Annie había regresado a Serenity con la alegría de volver a casa y la amargura de tener que hacerlo sin Tyler, su amigo de toda la vida y el hombre que le había robado el corazón. Después de que la traicionara, Annie había perdido para siempre la oportunidad de formar la familia con la que tanto había soñado.
La estrella del béisbol, Tyler Townsend, por su parte, tampoco había logrado superar su ruptura con Annie. Aunque él había sido el culpable de la separación, no quería dejar de soñar con tenerlo todo de nuevo; a su hijo, a Annie y el futuro con el que los dos habían soñado. Pero sabía que no le iba a resultar nada fácil conseguir que ella lo perdonara. A pesar de todo, era el partido más importante de su vida y estaba decidido a ganarlo.