Description:Charles Lawford pensó que las prisiones siempre resultaban deprimentes, aunque sus constructores procurasen darles cierta alegría al hacerlas. Había hecho, Charles, los planos para un gran sanatorio dedicado a enfermos nerviosos y dirigía su construcción personalmente para que no pudiesen desvirtuar lo que había plasmado en los planos. Y pese a la alegría que había logrado darle, resultaba triste, simplemente, al pensar al fin a que estaba destinado. Y las prisiones eran peores. Sentía más lástima aún por los delincuentes que por los pacientes afectados por enfermedades nerviosas o mentales. Estaba entregado a tales pensamientos cuando apareció Paul Gray, el veterano arquitecto.