LA ARQUITECTURA MILITAR DEL RENACIMIENTO A TRAVÉS DE LOS TRATADISTAS DE LOS SIGLOS XV Y XVI LA ARQUITECTURA MILITAR DEL RENACIMIENTO A TRAVÉS DE LOS TRATADISTAS DE LOS SIGLOS XV Y XVI 2 PRESENTACION ESCUELA TECNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA DE VALENCIA TESIS DOCTORAL LA ARQUITECTURA MILITAR DEL RENACIMIENTO A TRAVÉS DE LOS TRATADISTAS DE LOS SIGLOS XV XVI AUTOR ALFREDO VERA BOTÍ DIRECTOR JUAN FRANCISCO NOGUERA GIMÉNEZ 3 LA ARQUITECTURA MILITAR DEL RENACIMIENTO A TRAVÉS DE LOS TRATADISTAS DE LOS SIGLOS XV Y XVI 4 PRESENTACION A todos los que luchan porque sea innecesaria la Arquitectura Militar y a Maricarmen porque batalló para que pudiera dar fin alguna vez a este trabajo 5 LA ARQUITECTURA MILITAR DEL RENACIMIENTO A TRAVÉS DE LOS TRATADISTAS DE LOS SIGLOS XV Y XVI 6 PRESENTACION PRESENTACIÓN Antecedentes Cuando se estudia con cierto interés la Arquitectura del Renacimiento se observa cierto vacío en una de las aportaciones más singulares de la actividad constructiva, como fue la Arquitectura Militar, de la que encontramos referencias aisladas en monografías biográficas de algunos arquitectos cuando, junto a la actividad profesional en el campo de las construcciones civiles y religiosas destacaron en este otro tipo de obras de carácter puramente utilitario. Es el caso, por ejemplo, de Sangallo il Giovane, de Michele Sanmichele, o incluso, de Miguel Angel, por citar sólo tres ejemplos muy conocidos. La gran importancia de la Arquitectura con contenidos claramente simbólicos y ornamentales ha oscurecido de alguna manera esta otra actividad constructiva en la que se realizaron ingentes inversiones económicas y humanas, sobre todo en Italia, fragmentada y descompuesta en decenas de Estados y Señoríos menores, y por ello sometida a las acciones bélicas que derivaron de los procesos de crecimiento de las grandes nacionalidades europeas. Más énfasis se encuentra en la Historia del Urbanismo, cuando se habla de las ciudades ideales de trazado radiocéntrico, como elementos singulares de un modo de hacer ciudad, en el que con cierta frecuencia, se ha insistido en su raíz neoplatónica, sin caer en la cuenta, la más de la veces, que los pocos ejemplos construidos en el Renacimiento no respondieron a esta tipología (excepción hecha de las ciudadelas y Palmanova, como más singulares) y que fueron, más bien, el resultado de la aplicación del principio de isotropía a un territorio plano y sin accidentes geográficos, que exigía igual tratamiento para unos bordes que necesitaban de un mismo tipo de defensa ante el ataque 7 LA ARQUITECTURA MILITAR DEL RENACIMIENTO A TRAVÉS DE LOS TRATADISTAS DE LOS SIGLOS XV Y XVI igualmente homogéneo que se podía producir desde un perímetro igualmente activo; es decir, una arquitectura que nacía como resultado de un proceso de experiencia acumuladas, de clara raíz aristotélica, que conducía a la uniformidad y, por tanto, a la simetría central de un cuerpo cerrado, como había de ser la ciudad. Por ese misma razón, la presencia de accidentes geográficos conllevó a la construcción de perímetros murados irregulares que tenían que dar respuesta local frente a la variedad de circunstancias que conformaban los territorios cuando éstos eran heterótropos. Sin embargo, en unos y otros, hay unas constantes repetidas, unos elementos arquitectónicos que conforman las distintas tipologías de Arquitectura Militar, en las que se repiten formas o se utilizan sistemas constructivos ajustados a cada circunstancia. La ausencia, casi permanente, de elementos ornamentales, y lo que es más importante, de signos iconográficos evidentes (hacemos excepción del radiocentrismo ya señalado o a los signos laudatorios de algunas portadas, como fue el uso de bolas en algunas fortificaciones mediceas –Fortezza da Basso, por ejemplo-) ha dado lugar a que estas construcciones se vengan considerando como arquitecturas de segundo orden dentro de la enorme producción arquitectónica que hubo en el Renacimiento. Así a los Sangallo se les conoce más por sus obras civiles y religiosas que por las aportaciones que hicieron en el campo de la Arquitectura Militar, hecho que en Giuliano da Sangallo aun es más grave, porque junto a la recuperación de ejemplos un clasicismo culto y oculto en muchas de sus obras, realizó aportaciones importantes en la evolución del bastión, situación en la que se encuentran tantos otros arquitectos anteriores como Biaggio Rossetti o posteriores, como Michele Sanmichele o Galeazzo Alessi. Pero aunque de éstos es posible localizar sus obras en las biografías pormenorizadas de su actividad arquitectónica, otros nombres como Lantieri, los dos Cataneo, Maggi, G. B. Antonelli, etc. quedan reservadas a trabajos muy específicos. Sin embargo, y a pesar de lo dicho, el mayor abandono lo han tenido los Tratados de Arquitectura Militar de aquellos arquitectos e ingenieros militares, cuya producción literaria fue fundamentalmente italiana, durante los siglos XV y XVI, y que trascendió más allá de sus fronteras, con traducciones y copias de sus escritos, sin que apareciera una verdadera producción teórica en Europa hasta 8 PRESENTACION muy avanzado el siglo XVI. Ese abandono, que no olvido, se ha producido posiblemente por dos razones: la primera es la irregular distribución de la tratadística sobre la Arquitectura Militar a lo largo del Renacimiento, que no sólo concentra geográficamente la producción principal en Italia, sino que también, temporalmente, la mayor actividad publicista aparece en la segunda mitad del siglos XVI, es decir, a partir del momento en que las guerras entre España y Francia cambian de campo de acción y pasan de Milán y Nápoles a los Países Bajos fundamentalmente; la segunda razón puede haber sido la reiteración con que en esos tratados aparecen los mismos temas, con escasas variaciones formales, que aunque lentas van apareciendo en los sistemas de defensa activa, tras inesperados experimentos de la ley del acierto/error que tanta importancia tuvo, por ejemplo, en la última gran guerra italiana del Renacimiento, como fue la que llevó a la anexión de Siena al gran ducado de Toscana. La Arquitectura Militar, no fue tampoco una actividad desligada de las demás ciencias de la época sino que actuó como motor, y muy activo, en la puesta al día de nuevos sistemas constructivos, como fueron las obras de tierra, por ejemplo, y de nuevos ingenios y artefactos que hacían falta para las grandes y rápidas construcciones que había que levantar en los más diversos lugares y, como no, para la defensa y asedio mismo de aquellas enormes defensas arquitectónicas. Junto a las grandes construcciones militares van a surgir, o mejor, se van a adecuar viejas formas puntuales de defensa del territorio, como serán las Rocche o fortines, en sustitución de los viejos castillos medievales. Todas estas construcciones son las que estudiaron los tratadistas, aportando soluciones que ya se habían experimentado en Italia; al respecto hay que señalar que la tratadística militar del Renacimiento italiano no fue, por razones de pura estrategia, pionera en difundir soluciones mientras los campos de batalla estuvieron en la península, pero a partir de mediados del siglo XVI, nos van a aportar las mejores propuestas construibles, es decir, las distintas alternativas que venía adoptando el “fronte bastionato italiano” ante el creciente perfeccionamiento de las bocas de fuego artilleras. 9 LA ARQUITECTURA MILITAR DEL RENACIMIENTO A TRAVÉS DE LOS TRATADISTAS DE LOS SIGLOS XV Y XVI Estudios previos El primer intento de recuperar la tratadística sobre la arquitectura militar se produjo en el siglo XIX, con las aportaciones de Carlo Promis y otros que dedicaron sus esfuerzos a sacar a la luz los más interesantes de los viejos tratados que permanecían aun sin publicar como eran los de Francesco di Giorgio Martini, por ejemplo; o los estudios sobre literatura artística que salieron de escudriñar bibliotecas y archivos, cuya consecuencia principal fue la de publicar listas más o menos completas de los escritos que se iban conociendo sobre técnicas militares, en el más amplio sentido de la palabra, y en los que lógicamente no faltaron las aportaciones sobre los tratadistas de Arquitectura Militar, pero sin profundizar demasiado en las aportaciones que aparecían en cada uno de ellos. En este sentido no hay que olvidar los texto ya clásicos de J. Almirante, J. Aparici, A. Cassi-Ramelli, M. D’Ayala, M. J. D. Cockle, L. A. Maggiorotti, W. B. Parsons, C. Promis, E. Rocchi, H.J. Rumph y O. Stein, G. Sticca, Strazullo, F., L. Villena, H. Wauwermans, Zarco del Valle y Sancho Rayón1, etc., por no citar más que a los que de forma exclusiva se centraron en el estudio de la literatura sobre arquitectura militar, y a partir de los cuales fue posible ir completando la serie de tratadistas objeto de este trabajo. Sucesivamente han ido apareciendo estudios fragmentarios sobre éste o aquel autor, pero sin establecer una conexión clara entre la amplia producción literaria surgida en la segunda mitad del siglo XVI. Estas razones son básicamente las que me impulsaron a intentar una aproximación a las fuentes escritas de la Arquitectura Militar del Renacimiento a través de sus propios tratadistas, sin olvidar otros frentes que deberán ser apuntados, aunque sea colateralmente y en especial, sus ciencias auxiliares complementarias y algunas de las técnicas constructivas. Tampoco es posible estudiar la Arquitectura Militar del Renacimiento olvidando los antecedentes de las distintas soluciones que a lo largo de los tiempos se habían ido aportando a los sistemas de defensa pasiva y activa y por ello, creímos que era oportuno elaborar un Elucidario que, aunque fuese de forma 1 Vid: Bibliografía. 10
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