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Influencia Árabe en las Letras Iberoamericanas PDF

280 Pages·2009·2 MB·Spanish
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© Universidad Internacional de Andalucía © Universidad Internacional de Andalucía Influencia Árabe en las Letras Iberoamericanas Sergio Macías Brevis © Universidad Internacional de Andalucía COEDITAN: UNIVERSIDAD INTERNACIONAL DE ANDALUCÍA Monasterio de Santa María de las Cuevas Calle Américo Vespucio, 2 Isla de la Cartuja. 41092 Sevilla www.unia.es FUNDACIÓN CAJA RURAL DEL SUR Calle Puerto, 27 21001 HUELVA COORDINACIÓN DE LA EDICIÓN: Universidad Internacional de Andalucía. COORDINADOR: Sergio Macías Brevis COPYRIGHT DE LA PRESENTE EDICIÓN: Universidad Internacional de Andalucía FECHA: 2009 ISBN EDICIÓN FORMATO EN PAPEL (2009): 978-84-7993-085-1 MAQUETACIÓN Y DISEÑO: Olga Serrano García © Universidad Internacional de Andalucía Índice Palabras previas 6 Prólogo 10 Al-Andalus en la literatura iberoamericana: La Alhambra y la Mezquita de Córdoba, fuentes de inspiración 17 Imagen del Islam en la literatura 48 Lo árabe en las letras iberoamericanas 58 Aspectos árabes en la literatura chilena 150 Marruecos en la literatura latinoamérica 211 5 © Universidad Internacional de Andalucía Palabras previas © Universidad Internacional de Andalucía Observamos que la presencia árabe en Iberoamérica está reflejada físicamente con personas que vemos a menudo en medio del acontecer social, pero sin que se estudien sus países de origen. Porque la historia que se enseña es parte de la reconquista, con autores que se han fijado otros modelos culturales. Por eso, es necesaria esta recuperación. La importancia del mestizaje ha sido y es, sin lugar a duda valiosa como asimilación a las diferentes realidades del continente latinoamericano. Lo interesante es ver, además, cómo de esta adaptación los árabes de la segunda y tercera generación han podido surgir a lo más alto en el campo empresarial, profesional y político. Algunos han llegado a ser parlamentarios, ministros y presidentes, como en Argentina y Ecuador, o como Gabriel Turbay llamado el “turco” en su campaña a la presidencia de Colombia, o ministros en Chile como Jorge Tarud y Sergio Bitar. No es para asombrarse, entonces, que en la literatura aparezcan con más frecuencia personajes árabes que, a veces, son los principales protagonistas de una novela o un cuento, como veremos en las obras de los autores que son objeto de este trabajo. Es indudable que nunca estarán todos en una selección, pero lo fundamental es que esta presencia árabe corresponde a un mosaico de impresiones a través de una creación literaria que entra en la historia, en lo islámico, en lo cristiano y en la ficción. Para muchos autores el punto de referencia ha sido España con el esplendor de al-Andalus. Y no cabe duda que España por su pasado histórico y por el papel que representa en el mundo actual, como país importante de la Comunidad Europea, es un nexo cultural muy decisivo para Iberoamérica y los países árabes. Pensamos, pues, que la materia que a continuación trataremos refuerza aún más los lazos de hermandad. Desde que comencé en mil novecientos ochenta y uno a considerar el tema árabe en la literatura latinoamericana, mi preocupación ha sido buscar más que al autor la obra para saber cómo y porqué surgen los personajes árabes. Hay investigadores que sólo se interesan por los escritores que tienen ese origen, pero esto produce una limitación en la perspectiva. Es interesante observar de qué manera lo árabe se incorpora en la literatura, y cómo lo enfoca el autor nacional y aquel que es descendiente de árabe. También encontraremos en esta temática algo que es común para Iberoamérica: cierta sensualidad y concepto de lo bello y amoroso con sentido machista. Esto puede haber surgido como toda imagen prestada, que no ha podido emerger de las propias raíces. Un aspecto mitológico de la civilización que corresponde a las imágenes del hombre occidental frustrado. A lo mejor lo que hemos visto hasta hace poco es a personajes árabes en una condición pueblerina, provinciana y no en una trascendencia nacional. Son personas que indudablemente pueden llegar a más, pero faltaba ese otro paso, 7 © Universidad Internacional de Andalucía el árabe triunfante. Ahora, esto último ya se ve en los diferentes aspectos de la vida social, como es el caso de los que han sido elegidos Presidentes, nombrados ministros, o han alcanzado los grados de comandantes o generales, por poner algunos ejemplos. Corresponden a una tercera y cuarta generación insertadas en la vida científica y cultural de un continente que tiene muchos millones de descendientes árabes. Es posible que surja la pregunta ¿por qué aparecen ahora en la literatura y no antes? Seguramente porque dejaron de ser una minoría y, además, marginal. Se han integrado algunos dentro de grupos de poder, adquiriendo automáticamente una categoría de importancia central, sea económica o política y eso se revierte en la literatura. Digamos sin tapujos y muy claramente que existe una deuda literaria. Está determinada porque los hombres que se están haciendo dentro de la literatura se han deshecho dentro de la historia. Es decir, son los que se han perdido en medio del flujo histórico con sus pequeñas cosas, como lo vemos en el asesinato de Nasar, personaje de la conocida obra Crónica de una muerte anunciada, o con los vendedores de baratijas, y no como los de ahora, con los cuales más de alguno puede ser tan cruel como intransigente al sentirse desplazado por esta presencia. Así se percibe con más de alguna aristocracia latinoamericana celosa del dominio social que tratan de mantener. Es doloroso ver que a menudo nuestra sociedad occidental que tanto recibió de la cultura árabe, no sólo por medio de la creación literaria sino de la medicina, de la astronomía, de la filosofía, etc., no se entienda como debiera ser con ese mundo y viceversa. El resultado de esta falta de comunicación y de fraternidad es que estemos en continuos conflictos bélicos. No se pueden imponer modos de ser, valores que corresponden a nuestra formación cultural, diferentes conductas, ni nuestra misma democracia por medio de la fuerza, más claramente a través de la guerra. Si los políticos no son capaces de respetar la soberanía y el dolor humano, la cultura puede abrir una puerta esperanzadora para el entendimiento. El resultado de una conflagración todos lo conocemos. No se debe justificar una invasión para derrocar una dictadura que siempre consideraremos nefasta. ¿Quién responde por los miles y miles de muertos, huérfanos, viudas, hogares destrozados y las violaciones de los derechos humanos? ¿El dominio de ciertas riquezas básicas por compañías de países poderosos y la mayor venta de armamento a quién beneficia? Los pobres pasan a ser más pobres en un mundo de pobres manejados por los monopolios internacionales. ¿Cómo conseguir lo fundamental que es la paz? Sólo a través del diálogo y de la cultura. Valorar el aporte que han hecho nuestras civilizaciones para obtener un mayor progreso. Todos los que vivimos bajo esta luz que ilumina al mundo necesitamos que nos envuelva de armonía. Es indudable que los grandes intereses internacionales perjudican y chocan con el espíritu independentista de los árabes. Ellos miran con desconfianza a las 8 © Universidad Internacional de Andalucía grandes potencias, por su experiencia de haber sido colonizados y esquilmados durante tanto tiempo. Debemos respetar la soberanía y la identidad para que cada país tenga su propio camino. Compartir los valores comunes de la humanidad: la libertad y la justicia que, como bien sabemos, son dos pilares fundamentales de la democracia que sostienen el edificio del humanismo que queremos construir y perfeccionar. La historia la hacen los propios pueblos y no los vecinos. Para llegar a la paz no hay mejor fórmula que la del refrán popular: “Hablando se entiende la gente”, y haciendo una paráfrasis: -con el diálogo se entienden los pueblos-. En este trabajo nos referiremos al producto literario de un cruce sanguíneo que ha dejado huellas imborrables, a través de la asimilación y adaptación de una raza lejana geográficamente. Pero que llegó con los años a fundirse en la otra realidad que la acogió y, es ahí cuando aparece su enorme validez y trascendencia. Es la prueba de que con trabajo, con respeto a las creencias, a las razas, a los derechos humanos los pueblos avanzan. La gran fuerza de la literatura iberoamericana es producto del mestizaje, de un aporte de culturas que recoge y expresa con calidad universal una buena cantidad de escritores de primera línea. Ellos han captado en sus diferentes matices y dentro de sus respectivos países el acontecer de esta presencia, que constituye una parte valiosa de las letras hispanoamericanas. Esta literatura ha tenido un papel muy importante, porque ha recogido a estos personajes árabes productos de una inmigración. Con los años ha significado La influencia árabe en las letras iberoamericanas.. 9 © Universidad Internacional de Andalucía Prólogo © Universidad Internacional de Andalucía

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