ebook img

la arquitectura de la victoria PDF

438 Pages·2014·15.81 MB·Spanish
by  
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview la arquitectura de la victoria

s a i r u t s A n e s a d a t s a v e D s e n o i g e LLAA AARRQQUUIITTEECCTTUURRAA R e d l a r e n e G n LA ARQUITECTURA ó i c c e DE LA VICTORIA r i D a l La labor de la Dirección General de e d Regiones Devastadas en Asturias r o b a Míriam Andrés Eguiburu l a L A DDEE LLAA VVIICCTTOORRIIAA I R O T C I V A L E D A R U T C E T I U Q R A A L PROGRAMA DE DOCTORADO: LAS CIUDADES DEL ARCO ATLÁNTICO. PATRIMONIO CULTURAL Y DESARROLLO. Universidad de Oviedo. Departamento de Historia del Arte y Musicología. Programa de doctorado: Las Ciudades del Arco Atlántico. Patrimonio Cultural y Desarrollo. La arquitectura de la Victoria: la labor de la Dirección General de Regiones Devastadas en Asturias Tesis doctoral presentada por Míriam Andrés Eguiburu Bajo la dirección de la Doctora Mª Pilar García Cuetos Oviedo, 2014 En memoria de Juana María Gil, nuestra Juani. La arquitectura de la Victoria: la labor de la Dirección General de Regiones Devastadas en Asturias AGRADECIMIENTOS Siempre he pensado que en cualquier trabajo de investigación, como el que aquí se presenta, el apartado de agradecimientos debería de ser eterno; son tantas las colaboraciones precisas, tantos los autores reales que tienen estos textos que, pese a que comparto la idea de la soledad del escritor y opino que es aplicable a la del investigador, creo que en nuestro caso se trata de una soledad “forzosamente acompañada”. Esta situación se hace aún más notable en las circunstancias en las que se desarrolló esta tesis: iniciada con la dedicación absoluta que te permite una beca ministerial, a finales del año 2011 —y dada la delicada situación laboral actual— comencé mi trayectoria profesional en la empresa privada, transformándose el que era mi trabajo —el mejor del mundo— en la inversión de la mayor parte de mi tiempo libre, mermado además por circunstancias personales delicadas. Señalo este cambio por lo que supuso también para todos los que han participado, de una manera o de otra, en esta tarea: para mi familia y amigos, los momentos que no hemos podido disfrutar; para los archiveros, tratar de facilitarme el acceso a la información cuando no me era posible desplazarme o acudir en los horarios establecidos; para mis compañeros de trabajo, organizarme para poder compatibilizar ambas cosas… y así podría continuar líneas y líneas. Por este motivo, aunque a continuación intentaré nombrar a aquellos a los que más gratitud debo, quiero agradecer con estas palabras a todos y cada uno de los que han aportado algo de ellos mismos para que este trabajo llegara a buen fin. El primer nombramiento ha de ser hacia el Ministerio de Ciencia e Innovación, que me permitió desarrollar tres años de absoluta felicidad dedicándome a la investigación, al amparo de una beca de Formación de Personal Investigador (FPI). En este período fui acogida por el Departamento de Historia del Arte y Musicología de la Universidad de Oviedo, al que debo agradecer de manera global que me permitiera formarme en la investigación y la docencia. En cuanto a la investigación, me gustaría agradecer las sugerencias de la profesora Mª Cruz Morales Saro a algunos de los puntos de mi incipiente carrera, así como a Carmen Adams el acceso a materiales inéditos en aquel momento. En lo relacionado con la docencia, mi iniciación en este campo fue satisfactoria gracias a la ayuda de Raquel Sáez a la que, además, debo su aliento en los ~ 5 ~ Míriam Andrés Eguiburu momentos inciertos. La oportunidad de disfrutar de la experiencia docente me la brindó Raquel Alonso, que me ofreció una colaboración absolutamente enriquecedora en lo profesional y en lo personal. En este departamento, y como enlace a mi grupo de investigación —del que es además investigadora principal—, se encuentra la persona a la que se debe cada una de las letras que ahora escribo: Mª Pilar García Cuetos, mi directora, mi maestra. Puedo decir que a lo largo de estos años la vida me ha ido dando, y seguirá haciéndolo, muchas lecciones, pero Pilar es una lección de vida en ella misma, un referente, un ejemplo. Nunca le agradeceré lo suficiente el haber visto en mí una discípula, su comprensión, su cariño y su excelencia como persona y como investigadora. En cuanto al grupo al que tuve la gran suerte de pertenecer, todas las palabras se quedan cortas para expresar lo mucho que he aprendido de cada uno de ellos, especialmente su conjugación de valores profesionales y humanos. En todo momento me hicieron sentir una más, siempre sin olvidar que a ellos debía una gran parte de lo que sería mi formación como investigadora. De entre todos, quiero agradecer especialmente a Esther Almarcha y Ascensión Hernández los momentos compartidos, la magia de que dos personas a las que admiras profundamente compartan contigo conocimientos y cariño. Ambas han sido, además, tutoras de mis respectivas estancias de investigación en el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha y la Universidad de Zaragoza, respectivamente. No puedo olvidar en este proceso de formación al catedrático Javier Rivera, que tutorizó mi estancia en la Universidad de Alcalá de Henares, ni a Claudio Varagnoli, de la Universidad de Pescara (Italia), que puso a mi disposición todo cuanto estaba en su mano para hacer de mi viaje una experiencia no solo de formación —las reflexiones del catedrático sobre la reconstrucción de posguerra han sido para mí absolutamente reveladoras—, sino también de enriquecimiento personal. En lo referente a la información solicitada, no tengo sino palabras de agradecimiento para los responsables de todas las bibliotecas, archivos y otras entidades consultadas (RIDEA, Colegio Oficial de Arquitectos). Merecen mención especial Daniel Gozalbo Gimeno —del Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares— que, pese a contar con un volumen ingente de trabajo, hizo una excepción para facilitarme una ~ 6 ~ La arquitectura de la Victoria: la labor de la Dirección General de Regiones Devastadas en Asturias serie de materiales con una premura poco habitual. En el ámbito local, Kennedy Trenzado —archivero de Cangas de Onís— se volcó en mis requerimientos ofreciéndome una ayuda de gran relevancia, invirtiendo un tiempo y un esfuerzo que van más allá de lo que su cargo establecía. Además, en el absoluto caos del Archivo de las Regueras, por denominarlo de alguna manera, debo a Patricia su empeño en localizar la documentación relativa a la DGRD y nuestras incursiones en los almacenes, que me mostraron las dificultades a las que se han de enfrentar en estas pequeñas localidades para conservar su patrimonio escrito. En lo personal, sería imposible listar uno por uno a todos los que me han apoyado en este proceso, especialmente en los últimos años. Mis compañeros de trabajo y amigos me han prestado todo tipo de apoyos merecedores de mi total agradecimiento: flexibilidad horaria cuando lo he necesitado, ayudas técnicas… pero sobre todo me han hecho llorar (a carcajadas) cuando me he visto desbordada. Gracias, además, a Sonia el Río, culpable de muchos de estos llantos y estupenda diseñadora, a la que debo la cubierta de esta tesis. Quiero agradecer además a mi familia y a mis amigos su comprensión por todos los momentos en los que no he estado (o no he estado como debiera), sus buenas palabras, su confianza y su permanente apoyo. De una manera especial, quiero dar las gracias a Miguel por su ayuda moral —pero también material—, por esos buenos momentos que no olvidaremos, haciendo divertidas las obligaciones. Mis padres han sido, son y serán los responsables de cada uno de los objetivos que alcance: al científico Luis José Andrés —al que encontraremos como fotógrafo de algunas imágenes a lo largo de este trabajo— le agradezco su descenso al mundo terrenal para apoyarme en los malos momentos; a Mercedes Eguiburu le doy una y mil veces las gracias porque nada de esto habría sido posible sin su cariño incondicional, en lo bueno y en lo malo, porque las alegrías no serían tan alegres sin ella, pero las tristezas serían mucho más tristes. Para finalizar, sin alguien ha sufrido la montaña rusa en la que me he visto envuelta en estos años ese ha sido Diego: gracias, muchísimas gracias, por estar siempre a mi lado. ~ 7 ~

Description:
región durante más de siglo y medio, suponiendo su colofón la de Francisco Pruneda en. 1780. Sin embargo, lo cubierta de teja a dos aguas y uso de pilares con zapatas que remarca su carácter rural y típico de los estilemas
See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.