LLAA BBOOLLCCHHEEVVIIQQUUEE EE(cid:13)(cid:13)AAMMOORRAADDAA AAlleejjaannddrraa KKoolllloonnttaaii Edición: Lasal, Barcelona 1978. Lengua: Castellano. Digitalización: Koba. Distribución: http://bolchetvo.blogspot.com/ LA BOLCHEVIQUE E(cid:13)AMORADA CAPITULO I no se hizo en seguida bolchevique. Discutió con los Vassilissa era una muchacha obrera, de veintiocho miembros del partido. Les hizo varias preguntas, y se años. Trabajaba en una fábrica de géneros de punto. marchó indignada. Después de larga deliberación Era delgada, anémica; un hijo típico de la ciudad. El volvió por su propio impulso, diciendo: "Quiero pelo, cortado al rape después del tifus, le crecía en trabajar con vosotros". rizos. Lisa de pecho; vestía blusa y falda, y un Durante la Revolución ayudó en el trabajo de cinturón de cuero. No era bonita. Sus ojos sí eran organización y llegó a ser miembro del Consejo hermosos; castaños, cariñosos, observadores. Ojos Obrero. Simpatizaba con los bolcheviques y pensativos, de los que no pueden pasar por alto admiraba a Lenin porque se oponía a la guerra de una ninguna pena. manera muy resuelta. Cuando discutía con los Era comunista. Al comienzo de la guerra se había mencheviques y con los socialrevolucionarios hecho bolchevique. Desde el principio odió la guerra. hablaba con sagacidad, con calor, impetuosamente; En la fábrica se había recaudado dinero para el nunca se quedaba atrás por falta de palabras. Las frente; la gente estaba dispuesta a trabajar horas restantes obreras eran tímidas, pero Vassilissa extraordinarias para contribuir a la victoria de Rusia. hablaba sin titubeos siempre que era necesario Pero Vassilissa protestaba. La guerra era un desastre hacerlo, y todo lo que decía resultaba claro y sangriento. ¿Qué había de bueno en la guerra? La concreto. Se ganó el respeto de todos sus camaradas. guerra ocasionaba desgracias al pueblo. ¡Se siente Durante el Gobierno Kerensky fue candidato a la uno tan triste al ver a los soldados, a los pobres Duma Municipal. Las chicas de la fábrica de géneros muchachos conducidos al matadero como ovejas! de punto estaban orgullosas de ella. Ahora cada una Cuando Vassilissa se encontraba en la calle un de sus palabras era ley. Vassilissa sabía cómo destacamento que marchaba hacia el frente, tenía que dirigirse a las mujeres, hablándoles amistosamente o volverse para no verlo. Iban a reunirse con la muerte, amonestándolas, según los casos. Conocía las cuitas pero cantaban a voz en grito. Cantaban alegremente de todas porque estaba en la fábrica desde niña y como si desfilasen en alguna fiesta. ¿Quién les porque defendía sus intereses. Algunas veces sus obligaba a ello? Debían negarse: "No queremos compañeras le decían: "¿No puedes olvidar a tus matar a otros hombres". Entonces se terminarían las mujeres? No tenemos tiempo para ocuparnos de guerras. ellas; hay cosas más urgentes que hacer". Vassilissa sabía leer y escribir bien. Su padre, que Vassilissa se enfadaba; discutía con los era cajista, le había enseñado. Leía a Tolstoi y le compañeros y se peleaba con el secretario del gustaban sus obras. distrito. "¿Por qué han de ser los problemas de las En la fábrica era la única que estaba por "la paz". mujeres menos importantes? Esta idea es un hábito Podía haber sido despedida, pero todas las manos en vosotros. Por eso están las mujeres tan atrasadas. eran necesarias, y aunque el encargado la miraba con Pero no triunfaréis en la Revolución sin las mujeres. recelo, no prescindía de ella porque no le convenía. La mujer lo es todo. El hombre hace lo que ella Pronto fue conocida Vassilissa en todo el barrio piensa o le insinúa. Si conseguís conquistar para como persona que estaba contra la guerra y como nuestra causa a las mujeres, habremos andado la partidaria de Tolstoi. Las mujeres dejaron de mitad del camino". hablarle: no quería tener nada que ver con su país. En 1918, Vassilissa era una activa militante. Sabía No amaba a Rusia. Era cosa perdida. lo que quería, y, por lo tanto, no transigía. Muchos El organizador local, un bolchevique, oyó hablar habían perdido el entusiasmo; poco a poco se de ella. Conoció a Vassilissa y le habló. En seguida quedaron rezagados, hasta que terminaron por expresó su opinión: "Una muchacha de carácter. Sabe quedarse en casa. Pero Vassilissa continuaba igual; dónde está. El partido debe utilizarla". siempre luchando, siempre organizando algo, Fue admitida en la organización, pero Vassilissa siempre insistiendo sobre un punto determinado. Era 2 Alejandra Kollontai incansable. ¿De dónde sacaba tantas energías? Estaba desgraciada. ¡Su sotabanco estaba tan triste, tan solo! delicada. Su cara daba la sensación de que no tenía ni Suspiró, y al recoger los cacharros del té se regañó a una gota de sangre: era toda ojos. Ojos atrayentes, sí misma. "¿Se puede saber lo que quieres? ¿No inteligentes, observadores. deseas más que gozar de la vida? Te gusta tu trabajo. Vassilissa recibió cierto día una carta: la carta Cuentas con el aprecio de tus camaradas. Y, además, larga y ansiosamente esperada de su hombre, su tienes a tu amado. ¿No es más que bastante, compañero, su amado. Estaban separados hacía ya Vassilissa Dementyevena? La Revolución no es una meses; nada podían hacer para evitarlo. El partido fiesta; todo el mundo ha de sacrificarse. Todo por el tenía necesidad de movilizar a todos sus miembros. bien común. Todo por la causa de la Revolución." La Revolución no era un juego; exigía de todos Así era Vassilissa durante el invierno. Pero ahora sacrificios. Y Vassilissa ofreció también su sacrificio es primavera. El sol brilla alegremente; los gorriones a la Revolución. Casi continuamente tenía que vivir pían bajo los aleros. Por la mañana temprano, sin su compañero; siempre muy lejos de él. Vassilissa los contempla sonriendo, porque recuerda Arrancada de sus brazos, vivían en extremos que su amante la llamaba gorrión. La primavera opuestos de Rusia. Sus amigas decían: "Mejor es así. cantaba su canción a la vida; cada vez era más difícil Te querrá más tiempo, porque no podrá cansarse de trabajar. Vassilissa estaba anémica; tenía una lesión ti". Tal vez fuese cierto; pero la vida sin él era triste. en el pulmón. Vassilissa había organizado una Verdad es que Vassilissa tenía poco tiempo libre. comuna, trabajo que había emprendido por propio Desde por la mañana hasta la noche estaba abrumada impulso y que nada tenía que ver con el trabajo de trabajo para el partido y para el Soviet local. general que realizaba en el partido y en el Soviet. De Trabajo importante, urgente, apremiante. Pero todos sus trabajos, el de la comuna era el que más cuando regresaba a su pequeña habitación, su amaba. Desde hacía mucho tiempo tenía la idea de corazón se enternecía llamando al amado. Se sentaba organizar una casa modelo, donde prevaleciese el a tomar té y a pensar. Sentía que nadie la necesitaba; espíritu comunista. No una comuna cualquiera, que no tenía compañeros, a pesar de haber estado donde cada uno viviese para sí, donde a nadie le durante todo el día trabajando con ellos; que aquello importase su vecino y en donde lo regular fuesen las por lo que luchaba no tenía ninguna finalidad. ¿De riñas, las disputas y el descontento; donde nadie qué serviría todo aquello? ¿Quién lo deseaba? ¿La estuviese dispuesto a trabajar por el bien común; Humanidad? Los hombres no eran capaces de donde todo el mundo estuviese constantemente apreciar el esfuerzo. Hoy, una vez más, los pidiendo cosas. No; Vassilissa había plasmado algo compañeros habían echado a perder algo; se habían completamente distinto. Pacientemente, casi en insultado y quejado. Parecían no querer comprender secreto, preparó la casa. ¡Cuántas dificultades tuvo que tenían la obligación de vivir para la Sociedad. No que vencer! Dos veces le quitaron la casa. Esto le lo podían comprender. ocasionó innumerables disputas. Pero al fin venció. Hasta la misma Vassilissa había sido insultada, Todo estaba organizado; una cocina común, un groseramente maltratada; le habían echado en cara lavadero, un cuarto destinado a los niños, un que recibía su "payok"1 de obrera. ¡Que el diablo se comedor, el orgullo de Vassilissa, con cortinas y la llevase! No la necesitaba. Los mismos compañeros geranios en las ventanas, y una biblioteca amueblada la habían convencido. Ahora se sentía sin fuerzas; como el salón de un club. estaba mareada. Allí sentada, de bruces sobre la Al principio todo marchó bien. Las mujeres que mesa, bebía té, y recapacitaba sobre todas las afrentas vivían en la casa cubrían a Vassilissa con sus del día. En este momento no podía ver nada bueno ni insistentes besos. "Eres nuestra madrecita, nuestro grandioso en la Revolución. Sólo fracasos, vejación y ángel custodio. Es demasiado admirable tu labor." lucha. ¡Si su amante estuviera allí! Tendría alguien Pero después comenzaron las dificultades. Se con quien hablar y descargar su corazón. Y él la rompían todas las reglas de la casa. Era imposible acariciaría tiernamente. "¿Por qué tan desanimada, acostumbrar a las mujeres a que no riñesen en la Vasya? Una muchacha resuelta como tú, que no tiene cocina por los pucheros y las cacerolas. Dejaban que miedo de nadie, retando siempre a todo el mundo, los baños se derramasen, inundando la casa. Y cada que no pasa nada por alto, está ahora como un falta, cada riña, cada desorden traía quejas contra gorrión, con las plumas alborotadas bajo el alero." La Vassilissa, como si fuese la "patrona", como si levantaría en sus brazos; era fuerte y la podía llevar hubiera tenido ella la culpa. Los castigos se hicieron por todo el cuarto como a un niño. Después le necesarios. Los inquilinos se enfadaron, se sentían cantaría una tonada. Entonces se reirían. ¡Oh, cómo ofendidos; algunos se mudaron. adoraba Vassilissa a su amado, a su hombre, a su Así siguieron las cosas de mal en peor, con riñas y compañero, un guapo muchacho, dulce y cariñoso! conflictos diarios. Había una pareja de verdaderos Pensando en él, Vassilissa se sintió aún más revoltosos, los Fedosseyevs, a los que nada parecía bien. Constantemente protestaban, aunque ellos mismos no sabían por qué, y excitaban a los demás. 1 Tarjeta para la ración. La bolchevique enamorada 3 Y todo porque habían sido los primeros en ocupar la me has estropeado mi caramelo?". casa y se creían que les pertenecía. Pero ¿qué era lo Esto era lo que sentía ahora respecto a la comuna. que querían? ¿Qué era lo que no les gustaba? Estaba harta de ella. Es verdad que la dirección Vassilissa no lo podía comprender. Y le amargaban continuaba en sus manos, pero su corazón no estaba la vida, originándole dificultades todos los días. allí. ¡Si hubiera podido marcharse! Sus relaciones Vassilissa, fatigada por esta lucha, llegaba incluso a con los vecinos se las habían malogrado. ¿No habían llorar; veía el fracaso de su plan. Todo debía pagarse estado contra ella? ¿No habían apoyado a los al contado: el agua y la electricidad. Había que pagar Fedosseyevs? Y todo, ¿por qué? ¿por qué? Perdió en impuestos; los tributos debían cubrirse. Vassilissa se general su interés por la gente. Antes Vassilissa era veía bloqueada por todas partes. No veía medio de más afectuosa: siempre estaba pensando en los salir adelante. Nada podía hacerse sin dinero. demás, compadeciendo a todo el mundo, Vassilissa trabajaba como una esclava. Quizás sería preocupándose de todos. Ahora sólo pedía una cosa: mejor abandonar el asunto. Pero no era de ese tipo de que la dejasen sola. "No me toquéis. Estoy cansada". personas; una vez que se ponía a hacer algo, tenía que conseguirlo. CAPITULO II Fue a Moscú y visitó varias oficinas, día tras día. La primavera se asomaba a través de la ventana Se acercó a las más altas personalidades. Todos sus del cuarto de Vassilissa, allá en lo alto, bajo el tejado. informes y cuentas fueron recibidos favorablemente. El sol ardiente penetraba en la habitación y el cielo Por último, recibió su comuna. Hasta le dieron una de primavera brillaba con sus nubes blancas y asignación para reparaciones. Pero, a pesar de todo, delicadas, disolviéndose a lo lejos. Al lado, el tejado tenía ella que procurar que en el porvenir la comuna de la que fue mansión señorial, destinada ahora a pudiera sostenerse por sí misma. casa de maternidad. Detrás de ella se extendía un Vassilissa volvió encantada. Sin embargo, los jardín; los capullos comenzaban a reventar. La Fedosseyevs se mostraron huraños. Estaban primavera, la adorada primavera, que se había resentidos con ella, como si les hiciera daño que retrasado, llegó al fin. triunfase en la lucha por la existencia de la comuna. También hoy era primavera en el corazón de Otra vez comenzaron los disgustos. Ahora se Vassilissa, casi helado durante el invierno; siempre extendía el rumor de que Vassilissa no llevaba bien abandonado, siempre solo, lleno de constantes las cuentas de la casa, que sacaba una pequeña inquietudes, luchas y provocaciones. Pero hoy era un ganancia. día de fiesta, un verdadero día de fiesta. Tenía una Fue muy duro entonces no tener a su amado. carta de su amado, de su adorado Volodya. ¡Y qué Necesitaba un compañero allegado; le escribió, le carta! Hacía mucho tiempo que no había recibido una llamó. Pero asuntos importantes le impidieron ir. carta como aquella. Tenía un buen cargo, de gran responsabilidad. Tenía "No me tortures, Vasya; mi paciencia llega a su que reorganizar los asuntos de la casa comercial límite. ¡Cuántas veces me has prometido venir a donde anteriormente había sido un empleado. Había verme! Pero siempre me desilusionas. Me haces pasado el invierno lamentándose; era una tarea daño, mi querida niña. ¿Has estado luchando contra difícil. Le era completamente imposible alejarse, todo el mundo otra vez? Hasta a los compañeros de pues todo descansaba sobre sus hombros. Así es que aquí han llegado noticias tuyas. Dicen que has salido Vassilissa pasó sola sus contrariedades, soportando la hasta en los periódicos. Pero puesto que has vencido ingratitud humana. ¿Y quiénes eran los ingratos? Los en ese asunto, ven ahora a tu amado Volodya, que no suyos, sus compañeros, los trabajadores. Esto era lo puede esperarte más. que más la hería. Cuando los Fedosseyevs iban a ser "Verás, viviremos como gente distinguida. Tengo expulsados de la casa, los dos suplicaron a Vassilissa un caballo y una vaca de mi propiedad, y un que les perdonase, asegurando que siempre la habían automóvil siempre a mi disposición. Tengo criado, y, apreciado. Pero Vassilissa no pudo gozar con su por lo tanto, no tendrás nada que hacer en la casa y victoria. Estaba cansada, agotada, demasiado podrás descansar. Ya es primavera aquí; los extenuada para alegrarse. Se sentía enferma. manzanos han florecido. Vasya mía, mi niña, vida Volvió al trabajo. Sin embargo, algo había muerto mía, nunca hemos pasado una primavera juntos. Pero en su alma. Ya no quería a la comuna. Era como si nuestra vida debe ser siempre como la primavera. hubiesen atropellado a su hija. Sentía algo semejante "De todos modos te necesito mucho ahora. Tengo a cuando niña su hermano Koly le enseñó un dificultades con el Comité local del partido. No me caramelo, y cuando ella se empinaba para cogerlo, él aprecian; no pueden olvidar que fui anarquista. Todo se echó a reír rencorosamente. "Voy a hacer que te dé se debe a Savelyev, como ya te escribí. Tendrás que asco, para que no lo quieras." Y escupió sobre el arreglar este asunto. Estoy cansado de todos estos caramelo. "¿Por qué no te comes el caramelo, entrometidos, pues apenas le dejan a uno respirar. Vassilissa? Está muy bueno." Pero Vassilissa se Pero es difícil que encuentren nada contra mí; yo volvió, llorando: "¡Sucio! ¡Malo! ¡Cobarde! ¿Por qué cumplo con mi deber. De todos modos te necesito 4 Alejandra Kollontai mucho ahora. siempre darían otras explicaciones a esta amistad. Beso tus ojos castaños. Tuyo siempre, Volodya." Volodya tenía muchas enemistades porque era Vassilissa estaba sentada al lado de la ventana vehemente y no podía dominar la lengua. ¡Si todo observando las nubes blancas, meditando. Sus ojos pudiera resolverse como hace tres años! ¡Si no sonreían. ¡Qué carta tan hermosa! Volodya la quería tomaran ninguna decisión contra él! Era muy fácil mucho, mucho. ¡Y cómo le amaba ella! Dejó la carta perder la reputación, porque una acusación podía ser sobre su regazo y la acarició suavemente, como si lanzada contra cualquiera. La experiencia le había hubiera sido la cabeza de Volodya. No veía el cielo enseñado eso a Vassilissa. ¿No había estado la gente azul, el tejado, las nubes. Sólo veía a su adorado molestándole todo el invierno? Ahora le tocaba a Volodya, con sus inquietos ojos, que le miraban Volodya. cariñosamente. Vassilissa le adoraba. ¿Cómo había Tendría que ir con él y ayudarle. Tenía que estar a podido vivir todo un invierno sin él? No le había su lado para que los compañeros de allí se visto en siete meses. Y hasta le parecía que había avergonzasen de sí mismos. No había que pensar pensado poco en él, que no le había anhelado más; lo dispondría todo y partiría. demasiado. No encontró tiempo para pensar en su Pero ¿y su casa? No le importaba. No había nada hombre, para suspirar por él. ¡Cuántas que salvar ahora, porque de todos modos se iba a preocupaciones e inquietudes tuvo todo el invierno! venir abajo. Aunque Vassilissa había ganado la El fruto de su corazón, su hijo, la comuna, se había batalla, los Fedosseyevs eran los verdaderos salvado, pero había tenido que luchar con gente vencedores. Era imposible salvar nada. Vassilissa necia, incomprensiva, sin cultura. Y había escondido suspiró. Acercándose a la ventana miró al patio, su amor hacia Volodya en el rincón más oculto de su como si mandase el adiós a la casa. Allí estuvo corazón. Su amor por él llenaba su alma; no había mucho rato. De repente, algo la agitó: "Pronto cambiado, era imperecedero. Pensando en él, sentía volveré a ver a Volodya." Sus mejillas se sonrosaron; Vassilissa que estaba allí en su corazón. su corazón saltaba de gozo. "Mi adorado, mi vida. Probablemente porque siempre había estado llena de Voy, voy contigo, Volodya mío." inquietud por él. ¡Si fuera posible que no le sucediese Vassilissa, sentada en el departamento, dormitaba; nada malo! Pero no mantenía la disciplina. Los era el segundo día de viaje. Todavía le quedaban compañeros tenían razón; Vassilissa lo sabía. Le veinticuatro horas más. acusaban de ser un "anarquista". No le gustaba seguir Este viaje era completamente distinto a todos los las instrucciones; prefería hacer las cosas como demás que había hecho. Iba cómodamente instalada, mejor le parecía. Pero esto se le podía dispensar por con todo confort, como una "burshuita"2. Vladimir le el trabajo que realizaba. había enviado el dinero para el viaje (todo en estos Esta era la causa de vivir separados; de este modo tiempos tenía que pagarse), y le había pedido que el uno no distraía al otro. Porque ella también se daba fuese en coche-cama. Además, le había enviado un a su trabajo en cuerpo y alma. Pero cuando Volodya corte de tela para un vestido. La señora de un director estaba a su lado, ella se sentía atada a él y su trabajo debía ir bien vestida. Vassilissa se echó a reír cuando se resentía. un compañero vino de parte de Vladimir Ivanovitch, "Primero nuestro trabajo y luego nuestro amor. el director, y le trajo el dinero y la tela. Alabó la ¿No piensas así, Vasya?", decía Vladimir. Y Vasya calidad del paño, como un perfecto tendero. asentía. Tenían las mismas ideas. ¡Era tan hermoso Vassilissa se rió y gastó bromas al compañero; pero que no sólo fuesen marido y mujer, sino compañeros él pareció ofenderse. No bromeaba; la tela era también! Ahora, una vez más, la llamaba para que le verdaderamente excelente. Vassilissa ya no dijo ayudase como a un camarada, a fin de que resolviese nada. Estos nuevos compañeros, los economistas, sus contratiempos. ¿Qué clase de contratiempos? estaban más allá de su comprensión. Vassilissa leyó la carta otra vez. Durante un gran rato estuvo Vassilissa dándole Parecía que una niebla se alzaba ante sus ojos. Si vueltas y más vueltas a la tela. No estaba era a causa de Savelyev debía ser una cuestión poco acostumbrada a pensar en los vestidos. Pero si honrada. Este Savelyev era un especulador, un Volodya lo deseaba, para que su mujer no llamase individuo poco honrado. ¿Por qué tenía Volodya demasiado la atención, estaba bien. Encargaría que le relaciones con él? Un director como era Volodya hicieran un vestido a la moda, como los que todo el tenía que ser intachable; debía evitar el trato con toda mundo llevaba. clase de tunantes. Volodya, sin embargo, era un ser Fue a ver a una amiga, la costurera Grusha, y le confiado. Le daba pena de Savelyev; hasta contó lo que pasaba. "Hazme un vestido bonito y condescendía con él. Sin embargo, nadie debía elegante, Grusha, como los trajes que lleva todo el compadecer a hombres de esa clase, que estaban mundo." Grusha sacó varias revistas de modas que robando lo que era propiedad del pueblo. Dejarlos un compañero le había traído de Moscú el otoño que sufran el castigo de sus fechorías. Pero Volodya era un bonachón y los otros no podían comprenderle; 2 Burguesa. La bolchevique enamorada 5 pasado. Había estado todo el invierno guiándose por la había abrazado, llorando, y le había pedido perdón. ellas y toda su parroquia había quedado satisfecha. En lo más escondido de su corazón, Vassilissa no "Magnífico, Grusha; elige tú. Yo no entiendo de sentía ningún rencor contra los Fedosseyevs; pero no estas cosas. Si lo que llevo está aseado y no roto, me les estimaba porque no podía estimar a ninguno de su contento. No conozco la moda." clase. Humedeciendo la punta de los dedos, Grusha Los compañeros de Vassilissa la habían estuvo pasando y repasando las hojas de la ya acompañado a la estación. Los niños de la comuna le manoseada revista. Finalmente, encontró lo que llevaron flores de papel que habían hecho ellos. deseaba. "Aquí está. Este modelo te sentará bien. Vassilissa se daba cuenta de que no había dado sus Eres delgada y necesitas algo que te haga aparecer fuerzas y energías en vano. La semilla estaba más ancha. Este parece hecho para ti. Un poco de sembrada; algo crecería. Cuando el tren comenzó a vuelo a los lados y pliegues en el delantero. Así no marchar, las lágrimas se le saltaron. Agitaban las parecerás tan lisa. Ya verás cómo lo hago para que le gorras despidiéndose. De repente sintió cuánto les gustes a tu amado." quería a todos. ¡Era muy duro dejarles! Quedaron conformes en el precio y se besaron. Pero apenas quedó la ciudad detrás de sí; apenas Era una buena cosa que existieran modistas en el las fajas de los bosques y los barrios de los suburbios mundo, porque ella no hubiera podido hacerse nunca se acercaban a ella para alejarse deprisa, como si un vestido. Volodya, sin embargo, conocía las modas corrieran, Vassilissa olvidó la comuna, las alegrías y de los vestidos de las mujeres. Claro es que en los las penas del invierno. Más ligeros que el tren, sus Estados Unidos había estado empleado en una tienda pensamientos se precipitaban muy lejos, hacia aquel de modas. Ahora esta práctica le era útil. Los por quien suspiraba. comerciantes rojos debían saber algo de los trajes de ¿Por qué se sentía ahora tan melancólica? ¿Cuál las mujeres, porque eran como otra mercancía era la causa de aquel desconsuelo que invadía su cualquiera. corazón? Era como si un frío tornillo lo apretase. Vassilissa iba sentada junto a la ventanilla de su ¿Por qué se desconsolaba? Quizás porque con la departamento, en el coche-cama. Estaba sola. Su comuna un pedazo de su vida caía en el pasado para compañera de viaje era una muchacha de la "Nep"3, no volver nunca más. Había desaparecido como muy llamativa, vestida con sedas, perfumada, con aquellos estrechos campos que brillaban, lo mismo pesados pendientes; se había pasado al que el ámbar, bajo el sol primaveral. Se echó a llorar compartimiento de al lado, donde se reía de una quedamente. Después se secó las lágrimas y se sintió manera tumultuosa con varios "admiradores". aliviada, como si aquella fría pena que había Había recibido a Vassilissa fríamente, torciendo torturado su corazón se hubiese deshecho juntamente los labios con desprecio. "Perdón, querida, pero te con sus lágrimas, sobre la falda de su vestido nuevo. has sentado sobre mi chal y vas a arrugarlo." En otra Dieron luz en el coche; bajaron las ventanillas. ocasión le dijo: "¿Por qué no te sales al pasillo, Inmediatamente se hizo más agradable la estancia. querida, mientras me desnudo para acostarme?" El corazón de Vassilissa, no su inteligencia, lo ¡Como si ella, aquella muchacha de la "Nep", fuese sabía muy bien; dos noches más y entonces vería a la dueña del coche y se aviniese a compartirlo con Volodya, le vería y le abrazaría. Sentía sus labios Vassilissa sólo por caridad! A Vassilissa no le ardientes, sus brazos robustos, oía su voz. Una dulce gustaba que aquella muchacha de la "Nep" la llamase languidez estremecía su cuerpo; sus ojos reían. Si no "querida". Pero no se sentía con ganas de reñir. ¡Que hubiera sido por la muchacha de la "Nep", que se se fuese al diablo! acicalaba delante del espejo, Vassilissa se habría Era casi de noche. Sombras grises, azuladas, se puesto a cantar. Muy alto, como los pájaros cantan en extendían por los campos. Sobre la lejana faja negro- la primavera. purpúrea de los bosques, el sol colgaba como una La muchacha de la "Nep" se había marchado pelota de fuego. Las cornejas alzaban el vuelo sobre dando un portazo. "¡Qué mujer más estúpida!" los campos, describiendo círculos en el aire. Los Cerrando los ojos, Vassilissa pensó en Vladimir, su alambres del telégrafo subían y bajaban entre los amado. Soñando leyó página por página la historia de postes. su amor. Hacía cinco años que se querían. Casi no Con la media luz del anochecer una inexplicable podía creerlo. ¡Cinco años! Parecía como si se ansiedad se apoderó del corazón de Vassilissa. No se hubieran conocido ayer. Se instaló más sentía triste, sino añorante. Había resuelto el viaje; cómodamente, con los pies extendidos y los ojos había arreglado sus asuntos. Y de repente todo el cerrados. El agradable balanceo del coche daba mundo estaba triste porque ella se marchaba; quizás flexibilidad a todo su cuerpo. Sin embargo, sus no regresase jamás. pensamientos se precipitaban. ¿Cómo fue su primer La mujer de Fedosseyev se había acercado a ella, encuentro? Fue en una reunión, poco antes de los días de octubre. Una época de inquietud. Sólo había un 3 Nueva política económica. 6 Alejandra Kollontai puñado de bolcheviques, ¡pero, cómo trabajaban! Los panaderos y los dependientes de comercio. Los mencheviques y los socialrevolucionarios estaban en bolcheviques se alegraron cuando votó contra los el Poder. Los bolcheviques eran atacados por todos mencheviques y se enojaron cuando dijo algo contra lados. La gente empleaba casi la violencia física ellos. ¿Qué era lo que quería? El secretario del contra ellos: "espías de los alemanes", "traidores". partido no le podía resistir. "Está loco; mejor estamos Sin embargo, el grupo crecía de día en día. Ni ellos sin amigos de esa clase." Pero Stefano mismos sabían muy exactamente lo que iba a pasar, Alexenyevitch, el bolchevique más apreciado en toda aunque estaban seguros de una cosa: que la paz la ciudad, se reía en sus propias barbas grises y decía: llegaría y que los "patriotas", los verdaderos "Espera un poco, ten paciencia. Aún llegará a ser un traidores, serían expulsados de los Soviets. Porque magnífico bolchevique. Está ansioso de lucha. Espera esto era seguro continuaban luchando, de una manera a que pierda su spleen americano." ardiente, obstinada, incondicional. Una inefable Vassilissa había oído hablar de él, pero no le resolución brillaba en los ojos de todos: "Moriremos, había prestado atención. ¡Había tanta gente que pero jamás transigiremos." Nadie pensaba en sí aparecía sin que se supiera la menor cosa sobre su mismo. ¿Había alguien que en aquellos momentos vida! No valía la pena de ocuparse de ellos. Llegó pensase en el individuo? tarde al mitin, sin aliento. Había estado hablando en Al recordar aquellos tiempos, Vassilissa no podía el "tejar". En aquellos días había mítines por todas verse a sí misma; veía al grupo. Los diarios partes. Tenía que hacerse así. Vassilissa era oradora mencheviques y socialrevolucionarios habían entonces. A la gente le gustaba escucharla. Sus hablado de ella. Historias, mentiras, calumnias. ¡Qué palabras ganaban aplausos porque era una mujer, una importaba todo eso! No podía ser de otra manera. De obrera. Vassilissa hablaba de una manera objetiva; no todas formas la gente no leía todo lo que publicaban había nada desperdiciable ni inútil en sus palabras. los diarios; simplemente creía que la justicia estaba Había dominado esta manera de hablar dura, pero del lado del partido, de los bolcheviques. "¿No te da transparente. Casi no podía atender a todas las lástima de tu madre? ¡Eres la vergüenza de la peticiones que le hacían. Cuando llegó al mitin fue familia! ¡Mezclada con los bolcheviques! Estás directamente a la plataforma. Se había anunciado que vendiendo tu país a los enemigos." Y la pobre mujer ella hablaría. El camarada Yurotchkin (ya fallecido; lloraba. murió en el frente) le tiró de la manga: "Hemos No queriendo escuchar tales reprimendas en su ganado. Los bolcheviques han ganado en la elección casa, Vassilissa se fue a vivir con otra muchacha. No de presidente. Dos socialrevolucionarios de izquierda podía condolerse de las lágrimas de su madre. Los y, además, "el americano". Ya es casi un extraños le parecían más allegados. Sólo un objetivo bolchevique. Va a hablar dentro de un minuto." se levantaba ante ella con toda claridad: la victoria Vassilissa miró al americano, y algo que había en del bolchevismo. Parecía impulsada por alguna él la sorprendió. ¡De modo que así era "el fuerza, le era imposible detenerse. Aunque esta americano"! Le habría tomado por un señor. Llevaba fuerza la hubiera lanzado a un abismo, hubiera cuello duro y corbata, y el pelo con raya. Un hombre continuado luchando. Hubiera luchado... La guapo, con pestañas largas. Le llegaba el turno. Se controversia se hacía más aguda y el aire más adelantó, tosió y se puso la mano delante de la boca. sofocante. La tormenta era inevitable. Se recibían ¡Igual que un caballero! Y no pudo menos de reírse. noticias de Petrogrado: las resoluciones del Su voz era agradable, atrayente. Habló durante un Congreso, los discursos de Trotski, las proclamas del gran rato, haciendo reír frecuentemente al público. Soviet de Petrogrado. Vasya se rió también. Después de todo, el anarquista Entonces se conocieron. El público se era un muchacho ingenioso. Cuando se volvía a la amontonaba; el salón estaba abarrotado. Había gente mesa de los oradores tropezó, sin querer, con Vasya. sobre los poyos de las ventanas, sentada en el suelo, Cuando dio la vuelta para pedirle perdón, Vasya se en los pasillos. Apenas había sitio para respirar. ¿Qué ruborizó. Pero el anarquista no se dio cuenta. Se clase de mitin era? Vassilissa lo había olvidado. Por sentó, se echó hacia atrás en su silla y encendió un primera vez fue elegido presidente del Comité un cigarrillo. El presidente se volvió hacia él, y bolchevique, y el Comité también estaba formado por señalando su cigarrillo dijo: "No estamos bolcheviques y socialrevolucionarios de la izquierda. acostumbrados a fumar aquí." Vladimir se alzó de Entre ellos estaba un anarquista, un independiente, hombros y continuó fumando. "Quiero fumar y conocido en la ciudad por Vladimir "el americano". seguiré fumando. Vuestras reglas no son para mi." Fue la primera vez que le vio. Pero antes había Chupó dos o tres veces más el pitillo, y viendo que el oído hablar mucho de él. Algunos estaban presidente estaba ocupado en otra cosa lo tiró. entusiasmados con él y decían: "Es todo un hombre. Vasya no había olvidado nada. Algún tiempo Sabe lo que hay que hacer para que la gente le después gastó bromas a Vladimir sobre esto. Pero en escuche." Otros le encontraban faltas. "Es un aquel tiempo ni siquiera se había fijado en ella; no se presumido." Pero le apoyaban el Sindicato de dio por enterado hasta que ella comenzó a hablar, La bolchevique enamorada 7 Vassilissa habló muy bien aquella noche, y, aun por qué, contenta. Por primera vez en su vida alguien cuando él estaba detrás, ella sentía en la nuca los ojos había pensado en ella. Y Vasya se rió, enseñando sus del "americano". Premeditadamente alabó a los dientes iguales y blancos. Vladimir la hubiera cogido bolcheviques en oposición con los mencheviques, los entre sus brazos para besar aquellos dientes húmedos, socialrevolucionarios y los anarquistas, aunque no blancos e iguales. sabía muy bien entonces lo que eran los anarquistas. La puerta se abrió; el portero de noche dejó pasar Quería herir al americano, que actuaba demasiado, a Vasya dentro de la casa. como si fuera un señor. Vassilissa recordaba cómo al - Adiós, hasta mañana en el local central. No te hablar se le deshizo el moño. Por entonces tenía un olvides. El mitin comienza a las dos en punto. hermoso pelo largo que ella trenzaba y arrollaba Hacemos las cosas "a la americana". sobre su cabeza. Estaba hablando con todo su Vladimir se quitó el sombrero flexible y se corazón, apasionadamente, y las horquillas se le despidió con una inclinación de cabeza. Vasya se cayeron. Era desagradable; el pelo le estorbaba; se lo volvió en el umbral como si esperase algo más. La echó hacia atrás. No sabía que su pelo fue el que puerta se cerró y Vasya se encontró sola en el atrajo a Vladimir. "No me fijé mientras hablabas. pequeño y oscuro portal. Y de repente, toda la alegría Pero cuando el pelo cayó sobre tus hombros vi se le fue. Su corazón estaba inquieto, enfermo de claramente que no eras una oradora, sino mi Vasya, anhelo... Algo le daba pena; algo le causaba daño. mi adorada Vasya. ¡Una mujer! ¡Y una mujer tan ¡Se vio tan insignificante, tan inútil! extraña! Estabas avergonzada, pero te mantenías en tu puesto. Accionabas con las manos y atacabas a los CAPITULO III anarquistas cuando el pelo se te deshizo y culebrillas Vassilissa estaba sentada en su compartimiento, rizadas se ensortijaban sobre tu espalda como hilos con la cabeza apoyada en su chal de lana hecho de oro." almohada. No dormía, sino que veía el pasado como Vladimir le había dicho esto más tarde, cuando se en un sueño; como en el cine: película tras película, amaban. Pero ella no lo sabía en el mitin. Cuando escena tras escena; alegría y tristeza; toda su vida con terminó el discurso se recogió el pelo. Yurotchkin le Vladimir, con Volodya. Hermosos recuerdos. Y al recogió las horquillas. "Gracias, camarada." Aquello recordarlos, hasta sus penas le parecían agradables. era muy azorante. Todo el mundo la miraba Se instaló más cómodamente. El coche se balanceaba fijamente. No quería mirar al americano, pero deliciosamente. seguramente él lo había notado y ya habría formado Con los ojos de la mente, vio Vassilissa el mitin su opinión. Había algo que le molestaba; estafa del Sindicato; una reunión ruidosa, con gritos. Los enfadada con "el americano". Pero ¿qué tenía que ver panaderos eran una muchedumbre turbulenta, con él? El mitin había terminado. Todo el mundo se indomable. Vladimir estaba en la presidencia; sólo él fue. El americano se paró ante ella. "¿Puedo sabía dominarlos. Fue difícil, pero finalmente lo presentarme yo mismo?" Le dijo su nombre y le consiguió. Las venas de su frente estaban hinchadas explicó quién era. Le estrechó su mano; alabó su por el esfuerzo; mas consiguió lo que quería. No vio discurso. Otra vez se ruborizó Vassilissa. Empezaron entrar a Vasya, que se sentó modestamente junto a la a hablar, a discutir. Ella defendía a los bolcheviques; pared y observaba. Se acordó enviar un voto de él, a los anarquistas. Entre la multitud llegaron a la censura contra el actual Gobierno y poner el calle. Era una noche de viento y frío. Sindicato en manos de los trabajadores. Un coche del partido esperaba. El americano Inmediatamente fue nombrado entre ellos un Comité. propuso acompañar a Vasya a su casa. Aceptó ella y Los miembros de la Duma Municipal y los "burshui" subieron al coche. Estaba oscuro y era estrecho. Se fueron borrados de las listas. Desde ese momento, el sentaron muy juntos. El caballo echó a andar, Sindicato ya no sería un asunto municipal; salpicando el barro con sus herraduras. Vassilissa y pertenecería solamente a los panaderos y a los socios Vladimir dejaron de discutir, sentados, juntos y del Sindicato. silenciosos. Los dos iban serios, pero contentos. Pero los mencheviques no querían que todo esto Hablaron de cosas sin importancia: de la lluvia, del les sorprendiese dormidos. Enviaron algunos agentes mitin que tendría lugar al día siguiente en la fábrica confidenciales a dar cuenta a las autoridades del de jabón, de la asamblea en el local central del partido. La reunión comenzaba a disolverse y se iba a partido. Pero sus corazones estaban llenos de alegría. quedar solamente el Comité administrativo para Llegaron a la casa de Vasya y se desearon buenas celebrar una reunión, cuando, de repente, con gran noches. Los dos sentían separarse tan pronto, pero consternación de todo el mundo, apareció en la ninguno lo dijo. puerta el comisario menchevique, la más alta - ¿Estás segura de que no te mojaste los pies? - autoridad de la ciudad, un partidario de Kerenski. preguntó con gran interés Vladimir. Detrás de él, los jefes de los mencheviques y de los - ¿Los pies? socialrevolucionarios. Al verlos Vladimir, sus ojos Vasya quedó un tanto extrañada; pero, sin saber brillaron astutamente. 8 Alejandra Kollontai - Camaradas: el mitin ha terminado. Solamente se y confiada. Pero, ¿qué era ella para un hombre como quedará el Comité administrativo del Sindicato Vladimir? Comparándose con él, Vasya suspiró. Era revolucionario de panaderos, para celebrar una guapo, había visto mucho, había estado en sesión. Mañana celebraremos una reunión para Norteamérica. ¿Y ella? No era bonita, era ignorante y discutir asuntos de carácter general. Ahora todo el nunca había salido de su provincia. ¡Cómo iba a mundo a casa. fijarse en ella! Tampoco hoy la había visto. La voz de Vladimir resonaba tranquila y resuelta. Sin embargo, apenas habían cruzado por su mente La concurrencia se levantó sin hacer ruido. estos pensamientos, cuando oyó la voz de Vladimir a - Deteneos, camaradas, deteneos -gritó con su lado. irritada voz el comisario-. Os ruego que no - Encantado de verte, compañera Vassilissa. ¿Qué suspendáis el mitin. tal? Hemos hecho enrojecer la nariz del comisario. - El comisario llega tarde. Ya se ha suspendido la Ya no intentará emplear sus trucos otra vez. No reunión. Pero si deseas enterarte de las resoluciones, volverá más por aquí. Puedes apostarlo. Además, le puedes disponer de ellas. Aquí están. Teníamos dijimos lo de las resoluciones por pura fórmula. intención de enviarte una Comisión. Pero tú has Vladimir estaba excitado, entusiasmado. venido personalmente. Mucho mejor. Así debe Vassilissa se contagió. Comenzaron a hablar; los dos ocurrir en épocas de revolución. Es tiempo de que la se reían y estaban contentos. Si los camaradas no gente aprenda que no es obligación de las hubieran venido a buscar a Vladimir, se hubieran organizaciones llevar a toda prisa sus resoluciones a estado mucho más tiempo en el vestíbulo, hablando las autoridades, sino que deben ser las autoridades las del comisario y de las resoluciones. que vengan hasta los obreros para saber noticias. - Bueno, tengo que marchar; no puedo Vladimir permanecía impasible, reuniendo sus entretenerme más, compañera Vassilissa. papeles, y en sus ojos, bajo las largas pestañas, Vasya comprendió que en su voz había pena. Su pequeños diablillos reían y bailaban. corazón latió gozosamente. Levantó sus dulces ojos - Tiene razón, tiene razón -gritaba la observadores hasta los suyos. El alma de Vasya muchedumbre. Algunos reían. El comisario intentó estaba reflejado en sus ojos. Vladimir se miró en protestar. Subió hasta donde estaba Vladimir. Se ellos. Silenciosamente, como si se hubiera perdido en excitó y dio grandes voces. Vladimir permaneció ellos. sereno; sus ojos sonreían; su voz era fuerte y clara. - ¿Por qué no vienes, compañero Vladimir? No Su contestación al comisario fue oída en toda la sala. hagas esperar a la gente. Estamos abrumados de El público reía y aplaudía. Estaban encantados trabajo. cuando oyeron que Vladimir invitaba al comisario a - Ya voy. una cena para celebrar el haber pasado el Sindicato Precipitadamente estrechó su mano y partió. de los "burshui" a los panaderos. "¡Es un muchacho Vasya vagó por la ciudad, sin saber a dónde iba, inteligente este americano!" sin ver las calles ni los transeúntes; sólo veía a El comisario tuvo que marcharse sin realizar su Vladimir. propósito. Amenazó con hacer uso de la fuerza. Esto era algo nuevo para ella. "¡Inténtalo!", gritó Vladimir, cuyos ojos brillaban. Y Era una mañana clara y helada de invierno. la sala entera repitió: "¡Inténtalo, inténtalo!" La Estrellas, infinitas estrellas, brillaban en el cielo. La atmósfera se hacía amenazadora. El comisario y sus nieve, recién caída, todavía blanca e inmaculada, mencheviques hicieron una apresurada retirada por cubría las calles; se había recogido en tejados y una puerta lateral. graneros; adornaba los árboles como escamas Pero en la sala continuó el tumulto. La sesión del colgantes. Comité administrativo fue aplazada hasta la noche. Vassilissa y Vladimir volvían de un mitin. Los La gente tenía primero que comer. Estaban "días de Octubre" habían llegado y pasado. Ahora el extenuados, porque el mitin había comenzado por la Poder estaba en manos de los Soviets. Los mañana. Vasya regresó con la multitud. De repente, mencheviques y los socialrevolucionarios de la se encontró con que Vladimir estaba ante ella. derecha habían sido echados. Sólo quedaban los Tranquilo ya, sus ojos reían. ¡Qué distinto de los "internacionalistas". La fuerza de los bolcheviques otros, con su buen traje azul! Pero ahora no veía al aumentaba. El partido lo gobernaba todo. Los "señor". Hoy, pensaba, "nos pertenece". Después de obreros estaban con los bolcheviques. Sólo los todo, ¿en qué se diferenciaba de un bolchevique? Era "burshuis", los popes y los oficiales del ejército valiente, no tenía miedo a nada. Se enfrentaría con estaban contra ellos. El Soviet les combatía. La vida las balas si era necesario, a pesar del cuello duro. no había vuelto aún a su curso normal. Las olas de la Repentinamente, se despertó en Vasya, no sólo el Revolución no se habían calmado todavía. Por las pensamiento, sino el deseo de abandonar su mano calles patrullaba la guardia roja; había todavía confiadamente en la fuerte mano de Vladimir. Le choques de vez en vez. Pero lo peor había pasado. gustaría ir a través de la vida con él, a su lado, alegre Vassilissa y Vladimir hablaban de los días en que