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La Construccion De La Arquitectura 3 La Composicion. La Estructura PDF

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LA CONSTRUCCIÓN DE LA ARQUITECTURA 3 La composición La estructura Ignacio Paricio ÍNDICE Presentación 5 0. Introducción. Geometría, construcción y arquitectura 7 Orden de la composición y pintoresquismo de la construcción 7 0.1 La estructura y la composición arquitectónica 9 0.1.1 La estructura, nueva protagonista de la composición 9 0.1.2 La ambición de un orden universal: isotropía de la composición arquitectónica 10 0.1.3 Heterogeneidad y direccionalidad de la estructura porticada 12 Un precedente faraónico 14 La síntesis de Gropius en el pabellón de la Werkbund 16 0.2 El modelo de referencia tradicional: la construcción muraria 17 0.2.1 De la cúpula a la primera flexión 17 0.2.2 El espacio entre muros y las formas de trascenderlo 19 Las basílicas sirias paleocristianas 20 El gótico catalán 21 Composición con muros perforados 22 0.3 Las discontinuidades en el diseño 24 0.3.1 Rincones, esquinas y testeros 24 0.3.2 Problema al canto 25 0.3.3 Las tres actitudes. Justificación del índice de este estudio 26 1. El rincón 29 3 1.1 La escala del espacio interior y la estructura porticada 29 1.1.1 Los grandes espacios porticados 30 La manipulación expresiva del dintel en Karnak 32 La isotropía a la altura de la vista en la mezquita árabe 33 1.1.2 Las estructuras porticadas isótropas 34 1.1.3 La localización del cerramiento 36 La localización del cerramiento en las lonjas catalanas 36 1.2 Las tres actitudes. La coherencia entre el orden estructural y el orden del espacio interior 39 La alternativa formal 40 La reabsorción de los elementos estructurales en el orden de los cerramientos 40 La alternativa explícita 42 Disociación entre orden estructural y espacio arquitectónico 42 La alternativa radical 44 La subordinación de la localización de los cerramientos al orden estructural 44 1.3 Ilustraciones 46 1.3.1 Wright y las estructuras dúctiles a la organización espacial 46 1.3.2 Le Corbusier y los elementos estructurales dúctiles a la organización espacial 50 La desaparición de la jácena 50 Los pilares de planta isótropa 52 La disociación de la estructura y los cerramientos 53 2. La esquina 55 2.1 La esquina perfecta y la materialidad de los grosores constructivos 55 La esquina dórica 56 La esquina renacentista 58 2.1.1 La esquina cóncava 61 Los claustros 62 2.1.2 La localización del cerramiento de fachada 63 La esquina contemporánea 63 2.2 Las tres actitudes. La composición 66 Problema en la esquina 66 La alternativa formal 68 Subordinación del orden estructural al orden del cerramiento 68 La alternativa explícita 70 La expresión en el cerramiento de la incidencia de los grosores constructivos 70 La alternativa radical 72 Subordinación del cerramiento al orden estructural 72 2.3 Ilustraciones 74 2.3.1 Las esquinas de Mies 74 2.3.2 Kahn 78 3. El testero 83 3.1 La sucesión de pórticos y la fachada del testero 83 4 3.1.1 Los grandes pórticos 84 Invernaderos contra hangares 85 La autonomía estructural del testero en los años veinte 86 3.1.2 Las cubiertas a cuatro aguas 88 Los artesonados españoles sin hastial 89 3.1.3 Las mallas bidireccionales. Isotropía en un espacio de gran luz 90 3.2 Las tres actitudes. El tratamiento formal y estructural del testero 93 La alternativa formal 94 Estructura del testero imitando a la estructura principal 94 La alternativa explícita 96 Tratamiento del testero como taponamiento 96 La alternativa radical 98 La isotropía estructural 98 3.3 Ilustraciones 100 3.3.1 Nervi en busca de la isotropía con el hormigón 100 3.3.2 Mies en busca de la isotropía con el acero 106 Notas 111 0. Introducción. Geometría, construcción y arquitectura Hace unos diez años me comprometí en el cumplimiento de un plan para esta Está compuesto [el oficio] de tradición acumulada, lo pequeña trilogía, según el cual a este tomo le corresponde una aproximación a mantiene vivo el orgullo individual, lo hace exacto la las relaciones entre la composición arquitectónica y la técnica constructiva. El opinión profesional, y, como en las artes más nobles, lo índice vitrubiano encomendaba a este tercer texto la venustas, y por lo tanto nos estimula y sostiene el elogio competente, J. Conrad1. interesaremos por las dificultades que plantean las contradicciones entre el rigor geométrico de la composición arquitectónica y la intransigente contundencia for- mal de la buena construcción. Lo cierto es que las ideas que se van a exponer aquí no son fruto de la disciplina en el sistemático desarrollo del plan preconcebido -algo para lo que me siento totalmente inexperto- sino que han ido resultando de diversas reflexiones al hilo del trabajo profesional o de la actividad académica. Sólo con esas ideas en avan- zado estado de gestación se ha hecho evidente la convergencia de intereses y contenidos con las intenciones del aplazado y prometido tercer tomo de esta serie. También es cierto que el campo de estudio era muy amplio y que este librito sólo se enfrentará con algunos aspectos de uno de los posibles apartados del tema. Al aproximarme a un edificio o sistema constructivo siempre me ha sido útil seguir dos recorridos: el de las cargas y el de las aguas. Se trata de acompañar las 7 cargas en su descenso por bóvedas, contrafuertes, forjados y pilares... hasta el tflaaesyrr aerennlcoaa,c soio, dnaeelf sés ieezganurtreiers a,c oglamusap raodgsauipcaoisól vneo nys scyuo nvaise vtrretueccaecgsióu lnaa bse.e sTrtíaan mtdicobobié lrene capoparrrroaidx oeim sptaoecr i eóvsnet nuptdaairnoea cdsee, Introducción adecuada. Es decir, que podrían tratarse dos grandes temas: la composición y la estructura por una parte; y la composición y la estanqueidad, por otra. Pues bien, este tomo tratará sólo del primero de ellos. Así, aún queda la puerta abierta, como en los grandes seriales, para un tercer tomo bis que, si sigo contan- do con el favor del lector, estudiaría algunos aspectos de la composición en fun- ción de la conducción de las aguas. Orden de la composición y pintoresquismo de la construcción Antes de entrar en materia quizás debo aclarar cuál es en este texto el valor de la tradición. Las ingeniosas interpretaciones de la historiografía del racionalismo constructivo, desde Viollet a Choisy, ya nos han desvelado el origen constructivo de la mayor parte de los elementos compositivos. Lo que también sabemos es que esa forma técnica es insuficiente y que cada época la ha sublimado con una elaboración culta que generalmente tiene sus modelos en la abstracción geométrica. Así, la arquitectura pintoresca queda en evidencia, a la vez, por su eficacia constructiva y por cierto abigarramiento formal. La asimilación culta de la innovacion técnica no es inmediata. No me estoy refi- riendo al correcto uso de ciertas técnicas elementales sino a la asimilación de novedades tan significativas como la difusión universal de la estructura porticada. Considero que cien años no es mucho tiempo para la asimilación compositiva definitiva de una innovación tan sustancial. Las radicales propuestas del Movimiento Moderno no resolvieron definitivamen- te, como intentaremos demostrar, las relaciones entre estructura y cerramiento. El problema sigue abierto y este texto intentará aportar algún orden a su plantea- miento. La velocidad de cambio de la técnica deja hoy poco campo al consenso en su asimilación compositiva. Ese proceso de asimilación sería más fácil si los arqui- tectos tuviésemos la costumbre de volver sobre nuestros edificios, comprobar el éxito de las soluciones utilizadas, por nosotros y nuestros compañeros, y reunir esas soluciones en una ordenada codificación de recursos. Este proceso es el que durante siglos ha ido decantando el oficio profesional. Intentaremos dar una visión del oficio de la arquitectura inserto en el mundo con- temporáneo pero consciente de su deuda con la tradición. Nos dedicaremos al estudio de los temas que a lo largo de la historia han caracterizado los aspectos de oficio en el ejercicio de la profesión de arquitecto: cómo giran las fachadas en las esquinas, cómo disponer los pilares respecto a los cerramientos, cómo rema- tar los testeros de los edificios... La cita de Conrad que abre esta introducción, aunque referida al oficio del mar, nos puede guiar en la definición de ese oficio que perdemos. Nuestro oficio tam- bién está hecho de tradición acumulada aunque a veces nos sea difícil recono- cerlo. En este texto nos volveremos continuamente hacia la historia para enten- 8 der la atemporalidad de los problemas más importantes de nuestro trabajo. Introducción Nbdeaubjeoes ratírdaoem ocofuisca isodoo tma yme ptberieérncnoi sssoe c, soconos tmteiejáansde oc go prnaoficra ianlasz aoa ply oi nqróugneu ldlpoer oibnfeedrsiíviaoidmnuaoals.l, eOexlp poionrgnióuenlrl oca o dlnae lm qtruáaes- libertad. Pero todo ello hoy sólo puede ejercerse desde una tipificación de conocimientos, desde una reconsideración ordenada de nuestra experiencia, y esa reconsideración -feed-back dirían los anglosajones- está muy abandonada. A adelantar por este camino de la ordenación de la experiencia, de la codificación de la tradición va a dedicarse este trabajo. 0.1 La estructura y la composición arquitectónica La estructura ha sido el catalizador de una arquitectura; pero debe advertirse que la propia estructura se ha convertido en arquitectura, que la arquitectura contem- poránea es casi inconcebible sin ella, C. Rowe2. 0.1.1 La estructura, nueva protagonista de la composición El gran acontecimiento de la arquitectura..., cuando se fueron los muros y vinie- ron las columnas, L.Kahn3. El aspecto que caracteriza a la arquitectura contemporánea y la distingue radical- mente de la tradición constructiva es la diferenciación de la estructura portante respecto a los elementos conformadores del espacio. La difusión de las estructu- ras, de acero primero y de hormigón después, provocó a principios de este siglo unos problemas proyectuales nuevos que todavía no han sido plenamente asimi- La casa Tugenhadt (Mies van der Rohe) lados por la composición arquitectónica. La crítica arquitectónica ha considerado los apartamentos de la calle de Franklin, de Perret, como la primera opción consciente del papel independiente de la es- tructura porticada en la concepción del edificio. A partir de ese momento, y en la mejor arquitectura, la estructura es garante del orden y vertebradora de la com- posición; como señala C. Rowe:....en la arquitectura contemporánea, la estructu- ra ha pasado a detentar el papel que en la antigüedad clásica y el Renacimiento tuvo la columna 4. En el mismo sentido y aun más explícitamente, Moneo afirma que a la estructura 9 van confiados los parámetros clásicos como la proporción, la medida; al cerra- miento, la decoración 5. Pero esta estructura protagonista aporta un orden propio Introducción Apartamentos en la calle de Raynouard (A. Perret) que no se inserta naturalmente en el orden establecido por la composición arqui- tectónica. Una composición heredada de, y generada por, la construcción de grue- sos muros, de macizos homogéneos en la que los espacios podrían imaginarse como vaciados en la masa edificada. Construcción y composición se generan y sostienen mutuamente en la arquitec- tura muraria, desde Babilonia hasta los edificios residenciales del XIX, pero sus relaciones se erizan de obstáculos cuando los muros son sustituidos por estruc- turas porticadas. Este texto se dedicará a estudiar las tensiones que plantea la convivencia de ambos órdenes, el de la construcción estructural y el de la compo- sición arquitectónica. 0.1.2 La ambición de un orden universal: isotropía de la composición arquitectónica El marco en el que se mueve este trabajo es el de una arquitectura culta, no pintoresca, cuya característica principal es la voluntad de orden, de control geomé- trico de la forma, de referencia a las más elementales abstracciones; como ob- serva Banham: En esa combinación entre lo ordinariamente funcional y lo univer- Templos de planta central, según Serlio salmente abstracto hay una osadía que resulta inquietante. No obstante, es una osadía que constituye la esencia de la sensibilidad moderna 6. Este trabajo parte de una hipótesis que se supone aceptable: el orden universal al que aspira la composición arquitectónica culta a lo largo de la historia tiene un 10 componente constante que puede ser resumido en un concepto físico: la isotropía. El sometimiento de las leyes de generación de la forma a una interpretación con- Introducción cpmrlaaenntatea,r aaa u hpnoaqmrutoeirg dméenu eysa ul i ybd rreees,g audrlreao rll laoy creeongn ud rlieavsreipdrseaacdst o yd aier ella cesc qimouniisliebmsr aio-sp: olleary lecoos m.nceenpocsió dno sd-e dlae La historia de la arquitectura ha constatado una polaridad de la composición ar- quitectónica monumental hacia la planta central o, por lo menos, la planta con más de una simetría axial. Este aserto es cierto para todos los tipos monumen- tales de la historia, pero también para todos los momentos en los que las formas más elementales de la geometría han sido reinvidicadas como base de la compo- sición. No será necesario repetir aquí los argumentos expuestos en innumerables textos de crítica arquitectónica que han asociado la planta central, la envolvente cilíndri- ca o la construcción cupulada a la concepción de lo sagrado. Las referencias a la Domus Aurea neroniana como imagen de la bóveda celestial 7 o la trascendencia del Panteón de Adriano 8 en la historia de la composición han sido exhaustivamente tratadas. Nuestra retina conserva los esquemas que resumen estos análisis, des- de Serlio y Leonardo hasta Wittkover y Frank. Plantas de iglesia del s. XVIII, agrupadas por Pero la isotropía es también una característica de las construcciones de gran L. Benévolo extensión horizontal con estructuras de menor luz que pautan su espacio forman- do una retícula indiferenciada en la planta y en la percepción del espacio. Tem- plos egipcios, mercados romanos, mezquitas árabes, atarazanas medievales o espacios industriales decimonónicos podrían ilustrar esta ordenación isótropa del espacio. Algunas arquitecturas han llevado su isotropía a formas de una perfección y ri- queza insospechadas. Por ser menos conocidas citaré las maravillas geométricas de la arquitectura mongol. Durante los siglos XVI y XVII los emperadores timures construyeron, en el actual Afganistán y en el norte de la India, los más exquisitos palacios con las plantas más ordenadas e isótropas de la arquitectura universal. Si Fatehpur Sikri constituye el momento clásico de esta arquitectura (1550-70), el Taj Mahall (1632-43) ofrece su expresión más espectacular 9. Cada esfuerzo renovador de la composición ha reivindicado la isotropía de la planta y de la imagen exterior del edificio como cualidad asociada a la monumentalidad. No es necesario citar a los arquitectos iluministas o al ilumina- do Le Corbusier joven para evidenciarlo. Ese orden que se expande en las dos direcciones de la planta ha sido también el objetivo de la mayor parte de los arquitectos que admiramos. Obras de Terragni, Asplund, Wright y tantos otros irán apareciendo a lo largo de este texto. Algunos, como Foster, parecerán evolu- cionar hacia planteamientos isótropos clasicistas desde los pintoresquismos de una high-tech más exhibicionista. Otros, como Nervi, domeñarán técnicas nue- vas para hacer posible una difícil isotropía en hormigón. Otros, como Mies van der Rohe, dedicarán toda su vida en busca de la perfección isótropa de un impo- sible templo de acero y vidrio. Se podría deducir una jerarquía de plantas que gradúan la pureza isótropa según la monumentalidad deseada: la planta circular es la más perfecta que pueda ima- ginarse; la cuadrada resulta la inmediatamente preferible desde ese punto de Alzado y planta del Taj Mahall vista y la más adecuada si se introducen otros criterios como el amueblamiento, la capacidad de yuxtaposición, etc; por fin, la más convencional es la planta rec- 11 tangular, pero con un orden isótropo expresado en la geometría de sus estructu- ras y en la simetría de sus fachadas. Introducción Primera versión de la planta para la basílica de San Pedro (D. Bramante) Este texto estudiará las tensiones que se generan entre la voluntad por conseguir un espacio isótropo y las limitaciones que imponen los sistemas estructurales direccionales, los más frecuentes en la construcción contemporánea. 0.1.3 Heterogeneidad y direccionalidad de la estructura porticada Si el orden es el objetivo de esa arquitectura culta en la que nos hemos centrado, tendremos que aceptar que las dificultades se multiplican cuando los elementos que han de ser ordenados se hacen más y más heterogéneos. A la escasa variedad de elementos de cerramiento que el uso exigía en la arquitectura tradi- cional, muros o tabiques, la construcción contemporánea está añadiendo nuevos factores de heterogeneidad con la diferenciación de la estructura portante y con el diverso tratamiento constructivo que reciben los distintos tipos de cerramientos. Es evidente que el orden de la planta no ofrece el mismo tipo de dificultades en una villa renacentista realizada con obra de mampostería que en un edificio de estructura porticada con fachadas pesadas, muros cortina y tabiques ligeros. En este último cada espacio interior está envuelto por unos cerramientos de diferen- te calidad, espesor y función que hacen muy difícil la expresión de su propio carácter ordenado y su inserción dentro del orden general del edificio. El tipo estructural más utilizado hoy, el porticado, añade, a esas dificultades plan- teadas por la heterogeneidad de calidades, los problemas que se derivan de una 12 nueva heterogeneidad: la direccionalidad geométrica del pórtico. Las estructuras porticadas, que desde el cambio de siglo se han ido imponiendo en la construc- Introducción cEjáinóc enlan, aidnsitr recoucdceuilcógenan nd eedn el oll aste opcróhgroat.inc Eoiznsa, c lalioó sdn i preeislcapcraeiócsni a apll aedrregpla eennd dilfaiicc usiolea curc,n ieóaln re adsdepi casaculi o ap,n laaisnltootat rh oyap slíaatas. los techos, queda de alguna manera limitado entre pórticos. Estos dos aspectos desordenadores que introduce la estructura porticada pue- den ser afrontados con un infinito abanico de actitudes que tiene dos soluciones extremas: la radical expresión del nuevo orden constructivo y la completa sumi- sión de la estructura al orden constructivo tradicional. De la tipificación de estas actitudes en algunos problemas concretos se va a ocupar el conjunto de este trabajo. 13 Introducción Taller de Confecciones Esders (A. y G. Perret)

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