Description:Fué una endiablada concatenación de circunstancias capaz de hacer polvo todas las leyes de la probabilidad, una sucesión de casualidades tan asombrosa que en la vida de una generación quizá no se diera nunca más. El destino quiso que se diera entonces, en aquellos precisos momentos. No antes ni después. Justamente cuando debía darse. Y, cuando el destino decide jugar con las vidas de los hombres, hay que ponerse a temblar. Era el día en que Anthony Carella había quedado cesante. Voluntariamente, y con no pocas dificultades, pero cesante al fin y al cabo.