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La Ciencia Historica Del Siglo XX PDF

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LA CIENCIA HISTORICA EN EL SIGLO XX Las tendencias actuales. i Una visión panorámica y crítica del debate internacional Georg G. Iggers Presentación, adaptación y revisión den tilica de Fernando Sánchez Marcos Traducción de Cfehiens Bteg EDITORIAL LABOR, S.A. Prw nl.'inún, athiplnritm V irvi'iitíu cienliíif;i:. IVi riiiiuíii Sjíik’Ihv. Mnrcns f‘iíultKvUtn: Clfíufns HiVj; íUsriín ih’ i iiImimIíi: foitli Vrvr** I1! ¡iMcrn nlinón, l4Wü Tflnlu de ln ohrn niíj*hu»l: C.T-SC/I IK H lSVVISSr.NSC I 1 Al-1 IM 20. JAI 1K( IUNI >trRT í<í Vnmlnihtu'ds Sj Kupiivlil i‘* di* l.i rilit iim ni trnj'íi.» <,;r:íHLm.i: Hililmi.ií í.nlw, S.A, K.tmhía itr MuuImti;H, l‘* Iwijtis OKNíl t i-rdanyolii <(H Vullrs (llnrrrlniiíi) (ii upo Trlrpul'lji iii innrs ISHN: HKW-.WI-X I Vpósiío IS. M W M W ) Iniprrsti rn KMHtílí ímluslrias (¡nílicns, S.A. Lumlrrs, W -1)80.16 líAKU-l.ONA Imptvsoru l*sp;m;i - l’rtMlcd inSjmin índico l'rcscnlnción ........................................................... 7 I’iólogo n la edición española ............................¡.. 1 l Introducción .........................................................í. M ['limera parle: I,a ciein:¡a lyslóricn desde ol lilsturi- cismo clasico hasla ln hisloria como ciencia social ,,:inn!f(¡cn ................................................................ 23 1. 1:1 origen de ln historio como disciplina científica: el historicismo clásico ............................................. 24 2. Lo hisloria romo ciencia social .............................. 33 _n. I.n crisis tlel historicismo clásico'............................33 b. Ln liisioria ea>tu'iiíiico "y"sociai en Alemania-...:... 38. e. TraJiciníTCS americnníis en hisloria social ...............42 dTFfñiTdin-tes' vhnrafrs-,.T.-.T!c;.».*.,...........<19_ Sí'pumla parle: De ln ciencia social histórica al "giro lingüístico", teoría de !n hisloria e hlslor.ugrnffn en los úllimos veinte años ......................................... 59 1. f:J retorno de la nnrinliva .................................. 59 2. Teoría crílien e hisloria social. Ln cieñe, i social : histórica en la República Federal de Alemania..;.... 62 3. La ciencia histórica marxista desde el n nlcríniismo histórico hnstn In antropología crítica ................... 72 4. 1 listona de la vida cotidiana, mierohislor o y antro­ pología hislóriea, !.n puesta fn lela de juic o de la ciencia social histórica ......i.................................... R2 5. til "giro lingiiísüco". ¿lil fin tle !n hisloi.a como ciencia? ........................!........................................... 96 Consideraciones filiales........................................ 105 üpílopo a ta segunda edición alemana (í995) ..... 1 13 Notas ..................................;................................. 1 liibiiografía .........................................................'■ 129 índ ice analítico ............................-...................... 15! Presentación Escribo ilusionadamente estas breves páginas de presentación de ln edición española del pequeño y gran libro del Prof.¡Gcorg G. Iggers Gcscliidt¡:;w¡^cnschnfl im 20, ¡ulirliumieii. Estoy segt/ro de que con él lineemos un gran servicio a cuantos se interesan, en ¡el mundo hispánico, no sólo por el estatuto epistemológico de la historia, sino también por la relación entre el discurso histórico y los cambiantes contextos sociocullurales y sociopolílicos en los que éste se ha desarrollado a 1o largo del siglo xx. • Enseguida -anticiparemos..!!!. lector, muy .sintéticamente, las características de Ln deuda hislórica cu c! si^lo xx y Sos criterios que han inspirado esta edición. Antes, sin embargo, me parece casi obligado hacer una somera referencia n ln trayectoria intelectual y humana de su autor, puesto que, pese a la importancia de sús obras, y a su gran prestigio internacional, éste es el primero de sús libros que.srjraduce al castellano. Es un motivo de alegría y una satisfac­ ción, que esta obra aparezca poco tiempo después de ín edición original alemana. ¿Qué caracteriza a Ceorg G. Iggers como historiador de ia ciencia histórica? Parn responder a esta cuestión, será pertinente exponer también algunas ideas de la introducción a la obra colectiva publicada en su homenaje con ocasión de la celebración en 1991 de sus 65 años*. Como autor y editor, el Prof. Iggers ha estudiado con especial profundidad y dedicación la evolución de lo historiografía alemana desde la Ilustración hasta la actualidad, con una perspec­ tiva comparativa, habitual en él, que exige un vasto conocimiento. Su obra The Germán Concc/ilioii of ¡ Huitín/, Tin: Nnlionn! Trndilioit of Hislorirnl Tliattglit fivm I Irnhr lo Ihc l’rtvci/t, publicada originalmen­ te en inglés en t%fl, es ya un- clásico: ha conocido tres, ediciones ■ • i ‘ jíinuiKcli, Kcmrnd, rf tifii: Grst'ltirfil&vitfcttst'ffftft t'iir 2í)f?£J, iVrsfirfcf/WJi tíyr {\ifiaria$rftphiv$cfidiichtcr GcschichtFlÍHvrii', Svzitíf- a mi Kiflínr$c<¡chidih\ t-'mtschrift filr Gvw¡i G. ¡xurtfitHiH fí5. GWuífísíii^. í l(W I. l:.n ln fii'ccirtn iv, "Zn l'cisoh und VVtirk", óc esln obra ciiIccÜvíí, I lornt WniU'r lllniikí.* nfrccc unn cutcljuía'ni rclíiciún tic liylns 3ns piiMicncfcws cid l'rof. Impere, H G'ney (I. inglesas, otras Ires alemanas y se ¡1,1 traducido también ;iS húngaro. 1 l.iy que destacar asimismo i'n vi Prof. Iggers su apertura n la temía y a la filosofía do la historia, junto a su atención a los estímulos enneep! 1 i;>les y metodológicos que ta historiografía ita ulo recibiendo ilo las oirás ciencias sociales y humanas, iin nuestra cipinU'm, oiro ras¡;ii que sobrosale imi su talante intelectual v humano es su ponderación y su sentido del matiz, y del equilibrio al situarse nnU’ los debates y las posturas encontradas; su tendencia, en definitiva, n superar las antinomias, a veces m;1s aparentes que reales. I'orotra parte, el hechodeque Iggers tenga un gran dominio ele diversas lenguas le Im facilitado el conocimiento directo tle las obras históricas inris significativas. Con todo este bagaje intelectual, pirtlci escribir en 1 f-J7f¡ una ponderada y.crítica visión panorámica de ias Nrre D/m'í/iw;: ¡11 í'imi/rm/i IHalurin^ni/ifn/. lisia obra, ampliada y reeditada en 1WI, lia aparecido también en edición alemana y ha sido traducida al danés, italiano, coreano, japonés y chino. Adomrfs, la aporlaci.i'in de Iggers al estudio de ¡a evolución de la historia si* ha plasmado en numerosísimos . ,líenlos y recensiones en revistas tan prestigiosas como Ilisian/ Htul Titear 1/ y Slorin ih'lln Sluritigrnfíii. siendo actualmente cn-director de ésta última. Asimismo ha sido responsable, junto con otros autores, tle la edición de importantes obras colectivas. Algunas de ellas son (i I i les inst ruínenlos de trnbñjo'deTrmpKn nlcance,-poi-ejemplo- el diccionario internacional de grandes historiadores (en colabo­ ración con Lucían llorín), en dos volúmenes. Otras tienen un cariz, más monográfico, como tas dedicadas- a la Ilustración alemana y ln historia, n la contribución di* Ranke a la configuración de ln historia como disciplina o a ía práctica tle la historia social en la antigua Alemania oriental. Cabe resaltar que, pnrn favorecer el 'diálogo cientítico y huma­ no entre los especialistas en esle campo, Iggers fue uno de los promotores do la creación de la C omisión tle I listorin de ln I lisíoriogrnffa, surgida en vi seno tlel Comité Internacional de Cien­ cias I iisliiricas, a raí/, tlel xv Congreso celebrado en I ‘Uitl en 'kicarest. Sabemos tle la especial fertilidad tle los hombres de encrucija­ da. Ceorg o (Jeorges lgg<’is es, sin duda, uno tle ellos. Alemán de familia judía, emigrada a listados Unidos en 19.18 pnrn escapa'- a la persecución tuv/.i, el Prof. Iggers ha estado comprometido activa­ mente con un humanismo élico y con la causa de la defensa tle Sos derechos humanos lanío en los listados Unidos como en Alemania. •í~rfl UL'lillii TñüHH ta* in n '.**1^0' y?Ti Hl libro que prescnlamos tg;u<jty>bra mndÚTfíy tínilarin tte un especialista de primera lírica, que lieiíc en su haber no sólo un gran bagaje científico sino una amplia y densa trayectoria humana. Desde I97R Ceorg C. Iggers es Dislingttt'Flu'fl Pm/essorde 1 lisloruTlnlelecUm! Europea en la Stnlo University de Nueva York en Buffalo. Pensamos que respecto n obras nníílogas, bien escasas por cierto, ésta tiene algunas características diferenciales. Por unn parte, la amplia atención que dedica, comparativamente, a los debates liis lorio gráficos tle los últimos veinte años, sin rehuir [os desafíos que ie plantea a ia historia la epistemología postmoderna, Por eiio,-ce acuerdo con el autor, en esta edición española hemos ampliado y precisado el título de ln edición original alemana. Hemos respetado "La tlenctn hislórica en el siglo xx" y le hemos añadido "Las tendencias actuales". Otra característica peculiar reside en que, en su argumentación, Iggers incorpora también ampliamente las aporta­ ciones a la tenrín de la historia y las obras históricas mrissignificativas de ¡os íiiui'.ros alemanes actuales. !íu este sentido su obra contribuí ríí n colmar entro nosotros una laguna a veces demasiado notoria, por razones en parte de dificultad lingüística y en parle di! una cierta prevención hacia ln circulación intelectual de las ideas alemanas. Cier* 'iincnle pocas personas tienen tanta autoridad moral para reivindicar esta aportación como C. iggers, un alemán-judío com- -pmmeíido .siempre en la causa hi'emncumnl de los derechos huma­ nos especialmente en los lisiados Unidos, su país de aifiipcioiñ.Póf último, pero no menos impórtame, el apretado, extenso y selectivo elenco bibliográfico de ln versión original en doce paginas constitu­ ye un gran aliciente por sí mismo. Por cito, en nuestra edición ofrecemos ai lector toda esa información, complementada tle acuer­ do con los criterios que exponemos en ln unta aclaratoria que ln precede. La traducción de una obra « mo ésta que tiene tantos aspectos, plantea múltiples problemas de o tetones terminológicas, los cuales liemos resuelto, en la revisión cii ntíficn, según criterios mi pura­ mente lingüísticos, sino teniendo en cuenta también, en algunos casos, usos ya decantados. El propio autor ha tenido además la gentileza de redactar una nueva rota aclaratoria para esta edición sobre un término clave y de imposible traducción adecuada y unívoca en español, Gi'hlcswisaciiP'hnp. Nos alegra mucho también haber podido incorporar ín ex Iré oís en esta versión española el epílogo a la segunda edición alenu na de i9‘)5. La rapidez con la que 1» (><w$ O. tyyi’rs se Slcvn ;i cabo esta segunda edición os una buena prueba dei interés quehn suscitado ln obro y de su oportunidad. En cstcejiílogo aborda Ceurg ti. Iggers ei debate historiográfico que se hn realizado en los últimos cuaíro años, Hs de justicia dejar constancia asimismo de que la publicación de esta edición cu castellano tle la obra tlel Prof. Iggers ha sido posible gracias a muchas personas, tira cías al trabajo de Cíemeos liieg, como Iradnclur, a ln dedicación de Ana Rey en la preparación tle la edición y n la entusiasta acogida tle la idea por josep Mnrin Frnnci'is y ios demás miembros tlel equipo directivo tle Editorial Labor, ln cual prosigue asistí empeño de re) ornar e impulsar su atención a la teoría de la bhloria y la historia tle la historiografía. Fernando Sánchez Marcos Prólogo a la edición española La kíca de este libro surgió de un coloquio público, p¡l el que parí ¡dpi en abril de 1990 junto con Lcsz.ek Koiakowski y Michael Murray en el PltUndt'Iphiti Pliilnsojilu/ Coitsovliuni, sobre el tima "Ra­ cionalidad c Historia". La cuestión que nós interesó fue esta: ¿qué queda boy de Sa fe de la Ilustración en la posibilidad de ocuparse racionalmente, esto es, científicamente, de Ía historia, y qué queda del cometido emancipador de la razón y de ía ciencia ahora, cuando la postmodernidad ha cuestionado radicalmente no sólo la coheren­ cia deria’historia srmriambién-ra deLpeasamix-nto-UamsTO? Mid-.d Murray, partiendo de una postura iieideggeriina, proclamó la ban­ carrota de la empresa de la Ilustración y de su fe en una realidad dotada de sentido ¡a cual puede ser entendida y, dentro de ciertos límites, moldeada por ía inteligencia humana ni servicio de fines humanos y humanitarios, Koínkowski, que había comenzado su carrera intelectual en la. Polonia comunista como un humanista marxista, compartió esta desilusión pero buscó restaurar ln estabili­ dad y el sentido para una época que había perdido todas las ilusiones mediante un retorno a una religiosidad que | i re cedía y sustituía al racionalismo y al humanismo los cuales habían configurado el : pensamiento occidental desdóla Antigüedad griega. En mi interven­ ción defendí una Ilustración escarmentada. Reconocí lo que I lorkheimer y Adorno habían llamado "ia dialéctica de |a ilustra­ ción" la cual a la ver, que intentaba superare! mito y ia barbarie había dado origen a nuevos mitos y a una barbarie científicamente perfec­ cionada. Al ursino tiempo, busqué defender los elementos de huma­ nidad y razón necesarios para un mundo civilizado y llevadero, I’,ste pequeño libro constituye una ampliación de irsis reflexio­ nes en la charla que di en Fiiadelfsa. Me interesaba examinar cómo han afectado de hecho las discusiones recientes al trabajo de los que ejercen de historiadores. Así este libro sustituye mi tratamiento previo del pensamiento histórico y de la historiografía del siglo xx en ¡Ven’ Diivclivus in Emv¡>cnn ¡ Hsloriography, publicado por primera vez en 1975 y reaparecido con un ¡mi scriptiim en 1984. Pero no es I?. (.’í'ury (.T. Iwrf simplemente lili*) tevisinn y ndunli/ai ión tío este libro anterior. No nuco lin acontecido en estos pasados veinte años cu los estudios iiisióitais, líl libroanterior ferminabasu discusióiHk’ln historiografia moderna n principios del decenio de 1971) en unos momentos de una gran fe m Ins posibilidades de Irt historia romo non disciplina aStnmenle técnica fondada en las riendas Noriales, empíricas v analíticas. .Seguidores tk' AiinnltV, cliometrislas y marxistas se mo­ vían en la misma dirección, pese a sus concepciones políticas y sociales divergentes. l odos se mostraban orgullosos de sf mismos por haber superadlo ios est rechos confines del paradigma hísíoricista con su focaliznción de la narrativa en los grandes acontecimientos, hombres e ideas, el cual había dominado la profesión histórica desde Ranke. l'erosu creencia en la ciencia, el progreso y ia modernidad, había sido debilitada en gran medida desde el decenio de í%0, cumulo TojTpmtilerrnis~cfrl i tei it^WKl-H-^<-’-XvUáumiv..cndfi ve/ más -eywten*rr»-y fitettm tu^slionadus ios optimistas presupuestos sobre los que se había apoyado ln sociedad (KX‘(tleiü"aT(Te^lí‘Th^Ínsrracif>!i. Todo esto tuvo su expresión en mlevos enfoques históricos los cuales iras latía ron el centro de atención de ins élites a oíros segmentos de la población, de las grandes eslrncturns impersonales a los aspectos extsleuciales tle la vida tlim la, de la mnerohistorin a la nncrohistoria, de la historia social a ln historia cultural. íii conflicto se veía de unn manera diferenlc, mucho inris en el nivel interpersonal tle lo <|ue había sido en las grandes concepciones tle la balanza de poder de Ranke o el conflicto de clases tle Marx. I,n sexualidad y t'1 género i lega ron a ser ingredientes impnrSnnlcs de la vida histórica, 'lodo esto implicaba nuevas estrategias de investigación que.se apoyaban menos en las tradicionales economía, sociología y ciencia política, que en la antropología, lingüística )' «emiótint. lisie libro tenía pues tfiie retomar la historia donde el anterior la había dejado. Pero un examen tle las-nuevas tendencias requería también ocuparse mocho más cuidadosa y críticamente de los presupuestos teóricos en ios que so Ita apoyado ln historiografía reciente, lista obra es menos una visión tle conjunto que un ensayo ampliado el cual, mucho más conscientemente que el libro precedente, despliega una actitud receptiva, aunque a! mismo liempo crítica, respecto a las posturas posl modernistas. Unn buena parle de este libro fue escrito durante los amplios períodos tle liempo qupasé en IWtt, IWI y !W2 como huésped en el Maxd’lnnck-ínslilnt de Ilislnria tle t ¡íilfingcu. Como siempre el Inslítulo fue i.in lugar parn estimulantes discusiones tan lo con sus miembros como con invitados procedentes de lodo eí mundo que .trabajaban allí temporalmente. Varios miembros del Instituto, inclu­ yendo i lans-ljnch Bodeker, Aif Lüdtko, 1 Inns Medick, OHu Gerhard Oexle, I urgen Schhsmbohm y Üudolf Vierhaus leyeron varias versio­ nes de,! manuscrito, como también Joro Rüsen de la Universidad de Uii.'lefeld, l.utz Raphaeí y Chsistoph Dipper de In Universidad Técnica de Darmstadt, Wolfang KtHtler y Woífang Hnrdtwig en Berlín, Wenior Hertlmkl y l lansSchlcicrcn í.eipzig, Chnstoph Simón en ISnsilea, lídoardo Tortarolo en Turfn, Jonathan Knudscn del Wesieyan College, Jolino van der Zande en Santa Barbara, lirnst Breisach de la Western Michigan University y i’eter Rcili de la Universidad do California en Los Angeles. lístoy agradecido a mis alumnos de doctorado y a mis colegas de la State Uhívcrsily de Nuca York en Buffaio quienes cu tm seminario informal discutieron n-rf!TrrrmT'n-l-e-el-l-p«to-o.i:ifiti^aLiiv^lés en 1900 y a mis a i u m 11 r >s de un seminario en la Universidad de Leipzig tle! verano de 1992 quichcs leyeron y comentaron el borracior áfcfííiín. TÍs'ífíy’niuy ftj’rñdoc’id." s VVínfried 1 lellmann,el editor de historia de Vandenhocck& Ruprecht en Üoltingen quien no sólo me animó a transformar su ensayo en inglésen un pequeño libro en alemán en su serie sino que también me guió con su crítica implacable a través de varias versiones. I'.stoy particularmente agradecido a los esfuerzos del profesor Sánchez Marcos para hacer accesible esl.' pequeño volumen al publico que lee en español. Y finaimente quier lagradecera mí mujer, Wilma Abeles Iggers, quien siguió este volumen con comentarios críticos y .suge­ rencias a través de todas sus iases. ’ • Ceurg C.. Iggers Buffaio, NY iíncro de ÍW5 (Traducción del original ingli;s: Fernando Sánchez Marcos.)

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