La historia comienza en el ocaso de un imperio. Después de una larga y sangrienta campaña, el emperador ha conquistado el archipiélago de Dara y está intentando consolidar lo que antes habían sido poderosos reinos en un estado centralizado. Pero el precio de mantener unido el imperio es la opresión, la pobreza, la corrupción y trabajos forzados. La rebelión solo es cuestión de tiempo. Dos improbables aliados —un guardia de prisión convertido en bandido y un noble desheredado— unen sus fuerzas para derrocar al tirano pero acaban enfrentados sobre la sociedad que quieren construir.