La Insurreccion Armada

428 Pages·1932·10.701 MB·Spanish

by  A. Neuberg

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LA INSURRECCION ARMADA
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LIBROS PROLETARIOS
A. NEUBERG
LA INSURRECCION
ARMADA
___________♦ EDITORIAL ROJA______________
Raimundo Fernández Villaverde, número 10. — MADRID
ES PROPIEDAD
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ARGM. AUamirano, 18. Teléfono 40501. MADRID
Prefacio de la edición francesa
Los editores estiman que esta obra tiene una gran
importancia teórica y práctica, y que responde al in­
terés siempre creciente por estas cuestiones del pro­
letariado revolucionario en el período actual. Por
eso, la publican rápidamente, sin esperar los com­
plementos o las correcciones que el autor hubiera
podido añadir.
I El libro de Neuberg es excelente por dos razones.
I Primeramente, porque es una de las escasas obras
escritas por un marxista y un revolucionario activo,
i que ha luchado con las armas en la mano contra el
mundo capitalista. Se trata de una obra positiva,
rica en hechos. En segundo lugar, este libro es de
una actualidad extraordinaria en la situación histó­
rica presente.
El programa de la Internacional Comunista, adop­
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tado en el VI Congreso mundial, dice: «Cuando las
clases dirigentes están desorganizadas, las masas, en
estado de efervescencia revolucionaria, las capas so­
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ciales intermedias, dispuestas en sus vacilaciones a
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unirse al proletariado; cuando las masas están pre­
paradas para el combate y para los sacrificios, el par-
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tido del proletariado tiene por misión el llevarlas
directamente al asalto del Estado burgués. Lo hace
por la propaganda de consignas transitorias cada
vez más acentuadas (Soviets, control obrero de la
producción, Comités campesinos para la expropia- •
ción de la gran propiedad territorial, desarme de la
burguesía, armamento del proletariado, etc.) y por la
organización de acciones de masas. A estas acciones
de masas corresponden: las huelgas, las huelgas y
las manifestaciones combinadas, las huelgas combi­
nadas con las manifestaciones armadas, en fin, la
huelga general ligada a la insurrección armada con­
tra el Poder de Estado de la burguesía. Esta última
forma superior de la lucha está sometida a las re­
glas del arte militar, supone un plan estratégico de
las operaciones ofensivas, la abnegación y el heroís­
mo del proletariado» (1). Después, el programa aña­
de especialmente que dejar pasar el punto culminan­
te de la situación revolucionaria, que exige del par­
tido del proletariado un ataque audaz y decidido
contra el enemigo..., «deja pasar esta coyuntura
sin desencadenar la insurrección, es abandonar la
iniciativa al adversario y condenar la revolución a
la derrota».
El VI Congreso de la Internacional Comunista,
que ha adoptado este programa, ha mencionado en
su resolución política la aproximación segura y en
breve plazo de una nueva ola revolucionaria. La dé­
cima sesión plenaria del Comité ejecutivo de la Inter­
nacional Comunista, que se ha celebrado un año des­
pués del VI Congreso, en julio de 1929, ha constata-
(1) «Tesis y resoluciones del VI Congreso», pág. 96. Bu­
rean d’Editions, París.
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do que el «hecho nuevo a partir del VI Congreso era
una orientación claramente señalada hacia la iz­
quierda de la clase obrera internacional, y la apro­
ximación de una nueva ola revolucionaria en el mo­
vimiento obrero». Partiendo de esta apreciación de
Ii la situación internacional, la sesión ha presentado a
toda la Internacional, y a cada partido comunista
en particular, como objetivo central del momento,
la conquista de la mayoría de la clase obrera, y como
problema decisivo para lograr este objetivo, las gran­
des huelgas políticas, cuya organización, según las
decisiones adoptadas, «ayudará a los partidos comu­
nistas a unificar más las intervenciones económicas
dispersas de la clase obrera, a operar una amplia
movilización de las masas proletarias y a enriquecer
su experiencia política, conduciéndolas así hasta la
lucha inmediata por la dictadura del proletariado».
Los acontecimientos que se han producido después
de la décima sesión del Comité ejecutivo de la Inter­
nacional Comunista han confirmado todas sus con­
clusiones: anuncian, en general, la aproximación del
momento indicado en las resoluciones de esta se­
sión, el momento de la lucha inmediata por la dic­
tadura del proletariado.*
La lucha inmediata por la dictadura del proleta­
riado es obligatoriamente la lucha armada, la su­
blevación armada de las masas proletarias, que, se­
gún el programa de la Internacional Comunista, debe
apoyarse en las reglas del arte militar y supone un
plan militar. Pero si este momento se aproxima, los
partidos comunistas y todo el proletariado interna­
cional deben prepararse para él, deben estudiar el
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arte militar, deben penetrarse de la experiencia y
i de las lecciones de las sublevaciones armadas, te-
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niendo en cuenta las condiciones concretas y las par­
ticularidades de su país. Esta exigencia se refiere,
naturalmente, ante todo, a los partidos comunistas y
al proletariado de los países en los cuales la nueva
ola revolucionaria avanza en este momento más rá­
pidamente, a saber: Alemania, Polonia y Francia.
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Pero los partidos de los demás países tampoco pue­
den ni deben, en las condiciones actuales, dejar para
mañana el estudio del problema de la insurrección
armada.
En la presente obra, Neuberg se ha propuesto exa­
minar solamente las cuestiones concernientes a la
parte militar, táctica o técnica, de la insurrección.
Por esta razón, se hallará en algunos pasajes una
«opinión parcial militar», que se expresa por una
atención insuficiente concedida al esclarecimiento de
los factores políticos. La sublevación armada es un
ramo especial del arte militar, y por este motivo obe­
dece a reglas especiales que a su tiempo han sido
indicadas en detalle por Lenin, y que debe conocer
absolutamente todo revolucionario proletario.
El programa de la Internacional Comunista, resu­
miendo la inmensa experiencia internacional de las
insurrecciones proletarias, riiuestra cómo nacen de
las huelgas o manifestaciones ordinarias, a través de
las combinaciones de grandes huelgas políticas y de
manifestaciones armadas. Esta experiencia interna­
cional, generalizada en el programa bajo forma de
•i- directiva, demuestra que el punto central, en la pre­
paración de la sublevación armada, es la voluntad
del Partido para llamar a la calle a las masas pro­
• I.- letarias por medio de la huelga, y, una vez estas
masas en la calle, animarlas y organizarías para la
lucha por el Poder. En consecuencia, es preciso con-
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