ebook img

La filosofia de Lady Anne Conway: un proto-leibniz [Traducción de Los principios de la más antigua y moderna filosofìa) PDF

297 Pages·9.046 MB·Spanish
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview La filosofia de Lady Anne Conway: un proto-leibniz [Traducción de Los principios de la más antigua y moderna filosofìa)

LA FILOSOFIA DE LADY ANNE CONWA UN PROTO-LEIBNIZ ■ í:.: i -.’í ■:} f:V v.v I \. ....^ ■ \ ..'. .. ..:t. .: ..‘. .....^ : ^j . "Principia Philasophiae Antiquissiraae et Recentis^imae Inspirada en las elucubraciones de la kabbalah luriána y de los paracelsistas-helmontianos, Lady Conway (1631-1679), precoz lectora de Descartes en la Inglaterra latitudinaria, sintetiza en sus Principia Philosophiae Antiquissimae et Recentissimae, una radical cosmovisión vitalista y monista que es, a la vez, un alegato antidualista frente a Descartes, una encendida reivindicación espiritualista contra Hobbes y Spinoza, y una sagaz intuición, o quizás superación, de la futura monadología de Leibniz. No hay, para la vizcondesa, una distinción real, sino sólo modal o gradual» entre cuerpos y espíritus, que han de ser mutuamente convertibles: todo cuerpo es un espíritu condensado y todo espíritu un cuerpo sutilizado, y todos en el camino de la creciente perfección del universo. Es, además, este pequeño y esotérico opúsculo el precipitado cálido de una corta trayectoria personal de meditación y de dolor. . . r . . .... 'i: =í-...vJ ■ 'I.■ --'■.f.:■ í í.Í ^ i ¡ t .i ■i.ii Íí : : UNIVERSIDAD POLITECNICA DE VALENCIA EDITORIAL Bernardina Oria de MigueS (Logroño 1936) ha sido catedrático de filosofía de Institutos Nacionales de Enseñanza Media desde 1974. Comprometido desde e! principio con ios movi­ mientos de renovación de !a enseñanza de la filosofía en bachillerato, ha hecho compatible su pasión didáctica con la investigación rigurosa en torno a uno de los aspectos menos conocidos de la historia de las ideas: la pervivencia de la vieja tradición organicista y vitalista en los primeros creadores de la ciencia moderna. Sus estudios en la Herzog Augusl Bibliothek de Wolfenbüttel (Siipendiat 1980) y en el Leibniz- Archiv de Hannover (DAAD 1984) dieron como fruto su tesis doctoral de 1988 sobre Leibniz y los Helmontianos (ed. Universidad Complutense Madrid, 2 vols. 1993), así como artículos y cola­ boraciones posteriores en simposios y revistas internacionales y otros trabajos. Uno de ésios últimos fue !a traducción y edición de los Principia Philosophiae de la vizcondesa Lady Conway (1631-1679), que, iniciado en el contexto de su tesis doctoral, aparece ahora en este volumen por primera vez en España. Becado por la Fundación March (1996-98), ha publicado en esta misma colección un ensayo de interpretación hermética de ia ciencia leibniziana y se ocupa en este momento en el estudio y edición española de la correspondencia de Leibniz con los mate­ máticos Johann Bemoulli y Burcher de Volder. Díscípula de los kabbalistas y de los hel­ montianos, lectora precoz de Descartes, Lady Conway dejó postumo este bello manuscrito, uno de los primeros alegatos anticartesianos en la Inglaterra latitudinaria y prenewtoniana, y, sin duda, una anticipación de la monadología ener- getista leibniziana, taS como el filósofo no dejó de observar. Bernardino Orio de Miguel Introducción, traducción, notas y comentarios LA FILOSOFÍA DE LADY ANNE CONWAY, UN PROTO-LEIBNIZ "Principia Philosophiae Antiquissimae et Recentissimae" COLECCIÓN: LEIBNIZIUS POUTECHNICUS N° 11 Aula Atenea de Humanidades UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE VALENCIA EDITORIAL UPV Ref.: 2004.4248 Director de la colección: Agustín Andreu © Bernardino Orio de Miguel Edita: EDITORIAL DE LA UPV Camino de Vera, s/n 46071 VALENCIA Tel.96-387 70 12 Fax 96-387 79 12 Imprime: REPROVAL, S.L. Tel.96-369 22 72 Depósito Legal: V-5244-2004 I.S.B.N.: 84-9705-715-5 LA FILOSOFÍA DE LADY ANNE CONWAY. UN PROTO-LEIBNIZ Nota Previa Hace ya más de diez años que preparé esta edición de los Ptinápia Philosophiae de Lady Conway, como complemento o apéndice a mi tesis doctoral de 1988 sobre Leibniz y F.M.van Helmont Durante este tiempo, por una parte, el manuscrito de la vizcondesa no ha merecido el interés de los editores españoles, y, por otra, yo he proseguido y ampliado mis investigaciones. De manera que la obra ha permanecido descansando entre mis carpetas mientras yo me aventuraba por nuevos derroteros. La sabiduría y exquisita sensibilidad del Dr. Agustín Andreu han hecho posible ahora que esta pequeña joya sea conocida. Anne Finch y su mensajero se lo agradecemos vivamente. Hubiera podido retocar algunas cosas, apuntalar otras con más argumentaciones, establecer nuevas relaciones y explorar horizontes más anchos que se divisan desde las páginas aparentemente ingenuas de este único texto que se ha conservado de Lady Conway. He preferido, sin embargo, dejarlo como estaba pues mis comentarios, den­ tro de sus limitaciones, me siguen pareciendo sustancialmente correctos. Y en cuanto a la traducción, el lector juzgará con el texto original que se acompaña. Sólo una palabra más quiero añadir. Hay rincones —sabrosos rincones— de la vivencia íntima y de la evolución intelectual de los seres humanos que el vendaval de la Historiografía convencional arroja a las cunetas del olvido, como las hojas secas de los árboles que los empleados del Ayuntamiento amontonan en sus contenedores para que podamos caminar. Mi experiencia más profunda como estudioso ha sido durante años el disfrute de innumerables libros que hoy nadie lee y el contacto con aquellos espíritus exquisitos que los escribieron. ¿Alguien se ha parado un momento a pensar en el salvaje desgarramiento interior que significó el dualismo cartesiano para aquellas almas que contemplaban la naturaleza y la vivían en íntima comunión, con los anima­ les, con las plantas, con las piedras, los insectos, los ríos y las montañas, panteístas ellos o esotéricos, o alquimistas o botánicos? Este fue el caso de Lady Conway. Principia Philosophiae tiene argumentos y páginas dignas de cualquier gran filósofo. Pero el lector se sentirá decepcionado si no trata de mirar con más profundidad. Y si le es posible, no deje de leer la correspondencia de la vizcondesa, que editó Marjorie Nicolson. Reciclando las hojas secas tal vez vivamos mejor. Madrid, septiembre, 2004 BERNARDINO ORIO DE MIGUEL índice Introducción........................................................................................................... 5 I. La trayectoria vital de Lady Conway............................................................ 7 II. La obra de Lady Conway............................................................................... 21 2.1. El texto y la edición de PR.PH................................................................... 21 2.2. Historiografía de PK PH.......................................................................... 26 2.3. Breve síntesis de PKPH.............................................................................. 37 Bibliografía............................................................................................................ 71 PRINCIPIOS.......................................................................................................... 97 Prefacio de Henry More..................................................................................... 99 Preface by Henry More...................................................................................... 103 Capítulo 1............................................................................................................. 109 Capítulo 2.............................................................................................................. 119 Capítulo 3............................................................................................................. 127 Capítulo 4............................................................................................................. 139 CapítuloS............................................................................................................. 143 Capítulo 6.............................................................................................................. 153 Capítulo 7.............................................................................................................. 175 Capítulo 8.............................................................................................................. 199 Capítulo 9.............................................................................................................. 211 índice Analítico..................................................................................................... 227 APÉNDICE: TEXTO LATINO DE PRINCIPIA PHILOSOPHIAE.......................... 249 3 Introducción PRINCIPIA PHILOSOPHIAE ANTIQUISSIMAE ET RECENTISSIMAE DE DEO, CHRISTO ET CREATURA id est, DE SPIRITU ET MATERIA IN GENERE * * * I. La trayectoria vital de lady conway1 La experiencia vital de Anne Finch (1631-1679), Lady Conway por su matrimonio con el vizconde Edward Conway, atraviesa uno de los períodos más turbulentos de la historia de Inglaterra: el enfrentamiento de Carlos I Estuardo contra un Parlamento hostil, que desembocó en la Guerra Civil y la ejecución del soberano (1649); la violenta reacción puritana de los "santos" bajo el Protectorado del carismático Oliver Cromwell; la Restau­ ración en 1660 de Carlos II hasta la huida de Jacóbo II a la Francia católica de Luis XIV, tras la revocación del Edicto de Nantes (1685); y el definitivo desembarco en Inglaterra del protestante Guillermo de Orange en noviembre de 1688. El secular conflicto isabelino entre católicos y anglicanos fue agravándose progre­ sivamente durante el siglo XVII por la ausencia de un mecanismo institucional que regu­ lara las relaciones entre unos reyes absolutos "por la gracia de Dios" y un Parlamento cada vez menos dispuesto a ser sometido. La torpeza de Carlos I produjo, tras la Guerra Civil, una poderosa oleada de puritanos, que ensombreció la vida de los ingleses. El Dios severo de la Biblia, que sólo salva a sus elegidos, hizo de los hombres de Cromwell soldados disciplinados, austeros, temerosos del pecado. Durante el Interregno y el Protectorado fueron barridos de la escena social los placeres más queridos por los ingleses, como los teatros y las carreras de caballos. Las familias, reunidas en el interior del hogar, debían leer las Escrituras tal como enseñaba Milton. Pero las propias contradicciones de un ejército republicano sin poder civil, dispuesto siempre a rebelarse contra el Lord Protector despótico y cruel, y la nostalgia de la monarquía por parte de muchas familias de ricos comerciantes, burgueses y alta aristocracia, que sólo a la fuerza estaban soportando un régimen antinatural y de terror, hacían inevitable la Restauración. A la muerte del Cromwell en 1658, ésta era ya prácticamente un hecho. 1 La traducción de PRINCIPIA PHILOSOPHIAE fue realizada con una "ayuda a la creación literaria", que el Ministerio de Cultura me concedió durante el curso 1989-90. Durante esta década el libro ha dormido entre mis carpetas, huérfano de un padre-editor que mostrara por él algún interés. Debo hoy a la generosidad y valor del Dr. Andreu su publicación. la obra sale como estaba. Durante estos años he avanzado en algunos conceptos y he profundizado en algunas hipótesis, entre ellas una interpretación hermética de la ciencia leibniziana, que es la conclusión provisional de mi último libro que, bajo el título LEIBNIZ Y EL PENSAMIENTO HERMÉTICO, ha sido publicado en esta misma colección "Leibnizius Politechnicus". En él podrá encontrar el lector, si lo desea, exposiciones más detenidas y rincones más subrepticios del pensamiento de Leibniz, que en la presente edición de la obra de Conway sólo son insinuados o incluso están ausentes. 7 LA FILOSOFÍA DE LADY ANNE CONWAY, UN PROTO-LEIBNIZ La llegada desde Francia en 1660 del desterrado Carlos II significó un movimiento pendular en el tono vital de los ingleses, al menos en sus manifestaciones externas. La severa autoridad de los "cabezas rapadas" de Westminster dio paso a las fiestas, galan­ terías y correrías amorosas del palacio de Whitehall, alentadas por el propio ejemplo del monarca. Se volvieron a abrir los teatros, las tabernas y ios cafés. Muchos caballeros, que habían vivido el destierro en Francia, como el rey, traían un aire racionalista y laico, desen­ fadado y galante, propio de la corte versallesca, que, si bien no sintonizaba demasiado con la tradición social e intelectual insular, era en aquel momento de buen tono. Boileau, Moliere, Bossuet y, sobre todo, Descartes, fueron los autores de moda. EHnglés no había sido, ni era entonces, un pueblo racionalista. Pero el racionalismo cartesiano ponía el acento en las matemáticas, la astronomía, la mecánica, las artes útiles para el desarrollo y el progreso del conocimiento, que el naciente imperio británico iba bien pronto a explotar con admirable maestría. La Royal Society, fundada en 1662, reco­ gió este impulso y lo asoció a la herencia intelectual de Francis Bacon, para dar nombres tan ilustres como Halley, Boyle, Newton, etc. Sin embargo, el racionalismo francés se diferencia del "racionalismo" inglés en lo que va de Descartes a Thomas Hobbes, que es, sin duda, el verdadero filósofo de la Restau­ ración, el arquitecto de un sistema de mecanicismo social capaz de dar coherencia y cauce a las potentes fuerzas innovadoras que los ingleses de la Restauración estaban en condi­ ciones de liberar. Durante el período que va de la muerte de Cromwell a la llegada de Guillermo de Orange, los ingleses no se liberaron de la religión ni de la monarquía, ni siquiera del puritanismo. Pero aprendieron a hacerlo todo, si no racional, al menos razo­ nable. Unos reyes despóticos tuvieron que someterse a la ley del Parlamento; una religión intransigente y unos obispos montaraces hubieron de aceptar al disidente y al heterodoxo; y todos, el "habeas corpus". No se trataba de reducirlo todo a la unidad de un "cogito" transcendente al mundo de las cosas, sino de articular la coexistencia tolerable de las fuerzas en acción. El racionalismo inglés tiene, quizás, su mejor expresión en el movit, miento religioso latitudinario, de carácter muy difuso, pero que tiene su primera inspi-j ración en la filosofía natural de hombres, entre sí tan dispares, como Henry More, Ralph; Cudworth, Robert Boyle, Benjamín Whichcote, Isaac Barrow, Simón Patrick, John Tillotson, y su culminación más acabada en la generación de los latitudinarios; newtonianos2. 2 Soy consciente de las imprecisiones y quizás errores de apreciación de esta brevísima pincelada histórica, y pido disculpas por ello. Sólo trato ahora de situar al lector. Lady Ccnway vive sus años conscientes en el período de mayor convulsión política, entre la Guerra Civil y la Restauración. La aportación de la revolución puritana y del milenarismo al desarrollo científico de la Nueva Ciencia, que con tanto ardor y sabiduría, han reivindicado historiadores como Robert Merton, Christopher Hill, Charles Webster, Margaret Jacob y otros muchos, no puedo discutirla ahora, así como tampoco el carácter ambiguo—conservador en política y progresista en el terreno científico— de la vuelta de los Estuardo. Pero los convulsos vaivenes de la acción y la reacción política pillaron por ambos lados desprotegidas a familias que eran, a la vez, realistas y progresistas, como los Harvey, los Finch, los Conway... Sólo esto quería decir por el memento.

See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.