Ronaldo Vainfas 11 La diáspora judía entre Amsterdam y el Brasil ♣ holandés Ronaldo Vainfas* Resumen El artículo discute la diáspora sefardí desde la Península Ibérica hacia Holanda, con énfasis en el proceso de reconstrucción de la identidad judía, sobre todo entre los portugueses emigrados. Examina los conceptos de rejudaización y de “judíos nuevos” que contrastan con la condición marrana o criptojudía de los cristianos nuevos residentes en el mundo ibérico. Profundiza en el análisis de algunas experiencias concretas de “judíos nuevos” que entre 1630 y 1654 pasaron de Amsterdam hacia las capitanías azucareras del norte del Brasil durante el período de dominación holandesa, estudio basado sobre todo en documentación inquisitorial. Palabras clave: Sefardismo, Judíos Nuevos, Diáspora judía, Judíos en Amsterdam, Inquisición. Abstract The paper discusses the sephardi Diaspora from the Iberic Peninsula to Holland, with emphasis in the Jewish identity reconstruction process, especially among migrated Portuguese. It examines the concepts of rejewishment and “New Jews” in contrast to the pig or cryptojewish condition ♣ Artículo recibido el 10 de octubre de 2006 y aprobado el 5 de noviembre de 2006. * Profesor Titular de História Moderna en la Universidad Federal Fluminense. Investigador 1-A del CNPq. Esta investigación es apoyada por el CNPq, FAPERJ y PRONEX, incluida en la Companhia das índias - Núcleo de História Ibérica y Colonial en la Época Moderna-UFF. REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26 12 La diáspora judía entre Amsterdam y el Brasil holandés of the New Christians living in the Iberic World. Finally, it deepens in the analysis of some concrete experiences from “New Jews” who traveled from Amsterdam to Brasil during the Dutch domination period in the sugar Captaincies of the north, between 1630 and 1654, using specially inquisitorial documentation. Keywords: Sephardism, New Jews, Jewish Diaspora, Jews in Amsterdam, Inquisition. La diáspora sefardí en la Época que se mantenían fieles a su religión Moderna es un proceso conocido y tradicional o al menos intentaban esca- cada vez más estudiado por los histo- par de la Inquisición. Rutas de huida riadores dedicados a la historia del ju- fueron, entonces, estructuradas hacia daísmo. La Península Ibérica, patria del dos grandes ejes geográficos: el mun- sefardismo floreciente en la Edad Me- do mediterráneo y el norte europeo. dia, se transformó en tierra de crecien- En el Mediterráneo, vale mencionar tes persecuciones antijudías o el lento, pero firme, surgimiento de co- antisemitas desde fines del siglo XIV. munidades judías en Marruecos, en el En España, las persecuciones contra los Imperio Otomano o en Italia, en ciuda- judíos resultaron en conversiones ma- des como Livorno o Venecia. En el norte sivas y consecuentemente en la forma- europeo, microcomunidades sefardíes ción de una importante comunidad de se estructuraron en Francia, donde el conversos, blanco casi exclusivo de la judaísmo era también prohibido públi- Inquisición instaurada por los Reyes camente, pero tolerado, en la práctica, Católicos en 1478. En Portugal, donde como en Burdeos, o permitido legalmen- hasta entonces no habían ocurrido per- te, como en Avignon. Estudios de caso secuciones contra los judíos, la llegada de los documentos inquisitoriales per- de miles de ellos españoles hizo que el miten seguir de cerca la migración de rey D. Manuel decretara la famosa conversos portugueses a través de Es- conversión forzada, en 1496, del mis- paña, con escala en Medina de Río mo modo que lo había hecho Fernando Seco, hacia el sur de Francia, donde de Aragón e Isabel de Castilla años regresaban al judaísmo de sus antes. A su sucesor, el rey D. Juan II, ancestros. Las ciudades y pueblos fran- le correspondió la instauración del Santo ceses con frecuencia eran lugares de Oficio, en 1536. paso para Antuérpia, que se tornó im- Las sucesivas olas de persecución, portante centro de los sefardíes emi- sea contra los judíos, sea contra los grados en el siglo XVI, y para conversos o cristianos nuevos, hizo de Amsterdam y Hamburgo en el siglo si- la huida una opción cada vez más ele- guiente. Es seguro que las rutas de hui- gida por individuos o familias enteras da de los sefardíes en Europa siguie- REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26 Ronaldo Vainfas 13 ron la lógica de la expansión del capital tianos nuevos emigró por mar, partien- mercantil, como nos indican diversos do del Minho o de la Isla de la Madera historiadores, desde Fernand Braudel. en el año de 1597, lo que se confirma El reciente libro de Jonathan Israel no en la antigua relación de Daniel Levi o deja duda a este respecto, subrayando Miguel de Barrios, Triumpho del go- la importancia crucial de las redes co- bierno popular en la casa de Iacob, merciales sefardíes en la estructuración publicada en 1683. La segunda ola se del capitalismo comercial durante los mezcla con el proceso progresivo de 1 siglos XVI y XVII. transformación de tales cristianos nue- vos en judíos propiamente dichos, a El principal centro del judaísmo se- 3 partir de 1602. De todas maneras, la fardí en la Europa del siglo XVII fue, comunidad aumentó considerablemen- sin duda, Amsterdam. Muchos historia- te en los años siguientes, aunque estu- dores estudiaron y han estudiado el viera en proceso inicial de formación. tema en varias partes del mundo. Pero Contaba con aproximadamente 100 vale citar a un autor pionero, entre los personas en 1599, saltó a cerca de 500, portugueses, J. Mendes dos Remédios. en 1615 y sobrepasó los 1000 en 1620. En su obra clásica de 1911, Os judeus Pero estos son quizás números conser- 2 Portugueses em Amsterdão, vadores. Los Estatutos da Santa Remédios estudió, paso a paso, la Companhia de Dotar Orphans e estructuración de la comunidad portu- Donzelas fueron publicados en portu- guesa en aquella ciudad, desde los pri- gués en el año 1615 con 460 ejempla- meros inmigrantes. Encontramos ya, en res, lo que permite especular sobre la este libro, valiosas informaciones so- dimensión de la comunidad. bre la acción del rabino Moisés Uri Levi, quién predicó para los sefardíes portu- Es conocido el proceso de forma- gueses en alemán, siendo traducido por ción de la comunidad en su dimensión su hijo Aarón Levi, que hablaba caste- institucional que, en sus inicios, llegó a llano. Más tarde, Herman Salomón contar con tres congregaciones. La sistematizó esta fase heroica de la diás- primera fue la Bet Iacob, organizada pora judío-portuguesa en Holanda, in- por los rabinos José Pardo y Moisés formando que, excepto algunos que in- Ben Arroyo en 1598. En 1608, Isaac dividualmente llegaron a la ciudad en- Franco Medeiros fundó la Neweh tre 1592 y 1596, la primera ola de cris- Shalom, de donde salió más tarde el importante rabino Menasseh Ben Is- rael. En 1618, surgió la Bet Israel, fun- 1 Jonathan Israel, Diasporas within a Diaspora. Jews, Crypto-Jews and the World Martime Empires, 1540-1740, Leiden, Brill, 2002. 2 J. Mendes dos Remédios, Os judeus portugueses 3 Herman Salomon, Os primeiros portugueses de em Amsterdão (edição fac-símile das edições de Amsterdão - documentos do Arquivo Nacional 1911 e 1975), Lisboa, Ed.Távola Redonda, 1990. da Torre do Tombo, 1595-1606, Braga, 1983. REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26 14 La diáspora judía entre Amsterdam y el Brasil holandés dada por David Bento Osório, en la cual el cambio de nombres, el aprendizaje hizo notable Isaac Aboab da Fonseca, de algunas oraciones, a veces del que se pasaría al Brasil en la década hebraico, la observancia de los ritos de 1640, siendo nada menos que el pri- principales del judaísmo que la mayo- mer rabino de las Américas. Las tres ría de ellos desconocía. Amsterdam nos congregaciones se reunieron en 1639, ofrece uno de los más importantes originando la congregación Talmud ejemplos del renacimiento del judaísmo Torá, la más duradera y fuerte comu- sinagogal de los sefardíes, en contra- nidad sefardí europea en el siglo XVII, posición a su progresiva desagregación con estatutos propios, rabino principal de la Península Ibérica y regiones co- –el Haham– y su consejo –el loniales, operando como polo de atrac- mahamad– compuesto de siete miem- ción de los conversos portugueses y bros: seis parnassim o principales y uno todavía españoles en el siglo XVII. tesorero, el gabay. Mirian Bodian apunta, sin embar- Los historiadores de las últimas dé- go, que este revival del judaísmo ibéri- cadas ampliaron considerablemente co en Holanda no configura una nuestros conocimientos sobre esta co- reedición exacta, no lo podría, de la munidad y plantearon importantes cultura sefardí hispano-portuguesa de cuestiones para interpretarla desde una la Península, anterior a las conversio- perspectiva a la vez social, cultural y nes y persecuciones inquisitoriales. religiosa. Es el caso de Yosef Kaplan Antes que nada, porque la mayoría de con su libro Judíos nuevos en los que se rejudaizaban en Holanda eran 4 Amsterdam (1996) o de Miriam formados sobre todo por conversos. Bodian, con su Hebrews of the Además, porque eran estrechas las re- 5 Portuguese Nation (1997) . laciones entre los judíos de Amsterdam y los conversos portugueses, alimenta- Bodian recupera, en su libro, los más das por la inserción de los dos grupos diversos aspectos de una auténtica en las mismas redes mercantiles y, con- metamorfosis que caracterizó el secuentemente, por la adhesión de con- crossing de los cristianos nuevos a la versos a la comunidad de Amsterdam, condición de judíos, incluyendo la cir- por las sociabilidades entre unos y otros, cuncisión, sea de adultos, sea de niños, por los matrimonios entre conversos y mujeres judías, etc. Las fronteras en- tre el mundo de los judíos de 4 Yosef Kaplan, Judíos Nuevos em Amsterdam: Amsterdam y los conversos portugue- estúdio sobre la história social e intelectual del ses eran, de hecho, fronteras porosas. judaísmo sefardí en el siglo XVII, Barcelona, Gedisa editorial, 1996. Por otro lado, en este proceso de 5 Miriam Bodian, Hebrews of the portuguese reconstrucción de identidad en la diás- nation: conversos and community in early modern Amsterdam, EUA, Indianapolis, Indiana University pora holandesa, los conversos Press, 1999. rejudaizantes se esforzaron por elabo- REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26 Ronaldo Vainfas 15 rar su pasado colectivo hasta el punto del judaísmo y sus prácticas. Kaplan de mitificarlo, unos proclamándose des- concluye sin rodeos: “Para la mayoría cendientes de los Macabeos, otros de de estos judíos nuevos, la primera co- los Levitas. Este purismo alcanzó así munidad judía que conocieron fue la que 6 mismo una auto-imagen que se pare- ellos mismos habían creado”. cía mucho al ideal de limpieza de san- Sin embargo, el concepto de judío gre, en verdad uno entre varios rasgos nuevo de Kaplan es, sin duda, muy ope- del iberismo, a veces nostálgico, que rativo para examinar el problema de la marcaba la comunidad. Las fuentes li- identidad cultural de los judíos portu- terarias lo confirman, revelando fuerte gueses en Amsterdam que se fueron al adhesión a un sentido de honor y a los Brasil y parece valer igualmente para valores aristocráticos típicamente ibé- la mayoría de los neoconversos al ju- ricos. Esto sin hablar en los términos daísmo, gente nacida y criada en so- utilizados por los católicos para identi- ciedades católicas. Pero Kaplan sabe ficar su propio pueblo o religión, como muy bien que esta reconstrucción del Gente de la Nación, en el primer caso, judaísmo en Holanda fue más comple- y Ley de Moisés, en el segundo caso. ja. Antes que nada, su reconstrucción El judaísmo portugués de estuvo basada, sea en términos religio- Amsterdam, por una parte radical y por sos, sea en términos institucionales, en otra mezclado, llevó a que Yosef la importación de rabinos sefardíes de Kaplan designase su practicante como otras partes, donde la diáspora sefardí judío nuevo, en contraposición al cris- era más antigua y estructurada. Bas- tiano nuevo de la Península, término taría citar el rol que jugó Joseph Pardo, originario de ese último concepto. a comienzos del siglo XVII, o de Saul Kaplan subraya rasgos similares a los Morteira, un poco más tarde; los dos observados por Bodian para caracteri- llegaron de Venecia para organizar las zar el perfil cultural de la comunidad y congregaciones judías de Amsterdam. sus ambigüedades de identidad. Cues- O también Issac Uziel, importante ra- tiona en cierto sentido, al judaísmo de bino de Fez, en Marruecos, que jugó los judíos nuevos, cuando afirma que papel similar. El modelo institucional, y “mientras algunos de ellos habían lo- el mismo nombre de la comunidad de grado recoger alguna información so- Amsterdam, Talmud Torá, fue el de bre la fé, el pensamiento y los precep- Venecia, donde la comunidad, más an- tos judaicos (…) estos conocimientos tigua, se había estructurado por judíos generalmente derivaban de fuentes se- que no pasaron por la experiencia cundarias, que en su mayoría no eran cristianizadora que alcanzaron los ju- sino escritos cristianos, y algunas ve- díos españoles y portugueses. La co- ces incluso obras polémicas antijudías, que fueron redactadas expresamente para combatir y refutar los principios 6 Y. Kaplan, Op. cit., p. 26. REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26 16 La diáspora judía entre Amsterdam y el Brasil holandés munidad judía de Venecia era, por así sil e os Holandeses, obra de 1999, decirlo, formada originalmente por ju- particularmente el artículo de Nachman 9 díos viejos. Hombres que conocían per- Falbel sobre Mennasseh ben Israel y 10 fectamente el Talmud, el hebraico, las el de Leonardo Dantas Silva sobre la tradiciones, ritos e historia judaicas. comunidad judaica de Recife. Imposi- ble no subrayar la magnífica obra de De todos modos, la inmigración de José Antônio Gonsalves de Mello, que los judíos portugueses hacia Brasil, tras ya en su antiguo Tempo dos la conquista holandesa de Pernambuco, Flamengos, de 1947, presentó páginas en 1630, se compuso principalmente por preciosas sobre nuestro tema. Pero los que Kaplan llama judíos nuevos. nada supera el libro Gente da Nação, Sobretodo a partir de 1635, muchos via- especialmente la segunda parte, “A jaron solos o en familia, sea pagando Nação judaica em Pernambuco”, tex- por el viaje, sea ayudados por la propia 11 to en todos los aspectos fundamental. congregación judía de Holanda, o sea financiados por la Compañía de las in- En los últimos años, valiosa contribu- dias Occidentales holandesa. ción ofrecieron el libro de Bruno Feitler, Inquisition, juifs et nouveaux-chétiens La presencia de los judíos portugue- 12 au Brésil Colonial, y la tesis todavía ses en las conquistas holandesas del inédita de Marco Antônio Nunes da Sil- Brasil es, en verdad, un tema aún poco va, O Brasil holandês nos Cadernos estudiado o al menos poco profundiza- 13 do Promotor, sustentada en la USP do en la bibliografía sobre la historia colonial brasileña. Pero vale mencio- nar algunos clásicos, así como historia- 8 “O Livro de Atas das Congregações Judaicas Zur dores más recientes que se dedican a Israel em Recife e Magen Abraham em Maurícia, la investigación de este tema fascinan- Brasil, 1648-1653”, Separata do vol. 74, dos Anais da Biblioteca Nacional, Rio de Janeiro, Biblioteca te. Así, es obligatorio mencionar los tra- Nacional, 1955. bajos de Arnold Wiznitzer, The records 9 Nachman Falbel, “Mennasseh ben Israel e o of the earliest Jewish community in Brasil”, en: Paulo Herkenkhoof (org), O Brasil e 7 the New World, publicado en 1954, y os holandeses, Rio de Janeiro, Sextante Artes, 1999, pp. 160-175. su preciosa traducción del Libro de 10 Leonardo Dantas Silva, “Zur Israel”, en: Paulo Actas de las congregaciones judías de Herkenhoof (org.), Op. cit., pp. 176-191. Brasil, publicado en separata de los 11 José Antônio Gonsalves de Mello, Gente da Anais da Biblioteca Nacional al año Nação: cristõs-novos e judeus em Pernambuco, 8 siguiente. Imposible no mencionar los 1542-1654. 2a. ed. Recife, Massangana/Fundação estudios contenidos en el libro O Bra- Joaquim Nabuco, 1996. 12 Bruno Feitler, Inquisition, juifs et nouveaux chrétiens dans les capitaneries du nord de l’Etat du Brésil (XVII-XVIII siecles), Paris, EHESS, 2001. 7 Arnold Wiznitzer, The records of the earliest 13 Marco Antônio Nunes Silva, O Brasil holandês jewish community in the New World, New York, nos Cadernos do Promotor, Tese de doutorado American Jewish Historical Society, 1954. defendidada na USP, São Paulo, 2003. REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26 Ronaldo Vainfas 17 (2003), que profundizó el análisis de de las Américas, localizada en la ciu- aquellos códices inquisitoriales. dad de Recife, que hoy abriga el Cen- tro Cultural Judaico de Pernambuco. De Por otro lado, hay diversos documen- la antigua sinagoga no quedó mucho, a tos para el estudio de los judíos de excepción del Mikvê, espacio destina- Recife que aún se encuentran poco do a los baños de purificación espiri- explorados. Así ocurre con las tual. Pero sí fue posible reconstituir los ascamot, es decir, las resoluciones del rasgos generales del edificio que, des- consejo judaico de la ciudad. O de la pués de la expulsión de los holandeses, correspondencia entre la congregación en 1654, fue transferido al capitán ge- de Recife y la Talmud Torá de neral de los luso-brasileños en la gue- Amsterdam. Es también el caso de las rra y, sucesivamente, a los Oratorianos fuentes del Sínodo de la Iglesia Refor- 14 y a la Misericordia de Recife. mada, que se implantó en Pernambuco en los años 1640; dicha Iglesia se cons- Quedaba la sinagoga en la Calle del tituyó en uno de los principales enemi- Bode, desde luego llamada la Calle de gos de los judíos en el Brasil holandés. los Judíos, Jodenstraat, rebautizada Lo mismo vale decir para los documen- Calle del Buen Jesús tras la restaura- tos producidos por los diversos orga- ción portuguesa en la región. La casa nismos del gobierno holandés relacio- fue erigida entre 1640 y 1641, pero la nados con Brasil, incluso documentos sinagoga, como institución, funcionó fiscales de la Compañía holandesa de desde 1636, cuando se fundó la Kahal comercio. Estos últimos han permitido Kadosh Zur Israel o Santa Congrega- alcanzar la enorme importancia desem- ción de Recife de Israel. A partir de peñada por los judíos en los negocios esta congregación se organizó la co- coloniales, desde el pequeño comercio munidad judía del Brasil holandés, diri- hasta los grandes negocios con tabaco, gida por el rabí Isaac Aboab da 15 azúcar y esclavos. Pero, para profun- Fonseca, asesorado por el mahamad, dizar la experiencia de los judíos nue- consejo compuesto por los principales vos en la sociedad colonial dominada judíos, el cual tenía poder sobre todos por los holandeses, nada mejor que los los judíos residentes en las tierras bajo documentos inquisitoriales, sobre todo el dominio holandés, llamados en los procesos completos depositados en hebraico yahidim, es decir, jefes de fa- el Archivo Nacional de la Torre del milia, miembros de la comunidad. Tombo, en Lisboa. De la presencia judía en la capita- nía de Pernambuco tenemos hasta evi- 14 Véase: J.A. Gonsalves de Mello, Gente da Nação, Op. cit., p. 230. dencias materiales. A partir de las 15 Yosef Kaplan, “El perfil cultural de tres rabinos excavaciones empezadas en 1999 fue sefardíes a través del análisis de sus bibliotecas”, posible reconstruir la primera sinagoga en: Jaime Contreras et al. (orgs), Op. cit., pp. 269-286. REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26 18 La diáspora judía entre Amsterdam y el Brasil holandés Es también seguro que otra congre- Fonseca, rabino de la Zur Israel, hom- gación se fundó en Pernambuco al año bre muy dedicado a la conversión o siguiente, localizada en Maurícia, la isla reconversión de los cristianos nuevos de Antonio Vaz. Fue llamada Kahal de Brasil, en contraste con la orienta- Kadosh Magen Abraham o Santa ción aparentemente más rigorista del Congregación del Escudo de Abraham. rabino da Magen Abraham con respec- La razón inmediata para el surgimiento to a la observancia de los ritos. de otra congregación, según las rela- Pero esta es solamente una parte ciones de la época, fue la necesidad que de la explicación. Lo más espantoso, tenían los judíos de la isla, cada vez más de todos modos, es constatar la exis- numerosos, en tener sinagoga propia tencia de un conflicto institucional en para celebrar el Shabbat, una vez que, el propio seno de la comunidad judai- como es sabido, no podían trabajar en co-portuguesa de Pernambuco, tierra este día, ni pasar en barco a la ciudad que acogía a los judíos, sin embargo los de Recife. Solicitaron, entonces, auto- hostilizaba, como lo hacían, a su vez, rización del mahamad de la Zur Israel los predicantes del Sínodo calvinista. para erigir la sinagoga, que pronto se Además, los peligros aumentaron mu- transformó en congregación rival, con cho después de 1645, con la irrupción autoridades propias y rabino principal, de la rebelión luso-brasileña contra los el sabio Moisés Raphael d´Aguillar. holandeses y la posibilidad concreta de Las dos sinagogas o congregacio- restauración católica en la capitanía. nes funcionaron paralelamente hasta El encuentro de los judíos nuevos de 1648, año en que se reunieron bajo la Amsterdam con los conversos de Bra- autoridad de la Zur Israel. No se sabe sil fue, en todos los sentidos, extraordi- todavía como las dos compartieron la nario, antes que nada porque sus pro- organización de la vida de los judíos por porciones y naturaleza fueron muy dis- casi diez años, pero la unificación no tintos del tipo de contacto que se reali- fue tranquila. Hubo hasta la interven- zaba en Amsterdam. ción de las autoridades holandesas so- licitadas por la Zur Israel, además de Vale recordar que, al menos en prin- un verdadero ultimátum de la Talmud cipio, parte considerable de los cristia- Torá de Amsterdam, que advirtió que nos nuevos que seguían para suspendería las ayudas financieras a los Amsterdam lo hacía en búsqueda de judíos de Brasil si no se unificaban las sus orígenes y animados por el deseo congregaciones. Bruno Feitler nos pre- de convertirse al judaísmo. Y si hubo senta algunos hechos decisivos del ci- conversos que preferían no ingresar en tado conflicto, algunos de ellos de tipo 16 doctrinario. Podríamos resumirlos, en 16 Bruno Feitler, Inquisition, juifs et nouveaux- este particular, subrayando la orienta- chrétiens au Brésil, Leuven, Leuven University ción más abierta de Isaac Aboab da Press, 2003, pp. 145 e segs. REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26 Ronaldo Vainfas 19 la comunidad judaico-portuguesa de 1 – Judíos nuevos radicales, es de- Holanda, tampoco se quedaban en la cir, individuos que habían emigrado muy observancia del catolicismo, una vez jóvenes para Holanda, viviendo algún que este era prohibido en Amsterdam. tiempo en Francia o Hamburgo hasta En el caso del encuentro entre los ju- pasar a Amsterdam. Muchos eran ni- díos y conversos en Brasil, el cuadro ños, aprendían hebraico en las escue- era completamente diferente: los judíos las judías y asumían completamente la siguieron para Pernambuco para hacer identidad judía, lo que ejemplifica el pro- negocios y construir, también allí, sus ceso de rejudaización avanzado que congregaciones judías, y se hallaron con podría alcanzar a muchos que, en ver- una vasta comunidad de conversos que dad, habían nacido en un medio cristia- vivían como católicos. no. Algunos de ellos por azar fueron enviados a la Inquisición, después de De parte de los judíos, las actitudes ser capturados por los portugueses en oscilaron desde la complacencia y con- las guerras contra Holanda. Fueron obli- secuente determinación de convertirse gados a abjurar del judaísmo y a regre- a cristianos nuevos residentes en sar al catolicismo que conocían mal, Pernambuco a la ley de sus ancestros, aunque algunos después volvían a abra- hasta el rechazo total en incorporarlos, zar el judaísmo y pocos preferían morir dado que algunos los consideraban idó- antes que renegar de la religión judaica. latras e ignorantes en la ley de Moisés. De parte de los conversos, las oscila- 2 – Judíos nuevos renegados, o ciones no fueron menores. Hubo mu- sea, individuos que, no obstante chos individuos o familias que atendie- resocializados al medio judío holandés, ron al llamado de los prosélitos del ju- terminaron convencidos por los católi- daísmo e ingresaron en la sinagoga. cos, unos frailes o padres, u otros con- Hubo los que se resistieron totalmente versos, de que la ley de Moisés era a la adhesión. Y hubo muchos, quizás errónea y la verdadera era la cristiana. 17 la mayoría, que se quedaron divididos Miguel Francês fue uno de de los re- entre los dos mundos. Pero también negados que mencioné, hombre que re- entre los judíos hubo ambigüedades negó del judaísmo aún antes de ser pre- considerables. so y enviado a los inquisidores. Criado como católico, fue rejudaizado en Vale la pena esbozar una tipología Hamburgo, a la edad de 15 años, de general de las actitudes, sea de los ju- donde siguió para Holanda y después díos nuevos, sea de los cristianos nue- hacia Brasil en los años 1640. Reduci- vos en contacto, lo que solamente se do al catolicismo por un fraile, no esca- vuelve posible gracias a los procesos inquisitoriales que victimaron diversos individuos durante la guerra contra los 17 Instituto dos Arquivos Nacionais Torre do holandeses o después de la restaura- Tombo (IANTT), Inquisição de Lisboa, processo ción portuguesa en la capitanía. 7276. REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26 20 La diáspora judía entre Amsterdam y el Brasil holandés paría del Santo Oficio, en 1646, a cau- judíos bajo presión inquisitorial. De to- sa de denuncias de varias personas que dos modos, los procesos del Santo Ofi- sabían de su pasado judío. A los 15 años, cio sugieren, que en tales casos, las fue a Holanda y de ahí al Brasil. Se dudas religiosas y de identidad de esos mostró desde luego muy arrepentido hombres venían de lejos. delante de los inquisidores por haber 4 – Cristianos nuevos adherentes vivido como judío por tan largo tiempo al judaísmo, estos son hombres que y, como prueba de su contrición, se residían hacía mucho en Brasil y tenían volvió un importante delator de un nú- contacto con los judíos nuevos y aban- mero elevadísimo de cristianos nuevos donaron el catolicismo, se sometieron de Brasil, Hamburgo y Amsterdam que a la circuncisión e intentaron aprender se habían pasado al judaísmo. Presen- los ritos y creencias del judaísmo. Pero tó informaciones detalladas sobre nom- estos eran como un espejo de los “ju- bres, familias, redes y por supuesto, díos nuevos divididos” de los que hablé sobre las ceremonias judías de las si- antes, y quizás vivieron todavía más nagogas portuguesas. Su actitud fue desgarrados entre las dos leyes religio- bien recibida por los inquisidores, que sas. En este caso, eran hombres que aceptaron su arrepentimiento y lo sen- se habían criado en el medio católico y tenciaron muy blandamente. Con él, casi no conocían el judaísmo. Con fre- otros judíos nuevos adoptaron una con- cuencia eran tratados por los ducta similar delante del Santo Oficio, parnassim de Recife con escepticis- sea por miedo, por interés o, quizás, mo, a causa de su ignorancia en asun- porque desistieron de corazón de la re- tos judíos, y a veces lo eran también ligión judía. por sus familiares cristianos viejos o 3 – Judíos nuevos divididos, qui- nuevos que habían permanecido cató- zás la mayoría: Eran hombres que se licos. La mayoría de ellos regresó al resocializaron como judíos, pero man- catolicismo después que los holande- tenían dudas en grados variables sobre ses y sus aliados judíos fueron expul- esta opción, sea porque no habían asu- sados del Brasil, y otros mucho antes. mido completamente la nueva identidad, 5 – Cristianos nuevos que resis- sea porque sufrieron estigmas de la tieron al judaísmo, sobre los cuales comunidad judía a causa de su frágil prácticamente no hay procesos, por ra- judaísmo, sea por dudar de su opción zones evidentes. Pero hay registro de judaica en contacto con la comunidad muchas actitudes de conversos contra- católica de Brasil, incluso con cristia- rios al judaísmo en las entrelíneas de nos nuevos convencidos de que la ley procesos inquisitoriales o en otros có- cristiana era la mejor. Pero las circuns- dices, como los Cuadernos del Promo- tancias de estos casos son muy varia- tor examinados por Marco Antônio Sil- das y vale la pena subrayar que mu- va. Se puede percibir que una buena chos solamente admitieron sus errores parte de los conversos mantuvo distan- REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 10-26
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