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La determinación significante introducción a la lectura lacaniana de Freud PDF

200 Pages·2009·2.943 MB·Spanish
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JAN VAN MORLEGAN LA DETERMINACIÓN SIGNIFICANTE INTRODUCCIÓN A LA LECTURA LACANIANA DE FREUD CLASES IMPARTIDAS EN LA ASOCIACIÓN ADOS MÁLAGA CURSO 2006 - 2007 3 Van Morlegan, Jan La determinación significante Introducción a la lectura lacaniana de Freud 1º Edición – Madrid 2009 217 páginas; 210x150 mm Editor: Bubok Publishing S.L. Depósito Legal: PM 2828-2009 ISBN: 978-84-9916-362-8 4 ÍNDICE GENERAL Introducción 7 Prólogo 9 PRIMERA PARTE LA IMPRONTA SIGNIFICANTE I. Lo específico del ser humano 13 II. ¿La conciencia es el estado ‘normal’ de la mente? 23 III. Cuando Ello habla Ego no lo escucha 29 SEGUNDA PARTE LA GRAMÁTICA DEL INCONSCIENTE IV. El sentido de los fenómenos histéricos 37 V. La íntima relación entre la historia del sujeto y sus síntomas 45 VI. La determinación simbólica del síntoma 53 VII. Causalidad psíquica y recuerdos encubridores 61 VIII. Análisis fragmentario de una histeria 69 IX. Los reproches y los amores de Dora 77 X. Satisfacción sexual o repugnancia histérica 83 XI. Cómo Freud va creando su método 93 XII. Die Traumdeutung: el gran descubrimiento 101 XIII. El tío José y la bella carnicera 115 XIV. El mecanismo de los sueños 123 XV. Psicología de los procesos oníricos 129 XVI. De los sueños y síntomas al sistema Psi normal 135 XVII. El olvido de Signorelli: tras las huellas del significante perdido 143 XVIII. Actos fallidos vs. Ilusión de libertad psíquica 151 XIX. El chiste o agudeza, metáfora fallida 161 XX. El placer del chiste 167 5 TERCERA PARTE NO ESTAMOS PREPARADOS PARA SER FELICES XXI. El lugar del sujeto y del Otro 175 XXII. De la represión a la desmentida de la falta 183 XXIII. El malestar en la cultura y el desamparo infantil 189 XXIV. La cultura frustra el goce 199 XXV. El deseo fuente del malestar 207 Epílogo 213 Bibliografía 215 6 INTRODUCCIÓN “Mi madre se sentaba siempre en la punta de la mesa del co- medor, de espaldas a la puerta de la cocina. Bruscamente, mi ma- dre nos mandaba callar. Su rostro se alzaba. Su mirada se alejaba de nosotros, se perdía en el vacío. Su mano se extendía por encima de nosotros en medio del silencio. Mamá buscaba una palabra. De repente todo se detenía. De repente nada más existía. Extraviada, lejana, intentaba, fijo el ojo en nada, centelleante, hacer que le viniera en el silencio la palabra que tenía en la punta de la lengua. Nosotros mismos estábamos en el borde de sus labios. Estábamos al acecho, como ella. La ayudábamos con nuestro si- lencio – con toda la fuerza de nuestro silencio. Sabíamos que iba a hacer que regresara la palabra perdida, la palabra que la desespe- raba. Llamaba desde lejos, alucinada, su masa vacilante en el ai- re.Y su rostro se serenaba. La recuperaba: la pronunciaba como una maravilla. Era una maravilla. Toda palabra recuperada es una maravilla. * Del mismo modo que quien cae bajo la mirada de Medusa se convierte en piedra, aquella que cae bajo la mirada de la palabra que le falta tiene el aspecto de una estatua. Del mismo modo que Orfeo – que se vuelve de repente para verificar, para asegurarse de que su amor está allí, de que efecti- vamente está tras él ascendiendo del infierno – petrifica el renaci- miento de una emoción en la forma engañosa de un recuerdo, la contención en que sumerge la busca de nombre inmoviliza el regre- so que ella pretende. Obstaculiza lo que ella espera. * 7 Esta experiencia de la palabra que se sabe y de la que se está privado es una experiencia en donde arremete el olvido de la humanidad que hay en nosotros. En donde el carácter fortuito de nuestros pensamientos, en donde la naturaleza frágil de nuestra identidad, en donde la materia involuntaria de nuestra memoria y su enjundia exclusivamente lingüística se tocan con el dedo. Es la ex- periencia en donde nuestros límites y nuestra muerte se confunden por primera vez. Es el desamparo ante lo que es adquirido. El nom- bre en la punta de la lengua nos recuerda que el lenguaje no es en nosotros un acto reflejo. Que no somos bestias que hablan igual que ven.” 1 1. Quignard, Pascal, El nombre en la punta de la lengua, pág. 41, Arena Libros, Madrid, 2006 8 PRÓLOGO “Intento responder a Freud, elucidar los fundamentos de su pensamiento, Acentuaré lo que Freud no subraya y que está manifiestamente presente, sin embargo, en su obra”2 Esta edición es el resultado de transcribir los textos del semi- nario impartido durante el curso 2006 – 2007 en la Asociación de Orientación y Asistencia Psicosocial ADOS de Málaga, dirigido a estudiantes de psicología y carreras sanitarias. Se trataba de exponer una introducción a la teoría del incons- ciente ante un auditorio sin formación psicoanalítica, aunque sensi- ble al tema por la experiencia de alguno de ellos como analizantes. El trabajo de transmisión del psicoanálisis enfrenta al reto de, sin renunciar a ser exhaustivo, evitar el recurso al discurso críptico tan caro en los círculos de saber oficializado. Además, el texto es- crito se rige por otras reglas que el discurso oral, y la lectura de este libro pone en evidencia reiteraciones que solo en la transmisión oral pueden ser justificables. El contenido de este seminario estuvo vertebrado por los tex- tos clásicos de Freud para la inteligencia del inconsciente y sus formaciones, habiendo privilegiado el síntoma, los sueños, olvidos y actos fallidos, y, cerrando este apartado, el ingenio verbal como ejemplo de plasticidad significante. Complejizando el tema del determinismo inconsciente, en la tercera parte nos dejamos llevar por el deseo y su malestar en la cultura. Sabrán disculpar algunas digresiones que llevaron este dis- curso al apasionamiento al comentar un par de publicaciones me- diáticas ejemplificantes de la manipulación que ciertos popes bien- pensantes ejercen sobre la teoría freudiana. Más que pretender una aportación original sobre la cuestión del inconsciente, el texto que sigue da testimonio de una enseñanza particular dirigida a aquellos interesados en el psicoanálisis, no ne- cesariamente practicantes, en un intento de que el discurso analíti- co pueda ser accesible a una escucha no especializada. 22 Lacan, Seminario 1, Los escritos técnicos de Freud, pág.256,Paidós, 1991 9 PRIMERA PARTE LA IMPRONTA SIGNIFICANTE 11 I LO ESPECÍFICO DEL SER HUMANO El pecado original es el acto de nacimiento de la palabra humana.3 La adquisición del lenguaje Necesidad, demanda, deseo La impronta significante El deseo como falta-en-ser La condición neurótica Vamos a comenzar este seminario intentando acotar aquello que para el psicoanálisis es lo singular del mundo humano, tema base que nos permitirá más adelante definir qué es el padecimiento mental, qué es lo que enferma al individuo. ¿De qué se quejan nuestros pacientes? Algunos vienen con un padecimiento muy localizado, con un dolor físico, con un síntoma que ha cogido una parte del cuerpo. Ya han transitado por distintos especialistas médicos que le han dicho: “no tienes nada”, ó “son los nervios, el estrés” ó “es psicosomático”. En otros casos el padeci- miento se manifiesta en ideas que torturan obsesivamente, o en ac- tos, tics o rituales que se le sobre-imponen compulsivamente y de los que no puede responder. Traen distintos síntomas localizados en el cuerpo, o en la mente, o en la acción. Y fundamentalmente, aquellos sufrimientos que son, dicen, ocasionados por el otro: el otro del amor, o de los celos, o del odio. Los psicólogos bien pensantes dirán que estos trastornos obedecen a que estos individuos han perdido la “adaptación a la función normal, a la función natural”. Y aquí está la trampa: dar por sentado que el ser humano obedece a patrones de conducta natu- rales. Por el contrario, la singularidad del mundo humano a nivel de su funcionamiento psíquico es haber perdido lo natural. Se supone 3 Benjamín, Walter, Sobre el lenguaje en general y sobre el lenguaje de los hombres, pág.99 13

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