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Historia social e indigenismo en el altiplano (Perú) PDF

196 Pages·1982·22.615 MB·Spanish
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Historia social e indigenismo en el altiplano Jose Tamayo Herrera Historia social e indigenismo en el altiplano Prologo de Emilio Romero Ira. Edicion 2,000 Ejemplares Lima, 1982 A mi madre: ejemplo vivo de la dignidad y virtud de la mujec andina. © Ediciones Trentaitres Miguel Dasso 141 . San Isidro, Telefono 400607 Edicion al cuidado de Lola Salas. PROLOGO La "H1STORIA SOCIAL DEL ALTIPLANO" del distingaido historiador cuzqueno, Dr. Jose Tamayo Herrera, es un libro que responde a la nueva imagen del Peru, al nuevo espiritu de las jovenes generaciones que intenlan comprender e interpretar el pensamiento y las aspiraciones del Peri olvidado y andino. Su autor, el Dr. Jose Tamayo Herrera, viajo desde el noble y legendario Cuzco hasta el Mtiplano Andino, para redescubrir su paisaje y su paisanaje y enfocar con tos nuevos mitodos de la historia contempo- ranea su sociedad actual. Sus primeras observaciones refle* jan las impresiones antiguas sobre el clima y el medio del Altiplano. La aridez del Altiplano puneno fue siempre des~ crita, desde los primeros viajeros, que a veces desconocie' ron el aporte de tos primeros europeos que admiraron el Ti- ticaca y su Altiplano. El Dr. Tamayo Herrera ascendid a la cumbre del mas alto mirador geografico del Peru, desde donde pueden verse palpitar las luces de los planetas tejanos, para abaxcar con su mirada de investigador, a los hombres todavia sobrevivien' tes, los kollas y aimaras, para descubrir en algunas miradas brillantes de ojos pequenos y redondos la presencia lejana y desconocida de los descendientes de los remotos uropuqui- nas o tarapacas, que denotan tejanisimos tiempos prehispa- nicos. Pero es necesano reconocer, en favor del autor, que para usar estas visiones de larguisima distancia hacia atras. JO EMILIO ROMERO PROLOGO 11 e5 preciso acumular potencialidades de inteligencia u de re- La Historia Social del Altiplano del Dr. Tamayo He- rrera, es la primer a contribution sintetica y general sobre el Zacerposible ^ eStud'° y dedication ejemplares pueden Puno historico, desde el pobladot remoto hasta nuestros d'tas, y reivindica a la poblacion nativa a quienes conservadores y racistas en plena era republicana, para mantenerlos siempre «SZ° f T101' ,de U Hitiotia Social del Altiplano, ha P estudiado tambien la sociedad actual, el mundo contempora- aplastados, humillados y vencidos, llamaron a los kechuas y neo viviente su plan ha sido el de partir del periodo colonial al kolla - aymara, con el nombre despectivo de indios. Para esos "indios" escribio con bello estilo, con pasion y altura dentiaru drf™ar de Pllno a Partir de la indepert- de miras el maestro cuzqueho J. Uriel Garcia en su hetmoso toriaL • eXammada en s"s diversas etapas. La his- libro "El Nuevo lndio", como expresion revolucicnaria del nuevo espiritu que hoy distingue a la peruanidad democratica y social del Peru. ZTzmsrs £r Sumamente interesante es su estudio del indigenismo, por que el indigenismo fue una expresion de politics republicans que se for/o a mediados del siglo XIX en defensa del camr cias. Una culture en plcno TvaZcThacTPaZe^ T™' pesino peruano, que se vio de pronto sin el apoyo de la legisla­ pleta con la vision del remote* 'ZrJJ>« Peruantdad com- tion espahola colonial, pues en 1824 el Libertador Bolivar fir- historiador Jorge Basadre °fnndo que vislumbrara el mo dos decretos autorizando a vender las tierras del Estado que estuvieran vacantes, despues de haber otorgado la pro- piedad individual a los indigenas comuneros. Tamago HerZra tig"'?"*'™auca^dir lZa' «A?,tiPs1r"'j0-£ «'z Dzr. e En esa forma se ponia fin a la posesion y usufructo de las tierras de cultivo de los ayllus, debiendo entenderse que constituge el primer acierto del tactfa de investigation en el futuro cada indigena seria propietario individual de una j o todos los demas oue A °r' y 1° que distingue su parcels de cultivo. Al convertirse en propietarios individuales, del Sur del Peru. El recurso rf ^ tratado region andina se initio la desmembracion de la propiedad y el despojo de bitante peruano en el proceso al. Primitivo heir los agricultores, mediante "escrituias" que los campesinos des- por parte del autor, porque tifm- er , del peis, es acertado conocian por ignorar el castellano, a pesar de la formula no- castas, porque es una historia cor ";3 ra'z perjuicio de terial que garantizaba que el indigena firmante de la venta te la superioridad e igualdad dZ'f quePlantea resueltamen- era "inteligente" en el idioma castellano. Su firms fue reem- conociendo su actual ~ plazada con dos ray as en forma de cruz, trazadas por el pro- pio Notario. Asi se despojo a los campesinos de sus tierras. de integSL^que ttenztenlo f-f6.en el P*ru el afan A mediados del siglo XIX surgio en Lima un movimiento °S, Pf™anos fueron hijos de mit .blolo?ico> P™s los prime- generoso y patriotico en favor de los derechos humanos del colomzadores con nobles mLZ! m°S ° ^ncubinatos de campesino peruano, entre cuyos iniciadores figuro Manuel AlrFfS C°ya " aymare>s amancebaT^T C°rn i6venes sipas o Gonzalez Prada y otros eminentes escritores y politicos, apO- dil^'J13^31"1^ esctita iT' T3 Historia Social del yando resueltamente .la action indigenista, alzada y virit que dia muy dwersos aspectos Z P°*Tam*yo, toma a estu- tetmino con el sacrificio de Juan Bustamante, junto con mu- tensamente descrita. asi comn aCtwidad minera ha sidoel chos indigenas, en el propio Altiplano y por las fuerzas del ZaTZZ 9 dC actividad social^ ?°ndlc[°Jles de trabajo. de gobierno. Todo esto puede constatarse en las interesantes 9 la de sus ciudades, J *a ^fiado su vida agra- asi C0 0 PROLOGO 13 emilio eomsbo 12 clases superiores de Puno, en las fiestas del C&rnaval y de la paginas de esta Historia Social del Altiplano del doctor fa- Semana Santa. mayo. Por otea parte el ferrocarril de Mollendo a Puno estable- "El indigenismo" como politica o sistema de apoyo a! cio un nuevo intercambio comercial mas activo, como lo de!*- campesino, petduto refugiandose en el campo politico de las muestra este libro de Jose Tamayo Herrera y el antiguo cam* minorias democraticas y socialistas en oposicion a las oere- pesino, encontro una nueva actividad trabajando al servicio de chas conservadoras, y aun en este campo el epiteto fue act!- los vapores del Lago o del ferrocarril mismo, y valga decir mulando respeto y popnlaridad. que la primera carretera del Sur del Peru se construyo desde Tirapata a Carabaya para extraer los minerales de oro de San* Pero el constante avanee del indigena esta basado en que to Domingo. El comercio entre todas las provincias credo las provincias de habla ay mar a, como son las de Ptino, CM' enormemente por ser una ptanicie sin obstaculos, este progreso cuito y Huancane, estan formadas por comtxnidades o ayu®, fue la base del nuevo avance cultural. con una minoria escasa de haciendas. En cambio las grand® extensiones propias de la ganaderia lanar de la mayor parte El resultado de esta etapa final, que Tamayo ha llamado del Altiplano, tenian un campesinado quechua obediente, pi' acertadamente " modernizacion" se ve al terminar la Segunda Guetra Mundial, pues Puno presenta una nueva faz social. El ro carecian de ayllus, salvo excepciones tar as. cholo y la chola no fueron el producto del mestizaje sino del ascenso de las familias indigenas. Las famosas pandillas pu* La Historia Social del Altiplano que ha escrito el Sran nehas no fueron el resultado de la raza o del color de la picl cuzqueho Tamayo, narra tambien las primer as escaratnuz® sino de la integracion de los grupos sociales, a traves de la que se convierten en batallas por la superacion cultural. A educacion y de similares inquietudes artisticas, y resultado del partir del siglo actual, mientras que los hijos de las grand® trabajo de los cholos en el trabajo artesanal, comercial o ur* [amilias de origen colonial se trasladan a Lima, Arequipa o a bano. Esto contradice la afirmacion de algunos sociologos eu* uropa, la clase que sustituye a los hacendados esta fottnada ropeos que se refieren al cholo o a la chola solo desde un pun* por escendientes de antiguas familias de origen espafiol, <?ue 10 de vista racial. van [ormando una minoria blanca pero profundamente fen°' l °?a y fPegada a su terruho. De eUa salen los primeros Pero fue la educacion y la alfabetizacion, y e! conocimien- om res e la clase media que se caracteriza por su com to del castellano, casi total en el sexo masculino y disimulado minuscdo circtiJn"^ ^ uiP°y° a' •camPes^nado y en torno a I modestamente en el sexo femenino, por que la mujer oculta en mect;~r>* ancof' se va formando el circulo mas am?— el Altiplano, el hecho de que esta ejerce un verdadero matriar* amistarf 1^ ,c fra a 'os que se llama cholos con afectuos cado, apoyado por el sexo masculino y que este sigue mante* iTpoesia t STabllidad esta nueva clase acoge la mf * niendo vigorosa su autoridad. una sorLhil^ fant° del indio f los hac* suyos. Se 4'f mas' balsas,? amistosa entre el campesino que trae stts fljj El autor de la Historia Social del Altiplano, sigue la trans- domingo u estaV,0* carfac?os de viveres a los mercados formacion social de Puno, que en el siglo actual se inicia con y esta nueva clase mestiza. la escuela de la Plateria, una antigua mina de plata conocida por los colonizadores del Peru y alii es donde Manuel Zuhiga kuillos u Sconcha?°n atenct6n sa musica de zamponas y P'n Camacho Allka inicia la revoluciort educativa en el Altiplano, forma ll ZuZ marinas. De esos I adores cuotidiancs ^ cuando fundo la escuela y el centro adventista de lltawilaya, humildes, hasta Zue addet Aldplan° desde los sector® ^ junto con Fernando A. Stahl, donde al correr de los anos se establecena la primera iglesia adventista, la primera escuela y e instruments son J1 musica india y mestiza, & contacto que ^urac fC°9 °f Por 'a clase mas alta, es pof . un centro de atencion medica y de cirugia. Una tesis reciente 9 SUr9e la socabilidad de cholos y cholas con & EMILIO ROMERO 14 de Dan Chapin Hazen. que conoce y cita el doctor Tama'jo, y que se denomina "The awakening of Puno", recoge este ad­ mirable proceso de revolucion educativa. El libro del Dr. Jose Tamayo Her vera, que tenemos el ho­ nor de comentar, ha estudiado a fondo la evoludon hisiorica, social c intelectual del Altiplano. No solo resena. la ruta de nacimiento y crecimiento de la alfabetizacion y del bilingiiismo en el Altiplano de Puno sino los diver so s matices del avance cultural y social en una de las regiones mas altas del globo, in- cluyendo el periodismo, el arte y la cultura, constituyendo an valioso y autentico ensayo sobre todo el proceso social del Al­ tiplano del Titicaca, trabajo que mcrece la gratitud nacional, y el reconocimiento de los punehos, para nuestro reputado escti- tor, Or. Tamayo Herrera, digno Director de la Biblioteca Na- Llanura estupefacta, altiplanicie nonaf del Peru, e ilnstre hijo de h tierra de los Incas. come un espejo muerto que no esquicie la faz que ya paso ;Tal mueren mundos EMILIO ROMERO en paz letal y tragica molicie! FRANZ TAMAYO INTRODUCTION Nace este libro de una larga convivcncia con los hom- brcs del Altiplano; alia en los aiios luminosos de mi adoles- cencia, en las aulas tricentenarias de San Antonio Abad, tu- ve mi primer contacto con los punenos, que entonces en ge- nerosas oleadas acudian a la universidad cuzquena para pro- fesionalizarse, pues en su regidn carecian de una institucion de education superior. Es entonces que aprendi a conocerlos, y a admirar, su tenacidad, su profundo sentido artistico y musical, y un poco tambien la dureza del hombre colla, con su rispida varonia, y su a veces fanatico fervor politico por esta o la otra idea. En mi generation, cuzquenos y punenos, convivimos cercanos, y a veces antiteticos, en las horas ro- manticas de la lucha universitaria, cuando juntos nos nutria- mos de la savia antanona de la sabiduria cuzquena, y com- partiamos, pese a nuestras diferencias, parecidos ideales y las hondas raices de una misma mentalidad andina. Despues sucesivos y continuos viajes por el Altiplano, me permitieron adentrarme en los secretos de la tierra colla, donde a veces sobrecogido por su ruda geografia, dejaba va- gar el espiritu en honda urgencia metafisica. Collasuyo, Al­ tiplano, Altipampa, Puno; region privilegiada, sobre todo en la calidad de sus hombres, de una verticalidad tan enhiesta, un poco para contrastar la llanura que predomina en su gea, la llanura amarillenta del propio altiplano y la llanura liqui- da del Lago Sagrado, horizontalidad que abruma, pero que IS JOSE TAMAYO HERRERA INTRODU CCI0N 19 tambien invita a erguirse y desafiar el cielo, con el puno en- Paradojicamente, del comun espiritu andino, de la empa- hiesto del habitante colla. Pueblo de intensa hondura este, tia, y del hecho de ser un foraneo, un observador sin ata- capaz de bailar infatigable en los ocho dias de su Cande- duras ni compromisos, nace por lo tanto la raiz gnoseologica y de desafiar en actitud espartana la rudeza del invier- de este libro, y quizas solo en ella resida el pequeno merito no serrano, en las horas gelidas en que la helada y los vien- que pueda tener. os an inos enfrian la tierra hasta lo indecible, quizds para atemperar un poco el fuego de los propios habitantes de la Para escribir este libro he sido fiel al mandato de la nf^Kira iPUnefa' c. , rUe desde los tiempos prehispanicos historia moderna, he buscado el desideratum de la historia pueblo levantisco y de dificil sujecion, cuantas veces los In- total, de aquella que no desprecia ni el papel de la geografia JescoWnT108' miS antePasad?s- debieron acudir a apagar el ni de la demografia, ni la importancia de la estructura y de Z ll r • UnajmeZa revuelta de los insumisos lupacas o las coyunturas; he tenido en cuenta lo que decia mi coterraneo bfen las duraT ' HatUnc?1Ia ° Paucarcolla. Cuantas tam- Jose Uriel Garcia, que me antecedio en los caminos del Al- bre ouneno n>™!rl--CeS salvajes respuestas con que el hom- tiplano, "que la pampa aisla tanto como un murallon de la entrana; que en el Kollao, el espacio es enorme y por eso nica o al sioln v 10j3 ?S tre,s s/9jos de domination hispa- ro la Repubfica SmI 10 eolonialismo interior que instau- tambien un separador poderoso y que esa amplitud de la pla- nicie da a la action humana un caracter de trascendencia fin, de luchas a mni»r7 U-?3 ®Jorfa tragica de revueltas sin queda de una liberar-io £' sublevaciones sucesivas, de bus- porque cada transito de un confin a otro, requiere de una conquista del territorio, de un dominio del vacio". Y la his­ nacionalidad propia? ei/es^a J"1.01101111,3 iPor9"e no de una toria puneha, escrita desde si misma, era un verdadero gesta de los punenos desde In ri t /l Pun°' V eSa 63 h vacio en la historiografia peruana, pues pese a los esfuerzos pasando por Vilcapaza f de, Ios nuneros Salcedo, P vilcapaza. Ezequ.el Urbiola o Mariano Paq'o. de otros hombres que me antecedieron, y cuyo merito soy el primero en reconocer: Emilio Romero, Alfonso Torres Lu­ na, Teobaldo Loayza O'bando, no existia al asumir yo donde comprendf la^xtraord;!"^ CU31?do Pude vivir en ella' la tarea, el instrumento fundamental para comprender hombre puneno: sensible art,"rxqueza espiritual del la historia de Puno: una periodificacion de los procesos siasta por el arte, el folklore U pr° - iateli9ente- entu- historicos del Altiplano, construida a partir de las propias semejante a nosotros los cuza'uIfin^US1Ca Y letras' cuan coyunturas de la historia de Puno. Se habian intentado pe- en mi la posibilidad de comnLT y P°r eso mismo nacio riodificaciones del Sur Andino, que se aplicaban rigidamente escribirla, porque siendo , ^.er su bistoria y el ansia de m a Puno, o se habian copiado las formulas simplistas de la de los medios profundos ras u10 me ballaba pertrechado historia escolar, con su periodificacion en Historia Preh'spa- tieron penetrar en el esoirit 1 s Sonscientes> 9ue me permi- nica, Colonial y Republicana; sin comprender aquello que es de las teorias o de?^£"*». aJa de la pobreza elemental para edificar la historia de una region, que la que tuve para escribir est! ?k s estadisticas. Es decir periodificacion debia ser interna y no exterior y que debe cu casi seguramente careri! r° UDa d°ble ventaja, de la ser creadora y no imitativa. Y una periodificacion, si quiere siendo parte semejante TTnT^T-3 antes que yo; que en ser cientifica, no debe ser meramente "incrustada", o ima- uno de los mismos, que duHiv!!j Pun^nos no era en realidad ginada, debe partir de lo concreto y firme de la historia, las d(d Pariente consanguteo , h £mPatia dcI ve' propias coyunturas de una region, que no necesariamente del outsider", del q vfen! f COmPIetaba con la vision Ue coinciden con las nacionales o las universales. es capaz de percibiF. aqueSo t T* Y qUe por eso mismo "na Sociedad estan impedidos d! k Pr°pi°S miembros de 7 Por eso la periodificacion que he establecido para la his­ • Pese al aforismo de Socr t ° ,ervar' porque-nadie es ( a si mismo. Socrates, de conocerse cabalmen- toria punena, me ha llevado casi sin quererlo, a realizar una apretada sintesis de la historia punena desde el siglo XVI hasta nuestros dias, en este sentido constituye un manojo de 20 JOSE TAMAYO HHSRBBRA INTRODUCTION 21 ensayos, entendido en el doble sentido de la palabra: un ge- modelos basicos en que las sublevaciones indigenas se dieron, nero literario que he cultivado con esmero como instrumento y antes que un listado superficial y poco documentado. he de comunicacion historica, y un esbozo, ensayo, o boceto, a preferido penetrar en aquellas que son m&s cabalmente re­ partir del cual se pueda escribir una historia mas rica y com- presentatives. pleta del Altiplano, con nuevas fuentes mas directas, y con mayores medios que los limitados que yo he podido disponer. Confieso que el tema del indigenismo puneno me ha seducido siempre, y por eso premunido de mi experiencia en Esta historia de Puno en algunos aspectos toca los li- el conocimiento de otros movimientos regionales semejantes, mites de la heterodoxia, dudo que algunas afirmaciones o he tratado de cubrir una vision general del proceso ideold- va oraciones gusten a mis propios amigos punenos, esto que gico de las ideas sobre el indio deteniendome en las cumbres podria constituir un defecto, considero que constituye mas de este proceso. Si hay un tiempo —eje en el desarrollo de una vrtud, porque demuestra que mi vision del Altipla­ las culturas, como decia Karl Jaspers, ese momento cenital no es ine ita, fresca y autonoma; que constituye una mirada es sin duda el de la decada 1920-1930, y en ella brilla con nueva sobre un tema poco estudiado y apasionante, y en la luz inigualada la figura de ese gran puneno olvidado por los .laI,S"K Pr°P'0S defectos Y errores significan una perspecti- peruanos de hoy, e inclusive mal comprenaldo por sus pro­ pios coterraneos: el extraordinario, prof undo y ejemplar da !lr l? I- rr !f° miT\° suscePtible de ser perfecciona- Gamaliel Churata, imagen misma del intelectual peruano, m un JuL^r T dd futuro- N°. no ha habido aqui desterrado, proscrito, consumido en la miseria y el anonimato, las eternas vara & con^esi6n al seguidismo o al respeto a como si un cruel destino marcara a los grandes creadores querido ser vo omnipresentes e intocables. He de esta tierra nuestra, con la pobreza, la frustration y el aun quizas el linim - m' mensaje collavino, y por eso mas grande desengano del olvido postumo ^Cuantos intelec- dad y la smcerSad ^bsoluS P^9inaS " ^ autentid' tuales y periodistas limenos ignoran hoy mismo quien fue Gamaliel Churata? ^Cuantos peruanos y aun punenos se han atrevido a leer el dificil pero relampagueante "Pez de Oro" guro queSOsabr/gustarleTtaniosnhde eSt3S p3ginas' estoy S£' desde la primera a la ultima pagina? los .logics bar,,OS „ ,a «t6tic* "" Por eso los capitulos dedicados a "Ork'opata" y al ge­ nial Gamaliel, tienen para mi el valor de una revindication dedico°a]CaSsk dd ?nside![? f»ndamentales son los que a justisima, el merito de que para las nuevas generaciones que indigenas (;Poraue «»rr • m.ona^ismo V He las sublevaciones represento, no hay precursor olvidado ni creador definitiva- "movimientos campesinos"'^ I°cablos de moda llamindolos mente muerto. Ojala estas paginas fueran el inicio del re- gamonalismo. d. v S« tt»la ? t descubrimiento y de la revaloracion del maestro autodidacta, basta ya de comorend^ l y n° sol° de denostarlo, que es la viva imagen del destino de la inteligencia en el cablos de los folletos d °S proces°s historicos con los vo- Peru materialista y capitalista de hoy: la indiferencia, el fuerza de teorial mal ProPa9anda, y con la camisa de desconocimiento, el desprecio de aquello que no hemos sido seguidismo de alounns ?mPrendidas, como el aldeano dignos de conocer. el afan de probar su teoriam^stl9ad°res, obnubilados por hechos y los propios proceed w ^ dejar 9ue la vida' loS Este libro nace gracias a la ayuda invalorable de mu- su propio metodo de interpretation6" SUS ProPios vocaW°s > chos hombres, pero quisiera expresar mi gratitud en quienes mas hicieron para que fuera posible: a Carlos Martorell Flo- res hermano querido y catedratico cabal de la UNTA, por giria no solo1 wTlibrO de la ret>eldia campesina exi- el calor hogareno que me brindo en el corazon de su familia caer puramente en lo desrr;.^fC1U12fS varios tomos; antes de durante mi estancia en Puno, a Augusto Ramos Zambrano, P lv°. he preferido conformar los

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