Madrid, agosto de 1980. Rodrigo Pascual es un joven ex inspector de policía reconvertido en investigador privado quien, tras una desastrosa racha de infortunios ejerciendo como tal, decide abandonar la aventura detectivesca para dar un giro radical a su vida. Justamente en el momento que echa el cerrojo a su destartalado despacho, aparece de manera repentina una anciana llegada desde Sevilla para rogarle encuentre el paradero de su nieta, una jovencísima doctora de nombre Pilar Brackenbury, desaparecida sin dejar el mínimo rastro en un pueblo de la serranía abulense.