a o ¿ La industria de la vagina La economía política de la comercialización global del sexo Sheila Jeffreys La industria de la vagina Sheila Jeffreys La industria de la vagina La economía política de la comercialización global del sexo PAIDÓS Buenos Aires • Barcelona • México Título original; The industrial vagina. The political economy of the global sex trade, Routledge (Taylor & Francis Group), London and New York, 2009 Cubierta: Gustavo Macri Jeffreys, Sheila La industria de la vagina - 1a ed.- Buenos Aires: Paidós, 2011. 288 pp,; 23x15 cm. Traducido por: Paola Cortés Rocca ISBN 978-950-12-5612-3 1. Estudios de Género. 2. Mujeres. I. Cortés Rocca, Paola, trad. II. Título CDD 305.42 Tradución: Paola Cortés Rocca Traducción autorizada y realizada a partir de la edición en inglés publicada por Routledge, a member of the Taylor & Francis Group 1“ edición en castellano, 2011 Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autoriza ción escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático. © 2009, Sheila Jeffreys © 2011 de todas las ediciones en castellano, Editorial Paidós SAICF Independencia 1682/1686, Buenos Aires - Argentina E-mnil: [email protected] www.paidosargentina.com.ar Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723 Impreso en la Argentina - Printed in Argentina Impreso en Leograf, Rucci 408, Valentín AJsina, en junio de 2011 Tirada: 3.000 ejemplares ISBN 978-950-12-5612-3 índice Introducción. Del proxenetismo al mercado rentable .... 11 x. Las feministas y la industria global del sexo: ¿celebración o crítica? ................................................................ 25 E l 2. matrimonio y la prostitución............................................... 53 3. La economía política internacional de la pornografía . 81 E l 4. auge de los clubes de sfrip-tease........................................... 109 5. La prostitución m ilitar................................................................. 135 . E l 6 turismo de prostitución: mujeres para el tiempo LIBRE DE LOS HOMBRES........................................................................... 163 7. Satisfacer la demanda: la trata de mujeres....................... 191 E l 8. Estado como proxeneta: la legalización DE LA PROSTITUCIÓN................................................................................ 215 9. C onclusión: hacer retroceder la industria global DEL SEXO....................................................................................................... 243 Bibliografía.................................................................................................... 259 Dedico este libro a mi pareja, Ann Rowett, por el amor y la fuerza que me dio mientras lo escribía. También lo dedico a todas mis hermanas en la lucha internacional para acabar con la prostitución femenina regenteada por los hombres. En particular.; a las mujeres de la red CATW en los Estados Unidos, en Europa, Filipinas y Australia; a Janice G. Raymond, Malka Marcovich, Jean Enriquez, Aurora Javate de Dios, Gunilla Ekbergy tantas otras que han inspirado y alentado mi trabajo. Ellas me hicieron sentir parte de algo extraordinario, de una revuelta de las mujeres, más allá de las fronteras nacionales, en contra de la injusticia tradicional. Introducción Del proxenetismo al mercado rentable La prostitución no decayó. En contra de la convicción del feminismo anterior a los años ochenta de que la prostitución era un signo y un ejemplo de la subordinación femenina y que por lo tanto dejaría de existir cuando las mujeres adquirieran mayo res derechos igualitarios, a fines del siglo xx la prostitución se ha transformado en un sector del mercado global floreciente e inmen samente rentable. Esta transformación es sorprendente si consi deramos los modos en que la prostitución ha sido pensada por el feminismo durante dos siglos como el modelo mismo de la sub ordinación femenina (Jeffreys, 1985a). Kate Millett escribió en 1970 que la prostitución era “paradigmática de la base misma de la condición femenina” que reducía a la mujer a la “concha” (Millett, 1975: 56). Las feministas de los años sesenta y setenta pensaron la prostitución como un resabio de las sociedades tradicionalmente dominadas por los hombres, que desaparecería con el avance de la igualdad femenina. Era, como lo propuso Millett, un “fósil vivien te”, una antigua forma de relaciones esclavistas que sobrevivía en el presente (ibíd,). Sin embargo, a fines del siglo xx varias fuerzas sé reunieron para darle vida a esta “práctica cultural nociva” 0effreys, 2004). Lo más importante es la nueva ideología y práctica econó mica de estos tiempos neoliberales en los que la tolerancia de la 12 / Sheila Jeffreys “libertad sexual” converge con la ideología del libre mercado para reconstruir a la prostitución como “trabajo” legítimo que fondona como base de las industrias del sexo, tanto a nivel nacional como internacional. Este libro analiza el proceso por el cual la prostitu ción se industrializó y globalizó a fines del siglo xx y comienzos del siglo xxi, y sostiene que este creciente sector del mercado requiere ser entendido como la comercialización de la subordinación feme nina. Así se sugiere el modo en que puede comenzar el retroceso de la industria global del sexo. Hasta la década del setenta, había consenso entre los gobiernos nacionales y la ley internacional acerca de que la prostitución no debía ser legalizada ni organizada por el Estado. Este consenso fue el resultado de una exitosa campaña internacional llevada adelante por grupos de mujeres y otros individuos contra la regulación esta tal de la prostitución desde el siglo xix en adelante (Jeffreys, 1997). Se intensificó a través del Comité de las Naciones Unidas dedicado a la cuestión del tráfico de personas entre las dos guerras mundiales y finalizó con la Convención para la Represión de la Trata de Per sonas y de la Explotación de la Prostitución Ajena, de 1949. En su preámbulo, esta Convención identificó la prostitución como incom patible con la dignidad y el valor de la persona humana, y también señaló como ilegal el regenteo de prostíbulos. En respuesta a la Convención y al espíritu de la época que representaba, se determi nó que el proxenetismo, la obtención de beneficios económicos y la facilitación de la prostitución eran ilegales tanto en aquellos Esta dos que habían adherido a la Convención como en aquellos que no lo habían hecho. Este carácter de condena universal cambió con el neoliberalismo de los años ochenta y comenzó un proceso por el cual los proxe netas se transformaron en empresarios respetables que podían for mar parte del Rotary Club. El negocio prostibulario fue legalizado y convertido en un “sector del mercado” en países como Australia, Holanda, Alemania y Nueva Zelanda; el strip-tease se convirtió en moneda corriente dentro de la industria del “ocio” o del “entrete nimiento”, y la pornografía se volvió lo suficientemente respetable como para que corporaciones como la General Motors incluyera los canales porno entre sus negocios. Mientras una sección de la industria de la prostitución se volvió un sector legal, respetable y rentable del mercado en 'este período, la vasta mayoría de la pros Introducción /13 titución, tanto en los países occidentales que la habían legalizado como a lo largo del mundo, siguió siendo ilegal y uno de los secto res más rentables para el crimen organizado. Este libro considera prácticas en las que se intercambia efecti vo o mercancías con el objeto de que los hombres obtengan acceso sexual al cuerpo de las mujeres y las niñas. Incluyo aquellas prác ticas generalmente reconocidas como prostitución en las que los hombres, a través de la remuneración o la oferta de alguna otra ventaja, adquieren el derecho a poner sus manos, penes, bocas u otros objetos sobre o en el cuerpo de las mujeres. Aunque la prosti tución de niños y muchachos para el uso sexual de otros hombres es una pequeña parte de esta industria, no será considerada en detalle aquí (véase Jeffreys, 1997). Se incluyen en esta definición las formas de práctica matrimonial en las que las familias patriarcales inter cambian muchachas y mujeres por dinero o favores, el matrimo nio de niñas y el matrimonio forzado, así como también aquel en el que se le paga a una agencia, como en el caso de la industria de las esposas encargadas por correo. La pornografía se incluye porque la única diferencia que tiene con otras formas de prostitución es que es filmada. Involucra el pago para obtener acceso sexual a mucha chas y mujeres. El strip-tease también se incluye, no porque la pros titución y el lap dancing tengan lugar en clubes, sino porque invo lucran el uso de las mujeres incluso cuando no se las toque. Estas prácticas mencionadas aquí se ajustan al concepto de “explotación sexual”, que es el tema del borrador de 1991 elaborado en la Con vención contra la Explotación Sexual en la ONU: “La explotación sexual es una práctica por la cual una persona o varias reciben gra tificación sexual, o ganancia financiera o mejoras a través del abuso de la sexualidad de una persona y a través de la revocación de sus derechos humanos a la dignidad, igualdad, autonomía y bienestar mental y físico” (para un desarrollo del borrador de la Convención, véase Defeis, 2000). La “explotación sexual” incluye prácticas no pecuniarias como la violación, aunque este libro considera que el económico es el principal medio de poder utilizado para obtener acceso sexual a las muchachas y mujeres, más allá de que otras for mas como la fuerza bruta, el secuestro y el engaño también pueden estar involucradas. 14 / Sheila Jeffreys La industrialización y globalización de la prostitución Este libro mostrará que, en las últimas décadas, la prostitución ha sido industrializada y globalizada. Por industrialización, me refiero a los modos en que las formas tradicionales de organizar la prostitu ción se han visto modificadas por las fuerzas sociales y económicas con el objetivo de adquirir una mayor escala, concentración, nor malización e integración en la esfera corporativa. La prostitución ha dejado de ser una forma de abuso de las mujeres, ilegal, ejercida a pequeña escala, sobre todo local y socialmente despreciada, para convertirse en una industria en extremo rentable y legal, o al menos tolerada en distintos países del mundo. En Estados que han lega lizado la industria de la prostitución a gran escala, los prostíbulos industriales emplean a cientos de mujeres, supervisadas y reguladas por agencias gubernamentales (M. Sullivan, 2007). En algunas par tes de Asia, la industrialización de la prostitución ha tomado lugar a partir de la creación de áreas de prostitución masiva dentro de las ciudades. En Daulatdia, una ciudad portuaria en Bangladesh creada hace veinte años, 1.600 mujeres son usadas sexualmente por 3.000 hombres por día (Hammond, 2008). Este libro abordará la globali zación de la prostitución también al examinar las formas en las que la industria global del sexo ha sido integrada a la economía política internacional. Kathleen Barry explica que desde 1970 “los cambios más dramáticos en la prostitución han sido su industrialización, normalización y difusión global” (Barry, 1995: 122). El resultado de la industrialización es “un mercado global multimillonario, local y extranjero, que incluye tanto una trata altamente organizada como con los arreglos más informales y difusos” (ibíd.). El informe de la Organización Internacional del Trabajo del año 1998 aporta pode rosas pruebas que sugieren que la prostitución ha sido organizada en una nueva escala y significativamente integrada a las economías durante los años noventa. Como comenta Lin Leam Lim: La prostitución ha cambiado recientemente en algunos países dei sudeste asiático. La escala de la prostitución ha aumentado en tal medi da que podemos hablar justificadamente de un sector del sexo comer cial que está integrado a la vida económica, social y política de estos países. El negocio del sexo ha asumido la dimensión de una industria y