Al regresar a la isla en la que pasó su infancia y parte de su adolescencia, esas palabras resurgen en su mente cuando ante él se presenta un chico que dice ser quien fue el gran amor de su vida. Pero hay dos cosas que hacen que eso sea imposible: esta persona no se parece en nada a Ícaro y, lo más importante, este murió cuando ambos tenían dieciséis años.