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La dimensión antropológica del pensamiento pedagógico de Paulo Freire PDF

193 Pages·2009·9.685 MB·Spanish
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ÍNDICE PRÓLOGO 3 PRIMER CAPÍTULO 1.- CONTEXTO INTELECTUAL DE LA CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA DE PAULO FREIRÉ 8 1.1.- La filosofía hegeliana 9 1.2.-El pensamiento de Marx y sus seguidores 12 1.3.-El psicoanálisis deFromm 29 1.4.-La filosofía existencialista 33 1.5.-El personalismo de Mounier 38 1.6.-El estructuralismo lingüístico 40 1.7,- La teoría constructivista del aprendizaje 44 1.8.- El pensamiento revolucionario latinoamericano 47 SEGUNDO CAPÍTULO 2.- EL SIGNIFICADO DE LA EXISTENCIA HUMANA 52 2.1.- Estar en el mundo, con el mundo y con los otros 52 2.2.- La creación de la historia y la cultura 63 2.3.-Del ser inacabado al ser perfectible 88 TERCER CAPÍTULO 3.- IMPLICACIONES AXIOLÓGICAS DEL ACTO EDUCATIVO 100 3.1.-Educación para la libertad 102 3.2.- ¿Existe la verdad absoluta y alguien que sea dueño de ella? 129 3.3.-Compromiso 136 3.4.-La necesidad existencial de dialogar 145 3.5.-Repensar la esperanza 156 CUARTO CAPÍTULO 4.- EL ACTO EDUCATIVO COMO PROCESO GNOSEOLÓGICO 164 4.1.- El valor del sentido común 164 4.2.-La pregunta 168 4.3.- El conocimiento escolar: de la transferencia a su construcción 173 SOBRE ELAUTOR 185 BIBLIOGRAFIA 187 PRÓLOGO El estudio de la dimensión antropológica del pensamiento pedagógico de Paulo Freiré, ofrece la oportunidad de penetrar en una visión crítico-constructiva de la educación y del sujeto como alguien que en dicho proceso enseña y aprende. Así mismo, presenta la tarea cultural e histórica de transformar creativamente las formas de existencia y el contexto social en que se encuentra el hombre. I ,a educación, pues, situada en las raíces y manifestaciones multitudinarias de las circunstancias, constituye un espacio humanamente realizado, que ubica al sujeto entre los límites y las posibilidades, no para doblegarlo sino para que éste llegue a la consumación de su naturaleza perfectible, recreándose en la libertad y participando en la orientación de su destino. La interpretación del discurso pedagógico de Paulo Freiré, necesariamente debe mantener un enfoque metodológico abierto y multidimensional que corresponda al carácter de su pensamientoy que permita el adentramiento en la riqueza de su significado, cuestión aún virginal en algunas de sus expresiones, y por tanto, pendiente de ser investigada. Freiré es un pensador que reflexiona, escribe y habla sin maquillar la palabra. Su propósito es servirse de ella para dar cuenta de la realidad humana, sin sustituirla ni disfrazarla. Por ello, su palabra es Ubre, tolerante e histórica. El humanismo pedagógico de Freiré es, entre tanto, una modalidad de la praxis educativa dispuesta a rebasar las fronteras de la escuela y la condición parcelaria en la que se encuentra la enseñanza y el aprendizaje de los contenidos curriculares; es además, una forma de respetar la interioridad del sujeto (sus sueños, esperanzas, utopías, etc.), superando con ello, la condena a la que las posturas dogmáticas la habían 3 sometido, y proponiendo su integración en la unidad dialéctica con la realidad. Pero toda la rigurosidad que esto entraña, de manera alguna hace que se pierda el sentido lúdico con que él asume el quehacer educacional. Al convertirse el aprendizaje en un momento de comunicación dialógica, al sentir cada uno que su interés es valorado, al constituir la verdad una entrada y una salida elaborada históricamente, al no ser la memorización la vía absoluta para relacionarse con el conocimiento escolar, sino que en ello cuenta la fantasía, la creatividad y la inherente condición humana de ser curioso; se "destartalan los grilletes" para experimentar el gozo de aprender, el placer de cortejar a cada uno de los momentos que nos han llevado al hallazgo de lo sospechado y de lo insospechado, y la alegría de haber logrado ser diferentes. De esta manera, el aprendizaje deviene a ser juego, el juego que durante mucho tiempo se nos ha negado jugar porque hemos estado en un escenario en el que sólo han existido arbitros, no jugadores. La obra fílosófico-pedagógica freireana no está dedicada exclusivamente a los intelectuales. La lectura de sus escritos debe rehacerse en las plazas públicas y en los centros escolares, en las tertulias e investigaciones académicas, en el mercado, la trucha, el estadio, las calles, frente a las urnas, con los niños y los adultos, con los letrados e iletrados, con el seguidor y el adversario. A Freiré hay que reinventarlo en la cotidianeidad, haciéndolo vivencia no credo. Su pensamiento sigue teniendo vigencia, entre otras razones, porque vivimos tiempos en los que en la escuela y la sociedad se rinde culto excesivo a la imagen y se descuida el cultivo de la palabra, y porque la automatización se ha ido apoderando déla existencia humana actuando sobre ella como un mecanismo que norma el desenvolvimiento de las personas. Sus reflexiones representan además, una valiosa alternativa para valorar la cotidianeidad como la unidad de 4 lo diverso de la que brotan manifestaciones y principios de suma trascendencia para elaborar la cultura escolar. El diálogo, la libertad y la tolerancia son ejes axiológicos relevantes de su pensamiento que en este momento deben encarnarse en la conciencia del colectivo de los hombres para fortalecer la participación democrática en los asuntos de interés común. La escuela debe ser un lugar antropológico lleno de desafíos y de aventura para que los seres humanos continúen ejercitando su capacidad de invención; el por qué y el para qué, deben acompañar la construcción del conocimiento para que el mismo sea siempre una fuente de investigación y de responsabilidad. Esto encierra, pues, la necesidad de leer la palabra y leer el mundo para comprender la existencia en su pluralidad y recreación continua. 5 PRIMER CAPÍTULO CONTEXTO INTELECTUAL DE LA CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA DE PAULO FREIRÉ 2.- CONTEXTO INTELECTUAL DE LA CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA DE PAULO FREIRÉ La concepción antropológica de Paulo Freiré, puede ser contextualizada atendiendo la diversidad de dimensiones del pensamiento humano que le sirvieron como espacios para la reflexión, la creación y la recreación de su discurso y práctica pedagógica. Esta diversidad intelectual, constituida por manifestaciones de índole filosófica, política, histórica, psicológica, económica, sociológica y lingüística de su tiempo y del tiempo anterior a él; deben ser comprendidas no sólo como influencias que condicionaron su modo de pensar, de ver al hombre1, a la sociedad y a la educación, sino como posibilidades a través de las cuales aprendió a leer la palabra y a leer la realidad. Quehaceres éstos, en los que insiste en muchos momentos de su obra, puesto que constituyen -entre otras- las condiciones para el posicionamiento del hombre en el mundo, para participar en la creación de la historia y la cultura, para propiciar la libertad de crear, pensar, investigar, comprometerse, renunciar o construir el conocimiento escolar. Para Paulo Freiré, la actividad intelectual no representa una simple abstracción o algo independiente y superior a la realidad en la que el ser humano se encuentra enclavado. Precisamente, el pensamiento logra constituirse como tal, en la medida en que mantiene relaciones de interdependencia con el mundo, cuando alcanza a formar parte de la unidad dialéctica: conciencia-realidad, esto es, cuando se produce en la praxis. 1 En este trabajo se empleará la categoría de hombre como sinónimo de humano, persona o sujeto. Incluye, por tatito, al género femenino y masculino. 8 1.1.-LA FILOSOFIA HEGELIANA Uno de los autores que contribuyó en la constitución de la concepción antropológica freireana fue Guillermo Federico Hegel, sobre todo la lectura de uno de sus textos más estudiados en el mundo contemporáneo, La fenomenogía del espíritu. En uno de los pasajes de La pedagogía del oprimido, y refiriéndose al problema de la libertad, Freiré expresa que "... el reconocerse limitados por la situación concreta de opresión, de la cual el falso sujeto, el falso "ser para sí", es el opresor, no significa aún haber logrado la liberación. Como contradicción del opresor, que en ellos tiene su verdad, como señalara Hegel, solamente superan la contradicción en que se encuentran cuando el hecho de reconocerse como oprimidos los compromete en la lucha por liberarse."2 Para llegar a ser un modo de existencia, la libertad debe ser comprendida no sólo como un momento psicológico o como la aprehensión intelectual de su necesidad. Pueden pasar épocas completas en que los hombres se mantengan ocupados idealiazándola, con virtiéndola en un culto casi divinizado; pero su plenitud, hablando de plenitud humana, sólo se cristaliza y renueva cuando se alimenta de la realidad y alimenta a la realidad. Ello, conlleva la responsabilidad en cada sujeto, de convertirla no sólo en un hacer sino en un quehacer, esto es, en la articulación dialéctica entre lo subjetivo y lo objetivo. La abolición del falso sujeto, del sujeto que engaña y se autoengaña conviviendo con la opresión como si fuera una condición natural de todas las sociedades y de todos los tiempos, como algo inherente a la práctica política, económica y educativa; es una tarea siempre pendiente, puesto que la libertad, tan frágil como la democracia, requiere del 2 FREIRÉ, Paulo, 1980, Pedagogía del oprimido, vigésimn-quinla adición, Siglo Veintiuno Editores, México, Págs. 39-40. 9 compromiso constante de los distintos actores de la sociedad. Es muy fácil deshacer la libertad que entraña el ser para sí, tan fácil como impedirle al otro, desarrollar su creatividad, prohibirle ser curioso, negarle su participación en los asuntos de interés común o irrespetarle su palabra. El verdadero ser para sí en su relación antagónica con el ser oprimido, marca, da esta manera, la contradicción insalvable en la que se encuentra el sujeto como ser de naturaleza social. Según Freiré, "desde un punto de vista filosófico, un ser que ontológicamente es "para sí" se "transforma" en "ser para otro" cuando, perdiendo el derecho de decidir, no opta y sigue las prescripciones de otro ser. Sus relaciones con este otro ser son relaciones que Hegel llama de conciencia servil para la conciencia señorial"8 Cuando el hombre existe como "ser para otro", su vida se constituye a partir de la imagen del ser que el otro le fabrica y proyecta. Su destino individual y social, es así, el destino anunciado por seres que resultan extraños para su realidad humana, aún cuando, cotidianamente tenga contactos -no relaciones- con ellos. De esta manera, al dejar de ser para sí, al no ser ya sujeto, éste sólo vive dentro del límite, de lo acabado, ontològica4, ética y gnoseológicamenten hablando; esto quiere decir que el sujeto no logra saber, descubrir o inventar sus posibilidades. Su vida está determinada como un "ser para otro", siendo algo (objeto) que no alcanza a ser alguien (sujeto) todavía. La problemática educativa, como parte consustancial de la naturaleza humana, mantiene en tal situación, análogos estados de existencia; el educando tampoco logra, desde esta 3 FREIRÉ, Paulo, 7979, Educación y cambio. Búsqueda, Buenos Aires, Ar gentina, pág. 53 '' La ontologia (metafísica) es un término que se utiliza para hacer referencia a los caracteres fundamentales del ser. " La gnoseología o teoría del conocimiento es una disciplina filosófica que se encarga del estudio e. interpretación del conocimiento humano. 10

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