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La domesticación del azar : la erosión del determinismo y el nacimiento de las ciencias del caos PDF

184 Pages·2007·2.245 MB·Spanish
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Ian Hacking LA DOMESTICACION DEL AZAR Grupo: Ciencias Sociales Subgrupo: Filosofía biblioteca UNIVERSIDAD NACIONAL instituto de -UkivircTlGAClONEl Editorial Gedisa ofrece LA DOMESTICACION los siguientes títulos sobre FILOSOFIA DEL AZAR pertenecientes a sus diferentes colecciones y series La erosión del determinismo (Grupo “Ciencias Sociales”) el nacimiento de las ciencias del caos Jon ELSTER Juicios salomónicos lAN Hacking La domesticación del azar por THEODOR VlEHWEG Tópica y filosofía del derecho George Steiner En el castillo de Barba Azul Ian Hacking Fierre Grimal Los extravíos de la libertad JON ELSTER Tuercas y tornillos. Una introducción a los conceptos básicos de las ciencias sociales E. Balbier, G. DELEUZE Michel Foucault, filósofo Y OTROS José María Beneyto Apocalipsis de la modernidad Gregorio Kaminsky Spinoza: la política de las pasiones Martin Heidegger Introducción a la metafísica PiER Aldo ROVATTI Como la luz tenue GEORGES BALANDIER El desorden Hannah ARENDT Hombres en tiempos de oscuridad (sigue en pág. 365) INVESTI GACIUNStB FILOSOFICAS „ . mm5__ T4SJF Título del original inglés: Z ........_______________ The Taming of Chance 3 .................. © by the Syndicate of the Press of the University of Cambridge, England, 1990 ' 3¿/f3 ■ Traducción: Alberto L. Bixio Diseño de cubierta: Gustavo Macri Composición tipográfica: Acuatro instituto BK INVESTIBACÍBME® filqsoficab Curiosidades para el ingenioso. Primera edición, octubre de 1991, Barcelona A la memoria de M. E. H. Derechos para todas las ediciones en castellano © by Editorial Gedisa, S. A Muntaner, 460 endo. 1.a Tel. 201 60 00 08006 Barcelona - España lñfttufc (te Investigaciones Filosófica# ISBN: 84-7432-416-5 B I B L I O T E C A Depósito Legal: B-36.369/1991»»^ «JUARDO GARCÍA MAYNtrj GltTDAD UNIVERSITARIA MEXICO 10 D. f. Impreso en Libergraf c/. Constitució, 19 - 08014 Barcelona Impreso en España Printed in Spain 2C QCQ Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión, I en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o cualquier otro idioma. Indice analítico reconocimientos........................................... .............................................................. 15 17 ' j El tema ........................................................................................... 1' El determinismo sufrió un proceso de erosión durante el siglo XIX v así quedó un espacio para dar cabida a las leyes autónomas del azar. La idea de la naturaleza humana fue desplazada por el mode­ lo de persona normal y leyes de dispersión. Estas dos transformacio­ nes se dieron en forma paralela y se alimentaron recíprocamente. El azar hizo que el mundo pareciera menos caprichoso: el azar estaba legitimado porque aportaba orden al caos. Cuanto mayor era el inde­ terminismo en nuestra concepción del mundo y del hombre, más ele­ vado era el nivel de control que se esperaba. Estos fenómenos comenzaron con un alud de números impresos que se dio al término de la era napoleónica. Muchas clases de conduc­ ta humana, especialmente conducta perversa como el crimen y el sui - cidio, fueron objeto de recuento. Se manifestaban pasmosamente re­ gulares año tras año. Leyes estadísticas de la sociedad parecían des­ prenderse de las tablas oficiales de desviación. Los datos sobre pro­ medios y dispersiones engendraron la idea de persona normal y con­ dujeron a nuevas clases de manejo social, a nuevos medios de modi­ ficar clases indeseables. En los primeros años del siglo se suponía que las leyes estadísticas podían reducirse a hechos subyacentes deterministas, pero el apa­ rente predominio de esas leyes fue minando lenta y erráticamente el determinismo. Las leyes estadísticas llegaron a considerarse como leyes de derecho propio y su alcance se extendió a los fenómenos na­ turales. Nació un nuevo tipo de “conocimiento objetivo”, producto de nuevas tecnologías para obtener información sobre procesos natura­ les y sociales. Surgieron nuevos criterios sobre lo que debía conside­ rarse como prueba del conocimiento de este tipo. Las leyes estadís­ ticas que podían justificarse así se usaron no sólo para describir si­ no también para explicar el curso de los sucesos. El azar era domes­ ticado en el sentido de convertirse en la materia misma de los proce­ sos fundamentales de la naturaleza y de la sociedad. 2- La doctrina de la necesidad ..................................................... 31 En 1800 se decía que “azar” era una mera palabra que no signifi­ caba nada o bien que se trataba de una idea del vulgo que designa­ ba la suerte o hasta la falta de ley, de manera que debía quedar ex­ cluida del pensamiento de la gente ilustrada. Todo suceso derivaba necesariamente, por lo menos en el mundo fenoménico, de una serie anterior de condiciones. Hasta los estudiosos de la medicina y la vi­ da, que rechazaban las leyes universales en su dominio, sostenían 9 que existían eslabones particulares e individuales de una causalidad te. Se trataba de una enunciación sobre una nueva clase de números, necesaria y no prestaban apoyo a la idea fundamental de azar. las constantes que debían usarse en el conocimiento y manejo del mundo. 3. Aficionados públicos, burócratas secretos ......................... 38 g. El suicidio es una clase de locura .......................................... 102 Los funcionarios del siglo xvm reunían datos estadísticos para fi­ El alud de números impresos estuvo caracterizado, especialmen­ jar impuestos, para organizar el reclutamiento militar y para deter­ te en Francia, por la tabulación del número de los casos de desviación. minar el poderío del Estado. Su información era privada y secreta del En 1815 tuvo lugar una controversia: ¿quiénes son más suicidas, los gobierno. Aficionados y académicos cultivaron un floreciente trata­ parisienses o los londinenses? La controversia no quedó decidida en­ miento de los hechos numéricos que se publicaron ampliamente pe­ tonces; sólo se decidió una década después porque se habían estable­ ro nunca se registraron sistemáticamente. Se cita a Prusia como cido nuevas instituciones para recoger y publicar datos. ejemplo de esto. El suicidio es un tema reiterado en las estadísticas. En un caso de imperialismo médico había un implícito silogismo: la locura debía ser 4. Oficinas estadísticas ................................................................ 53 tratada por médicos, el suicidio era una clase de locura, por lo tanto las estadísticas de suicidios se trataban como las otras estadísticas médicas. En consecuencia, las teorías médicas de la causalidad fue­ En el periodo de paz posterior a Napoleón, los Estados europeos ron aplicadas al suicidio. Luego fueron aplicadas a todas las estadís­ fundaron oficinas para reunir y publicar estadísticas sobre todos los ticas de casos de desviación. aspectos de la vida y la administración. Crearon nuevas institucio­ nes para recoger y difundir esa información. Dichas oficinas hicieron 9. La base experimental de la ñlosofía de la legislación .... 113 posible el alud de números impresos desde 1820 a 1840. También aquí el ejemplo prusiano es pertinente. En la década de 1820 tablas oficiales consignaban el número y el tipo de suicidios registrados en una región. Estos datos y una infor­ 5. El dulce despotismo de la razón .......................................... 64 mación análoga sobre crímenes y sobre miserables se consideraban sucesores de la ciencia moral racional de Cordorcet. La nueva cien­ Pero los números no bastaban. Los prusianos no desarrollaron la cia empírica de la moral debía considerar leyes estadísticas de la con­ idea de ley estadística. Eso ocurrió en el oeste, sobre todo en Francia ducta humana perversa. e Inglaterra. En la Francia prerrevolucionaria había existido una tradición de la ciencia moral racional. Posteriormente, el alud de los 10. Hechos sin autenticidad, sin detalles, sin números impresos la convirtió en una ciencia moral empírica que control, sin valor .................................................................... 124 conservó sin embargo la visión de la regulación y de la ley propia de la Ilustración. El ejemplo de esto es Condorcet, el teórico de la elec­ Los primeros intentos de usar las estadísticas médicas como prue­ ción razonada, y los burócratas que lo reemplazaron y engendraron ba de la eficacia de ciertas curas: polémica sobre la nueva medicina el pensamiento estadístico. fisiológica de Broussais frente al cuidadoso análisis de un nuevo mé­ todo para tratar cálculos biliares. 6. La proporción de enfermedad ................................................ 80 11- ¿Qué mayoría? .......................................................................... 132 Antes de 1815 las generalizaciones estadísticas sóbrelas personas se limitaban generalmente a los nacimientos, muertes y casamien­ Condorcet y Laplace habían intentado dar soluciones a priori al tos. Una indagación llevada a cabo por parlamentarios británicos problema de establecer el más eficiente sistema de jurados. Estosau- muestra exactamente cómo y cuándo nació una nueva categoría de tores carecían de los datos empíricos que fueron suministrados lue­ ley “biológica”, las estadísticas déla enfermedad. El Comité Seleccio­ go por las nuevas estadísticas de crímenes del Ministerio de justicia nado de 1825. de Francia. Poisson utilizó esta nueva información en un enfoque es­ tadístico de los jurados. 7. El granero de la ciencia ............................................................ 91 12. La ley de los grandes números............................................. 143 De manera general el mundo se había hecho numérico. Esta cir­ cunstancia queda bien ilustrada por la proposición que hizo Babba- En 1835, mientras desarrollaba su jurisprudencia estadística, ge en 1832 de una colección de constantes de la naturaleza y del ar­ 11 10 Poisson acuñó ta frase “ley de los grandes números” y demostró un importante teorema de limitación. Esto suministró un principio más La más antigua nobleza 207 para aplicar la matemática de las probabilidades a cuestiones socia­ les y también pareció explicar cómo había estabilidad estadística en Los ataques contra las estadísticas están ilustrados por Vaudevi- dichas cuestiones sociales. lle, Comte, Dostoievski y Nietzsche. Aun quienes deseaban dar cabi­ da al capricho o recuperar una antigua idea del puro azar se mostra­ 13. El tórax de los soldados .................................................................. 157 ban ambivalentes respecto del azar, de sus leyes y de sus empleos. En 1844 Quetelet afirmaba que el caso límite de frecuencias en ti­ X8. La tesis de Cassirer.................................................................. 217 radas de monedas (la ley binomial pero también laley del error en las mediciones astronómicas) daba una curva (nuestra curva acampa­ Cassirer sostenía que la idea que tenía el siglo xx del determinis­ nada o curva normal) que coincidía con las distribuciones empíricas mo era extraordinariamente reciente, pues sólo había surgido alre­ de la conducta humana y de las características humanas. Esa curva dedor de 1870. De manera que la mecánica cuántica no refuta una an­ parecía dar la forma exacta de las nuevas leyes estadísticas sobre las tigua concepción de la causalidad, sino que estáen conflicto solamen­ personas. Nociones de causalidad, incluso el modelo médico, comen­ te con una nueva concepción. Lo que es cierto en esta proposición es zaron a reordenarse a fin de que las leyes estadísticas fueran compa­ el hecho de que una serie de incoherencias contenidas en la idea de tibles con el determinismo. necesidad emergió a la superficie entre 1850 y 1880. Reseña de la pa­ labra “determinismo”, de sus orígenes en la década de 1780 y de su 14. La sociedad genera los crímenes .................................................. 171 nueva acepción en la década de 1860. Surgió entonces el problema del fatalismo estadístico. Si había una 19. El estado normal........................................................................ 231 ley según la cual cada año un número determinado de personas de­ bía darse muerte en una región dada, entonces aparentemente la po­ La palabra “normal” sirvió durante mucho tiempo para describir blación no tenía la libertad de abstenerse de cometer suicidio. El de­ y evaluar, pero su acepción para designar lo habitual o lo típico só­ bate, que en la superficie parece vacuo, refleja una conciencia cre­ lo apareció en el siglo XIX y lo hizo primero en el contexto de la fisio­ ciente de las posibilidades de control social y de las implicaciones de logía (representada aquí por Broussais) y luego se transformó en par­ la responsabilidad moral. te de un programa político de Comte. El concepto de normalidad re­ emplazó la idea de la naturaleza humana de la Ilustración como con­ 15. La concepción astronómica de la sociedad ............................. 184 cepto central organizador, pero desempeñó dos papeles. Uno es el de la concepción de lo normal de Quetelet y Durkheim entendido como El fatalismo estadístico, especialmente con el ejemplo del suicidio, lo bueno y lo correcto. El otro es el concepto galtoniano de lo normal fue recogido en Alemania después de publicarse el célebre libro de entendido como lo mediocre que por lo tanto necesita mejorar. En ca­ Buckle, Historia de la civilización en Inglaterra. El debate que se sus­ da uno de estos papeles, la idea de lo normal se presenta como el se­ citó puso de manifiesto diferencias fundamentales entre la concep­ llo de la objetividad y de la imparcialidad, como un puente neutral en­ ción atomista y la concepción holística de la nueva clase de ley, la ley tre “ser” y “deber ser”. estadística. Esas diferencias reflejan el contraste que hay entre la vi­ sión de la sociedad occidental libertaria y la visión colectivista 20. Tan reales como las fuerzas cósmicas ................................ 244 oriental. La sociología numérica de Durkeim se formó en las matrices con­ 16. La concepción mineralógica de la sociedad ........................... 195 ceptuales de la medicina, la estadística y el suicidio. Las ideas de lo normal y de lo patológico trasladaron de la fisiología a la ciencia so­ En lugar de determinar términos medios se podía cultivar lo cuan­ cial. En el curso de debates sobre antropología criminal, Durkheim titativo de una manera muy diferente. El tradicionalista utópico Le decidió que el crimen y el suicidio son normales. Las desviaciones de Play usó el presupuesto de una familia para representar el estilo de lo normal son indicios de morbosidad social. Esas desviaciones están vida de una clase y propuso un tipo completamente diferente de cien­ regidas por leyes sociales y fuerzas que tienen una realidad indepen­ cia social. Esto contrastaba con la manera en que utilizaba los pre­ diente de los individuos. Durkheim continuó el trabajo de Quetelet supuestos hogareños el director de laoficinaestadísticaprusiana. Lo de crear nuevas clases de realidad. que estaba en juego era la idea misma de lo que se considera conoci­ miento objetivo. 13 12 21. La autonomía de la ley estadística 257 La curva acampanada de Quetelet llegó a llamarse en Inglaterra la ley normal. Se consideraba que era verdadera o aproximadamen­ te verdadera en cuanto a una amplia gama de fenómenos y que mos­ traba cómo surgen regularidades en lo que a primera vista parece de­ sorden. Gal ton reconsideró la explicación que daba Quetelet del ori­ gen de la estabilidad estadística. Los progresos realizados en las téc­ nicas de la inferencia estadística ilustran cómo las leyes de probabi­ lidad se hacían autónomas de toda estructura determinista subya­ Reconocimientos cente. No quedó abandonada la doctrina de la necesidad, pero se con­ sideró poco importante frente al poder que tiene la estadística no só­ lo de predecir sino también de explicar fenómenos. 22. Un capítulo de estadística prusiana ................................... 270 Familiares, amigos y fundaciones no escatimaron su ayu­ da durante la década que transcurrió hasta terminar este li­ Aunque las estadísticas hicieron nacer ciertos conceptos regulado­ bro. En 1980-1 la National Science Foundation y una licencia res como el de normalidad (que están en la base de las posibles ma­ sabática de la Universidad de Stanford me permitieron apro­ neras de administrar a la gente) conviene recordar que las estadís­ ticas tenían menos aplicaciones abstractas. Eran un elemento direc­ vechar una beca de visita a Peterhouse, Cambridge, donde co­ to y visible del ejercicio del poder. Las disputas sobre estadísticas ju­ mencé a trabajar seriamente. En 1982-3, el Zentrum für in- días durante el Antisemitismusstreit de 1880 en Berlín ejemplifican terdisziplináre Forschung, Bielefeld, prestó generoso apoyo al este punto. grupo que investigaba sobre la revolución de la probabilidad; muchas gracias a Lorenz Krüger que organizó esa actividad y 23. Un universo de azar ............................................................... 285 a todos aquellos colegas a quienes él y el ZIF reunieron. Debo agradecer también al doctor Hilary Gaskin, el subeditor de la La lógica del azar no podía permanecer constante durante todos es­ tos cambios. C. S. Peirce rechazó rotundamente la doctrina de la ne­ Universidad de Cambridge Press, por haberme ayudado a ha­ cesidad. Basaba la lógica del razonamiento inductivo en la estabili­ cer presentable mi texto final. dad estadística. Peirce introdujo “la casual i zación” artificial en el di­ seño de los experimentos. Suministró uno de los dos principios de to­ da inferencia estadística. Su concepción pragmática de la realidad hizo verdad una cuestión que hoy comprobamos a largo plazo. Peirce creía en el azar absoluto y en un universo en el que las leyes de la na­ turaleza en el mejor de los casos son aproximadas y evolucionan se­ gún procesos fortuitos. El azar ya no era la esencia de la falta de ley sino que estaba en el centro de todas las leyes de la naturaleza y de toda inferencia inductiva racional. Su radical indeterminismo resul­ ta menos chocante cuando se lo considera como un corolario del pro­ ceso de reducir el mundo también a probabilidades. Llegó a la conclu­ sión de que vivimos en un universo de azar, no como resultado de un argumento sino porque las probabilidades y las estadísticas habían llegado a penetrar todos los aspectos de la vida. Notas ......................................................................................................................... 307 Indice temático........................................................................................................ 353 14 15 1 El tema El acontecimiento conceptual más importante de la física del siglo XX fue el descubrimiento de que el mundo no está su­ jeto al determinismo. La causalidad, durante mucho tiempo el bastión de la metafísica, quedó derribada o por lo menos inclina­ da y en suspenso: el pasado no determina exactamente lo que ✓ ocurrirá luego. Ese acontecimiento estuvo precedido por una transformación gradual. Durante el siglo XIX se pudo ver que, si bien el mundo era regular, no estaba con todo sujeto a las le- ' yes universales de la naturaleza. Así se dio cabida al azar. La erosión del determinismo no tuvo inmediatamente con­ secuencias para todo el mundo. Pocos eran los que tenían con­ ciencia de este hecho. Algo diferente estaba invadiendo la es­ fera del saber y todos se dieron cuenta del fenómeno: el re­ cuento e inventario de los seres humanos y de sus hábitos. La sociedad llegó a ser objeto de las estadísticas. Así nació un nuevo tipo de ley, análoga a las leyes de la naturaleza, pero que incumbía a las personas. Estas nuevas leyes se expresa- >/ ban atendiendo a las probabilidades. Llevaban consigo las connotaciones de lo normal y de las desviaciones de la norma. El concepto cardinal de la psicología de la ilustración había si­ do sencillamente la naturaleza humana. Al terminar el siglo XK > ese concepto fue reemplazado por algo diferente: la perso­ ga normal. Sostengo que estas dos transformaciones están re­ lacionadas. La mayor parte de los hechos que había que des­ cribir se verificaba en la esfera social, no en la de las ciencias naturales, pero las consecuencias de esta circunstancia fue- r°n importantes para ambas esferas. Durante toda la era de la razón, el azar se había considera- / 0 superstición del vulgo. Azar, superstición, vulgo, desatino 17

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