En un reino habitado por rocskans y humanos, una joven roc, ingenua e inexperta, fue atrapada por un amor prohibido. Presa de las debilidades más íntimas, sucumbió ante la pasión y pronunció palabras de las que pronto se arrepentiría y que marcarían el resto de su vida. Una noche sanguinaria tiñó su mirada, vio el cielo tornarse carmesí y el humo del fuego subir, hasta que lo cubrió todo con un manto de muerte. Percibió el olor de la sangre y escuchó los alaridos que emanaban del corazón del bosque. Fue entonces que todo se volvió una pesadilla. Era culpable y cargaría para siempre el estigma de ser una traidora. Sin embargo, aunque no pudiera redimirse, juró que iba a vengar a su pueblo. Su determinación estaba dada, pero ¿su impulso era tan fuerte como para no debilitarse ante la seducción de un nuevo amor?