Una comedia romántica con su puntito de intensidad y corazón. Isabel Onieva sabe que no debe enamorarse de Tristan Cornell. Primero, porque a ella acaban de romperle el corazón. Segundo, porque su jefa la obliga a trabajar con él codo con codo si quieren salvar su pequeña empresa de la ruina y el cierre total. Y tercero, porque puede que haya dejado embarazada a su hermana mayor. No son las mejores credenciales para obsesionarse con ese impresionante inglés con acento de Burgos y ojos azules como el cielo, que consigue robarle el aliento cada vez que está a solas con él. Pero es que entre tantas bodas, festejos y otros eventos sociales es inevitable caer poco a poco rendida a lo evidente. La idea es estúpida, sí, pero a ver quién es el listo que logra no enamorarse.