Description:—Es cierto, mi capitán, parece mentira en quien presume de pistolero duro y valiente, pero así ha sido. —En efecto. Ha sido usted una víctima del deber cumplido y no precisamente en su persona como hubiese sido lo lógico. No encuentro palabras para consolarle. —Se lo agradezco, mi capitán, pero creo, que no existen las adecuadas para consolarme. Mi consuelo está en mis manos y debo buscarlo yo solo. En fin, con su permiso me retiro, siento un dolor en todo el cuerpo, como si me hubiesen apaleado y me sostengo en pie por un esfuerzo de voluntad, después del terrible golpe y de llevar tres días seguidos sin acostarme.