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La Gran Transformación - El mundo en la época de Buda, Sócrates, Confucio y Jeremías PDF

295 Pages·2007·29.45 MB·Spanish
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KARKN ARMSTRONG LA GRAN TRANSFORMACIÓN El mundo en la época de Buda, Sócrates, Confucio y Jeremías PAIDOS ORÍGENES KAREN ARMSTRONG Últimos títulos publicados: 16. E. Zoila, Los místicos de Occidente, IV 17. S. Whitfield, La vida en la ruta de la seda 18. J. Freely, En el serrallo 19. J. Lamer, Marco Polo y el descubrimiento del mundo LA GRAN 20. B. D. Ehrman, Jesús, el profeta judío apocalíptico 21. J. Flori, Caballeros y caballería en la Edad Media 22. L.-J. Calvet, Historia de la escritura TRANSFORMACIÓN 23. W. Treadgold, Breve historia de Bizancio —•— 24. K. Armstrong, Una historia de Dios 25. E. Bresciani, A orillas del Nilo 26. G. Chaliand y J.-P Rageau, Atlas de los imperios 27. J.-P. Vernant, El individuo, la muerte y el amor en la antigua Grecia 28. G. S. Kirk, La naturaleza de los mitos griegos El mundo en la época de Buda, Sócrates, 29. J.-P. Vernant y P. Vidal-Naquet, Mito y tragedia en la Grecia antigua, vol. I 30. J.-P. Vernant y P. Vidal-Naquet, Mito y tragedia en la Grecia antigua, vol. II Confucio y Jeremías 31. I. Mereu, Historia de la intolerancia en Europa • — 32. R Burke, Historia social del conocimiento 13. G. Leick, Mesopotamia El origen de las tradiciones religiosas 34. J. Sellier, Atlas de los pueblos del Asia meridional y oriental 35. D. C. Lindberg, Los inicios de la ciencia occidental 36. D. I. Kertzer y M. Barbagli (comps.), Historia de la familia europea, I 57. D. I. Kertzer y M. Barbagli (comps.), Historia de la familia europea, II 58. D. I. Kertzer y M. Barbagli (comps.), Historia de la familia europea, III 59. J. M. Bloom y Sh. S. Blair, Islam 40. J. Dugast, La vida cultural en Europa entre los siglos XIX y XX 41. J. Brotton, El bazar del Renacimiento 42. J. Le Goff, En busca de la Edad Media 43. Th. Dutour, La ciudad medieval 44. D. Buisseret, La revolución cartop-áfica en Europa, 1400-1800 45. I'. Seibt, La fundación de Europa 46. M. Restall, Los siete mitos de la conquista española 47. P. Grimal, Historia de Roma 4S. |. Sellier, Atlas de los pueblos de África 49. J, Le Golf y N. Truong, Una historia del cuerpo en la Edad Media 50. A. Kenny, Breve historia de la filosofía occidental 4 51. K. Mankiewicz, Historia de las matemáticas 52. P. LévOque, Edmundo helenístico 51. P. Burke, ¿Qué es la historia cultural? PAIDÓS 55. (I. ( Üiiiliiind, Guerra y civilizaciones Barcelona 56. |. I ,c Golí, hi Edad Mtditi cx/dmda a ¿os jóvenes Dueños Aires México 57. K. ArniNirong, hi H><HI trtin\/<>r/maón Título original: The Great Transformation Publicado en inglés, en 2006, por Alfred A. Knopf, Nueva York/Toronto Traducción de Ana Herrera Revisión técnica de Xabier Pikaza Sumario Cubierta de Opalworls Lista de mapas y planos 9 Agradecimientos \\ Introducción 13 1. Los pueblos axiales (c. 1600 a 900 AEC) 23 2. Ritual (c. 900 a 800 AEC) 83 3. Kenosis (c. 800 a 700 AEC) 131 4. Conocimiento (c. 700 a 600 AEC) 183 5. Sufrimiento (c. 600 a 530 AEC) 237 6. Empatia (c. 530 a 450 AEC) 283 7. Preocupación por todos (c. 450 a 398 AEC) 339 8. Todo es uno (c. 400 a 300 AEC) 397 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, 9. Imperio (c. 300 a 220 AEC) 451 bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por 10. El camino hacia adelante 497 cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Glosario 539 © 2006 by Karen Armstrong Bibliografía 551 © 2007 de la traducción, Ana Herrera © 2007 de todas las ediciones en castellano, índice analítico y de nombres 569 Ediciones Paidós Ibérica, S.A. Av. Diagonal, 662-664 - 08034 Barcelona www.paidos.com IS11N: 978-84-493-2039-2 Depósito legal: B. 35.367/2007 Impreso en (¡rup Balines - AM 06, A l.li. Av. Barcelona, 26o, l'ol. Iml. El l'la 08750 Molini de Reí (Barcelona) lni|iu'so en España l'iinlnl in Spnin Lista de mapas y planos Migraciones arias, c. 1500 a 1000 AEC. La Tierra de los Siete Ríos 36 Expansión aria hacia el este, c. 1000 a 500 AEC 46 La zona sacrificial védica 49 China Shang, c. 1600 a 1045 AEC 55 China bajo la época Zhou temprana, siglos XI a IX AEC . . .. 61 El antiguo reino de Israel y los países del entorno, c. 1200 AEC 66 Grecia micénica, c. 1450 a 1200 AEC 84 Árbol genealógico de los dioses griegos: la progenie de Gaia y la progenie de Caos 92 Los reinos de Israel y Judá, c. 1000 a 722 AEC 99 El Imperio Asirio, 744 a 612 AEC 145 Las ciudades-Estado griegas 152 Árbol genealógico de los dioses olímpicos 166 Principados y reinos periféricos de China durante el primer período de Primavera y Otoño 168 La tierra de los arios, c. 1000 AEC 188 Principados y Estados chinos durante el período tardío de Primavera y Otoño 222 Jerusalén y Judá después del 722 AEC 226 El Imperio Babilónico, 626 a 539 AEC 240 El Imperio Persa 297 Judea durante el período persa 305 Región del este del Ganges desde el sigloVI AEC 326 Los siete Estados en Guerra de China, c. 485 a 221 AEC. . . . 367 Imperios Seléucida, Ptolcmaico y Mauryn 475 10 LA GRAN TRANSFORMACIÓN El Imperio Qin 498 El Imperio Han 505 Las religiones de la era axial en la actualidad. Población mundial 527 Agradecimientos Muchas gracias, como siempre, a mis agentes literarios Felicity Bryan, Peter Ginsberg y Andrew Nurnberg, y a mis editores Jane Garrett, Robbert Ammerlaan y Toby Mundy, que tuvieron la idea de este libro. Su continuo apoyo y amistad han sido una fuente de inmen sa alegría. También debo dar las gracias a Michele Topham, Carole Ro- binson y Jackie Head de la oficina de Felicity Bryan por su constancia, paciencia y amabilidad al ayudarme en las vicisitudes diarias de la vida de una escritora, y a Emily Molanphy y Alice Hunt, secretarias de Jane y Toby, que han sido amables intermediarias. Como siempre, tengo una enorme deuda de gratitud con el equipo de producción de Knopf, cuya pasión por la precisión y la elegancia resulta indispensable: Chuck Antony (corrector de estilo), Patrice Silverstein y Chuck Thompson (correctores de pruebas), Claire Bradley Ong (producción), Anthea Lingeman (diseñadora), David Lindroth (realizador de mapas) y Ellen Feldman (responsable de producción). Y aunque su aportación todavía no ha llegado al escribir esto, tampoco puedo olvidar a mis amigos del departamento de publicidad, Sheila Kaye, Francien Schuursma y Shei- la O'Shea, que sé que promocionarán el libro con su habitual entusias mo y generosidad. Finalmente, no podría haber completado este libro sin el amor y el apoyo práctico de mi prima Jenny Wayman. Pero este libro está dedicado a Mitchell y Geraldine Bray, que com prenden el significado de la compasión, con mimas sincera y afectuosa gratitud. \ Introducción Quizá cada generación crea que ha llegado a un momento decisivo de la historia, pero nuestros problemas parecen particularmente intra tables, y nuestro futuro cada vez más incierto. Muchas de nuestras difi cultades encubren una crisis espiritual mucho más profunda. Durante el siglo XX vimos la erupción de la violencia a una escala sin preceden tes. Por desgracia, nuestra capacidad de hacernos daño y matarnos unos a otros ha seguido el mismo ritmo que nuestro extraordinario pro greso económico y científico. Parece que carecemos de la sabiduría para controlar nuestra capacidad de agresión, y mantenerla dentro de unos límites seguros y apropiados. La explosión de las primeras bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki dejó al descubierto la autodestruc- ción nihilista que se esconde en el corazón de los logros más brillantes de la cultura moderna. Nos arriesgamos a catástrofes ambientales por que ya no vemos la tierra como algo sagrado, sino sencillamente como un «recurso». A menos que vivamos al|ún tipo de revolución espiritual que pueda mantenerse al mismo nivel que nuestro genio tecnológico, es muy improbable que consigamos salvar nuestro planeta. Una edu cación puramente racional no basta. Hemos averiguado, con enormes costes, que una gran universidad puede existir en el mismo espacio fí sico que un campo de concentración. Auschwitz, Ruanda, Bosnia, la destrucción del World Trade Center...todos estos hechos son oscuras epifanías que nos revelan lo que puedeocurrir cuando se pierde el sen tido de la inviolabilidad sagrada de todo ser humano. La religión, que se supone que déte ayudarnos a cultivar esa acti tud, a menudo parece reflejar la violencia y desesperación de nuestros tiempos. Casi todos los días venios ejemplos de terrorismo motivado 14 LA GRAN TRANSFORMACIÓN INTRODUCCIÓN 15 por la religión, el odio y la intolerancia. Un creciente número de perso Pero ¿cómo podían aquellos sabios de la era axial, que vivieron en nas encuentra que las doctrinas y prácticas religiosas tradicionales son circunstancias tan distintas, hablar de nuestra situación actual? ¿Por irrelevantes y carentes de credibilidad, y se vuelven hacia el arte, la mú qué volvernos hacia Confucio o Buda para encontrar ayuda? Desde sica, la literatura, la danza, el deporte o las drogas para que les den las luego, el estudio de ese período tan distante sólo puede ser un ejercicio experiencias trascendentes que al parecer requerimos los seres huma de arqueología espiritual, cuando lo que necesitamos es crear una fe nos. Todos buscamos momentos de éxtasis y de arrobamiento, cuando más innovadora que refleje las realidades de nuestro propio mundo. habitamos nuestra humanidad con más plenitud de lo acostumbrado, y Y sin embargo, de hecho, no hemos sobrepasado hasta ahora la sabi nos sentimos hondamente conmovidos en nuestro interior y momentá duría de la era axial. En tiempos de crisis espiritual y social, hombres neamente elevados por encima de nosotros mismos. Somos criaturas en y mujeres han vuelto la vista constantemente hacia ese período en bus busca de sentido y, a diferencia de otros animales, caemos fácilmente ca de guía. Quizás hayan interpretado los descubrimientos de la era en la desesperación si no somos capaces de encontrar significado y va axial de forma diferente, pero nunca han conseguido ir más allá de ellos. lor a nuestras vidas. Algunos buscan nuevas vías para ser religiosos. El judaismo rabínico, el cristianismo y el islam, por ejemplo, son flore Desde la década de 1970 se ha dado un renacimiento espiritual en mu cimientos tardíos de la era axial original. Como veremos en el último chos lugares del mundo, y la piedad militante que a menudo llamamos capítulo de este libro, estas tres tradiciones redescubrieron la visión «fundamentalismo» es sólo una manifestación de nuestra búsqueda axial y la trasladaron maravillosamente a un lenguaje que hablaba di posmoderna de iluminación. rectamente a las circunstancias de su tiempo. En nuestra situación actual, creo que podemos encontrar inspira Los profetas, místicos, filósofos y poetas de la era axial estaban tan ción en el período que el filósofo alemán Karl Jaspers denominó la era avanzados y su visión era tan radical que las generaciones posteriores axial, porque fue decisiva para el desarrollo espiritual de la humani tendieron a diluirla. En ese proceso, a menudo se produjo precisamen dad.1 Desde más o menos el 900 hasta el 200 AEC* en cuatro regiones te el tipo de religiosidad que los reformadores de la era axial querían distintas vieron la luz las grandes tradiciones mundiales que han conti evitar. Creo que esto es lo que ha ocurrido en el mundo moderno. Los nuado nutriendo la humanidad: el confucianismo y taoísmo en China; sabios de aquella era tienen un mensaje importante para nuestro tiem hinduismo y budismo en la India; monoteísmo en Israel y racionalismo po, pero sus conocimientos resultarán sorprendentes (incluso increí filosófico en Grecia. Fue el período de Buda, Sócrates, Confucio y Je bles) para muchos que hoy en día se consideran religiosos. Por ejemplo, remías, los místicos de las Upanishadas, Mencio y Eurípides. Durante a menudo se da por supuesto que la fe consiste en creer ciertas propo este período de intensa creatividad, unos genios espirituales y filosófi siciones. En realidad resulta común llamar a la gente religiosa «creyen cos abrieron el camino a un tipo totalmente nuevo de experiencias tes», como si asentir con los artículos de fe fuese su principal activi humanas. Muchos de ellos trabajaban anónimamente, pero otros se dad. Pero la mayoría de los filósofos de la era axial no tenían interés convirtieron en luminarias que todavía nos llenan de emoción, porque alguno en doctrinas o metafísicas. Las creencias teológicas de una per nos muestran cómo debería ser un ser humano. La era axial fue uno de sona eran un asunto que provocaba indiferencia total en alguien como los períodos más influyentes de los cambios intelectuales, psicológicos, el Buda. Algunos sabios incluso se negaban categóricamente a discutir filosóficos y religiosos de la historia que recordamos; no habrá nada de teología, afirmando que aquello les distraía y resultaba perjudicial. \ comparable hasta la Gran Transformación Occidental que crearía Otros afirmaban que era inmaduro, irreal y perverso buscar ese tipo iv> i nuestra propia modernidad científica y tecnológica. de certeza absoluta que mucha gente espera que le proporcione la re ligión. Todas las tradiciones que se desarrollaron durante la era axial am 1. Karl Jaspers, The Origin antl (ioal ofllistory, Londres, 1953, págs. 1-70 (trad. pliaron enormemente las (conteras de la conciencia humana y descu cast,: Origen y meta déla historia, Hurcelonii, Allaya, 1995). * A menos que NC c»pccilii|iic lo amirario, indas las fechas son «antes de la era común». brieron una dimensión tnisccndcTital en lo más hondo de su ser, pero no 16 LA GRAN TRANSFORMACIÓN INTRODUCCIÓN 17 contemplaron ese hecho necesariamente como sobrenatural, y la mayo Eso significa que hay que estar dispuesto a cambiar. Los sabios ría de ellas incluso se negaron a discutir ese asunto. Precisamente, como axiales no estaban interesados en proporcionar a sus discípulos una pe la experiencia era inefable, la única actitud correcta era un silencio re queña elevación edificante del espíritu, después de la cual podían volver verente. Los sabios, por supuesto, no buscaban imponer sus propios con renovado vigor a sus vidas centradas en ellos mismos. Su objetivo puntos de vista sobre esa realidad primordial a otras personas. Más bien era crear un tipo de ser humano totalmente distinto. Todos los sabios al contrario: según creían, nadie debería adoptar enseñanzas religiosas predicaban una espiritualidad de la empatia y la compasión; insistían como artículo de fe. Era esencial cuestionárselo todo, y probar empíri en que la gente debía abandonar su egoísmo y su codicia, su violencia camente todas las enseñanzas recibidas mediante la experiencia perso y su crueldad. No sólo estaba mal matar a otros seres humanos, sino nal. De hecho, tal y como veremos, si un profeta o filósofo empezaba a que tampoco había que pronunciar palabras hostiles, ni hacer gestos de insistir en doctrinas obligatorias, normalmente era una señal de que la irritación. Más incluso, casi todos los sabios de la era axial se dieron era axial había perdido su impulso. Si al Buda o a Confucio les hubie cuenta de que no se podía limitar la benevolencia a tu propia gente: tu sen preguntado si creían en Dios, probablemente se habrían estreme preocupación debía extenderse de algún modo a todo el mundo. De cido ligeramente y habrían explicado (con gran cortesía) que esa pre hecho, cuando la gente empezó a limitar sus horizontes y sus simpatías gunta no era adecuada. Si alguien le hubiese preguntado a Amos o a fue otra señal de que la era axial estaba tocando a su fin. Cada tradición Ezequiel si era «monoteísta», si creía en un solo Dios, se habrían que desarrolló su propia formulación de la Regla de Oro: no hacer a los de dado igual de perplejos. El monoteísmo no era el tema. Encontramos más lo que no quieres que te hagan a ti. Por lo que se refería a los sabios pocas afirmaciones inequívocas de monoteísmo en la Biblia, pero, cu de la era axial, la religión consistía en el respeto por los derechos sagra riosamente, la estridencia de algunas de esas afirmaciones doctrinales dos de todos los seres, y no en la creencia ortodoxa. Si la gente se com en realidad se aparta del espíritu esencial de la era axial. portaba con amabilidad y generosidad con sus compañeros, podían sal var el mundo. Lo que importaba no era lo que uno creía, sino cómo se comporta ba. La religión consistía en hacer cosas que te cambiaban a un nivel Necesitamos redescubrir ese ethos axial. En nuestra aldea global, profundo. Antes de la era axial, los rituales y los sacrificios animales no podemos permitirnos ya una visión provinciana, exclusiva. Debe eran parte fundamental de la búsqueda religiosa. Se experimentaba lo mos aprender a vivir y a comportarnos como si la gente de países que divino en dramas sagrados que, como en una gran experiencia teatral están muy lejos del nuestro fueran tan importantes como nosotros mis de la actualidad, te conducían a otro nivel de existencia. Los sabios de mos. Los sabios de la era axial no crearon su ética compasiva en cir la era axial cambiaron este hecho; seguían valorando los rituales, pero cunstancias idílicas. Cada tradición se desarrolló en sociedades como la les daban un nuevo significado ético y ponían la moralidad en el cora nuestra, desgarradas por la violencia y la guerra como nunca antes ha zón de la vida espiritual. La única forma de encontrar lo que ellos llama bía ocurrido. En realidad, el primer catalizador del cambio religioso ban «Dios», «Nirvana», «Brahmán» o «el Camino», era vivir una vida normalmente era un rechazo de principio a la agresividad que los sa compasiva. En realidad, la religión «era» compasión. Hoy en día damos bios contemplaban en su entorno. Cuando empezaban a buscar las cau por supuesto que antes de emprender una vida religiosa debemos com sas de la violencia en la psique, los filósofos axiales penetraban en su probar a nuestra entera satisfacción que existe «Dios» o «lo Absoluto». mundo interior y empezaban a explorar un reino de experiencia huma Es una buena práctica científica: primero se establece un principio, y na desconocido hasta entonces. sólo luego se aplica. Pero los sabios de la era axial dirían que eso en rea El consenso de la era axial es testimonio elocuente de unanimidad lidad es poner el carro antes que el caballo. Primero hay que compro en la búsqueda espiritual de la raza humana. Las gentes axiales averi meterse a llevar una vida ética; luego, la benevolencia disciplinada y guaron que la ética compasiva funcionaba. Todas las grandes tradiciones habitual, y no una convicción metafísica, será laque te ofrezca indicios que se crearon en aquellos tiempos están de acuerdo en la importancia ele la trascendencia que buscabas. suprema de la caridad y la benevolencia, y eso nos dice algo importante 18 LA GRAN TRANSFORMACIÓN INTRODUCCIÓN 19 acerca de nuestra humanidad. Encontrar que nuestra propia fe está en a existir como resultado de un sacrificio al principio de los tiempos. profundo acuerdo con otras es una experiencia de afirmación. Sin apar Otros contaban historias de un dios creador que había matado a un tarnos de nuestra tradición, por tanto, podemos aprender de otros cómo dragón (símbolo común de lo informe y lo indiferenciado) para poner mejorar nuestra búsqueda particular de una vida empática. orden en el caos. Cuando reconstruían aquellos actos míticos en sus li No podemos apreciar los logros de la era axial si no nos familiariza turgias ceremoniales, los adoradores creían que se habían introducido mos con lo que había antes, de modo que tenemos que comprender la en el tiempo sagrado. A menudo empezaban un nuevo proyecto reali religión preaxial de la antigüedad primera. Ésta tenía unos rasgos co zando un ritual que representaba la cosmogonía original, para dar a su munes que serían muy importantes en la era axial. La mayoría de las frágil actividad mortal una infusión de fortaleza divina. Nada podía per sociedades, por ejemplo, tenían unas creencias primigenias en un Dios manecer si no estaba «animado» o dotado con un «alma» de esa forma.4 Excelso, que a menudo era llamado Dios del Cielo, porque se asociaba La religión antigua dependía de lo que se ha dado en llamar la filo con el firmamento.2 Como era bastante inaccesible, tendió a desvane sofía perenne, porque estaba presente, de alguna forma, en la mayoría cerse de la conciencia religiosa. Algunos dicen que «desapareció», otros de las culturas premodernas. Cada persona, objeto u experiencia en la que fue desplazado violentamente por una generación más joven de tierra era una réplica, una pálida sombra de una realidad en el mundo dioses más dinámicos. La gente normalmente experimentaba lo sagra divino.5 El mundo sagrado era, por tanto, el prototipo de la existencia do como una presencia inmanente tanto en el mundo que le rodeaba humana, y como era mucho más rico, fuerte y resistente que ninguna como dentro de sí mismos. Algunos creían que los dioses, hombres, otra cosa sobre la tierra, hombres y mujeres deseaban con desesperación mujeres, animales, plantas, insectos y piedras, todos compartían la mis participar en él. La filosofía perenne es todavía un factor clave, hoy en ma vida divina. Todos estaban sujetos a un orden cósmico que todo lo día, en la vida de algunas tribus indígenas. Los aborígenes australianos, abarcaba y lo mantenía todo con vida. Incluso los dioses tenían que por ejemplo, experimentan el reino sagrado del Tiempo Soñado como obedecer ese orden, y cooperaban con los seres humanos en la preser algo mucho más real que el mundo material. Tienen breves atisbos del vación de las energías divinas del cosmos. Si éstas no se renovaban, el Tiempo Soñado cuando duermen o en momentos de visiones; es eterno mundo se sumiría en un vacío primordial. y «omnipresente». Forma un telón de fondo perpetuo tras la vida co rriente, que se ve constantemente debilitada por la muerte, el flujo, el El sacrificio de animales era una práctica religiosa universal en el cambio incesante. Cuando un australiano va a cazar, ajusta su con mundo antiguo. Era una forma de reciclar las fuerzas diezmadas que ducta tan estrechamente a la del Primer Cazador que se siente total mantenían vivo el mundo. Existía una fuerte convicción de que la vida mente unido a él, captado por su realidad mucho más potente. Des y la muerte, la creatividad y la destrucción estaban inextricablemente pués, cuando se aparta de la riqueza primordial, teme que el dominio entretejidas. La gente se daba cuenta de que sobrevivían sólo porque del tiempo le absorba, y le reduzca a la nada a él y a todo lo que hace.6 otras criaturas entregaban sus vidas en su beneficio, de modo que la víctima animal era honrada por su autosacrificio.3 Como no podía ha Ésa era también la experiencia de los pueblos de la antigüedad. Sólo cuando imitaban a los dioses en rituales y abandonaban la solitaria y frá ber vida sin tal muerte, algunos imaginaban que el mundo había llegado gil individualidad de sus vidas en el tiempo actual existían de verdad. 2. Mircea Eliade, Myths, Dreams and Mysteries: The Encounter Between Contem- porary Faiths andArchaic Realities, Londres, 1960, págs. 172-178(trad. cast.: Mitos, sue ños y misterios, Madrid, Grupo Unido de Proyectos y Operaciones, 1991); Wilhelm 4. Eliade, Mytbs, Dreams and Mysteries, }ágs. 80-81; Mircea Eliade, The Myth of Schmidt, The Origin o/the Idea ofCod, Nueva York, 1912. the Etemal Ruturnor, Cosmos and fíistory, Priaceton, 1959, págs. 17-20 (trad. cast.: El 5. Walter Burkert, Homo Necans: The Anthropology oj Antimt CreekSacrificial Ri- mito del eterno retamo, Madrid, Alianza, 20OO) tiiiil¡un! Myth, Hcrkclt'y, Los Angeles, y Londres, 1983, págs. 1622; Joseph Campbell y 5. Eliade, Myib o/the Hiemal h'turn, págs. 1-34. llill Moycrs, The Power o/ Myth, NIICVII York, 1988, págs. 72-74 (trad. cast.: VA poder del 6. 1 [uston Srnílh, The Warld's leligions: Our Ctcat Wisdotn Traditions, San Fran mitit, li¡ucelona,Salamandi'ii, 1991). cisco, N91, |)»g. 2)5 (trad. cast.: /Mireligioneslel mundo, Barcelona, Kairós, 2005). 20 LA GRAN TRANSFORMACIÓN INTRODUCCIÓN 21 Alcanzaban su verdadera humanidad cuando dejaban de ser sólo ellos las mujeres. No podemos seguir a los reformadores axiales de una for mismos, y repetían los gestos de otros.7 ma servil; en realidad, hacerlo sería violar de forma fundamental el espí Los seres humanos son profundamente artificiales.8 Luchan cons ritu de la era axial, que insistía en que ese tipo de conformidad situaba tantemente por mejorar su naturaleza y aproximarse a un ideal. Aun en a la gente en una versión inferior e inmadura de sí mismos. Lo que po los tiempos presentes, cuando ya hemos abandonado la filosofía pe demos hacer es ampliar a todos el ideal axial de preocupación univer renne, la gente sigue como esclavos los dictados de la moda e incluso sal, incluyendo el sexo femenino. Cuando intentamos recrear la visión violentan sus caras y sus cuerpos para reproducir ios modelos actuales axial, debemos poner también sobre la mesa los mejores logros de la de belleza. El culto a las celebridades muestra que todavía reverencia modernidad. mos a unos modelos que personifican la «suprahumanidad». A veces Los pueblos axiales no evolucionaron de forma uniforme. Cada ]a gente se desvive por ver a sus ídolos, y notan una sensación de eufo uno se fue desarrollando a su ritmo. A veces consiguieron una sabidu ria y bienestar en su presencia. Imitan sus ropas y su conducta. Parece ría que era realmente digna de la era axial, pero luego la abandonaron. que los seres humanos tienden de forma natural hacia el arquetipo y lo La gente de la India siempre estuvo a la vanguardia del progreso axial. paradigmático. Los sabios axiales desarrollaron una versión más autén En Israel, profetas, sacerdotes e historiadores se aproximaron al ideal tica de esta espiritualidad y enseñaron a la gente a buscar el propio ser esporádicamente, a tropezones, hasta que se vieron exiliados en Babi ideal y arquetípico en su propio interior. lonia en el siglo VI y experimentaron un breve e intenso período de ex La era axial no era perfecta. Un grave defecto era su indiferencia traordinaria creatividad. En China se dio un progreso lento y constan hacia las mujeres. Esas espiritualidades se desarrollaron casi todas en te, hasta que Confucio desarrolló la primera espiritualidad axial plena entornos urbanos, dominados por el poder militar y la actividad co a finales del siglo VI. Desde el principio los griegos fueron en una direc mercial agresiva, donde las mujeres tendían a perder el estatus del que ción completamente distinta de los demás pueblos. habían disfrutado en una economía más rural. No existen sabias axiales, Jaspers creía que la era axial era más contemporánea de lo que fue y aunque a las mujeres se les permitía tener un papel activo en la nue en realidad. El pensaba, por ejemplo, que Buda, Lao Tse, Confucio, va fe, normalmente se las dejaba a un lado. No es que los sabios axiales Mozi y Zoroastro vivieron más o menos al mismo tiempo. Los eruditos odiasen a las mujeres, sino que la mayor parte del tiempo sencillamen modernos han revisado esa cronología. Ahora sabemos con seguridad te ni se fijaban en ellas. Cuando hablaban del «hombre grande» o «ilu que Zoroastro no vivió durante el siglo VI, sino que es una figura mu minado» no se referían a «hombres y mujeres»... aunque la mayoría de cho más temprana. Resulta muy difícil datar algunos de estos movi ellos, si se les hubiese cuestionado, probablemente habrían admitido mientos con precisión, especialmente en la India, donde había muy que las mujeres eran capaces también de esa liberación. poco interés por la historia, y no se hacía ningún intento de llevar un Precisamente, como la cuestión de las mujeres es tan secundaria registro cronológico preciso. La mayoría de los orientalistas están de para la era axial, me he dado cuenta de que cualquier discusión soste acuerdo actualmente, por ejemplo, en que Buda vivió un siglo entero nida sobre este tema es una distracción. Cuando he intentado abor más tarde de lo que antes se creía. Y Lao Tse, el sabio taoísta, no vivió darla, me ha parecido que no venía al caso. Sospecho que merece un durante el siglo VI, como asumía Jaspers. En lugar de ser contemporá estudio por sí solo. No es que los sabios axiales fuesen misóginos em neo de Confucio y Mozi, casi con toda seguridad vivió en el siglo Til. He pedernidos, como algunos de los padres de la Iglesia, por ejemplo. Eran intentado mantenerme al corriente de los debates eruditos más recien hombres de su tiempo, y tan preocupados por la conducta agresiva de tes, pero hasta el momento muchos de esos datos son puras especula los de su propio sexo que raramente concedían un solo pensamiento a ciones, y probablemente nunca los conoceremos con seguridad. Pero a pesar de estas dificultades, el desarrollo general de la era axial nos da una visión de la evolución espiritual de ese ideal tan im 7. l'Jiiicli', Mxth ol tlu- litcniiil Rclurii, iní^s. M 55. H. Jiispcis, Oriyin ,m,l ( ,<I,I/<>/ lltWnrv, pág. 4(1. portante. Seguiremos ese proceso cronológicamente, siguiendo el pro

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Desde más o menos el 900 hasta el 200 AEC* en cuatro regiones distintas vieron la luz las grandes tradiciones mundiales que han continuado nutriendo la humanidad: el confucianismo y taoísmo en China; hinduismo y budismo en la India; monoteísmo en Israel y racionalismo filosófico en Grecia. Fue e
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