Description:E l inmenso convoy navegaba sobre el mar apacible, rumbo a las costas de África.
El océano Atlántico mostraba su serena inmensidad y una brisa muy débil apenas si rizaba su superficie, produciendo una ligera ondulación de la misma, que para nada afectaba la marcha de los supertrasatlánticos.
Como fabulosos cetáceos de acero, aquellos barcos de trescientas mil toneladas, con su preciosa carga de maquinaria y utillaje de toda especie, hendían las aguas impasiblemente.
Eran veintiuna aquellas naves y transportaban, por orden del Gobierno Mundial, gran cantidad de materiales a África, continente que estaba en vías de una profunda transformación, pues era deseo de los hombres que dirigían los destinos de la Tierra convertirlo en un sitio tan civilizado como Europa y América.