La crítica de Wittgenstein a la noción de tiempo de Agustín de Hipona Héctor Hoyos Ayala D F EPARTAMENTODE ILOSOFÍA D N° 25 OCUMENTO HØctor Hoyos Ayala, fil(cid:243)sofo, Universidad de los Andes DOCUMENTOS CESO N° 25 LA CRÍTICA DE WITTGENSTEIN A LA NOCIÓN DE TIEMPO DE AGUSTÍN DE HIPONA © HÉCTOR HOYOS AYALA. 2002 © EDICIONES UNIANDES. 2002 COORDINACIÓN EDITORIAL: CÉSAR TOVAR DE LEÓN EDICIONES UNIANDES CARRERA 1 N° 19-27 APARTADO AÉREO 4976 BOGOTÁ, COLOMBIA PBX: 3394949 - 3394999. FAX: EXT. 2158 CORREO ELECTRÓNICO: [email protected] ISSN: 1657-4508 IMPRESO EN COLOMBIA/XEROX DE COLOMBIA S.A. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en su todo ni en sus partes, ni registrada en o trasmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma o por ningún otro medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editoral. C ONTENIDO INTRODUCCIÓN 5 2. CRÍTICAS DE WITTGENSTEIN A AGUSTÍN 28 1. LENGUAJE Y TIEMPO EN AGUSTÍN 6 2.1 LA CRÍTICA A LA TEORÍA DE LENGUAJE DE AGUSTÍN COMO MARCO DE LA CRÍTICA 1.1 LENGUAJE 6 A SU NOCIÓN DE TIEMPO 29 1.1.1 Concepción del lenguaje 2.2 MENCIONES EXPLÍCITAS EN CONTRA en las Confesiones 6 DE LA NOCIÓN AGUSTINIANA DE TIEMPO 38 1.1.2 Lenguaje y memoria 9 2.2.1 En el Cuaderno azul 38 1.1.3 Algunas precisiones a la teoría 2.2.2 En las Investigaciones filosóficas 44 del lenguaje a partir del De magistro 12 2.2.3 En la Gramática filosófica 50 1.1.4 Observaciones finales sobre la teoría 2.2.4 En el Cuaderno marrón 52 agustiniana del lenguaje 14 CONCLUSIONES 61 1.2 TIEMPO 15 1.2.1 Tiempo como negación de eternidad 15 BIBLIOGRAFÍA 63 1.2.2 Aporía del tiempo 16 1.2.3 Tiempo y movimiento 17 1.2.4 Exégesis de CF XI, 26 ss 20 1.2.5 Algunas posibles consecuencias de la noción agustiniana de tiempo 26 1.3 CONCLUSIONES SOBRE LA RELACIÓN ENTRE TIEMPO Y LENGUAJE 28 A 1 BREVIATURAS UTILIZADAS BB The Blue and Brown Books CAM Cuadernos azul y marr(cid:243)n CF Confesiones DM De magistro DT De trinitate GF GramÆtica filos(cid:243)fica IF Investigaciones filos(cid:243)ficas TLP Tractatus Logico-Philosophicus Z Zettel 1 Véase la información bibliográfica completa al final, bajo el título ‘Bibliografía’. L W A CRÍTICA DE ITTGENSTEIN A LA NOCIÓN DE TIEMPO A H DE GUSTÍN DE IPONA Quid est ergo tempus? Si nemo ex me quaerat scio; si quaerenti explicari velim, nescio. Agust(cid:237)n de Hipona. CF XI, 14 Dreifach ist der Schritt der Zeit: Z(cid:246)gernd kommt die Zukunft hergezogen, Pfeilschnell ist das Jetzt entflogen, Ewig still steht die Vergangenheit. Friedrich von Schiller Spr(cid:252)che des Confucius INTRODUCCIÓN no es claro si de hecho discute contra el santo o contra diversas posiciones filos(cid:243)ficas que identifica con las El segundo Wittgenstein ve en la filosof(cid:237)a de Agust(cid:237)n suyas. En cambio, Wittgenstein s(cid:237) hace menciones de Hipona varias posiciones filos(cid:243)ficas que considera puntuales al problema del tiempo agustiniano y da pie necesario combatir. De acuerdo a Wittgenstein, la para relacionar este problema con algunos aspectos de manera en que Agust(cid:237)n trata el problema del lenguaje la cr(cid:237)tica general a Agust(cid:237)n. En esa medida, estudiar el no s(cid:243)lo llega a conclusiones erradas sino que da pie a concepto de tiempo permite disponer sistemÆticamen- confusiones en la comprensi(cid:243)n de conceptos psicol(cid:243)- te el pensamiento de Wittgenstein sobre un aspecto en gicos y a tratar de resolver por medio de una teor(cid:237)a particular, lo cual es un aporte para aclarar lo que en cuestiones que deben resolverse describiendo el uso sus obras no pocas veces se presenta fragmentariamente cotidiano de ciertos conceptos en el lenguaje. En ge- y de manera relativamente asistemÆtica. Asimismo, neral ser(cid:237)a una mala comprensi(cid:243)n de la gramÆtica de llevarÆ a caracterizar tendencias filos(cid:243)ficas que el pen- ciertos enunciados aquello que llevar(cid:237)a al santo a con- sador austriaco busca combatir, pues varias de ellas se siderar como problemÆticas, cuestiones que en reali- hacen presentes en la concepci(cid:243)n agustiniana de tiem- dad no deber(cid:237)an serlo. po. PermitirÆ tambiØn enfrentar de manera puntual a Wittgenstein con un representante de la tradici(cid:243)n filo- El problema del que se ocupa este trabajo se encuen- s(cid:243)fica que lo precede, cosa que da al tema un interØs tra dentro del marco de esta cr(cid:237)tica general de Witt- mÆs amplio que el que pueda desprenderse de estudiar genstein a la filosof(cid:237)a de lenguaje de Agust(cid:237)n y a sus a Wittgenstein por s(cid:237) solo. consecuencias. La particular manera de argumentar de Wittgenstein hace dif(cid:237)cil encontrar un asidero tex- El objetivo de este trabajo es exponer la cr(cid:237)tica de tual para justificar una lectura completa de su rechazo Wittgenstein al concepto agustiniano de tiempo. Puesto hacia la filosof(cid:237)a agustiniana, no s(cid:243)lo porque no es que el concepto de tiempo es un punto de contacto de claro en d(cid:243)nde termina el rechazo a Agust(cid:237)n y empie- varias l(cid:237)neas de investigaci(cid:243)n de la filosof(cid:237)a agustiniana za el rechazo a otros fil(cid:243)sofos, sino en general porque y asimismo es necesario tener en cuenta varios rasgos HÉCTOR HOYOS AYALA del pensamiento de Wittgenstein para entender su cr(cid:237)- elementos de la teor(cid:237)a de lenguaje agustiniana que son tica al tiempo agustiniano, tratar el tema del tiempo relevantes para entender tal argumento del tiempo. en los dos autores permitirÆ ver la confrontaci(cid:243)n entre las filosof(cid:237)as de lenguaje de Wittgenstein y Agust(cid:237)n en 1.1 LENGUAJE torno a un punto concreto. Si como hip(cid:243)tesis de traba- jo se considera que la cr(cid:237)tica de Wittgenstein al con- Un aspecto importante de la teor(cid:237)a de lenguaje de cepto de tiempo de Agust(cid:237)n se sostiene en la cr(cid:237)tica a Agust(cid:237)n es el papel que cumple en ella la referencia. su imagen del lenguaje, presentar la cr(cid:237)tica al tiempo El que las palabras refieran a algo hace parte central nos permitirÆ explicar algunos rasgos de aquella cr(cid:237)ti- de la explicaci(cid:243)n del aprendizaje del lenguaje y en ge- ca mÆs general. neral del concepto de lenguaje de Agust(cid:237)n. Para el san- to la referencia es esencial al lenguaje humano y Si bien no serÆ posible dar en este trabajo con una necesaria para su comprensi(cid:243)n. As(cid:237), las preguntas (cid:145)¿quØ propuesta de interpretaci(cid:243)n a la cr(cid:237)tica general de es el tiempo?(cid:146) o (cid:145)¿c(cid:243)mo se mide?(cid:146) van a recibir res- Wittgenstein a Agust(cid:237)n, s(cid:237) se busca ofrecer una inter- puestas marcadas por la importancia dada a la referen- pretaci(cid:243)n de la cr(cid:237)tica al concepto de tiempo en el cia en la explicaci(cid:243)n a fen(cid:243)menos del lenguaje, mÆs si marco de Østa. De ah(cid:237) que no se pretenda dar una vi- tenemos en cuenta que 1) uno de los criterios princi- si(cid:243)n completa de la cr(cid:237)tica a la teor(cid:237)a del lenguaje pales para decir que se comprende una palabra consis- agustiniana, pero s(cid:237) presentar algunos de sus elemen- te en poder identificar su referente y 2) el sentido de tos en la medida en que permiten entender la cr(cid:237)tica una palabra depende principalmente de su referente. del tiempo. Por lo menos en lo que toca al tiempo se podrÆ establecer quØ aspectos del argumento Conviene entonces echar un vistazo a la concepci(cid:243)n agustiniano son tenidos en cuenta por la cr(cid:237)tica de del lenguaje de Agust(cid:237)n. Aparte de tratar de entender Wittgenstein y c(cid:243)mo se lleva Østa a cabo. TambiØn se el importante rol que cumple la referencia en la teor(cid:237)a harÆ Ønfasis en mostrar la tesis de que esta cr(cid:237)tica debe de lenguaje agustiniana, se harÆ una presentaci(cid:243)n de entenderse en el marco de ciertos elementos de la cr(cid:237)- otros rasgos relevantes de esta teor(cid:237)a para el tema del tica a la imagen agustiniana del lenguaje, como son el tiempo. Se tendrÆ en cuenta lo que se afirma sobre el asignar a la referencia un papel demasiado importante tema en las Confesiones, y en alguna medida tambiØn en la explicaci(cid:243)n al lenguaje, el creer err(cid:243)neamente en el De magistro y en el De trinitate. que una explicaci(cid:243)n del lenguaje debe llegar a unas pocas leyes generales que se aplican en muchos casos 1.1.1 Concepción del lenguaje en las o el dejarse llevar por falsas analog(cid:237)as entre distintos Confesiones juegos de lenguaje. Un conocido fragmento de la Confesi(cid:243)n I presenta varios aspectos de la teor(cid:237)a de lenguaje agustiniana. 1. L A ENGUAJEYTIEMPOEN GUSTÍN (i) As(cid:237), pues, cuando Østos [los mayores] nom- Agust(cid:237)n se ocupa del tiempo en pocos lugares de su braban alguna cosa, (ii) fijÆbala yo en la memo- obra, pero su concepci(cid:243)n de Øste ha inspirado muchas ria, (iii) y si al pronunciar de nuevo tal palabra pÆginas en la literatura filos(cid:243)fica posterior, incluyen- mov(cid:237)an el cuerpo hacia tal objeto, entend(cid:237)a y do algunas de Wittgenstein. Su concepto de tiempo es coleg(cid:237)a que aquel objeto era el denominado con tanto mÆs interesante cuanto extraæo: sostiene que el la palabra que pronunciaban, cuando lo quer(cid:237)an tiempo es algo primordialmente psicol(cid:243)gico. Esta in- mostrar. (iv) Que Østa fuese su intenci(cid:243)n s(cid:243)lita conclusi(cid:243)n, y los argumentos que la sostienen deduc(cid:237)alo yo de los movimientos del cuerpo, en la Confesi(cid:243)n XI, serÆn el objeto de estudio de la que son como las palabras naturales de todas las segunda parte de este cap(cid:237)tulo. Antes es necesario, a gentes, y que se hacen con el rostro y el guiæo de partir de las Confesiones I y X, y en menor medida de los ojos y cierta actitud de los miembros y tono otros textos, hacer una breve explicaci(cid:243)n de algunos de la voz, (v) que indican los afectos del alma 6 DOCUMENTOS CESO 25 LA CRÍTICA DE WITTGENSTEIN A LA NOCIÓN DE TIEMPO DE AGUSTÍN DE HIPONA para pedir, retener, rechazar o huir alguna cosa. Tras algunos intentos fallidos, el niæo comenzar(cid:237)a a (vi) De este modo, de las palabras, puestas en reconocer, partiendo del reconocimiento natural de varias frases y en sus lugares y o(cid:237)das repetidas un signo ostensivo (apuntar hacia algo, inclinar el cuer- veces, iba coligiendo yo poco a poco los objetos po hacia ello, trazar en el aire su contorno con las que significaban y, vencida la dificultad de mi manos, etc.), que el vocablo (cid:145)perro(cid:146) se refiere al objeto lengua, comencØ a dar entender mis quereres que tiene enfrente. por medio de ellas. (I,8,13) [Los nœmeros son Se ve as(cid:237) la importancia de la relaci(cid:243)n entre la m(cid:237)os.] ostensi(cid:243)n y el nombrar para el aprendizaje y enseæan- Casi todo este fragmento serÆ citado por Wittgenstein za del lenguaje verbal. El nombrar sin embargo no en el primer aforismo de sus Investigaciones filos(cid:243)fi- s(cid:243)lo serÆ importante en la adquisici(cid:243)n de un lenguaje cas. MÆs adelante habrÆ ocasi(cid:243)n para hacer observa- verbal, sino que es parte de algo esencial a todo len- ciones sobre c(cid:243)mo el fil(cid:243)sofo austriaco expone con guaje: todo lenguaje tiene signos que refieren a algo, y mÆs atenci(cid:243)n unos aspectos del argumento agustiniano en el lenguaje verbal los nombres son esos signos. En que otros. Por lo pronto se estudiarÆ el significado del el ejemplo, tanto el acto de seæalar (lenguaje gestual) fragmento en el contexto del pensamiento del obispo como el vocablo (cid:145)perro(cid:146) (lenguaje verbal) son signos de Hipona. para referirse al animal2. Ahora bien, es claro que el perro espec(cid:237)fico al que se seæala en ese ejemplo no Agust(cid:237)n habla acÆ del aprendizaje de un lenguaje ver- basta para explicar el sentido del signo (cid:145)perro(cid:146), pues de bal. De acuerdo a la cita, Øste se fundamenta en los lo contrario el niæo podr(cid:237)a tener problemas en enten- siguientes factores: el contacto constante con hablan- der cosas como que un pastor alemÆn y un pequinØs tes del lenguaje (cid:150)los mayores-(i y vi), la intervenci(cid:243)n puedan ambos ser perros, o bien tendr(cid:237)a que voltear a de la memoria (ii), la ostensi(cid:243)n (iii), la existencia de mirar el œnico can que asocia con el vocablo (cid:145)perro(cid:146) un lenguaje gestual natural previo al lenguaje verbal cada vez que quisiera reconocer uno de estos anima- (iv) y el que a travØs del lenguaje gestual o verbal pue- les. Es necesario que haya una imagen de perro guar- dan expresarse los (cid:145)afectos del alma(cid:146) (v). Se dirÆn a dada en el alma del niæo, de tal manera que pueda continuaci(cid:243)n algunas cosas a prop(cid:243)sito de cada uno de servir de referente sin que haya que remitirse toda vez estos factores y de c(cid:243)mo conforman aspectos espec(cid:237)fi- a un objeto en el mundo. En el futuro, cuando el con- cos de una teor(cid:237)a del lenguaje. fundido niæo vea por primera vez un dÆlmata y pre- gunte si es un bal(cid:243)n de fœtbol, podrÆ entender cuando Un primer elemento que se destaca es que para Agust(cid:237)n los mayores le digan que es un (cid:145)perro(cid:146), ya que podrÆ el lenguaje verbal es aprendido por repetici(cid:243)n, gracias asociar lo que ve con su imagen de perro, en lugar de al papel de la memoria y del nombrar. Si bien el len- su imagen de bal(cid:243)n de fœtbol. guaje verbal es aprendido y es gracias a los mayores que Øste se puede aprender, es debido a un lenguaje El nombrar tiene as(cid:237) el importante rol de referir a las natural previo que es posible comunicarse con Østos imÆgenes de los objetos, las cuales cada hombre guar- en primera instancia, y ese lenguaje natural es de tipo da en su memoria. Dice Agust(cid:237)n: (cid:147)en efecto: nombro gestual. ¿C(cid:243)mo podr(cid:237)a algo tan sencillo como el len- la piedra, nombro el sol, y no estando estas cosas pre- guaje gestual de un niæo dar paso al complejo lenguaje sentes a mis sentidos, estÆn ciertamente presentes en verbal? Gracias a la ostensi(cid:243)n, esto es, al seæalar. El mi memoria sus imÆgenes(cid:148) (CF X 16,24). Si no fuera niæo reconoce un signo ostensivo tal que pone en rela- por signos como los nombres, no podr(cid:237)a el lenguaje ci(cid:243)n un vocablo con un objeto, y de esa manera puede ser un veh(cid:237)culo para que dos almas se pusieran de acuer- enriquecer su lenguaje. Esto puede entenderse mÆs fÆ- do, para que puedan expresarse los (cid:145)afectos del alma(cid:146) a cilmente mediante un ejemplo. Sup(cid:243)ngase que se le estÆ enseæando al niæo a decir (cid:145)perro(cid:146). Se emplea un 2 “Estamos, pues, ambos conformes en que la palabras son sencillo signo gestual como extender el (cid:237)ndice hacia el signos. –Lo estamos. –Y bien, ¿puede el signo ser signo sin objeto, al tiempo que se pronuncia el nombre (cid:145)perro(cid:146). representar algo? –No lo puede.” (DM 3 (II)) 7 HÉCTOR HOYOS AYALA travØs del lenguaje (v). En esa misma medida, la me- de dar pie a la lectura de Bearsley, antes de introducir moria ocupa una posici(cid:243)n central en esta teor(cid:237)a del un tØrmino como (cid:145)lenguaje privado(cid:146) para describir a lenguaje. Tener presentes las imÆgenes de lo nombra- Agust(cid:237)n, es preferible tener en cuenta que (cid:145)la palabra do permite que pueda haber aprendizaje, compren- en el coraz(cid:243)n(cid:146) si bien podr(cid:237)a pertenecer a una suerte si(cid:243)n y lenguaje verbal3. Aprendizaje por lo ya dicho, de lenguaje mental, puede ser tambiØn otra manera de comprensi(cid:243)n porque si el adulto y el niæo logran en- hablar de los referentes que guarda la memoria y de su tenderse al decir (cid:145)mesa(cid:146) es porque ambos tienen imÆ- papel en la comunicaci(cid:243)n. AdemÆs, no hay que pasar genes en su memoria; y lenguaje porque para que Øste por alto que Agust(cid:237)n considera que la (cid:145)palabra del co- exista y funcione necesita haber sido aprendido y po- raz(cid:243)n(cid:146) no pertenece a lenguaje alguno, lo que incluir(cid:237)a der generar comprensi(cid:243)n. a un lenguaje mental. De este modo, cuando se dice que es necesario asignarle un signo (externo) a la (cid:145)pa- Con respecto a (v) cabe aæadir que existen menciones labra del coraz(cid:243)n(cid:146) para que otros la entiendan, no ne- al respecto en otros lugares de la obra de Agust(cid:237)n. En cesariamente se estar(cid:237)a tratando de la traducci(cid:243)n de su De trinitate por ejemplo, Agust(cid:237)n dice que (cid:145)ser(cid:237)a un lenguaje a otro. En cambio, podr(cid:237)a pensarse que peor vivir en sociedad a vivir en soledad si los hom- puesto que nadie aparte de s(cid:237) mismo y Dios pueden bres no pudieran mezclar sus pensamientos a travØs de mirar en el alma y ver directamente a quØ se estÆ ha- la conversaci(cid:243)n(cid:146) (si cogitationes suas conloquendo non ciendo referencia, entonces si se quiere que alguien misceant) (DT X,1,2). En ese mismo libro se sugiere mÆs entienda es necesario recurrir a un signo que pue- que el lenguaje es algo que permite que los hombres da referir a aquello que se quiere mostrar. Sea que compartan su mundo interior y sus emociones. Se afir- Bearsley tenga raz(cid:243)n y se deba pensar que propiamen- ma tambiØn que el lenguaje que comparten los hom- te hay un lenguaje mental en Agust(cid:237)n o no, es cierto bres expresa lo que cada hombre tiene ya en el (cid:145)lenguaje que si una palabra como (cid:145)perro(cid:146) logra comunicar algo de su coraz(cid:243)n(cid:146). es porque quien la pronuncia parte de la imagen que tiene en el alma, y porque quien la escucha asocia el Informado el pensamiento por la realidad co- sonido con una imagen en su propia alma. De esta nocida [Formata cogitatio ab ea re quam scimus], manera, el lenguaje sirve para indicar no s(cid:243)lo los (cid:145)afec- es verbo lo que decimos en nuestro coraz(cid:243)n tos del alma(cid:146) (affectiones animi) sino en general los [verbum est quod in corde dicimus], verbo que contenidos del alma. no es griego, ni latino, ni pertenece a idioma [lingua] alguno conocido; pero siendo preciso Puede verse as(cid:237) que el pÆrrafo antes citado de las Con- hacerlo llegar a conocimiento de aquellos con fesiones sugiere una visi(cid:243)n espec(cid:237)fica de quØ sea el quienes hablamos, se emplea un signo que ex- lenguaje, c(cid:243)mo opera, c(cid:243)mo se enseæa, y cuÆl sea su presa nuestra palabra interior. (DT XV,10,19) origen4. Memoria, ostensi(cid:243)n y referencia son elemen- tos que operan juntos en el adiestramiento propio del El lenguaje que comparten los hombres es por as(cid:237) de- aprendizaje del lenguaje, y tambiØn son elementos que cirlo un puente entre el alma de cada uno y el mundo describen la naturaleza de ese lenguaje. Si apunto con exterior. Patrick Bearsley concluye a partir de esta mi dedo (cid:237)ndice hacia una mesa y pronuncio la palabra misma cita que en la teor(cid:237)a de lenguaje agustiniana (cid:145)mesa(cid:146), entonces querrØ enseæar el significado de la puede sostenerse que las expresiones verbales son tra- ducciones de sentimientos internos, que la teor(cid:237)a de lenguaje del santo permitir(cid:237)a hablar de un lenguaje 4 Refiriéndose al mismo fragmento, dice Alfonso Rincón: privado y de uno pœblico, y que el segundo depender(cid:237)a “contra la opinión de varios críticos de San Agustín [entre del primero (Bearsley 235). Si bien el fragmento pue- quienes incluye a Wittgenstein], este texto no pretende presentar una teoría completa del lenguaje, sino hacer, más bien, una descripción de la conducta del niño a partir de observaciones cuidadosas” (106). Se podría responder sim- 3 “No podemos hablar de manera alguna si no fijamos la plemente que si bien no se presenta una teoría completa del atención, al oír las palabras, en aquello que significan.” DM lenguaje, este aprendizaje sí supone varios aspectos de una 21 (VIII). teoría del lenguaje. 8 DOCUMENTOS CESO 25 LA CRÍTICA DE WITTGENSTEIN A LA NOCIÓN DE TIEMPO DE AGUSTÍN DE HIPONA palabra, no s(cid:243)lo porque esa sea una manera posible de La teor(cid:237)a referencialista de Agust(cid:237)n recurre por lo enseæÆrselo al niæo sino porque al depender el signifi- menos en dos momentos a la referencia como fuente cado de una palabra de su referencia, dependerÆ tam- de explicaci(cid:243)n al lenguaje: al nivel de la imagen del biØn la comprensi(cid:243)n de esa palabra de que se pueda alma y al nivel del objeto (cuando se seæala directa- establecer un referente vÆlido asociado a ella. Al ense- mente a un perro para enseæar la palabra (cid:145)perro(cid:146)). æar no s(cid:243)lo enseæo las palabras, sino lo que es mÆs Ambos niveles pueden coordinarse, ya durante el adies- importante, indico objetos a partir de los cuales pue- tramiento en la comprensi(cid:243)n de las palabras (cid:150)en don- den encontrarse imÆgenes del alma que sirvan como de el niæo ajusta una imagen del alma al objeto que ve- referentes a las palabras. o en otros casos6. Se puede decir entonces que el significado depende de 1.1.2 Lenguaje y memoria la referencia, en la medida en que si no me hago a una imagen de ciertos objetos no podrØ entender los signos Se ve as(cid:237) que el peso de la teor(cid:237)a de lenguaje agustiniana asociados a ellos, y asimismo en la medida en que si cae entre otros aspectos sobre la referencia y la memo- tengo imÆgenes de los objetos es porque de alguna ria. Sobre c(cid:243)mo entiende Agust(cid:237)n la referencia ya se manera (ya a travØs de la introspecci(cid:243)n o de la expe- ha dicho algo. ¿CuÆn confiable es la memoria para riencia sensorial) he visto los objetos a los que estas retener los referentes y ser garante de comprensi(cid:243)n? imÆgenes hacen referencia. La referencia es esencial Responder a esta pregunta permitirÆ notar que la teo- para que un signo pueda tener un significado, tanto en r(cid:237)a de lenguaje de Agust(cid:237)n estÆ relacionada con su psi- el sentido en que una palabra refiere a la imagen del colog(cid:237)a o teor(cid:237)a del alma. Esta relaci(cid:243)n es de interØs alma ((cid:145)perro(cid:146) es un signo que (cid:145)apunta(cid:146) a mi imagen) para este trabajo, pues tal relaci(cid:243)n permite entender como en el que esas imÆgenes pueden estar por objetos mejor el que a partir de una reflexi(cid:243)n sobre el lenguaje (puedo comparar una cierta imagen que tengo con un y el uso de expresiones temporales se llegue a una no- dÆlmata que pasa por ah(cid:237)). (cid:145)Referir(cid:146) es (cid:145)volver a traer(cid:146) ci(cid:243)n del tiempo como algo psicol(cid:243)gico. (re-fero), re-presentarse algo. As(cid:237), los signos re-pre- La memoria es una facultad del alma que tiene am- sentan los objetos. plios atributos en la filosof(cid:237)a del santo. Tan grande es Dada la importancia que le da Agust(cid:237)n a la referencia esa facultad que en cierto sentido es inabarcable. tanto para el aprendizaje del lenguaje como para la Grande es esta virtud de la memoria, grande so- comprensi(cid:243)n de su naturaleza, en este trabajo se dirÆ bremanera, Dios m(cid:237)o, Penetral amplio e infini- que la teor(cid:237)a agustiniana es (cid:145)referencialista(cid:146). En esa to. ¿QuiØn ha llegado a su fondo? Mas, con ser medida puede ser pr(cid:243)xima a otras teor(cid:237)as de lenguaje esta virtud propia de mi alma y pertenecer a mi que comparten la creencia de que se debe asignar a la naturaleza, no soy yo capaz de abarcar totalmente referencia un rasgo central en la explicaci(cid:243)n del len- lo que soy. (CF X,8,15) guaje5. 6 Se ha simplificado la teoría referencialista de Agustín. Po- dría hablarse de otros niveles de referencia, por ejemplo a partir de CF X, 15, 23. Allí sostiene el santo que en el alma no hay imágenes de pasiones como la tristeza, el deseo, la alegría o el miedo sino que están allí las pasiones mismas, es 5 Creencia con la que como se verá, el segundo Wittgenstein decir que el alma no trata con imágenes sino con los objetos está muy en desacuerdo. Si puede decirse que las posiciones mismos. En otros apartes de la misma Confesión dice tam- tanto de Russell como de Frege y del Tractatus Logico- bién que los objetos matemáticos y los de las artes liberales Philosophicus se suscriben en alguna medida a esa creencia, residen por sí mismos en la memoria. Podría pensarse que podría encontrarse en ese parecido una razón a por qué por estas clases de objetos ocupan un nivel distinto de referen- momentos Wittgenstein identifica la posición de Agustín cia al de otros objetos o imágenes de objetos. De todos con aquéllas: “Mi antiguo concepto de significado tiene su modos, la teoría de lenguaje de Agustín no dejará por ello de origen en una filosofía primitiva del lenguaje –San Agustín ser una teoría referencialista, en la medida en que de una u sobre el aprendizaje del lenguaje” GF 19. Véase también otra clase la referencia seguirá siendo un elemento central Hacker 124. en su explicación al lenguaje. 9 HÉCTOR HOYOS AYALA Recordando de alguna forma la mÆxima socrÆtica del tenerse conceptos de nada que no se estØ viviendo in- (cid:145)con(cid:243)cete a ti mismo(cid:146), para Agust(cid:237)n el alma y en parti- mediatamente. AdemÆs, sin la memoria tampoco se cular la memoria es un lugar privilegiado para la in- podr(cid:237)a esperar algo del futuro, pues otro de sus atribu- vestigaci(cid:243)n filos(cid:243)fica. En ella hay verdades que el tos es dar capacidad de expectaci(cid:243)n, cosa que en el mismo hombre aœn no ha expugnado7, pues al parecer ejemplo permitir(cid:237)a suponer c(cid:243)mo serÆ la trayectoria el yo no tiene acceso a todas las partes de la memoria. que todav(cid:237)a le falta por recorrer al proyectil. Con base Tanto mÆs plausible es que la memoria pueda tener los en lo que recuerdo, sØ a quØ atenerme: (cid:147)en virtud de referentes para las palabras, cuanto consideramos que las experimentadas [cosas], las cuales, cotejÆndolas con para el santo incluso Dios puede encontrarse all(cid:237): las pasadas, infiero de ellas acciones futuras, aconteci- mientos y esperanzas, todo lo cual lo pienso como pre- He aqu(cid:237), pues, que tengo en m(cid:237) prestos un cuer- sente.(cid:148) (CF X,8,14). La memoria es as(cid:237) por varias po y un alma; la una, interior; el otro, exterior. razones condici(cid:243)n indispensable del discernimiento. ¿Por cuÆl de Østos es por donde deb(cid:237) yo buscar a mi Dios, a quien ya hab(cid:237)a buscado por los cuer- En la memoria se encuentran las imÆgenes de los ob- pos desde la tierra al cielo, hasta donde pude jetos, imÆgenes que como se mencion(cid:243) son necesarias enviar los mensajeros rayos de mis ojos? Mejor, para que el lenguaje tenga sentido de acuerdo a la teo- sin duda, es el elemento interior, porque a Øl es r(cid:237)a referencialista de Agust(cid:237)n. Contrario a lo que po- a quien comunican sus noticias todos los men- dr(cid:237)a pensarse a partir del argumento del aprendizaje sajeros corporales, como a presidente y juez ((cid:133)) ostensivo del lenguaje, estas imÆgenes no se forman (CF X,6,9) necesariamente a partir de las impresiones de los sen- tidos, como una suerte de abstracci(cid:243)n suya. Por el con- No es s(cid:243)lo por su vastedad o divinidad que tan extraor- trario, sostiene Agust(cid:237)n que hay imÆgenes que ya estÆn dinaria facultad puede contener los referentes y ser as(cid:237) en el alma. En un argumento que recuerda la anamnesis garante de la comprensi(cid:243)n. La memoria tambiØn tiene plat(cid:243)nica, el santo considera que cuando aprendemos un papel fundamental para la comprensi(cid:243)n. Si no es recordamos, pues el aprender puede caracterizarse por la memoria, afirma el santo, por ejemplo (cid:145)no po- como un (cid:145)poner a la mano de la memoria contenidos dr(cid:237)amos entender quØ cosa sea la salud estando enfer- suyos que se encontraban dispersos(cid:146) (CF X, 11,18). mos(cid:146). En la memoria confluyen todas las impresiones As(cid:237), cuando el maestro del ejemplo utilizado seæala el de los sentidos (nuntii corporales) y se da lugar al dis- animal y dice (cid:145)perro(cid:146), no estÆ sino instando al alumno cernimiento (CF X,10,17). Si no fuera por la memoria a que en su propia alma recuerde algo que de cierta el hombre no podr(cid:237)a discernir, ya que es en la memo- manera ya sabe, o en otras palabras, asocie lo que ve ria que se recoge lo que los sentidos presentan de ma- con la imagen que tiene extraviada en su memoria8. nera confusa. PiØnsese por ejemplo en la trayectoria Aprender (cid:145)algo nuevo(cid:146) es similar a encontrar algo per- de un proyectil. Si no se recuerdan las condiciones dido9. iniciales o cuando menos una parte del movimiento, no se podr(cid:237)a discernir c(cid:243)mo es la trayectoria. Si no se No hay ocasi(cid:243)n en este trabajo para profundizar en los recordara lo que pas(cid:243) hace un instante, dif(cid:237)cilmente se atributos de la memoria, pero conviene reiterar que podr(cid:237)a discernir (cid:145)lo que estÆ pasando(cid:146), por mÆs infor- maci(cid:243)n que provean los sentidos. Del mismo modo, 8 “Así llevamos esas imágenes en lo interior de la memoria como en el ejemplo de saber quØ es la enfermedad como testimonio de las cosas sentidas, y contemplando con estando sano, si no fuera por la memoria no podr(cid:237)a recta intención esas imágenes con nuestra mente, no men- timos cuando hablamos; antes bien, nos sirven de testimo- nio. Quien escucha, si las sintió y presenció, mis palabras no le enseñan nada, sino que él reconoce la verdad por las 7 “Tú eres, Señor, el que me juzgas; porque, aunque nadie de imágenes que lleva en él mismo (…)” DM 39 (XII) los hombres sabe las cosas interiores del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él, con todo hay algo en el 9 “Perdió la mujer la dracma y la buscó con la linterna; mas si hombre que ignora aun el mismo espíritu que habita en él; no la hubiese recordado, no la hallara tampoco; porque si no pero tú, Señor, sabes todas sus cosas, porque le has hecho.” se acordara de ella, ¿cómo podría saber, al hallarla, que era (CF X,5,7) la misma?” (CF X,18,27) 10DOCUMENTOS CESO 25
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