BARON JAKOB VON UEXKÜLL IDEAS PARA UNA CONCEPCIÓN BIOLÓGICA DEL MUNDO TRADUCCIÓN DEL ALEMAN POR R. M. TENREIRO ESPASA-CALPE ARGENTINA,- S. A. BUENOS AIRES — MEXICO IMPRESO EN LA ARGENTINA Edición autorizada especialmente Primera edición para la colección Historia y Filosofía de la Ciencia Queda hecho el depósito que previene la ley número 11723 Copyright by Compañía Editora Espasa-Calpe Argentina, S. A. Buenos Aires. 19ó5 En los últimos años se oye por dojídequiera un monó tono treno sobre la cultura -fracasada y concluida. Filisteos de todas las \lenguas y todas las observancias se inclinan ficticia?nente compungidos sobre el cadáver de esa cultura, que ellos no han engendrado ni nutrido. La guerra mun dial, que no ha sido tan mundial como se dice, parece ser el síntoma y, al par, la causa de la defunción. La verdad es que no se comprende cómo una guerra puede destruir la cultura. Lo más a que puede aspirar el bélico suceso es a suprimir las personas que la crean o transmiten. Pero la cultura misma queda siempre intacta de la espada y el plomo. Ni se sospecha de qué otro modo puede sucimibir una cultura que no sea por propia deten ción, dejando de producir nuevos pensamientos y nuevas normas. Mientras la idea de ayer sea corregida por la idea de hoy, no podrá hablarse de fracaso cultural. Y, en efecto, lejos de existir éste, acontece que, al menos la ciencia, experimenta en nuestros días un incomparable crecimiento de vitalidad. Desde 1900, coincidiendo pere grinamente con la fecha inicial del nuevo siglo, co???ienzcm a elevarse sobre él horizonte intelectual pensamieyitos de nueva trayectoria. Esporádicamente, sin percibir su radi cal parentesco, aparecen en unas y otras ciencias teorías que se caracterizan por disentir de las donantes en el si glo XIX y lograr su superación. Nadie hasta ahora se había fijado en que todas esas ideas que se hallan en su hora de oriente, a pesar de referirse a los asuntos más disparejos, poseen una fisonomía común, una rara y sugestiva unidad de estilo. Desde hace tiempo sostengo en mis escritos que existe ya un organismo de ideas peculiares a este siglo XX que ahora pasa por nosotros. La ideología del siglo XIX, vista desde ese organismo, parece una pobre cosa tosca, maniá tica, imprecisa, inelegante y sin remedio periclitada. [7] 8 Esto, que era en mis escritos poco mas que urna privada afirmación, podrá recibir ahora una prueba brillante" con la Biblioteca de Ideas del Siglo XX. En ella reúno las obras más características del tiempo nuevo, donde principian su vida pensamientos antes no pensados. Desde la matemática a la estética y la historia, procurará esta coleccióíi mostrar el nuevo espíritu labran do su miel futura sobre toda la flora intelectual. Claro es que tratándose de una ideología en plena mocedad no po drá pedirse que existan ya tratados clásicos donde aparezca con una perfección sistemática. Es más, algunos de estos libros contienen, junto a las ideas de tiuevo perfil, residuos de la antigua manera, y como las naves al ganar la ribera, mientras hincan ya la proa en la arena aun se hunde su timón en la marina. • * # En el presente libro de von Uexküll hallará el lector, sobriamente expresado, un sistema de ideas biológicas que represeyita mejor que ningún otro la manera actual de acercarse a los problemas de la vida. El volumen ha sido formado recogiendo ensayos diferentes: trae esto consigo que más de una vez se repita la exposición de un mismo pensamiento. No creo, sin embargo, que esto resulte eno joso. Al insistir sobre una misma idea, Uexküll la presenta con nuevo cariz, y la lectura llega al cabo de las páginas animada por una curiosidad ascendente. Debo declarar que sobre mí han ejercido desde 1913 gran influencia estas meditaciones biológicas. Es+a influen cia no ha sido meramente científica, sino cordial. No co nozco sugestiones más eficaces que las de este pensador, para poner orden, serenidad y optimismo sobre el des arreglo del alma contemporánea. 1922. José Ortega y Gasset. (Escrito para la primera edición de la presente obra en la Biblioteca de ideas del siglo XX.) A Houston Stewart Chamberlain Respetuosamente * IDEAS PARA UNA CONCEPCION BIOLÓGICA DEL MUNDO PRIMERA PARTE LOS NUEVOS PROBLEMAS