El poder, la nobleza y los orígenes de la gobernación europea.
Trads. Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar.
Thomas N. Bisson, catedrático emérito de Historia Medieval de la Universidad de Harvard, es uno de los más prestigiosos medievalistas actuales. La crisis del siglo XII, su libro más reciente, culminación de una vida dedicada a la investigación, es también, como él mismo ha dicho, el que puede producir más controversia, puesto que se enfrenta abiertamente a las tesis que han dominado hasta hoy en la historiografía, que hablaban no de `crisis`, sino de `renacimiento` para definir este siglo. Bisson nos muestra una Europa en la que, `de Polonia a Portugal, de Sicilia a Escocia`, los hombres se encontraban sometidos a la violencia y a la explotación de los señores: sometidos a un poder que no era `político`, sino personal y patrimonial. Bisson nos describe, por una parte, las condiciones reales que sufrían los hombres y mujeres en aquel sistema. `Esta obra maestra -ha dicho Jean-Claude Schmitt, de la École des Hautes Études en Sciences Sociales- nos permite sentir casi físicamente la opresión de los castillos, la violencia de los caballos y todo lo que significó el poder de los señores que gobernaban Europa`. Pero su aportación mayor, y sin duda aquella que va a engendrar más debates, es su afirmación de que en la Europa del siglo XII el `poder` era el violento y arbitrario de los señores, no el del gobierno ni el del feudalismo, y que fue el enfrentamiento entre las ambiciones de estos señores lo que condujo a una crisis, cuya consecuencia más importante fue el renacimiento de la justicia pública por parte de los príncipes y, con ello, la gradual reaparición del gobierno en reinos, principados y ciudades. `El poder arbitrario dejó de funcionar. Fue como consecuencia de toda una serie de crisis en el siglo XII que el gobierno se originó como un fenómeno que iba a tener continuidad en la historia de Europa`.