Description:La mujer que estaba a cargo de la oficina de empleo dio un respingo y miró de nuevo al solicitante. A través de los gruesos cristales de sus gafas, con montura negra, vio a un hombre joven, fornido, anchísimo de hombros, de casi un metro noventa y de rostro feo, pero enormemente atractivo. Mabel Trutloe esbozó una tímida sonrisa. Philo Dennison sonrió también. —En todos los asuntos de crímenes, cine o novela, el mayordomo es siempre el asesino —añadió jovialmente. —Ah, busca un empleo de mayordomo.