LA CRISIS HUMANITARIA ROHINGYA DESDE EL 2012 HASTA EL 2017 POR: FELIPE WIENECKE CRISTI Tesis presentada a la Facultad de Gobierno de la Universidad Del Desarrollo para optar al grado de Licenciado en Ciencia Política y Políticas Públicas PROFESOR GUÍA: SRA. ISABEL CABAÑA ROJAS Marzo 2018 CONCEPCIÓN “El camino de mil kilómetros se inicia dando el primer paso” Lao Zi II AGRADECIMIENTOS Mis agradecimientos van dirigidos principalmente a mis padres y a mis hermanos, quienes me han dado su apoyo incondicional durante esta etapa y todas las más importantes de mi vida, la familia es el origen e innegable parte de uno. Gracias a la docente Isabel Cabaña Rojas por su disposición y paciencia, su constante preocupación y apoyo me ha permitido realizar con éxito la investigación, además que ha despertado en mí el interés por esta área de estudio. Por supuesto agradecer a mis amigos de la vida por sus buenos deseos, quienes esperan ansiosamente que culmine este lindo período para deleitarse con invitaciones mías a comer. Agradezco a mi maestro Shi Fu Guillermo Ávila, cuyas enseñanzas del kung fu y el Tao van de a poco cultivando en mí a un hombre fuerte, justo y de bien. Por último gracias a quienes han sido importantes en mi crecimiento personal, estén o ya no en mi vida. III Tabla de contenido RESUMEN...........................................................................................................5 INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………….5 PROBLEMATIZACIÓN………………………………………………………………..9 Estado del arte………………………………………………………………………....9 Modelo de preguntas..........................................................................................13 Justificación……………………………………………………………………………14 MARCO REFERENCIAL…………………………………………………………….16 ELABORACIÓN CONCEPTUAL DEL OBJETO DE ESTUDIO………………..41 DISEÑO METODOLÓGICO…………………………………………………………44 Matriz de MacQueen, McLellan, Kay y Milstein…………………………………...48 PROCESAMIENTO Y ANÁLISIS……………………….………………………….55 Malla temática…………………………………………………………………………55 Procesamiento y análisis descriptivo……………………………………………….60 Análisis comparativo………………………………………………………………….72 CONCLUSIONES…………………………………………………………………….77 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………….79 ANEXO………………………………………………………………………………...89 IV Resumen La presente investigación tuvo como objetivo estudiar, desde el paradigma cualitativo, la intervención ejercida por actores de la sociedad internacional en la crisis humanitaria Rohingya. Para facilitar la comprensión de la investigación se entregan antecedentes históricos tanto del pueblo Rohingya como de Myanmar, el Estado anfitrión de la crisis. Desde la teoría se ha hecho un trabajo para poder aterrizar la intervención internacional a un estudio empírico y sujetarla a criterios lo más objetivos posibles, ofreciendo una herramienta metodológica para abordarla desde la ciencia por primera vez. Entre los resultados destaca el posicionamiento que ha alcanzado Indonesia como agente clave y líder regional, así como también se revela la importancia que adquiere la OIC al defender los intereses del mundo islámico y uno de sus miembros. Introducción Los Rohingya de Myanmar, una minoría étnica musulmana en el suroeste del país, viven una situación crítica. Su propio gobierno no los reconoce como ciudadanos y niega los abusos que han cometido en contra de ellos, tanto directamente por parte de las Fuerzas Armadas birmanas o indirectamente al omitir sanciones para los grupos budistas extremistas que les están dando persecución (Ullah, 2016). Para entender la situación es necesario hacer una revisión histórica de la minoría en el país, pues la razón formal por la que no 5 son reconocidos como ciudadanos y están relegados en una región es su estatus como migrantes ilegales bengalíes que les asigna el Estado birmano (Kipgen, 2013). El origen histórico de los musulmanes del Estado birmano de Rakhine es controversial, una versión afirma que están en la región desde la llegada del islam al área en el siglo VIII, asentándose como un reino enfrentado con el reino de Arakán y posteriormente absorbido por el reino de Birmania en el siglo XVII (Yegar, 1972); otra versión señala que los Rohingyas se asentaron en Birmania en el siglo XIX, mezclándose con otras etnias presentes en la región (Ullah, 2016). Sin perjuicio del alcance que puede tener el origen histórico remoto, para los fines de esta investigación lo más importante son los hechos más recientes en la historia moderna. Los Rohingya fueron llamados por sus colonos británicos, en ese entonces, a combatir contra la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, a cambio de un prometido Estado autónomo para ellos que nunca se constituyó (Neary, 2014). En 1948, tras el proceso de independencia de Birmania –Estado que finalmente abarcó las regiones del pueblo Rohingya-, tomaron lugar una serie de golpe que alinearía al Estado birmano como república socialista en un principio, posteriormente otro golpe de Estado que la derrocaría y establecería una junta militar hasta 2011. En todo ese lapso de gobiernos autoritarios varias minorías étnicas –incluyendo la Rohingya- fueron pasadas a llevar por las autoridades políticas (Suaedy & Haz, 2015). En su período de primer ministro 6 birmano desde 1974, Ne Win empezó a llevar a cabo políticas explícitas para excluir a los Rohingyas del resto de los nacionales, quienes fueron excluidos de la lista de grupos étnicos oficiales del país (Ullah, 2016). Posteriormente en 1978, llevó a cabo la Operación Nagamin Sit Sin Yay (Dragón Rojo) para inspeccionar la población en zonas fronterizas. Los Rohingya fueron perseguidos y detenidos por su estatus de inmigrantes ilegales, esta persecución produjo un éxodo forzado de Rohingyas a Bangladesh, pero no sería la última vez que los persiguieran (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, 2000). Una ley promulgada en 1982, establecía tres tipos de ciudadanía en Myanmar: (1) ciudadana, formada por descendientes de aquellos que residían en el país antes de 1823 o cuyos ambos padres fuesen ciudadanos; (2) ciudadanía asociada, categoría en la que se encontraban aquellos que adquirían la ciudadanía por medio de la Union Citizenship Act de 1948; y (3) la ciudadanía naturalizada, que reconocía a quienes habían vivido en Myanmar antes del 4 de Junio de 1948 y postularan a la ciudadanía después de 1982 (Kipgen, 2013). Según Kipgen (2013), ninguna de las categorías reconoce a los Rohingyas o apelan a requisitos de ciudadanía burocráticos irrealizables para ellos, imposibilitando la repatriación de éstos y la garantía de sus derechos básicos. Hasta el día de hoy se encuentran en una situación jurídica de apátridas y vulnerables ante acciones persecutoras de las Fuerzas Armadas de Birmania. 7 La violencia y marginación hacia los Rohingya ha sido constante desde entonces. Aún después de la restauración de la democracia en Myanmar la violencia ha persistido e incluso escalado, especialmente en 2012 entre la comunidad Rohingya y la población budista (Kipgen, 2013). El conflicto se presenta como un síntoma de lo poco en que se ha materializado la propuesta democrática de la jefa de Estado Birmana, Aung Suu Kyi, mostrándose incapaz o sin la voluntad suficiente para solucionar un problema que se viene arrastrando hace décadas y cabe dentro de lo que se esperaba que abordara como prioridad (Suaedy & Haz, 2015). Un informe publicado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos –OHCHR- en febrero pasado (2017), deja en vista la sistemática violación a los derechos humanos de los Rohingya por parte de las fuerzas militares de Myanmar. Entre las acciones de las fuerzas militares se constatan ejecuciones extraoficiales, asesinatos indiscriminados, violaciones y quema de viviendas. Además de Bangladesh, los principales destinos de los Rohingya han sido Tailandia, Malasia e Indonesia (Ullah, 2016). Si bien no hay cifras exactas sobre la cantidad de desplazados en total de la etnia, pues la cantidad de grupos étnicos movilizados y los múltiples destinos han superado la capacidad de formalizar una cantidad oficial, Organización de Naciones Unidas (2018) aproxima que solo durante la segunda mitad del 2018, durante una escalada de 8 la crisis, llegaron a Bangladesh más de 600.000 desplazados de Rakhine, en su mayoría Rohingya. Lo que buscó la investigación fue describir y comparar como han intervenido distintos actores, de distintos tipos de la sociedad internacional, para afrontar el escenario que se ha introducido. El análisis de las intervenciones lleva a interpretaciones teóricas del comportamiento de los agentes internacionales, aportando así al entendimiento de los mismos y a la previsión de posibles escenarios o dinámicas de poder que se podrían generarse en un futuro cercano. A partir de variado material teórico se elaboró un esquema analítico para abordar la intervención internacional como variable Problematización Estado del arte Los recursos metodológicos más comunes en las investigaciones y estudios sobre la situación de los Rohingyas han sido cualitativos, aplicando como instrumento la entrevistas semiestructuradas o no estructuradas (Fadimah, 2015; Naushin, 2015; Suaedy & Haz, 2015; Ullah, 2016) y la observación en métodos y enfoques etnográficos (Fahmida, 2015). Eso ha sido posible para autores que cuentan con los recursos o la factibilidad física (como distancia o contactos) para llegar al contexto mismo del fenómeno. Los análisis que no se 9 han basado en datos recolectados en terreno han sido en base a prensa, literatura histórica y documentos oficiales. La literatura está centrada en aspectos internos y humanitarios: en el sentido de pertenencia de los Rohingya y sus reproducciones culturales (Fahmida, 2015; Ullah, 2016), además del abordaje del problema desde el Estado (Kipgen, 2013; Suaedy & Haz, 2015). Los mismos autores que los han trabajado han reconocido la necesidad de elevar el debate a foros y propuestas internacionales. Ullah (2016) plantea la necesidad de la cooperación vecinal y regional por medio de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), también afirma que la carencia de los marcos reguladores adecuados del derecho internacional en el sudeste asiático hace que la institucionalidad vigente no sea suficiente para presionar a los Estados de la región a resguardar la integridad y bienestar de la población. En tanto, Naushin (2013) explora el escenario vecinal y centra un artículo en estudiar la relación entre Myanmar y Bangladesh en el contexto de la crisis humanitaria, en el que afirma que las relaciones bilaterales se han vuelto tensas con el flujo migratorio de refugiados desde Rakhine, ya que el descontrol migratorio tiene implicancias en distintas esferas de la seguridad nacional de Bangladesh e incluso más allá de los Estados vecinos, ya que esas implicancias se dan por la circulación de apátridas. Éstos, al no ser reconocidos 10
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